—La paciente no responde a estímulos externos y por lo tanto no está plenamente consciente. Debido a que fue ingresada con alteraciones en el estado de consciencia, ella no está respondiendo... —explicó Jeon con la mirada fija en el expediente que tenía sobre sus manos—. Esa sustancia ocasionó daño directo en las células cerebrales, afectando también otros sistemas en su cuerpo. La señorita Kim se encuentra en estado de coma.

—¿Coma? —preguntó Eunwoo con la voz apenas audible. Su expresión se descompuso luego de escuchar la afirmación—. Eso no puede ser posible, no...

—Todos los organismos reaccionan de forma diferente ante cualquier tipo de sustancia tóxica, en este caso la señorita Kim llegó con los signos vitales bajos. Afortunadamente la ayuda llegó pronto, pero ni aún con el lavado gástrico se pudo evitar tales consecuencias —comentó el médico sintiendo la tensión del lugar—. Varias funciones del tallo cerebral tienden a ser más vulnerables a la agresión tóxica y metabólica. En el caso del señor Kim, fué imposible ayudarlo  considerando la enorme cantidad que ingirió.

—Pero... Dahyun se va a recuperar, va a despertar ¿cierto? —Mina se acercó a Jungkook—. He oído de varias personas que despiertan del coma. Ella es joven, es fuerte, tiene que despertar.

—También hay varios casos en los que el paciente no despierta y se queda en estado vegetativo —murmuró el doctor por lo bajo—. La señorita Kim puede despertar en un día, en una semana, en un mes o quizás en un año, no se sabe nada a ciencia cierta.

Mina sintió una sensación indescriptible, ¿qué estaba pasando? Su prima estaba postrada en una cama de hospital y su tío estaba muerto. Necesitaba respuestas y de momento la única que podía dárselas era su tía Seohyun. Dirigió su vista hacia ella y la vio derrumbarse al suelo. Eunwoo rápidamente acudió a su rescate, del mismo modo en que Taehyung.

—Se desmayó —dijo Eunwoo—. Debe ser por la impresión, han sido tantas malas noticias en un corto lapso de tiempo. Necesita descansar.

—Doctor —llamó Taehyung por primera vez a Jungkook quien rápidamente conectó miradas con él—. ¿Podría revisar que mi tía no tenga nada malo?

—Sí, sean amables de llevarla a mi consultorio. Le daré un chequeo rápido y le recetaré un par de vitamínicos que la mantendrán fuerte —contestó el médico señalando hacia una dirección. Taehyung cargó a Seohyun en sus brazos y la llevó por el lugar indicado—. Vamos.

—Un momento... —Mina detuvo a Jungkook del brazo ligeramente—. ¿Puedo ver a Dahyun?

—De terapia intensiva la hemos trasladado a una habitación, pero no considero que sea apto recibir visitas ahora. La estamos monitoreando constantemente, no se encuentra estable, al menos por hoy —comentó Jungkook—. Mañana podrá verla y solo una persona a la vez.

—Entiendo... —Mina asintió observando como el doctor se iba, perdiéndose entre los pasillos.

—Tengo que irme —murmuró Eunwoo con la mirada fija en el suelo—. Debo encargarme del asunto de Jae. Los medios no deben tardar en venir, este tipo de noticias se expanden con rapidez.

—¿Qué fue lo que realmente pasó?

—Ya te dije todo lo que sé, Seohyun me llamó mientras Dahyun y Jae estaban siendo trasladados al hospital, me dijo que viniera, que había pasado algo horrible. Cuando llegué aquí una enfermera me dijo que el señor Kim ya no tenía signos vitales al momento de ingresar —respondió Eunwoo haciendo un mohín al recordarlo—. Ojalá todo se tratara de una pesadilla. Quiero despertar ya.

—Te ayudaré con el funeral, no es tu obligación encargarte de eso.

—No, Mina —Eunwoo negó—. Preferiría que te mantengas cerca de Seohyun, ella está sola, Jae acaba de morir y su única hija está...

Silencio, un silencio rotundo.

Mina vió a Eunwoo cubrirse la cara rápidamente intentando deshacerse de sus lágrimas. Sintió un nudo en su garganta, el hombre fue incapaz de musitar palabra, solo se disculpó haciendo una corta reverencia ante ella y salió casi corriendo del lugar.

Mina caminó lentamente todavía intentando procesar la situación. Tomó asiento en la sala de espera y cerró sus ojos con fuerza sintiendo un terrible dolor de cabeza y unas inmensas ganas de llorar. Luego de un par de minutos decidió hablarle a Chaeyoung para informarle lo que había pasado, ella tenía derecho de saberlo, puesto que Dahyun trabajaba en su despacho.

—Mina —Yeonjun le tocó el hombro ligeramente por detrás—. ¿Qué ha pasado?

—Una desgracia —respondió Mina con pesadez—.  No sé lo que está pasando con exactitud, pero mi tío Jae falleció y Dahyun está en coma.

—¡¿Qué?! No puede ser, ¿por qué? —Yeonjun palideció ante su declaración, poco a poco comenzó a retroceder unos pasos de ella y fue entonces cuando Mina notó que el chico venía acompañado de una mujer quien ahora tenía un aspecto deprimente—. Estás mintiendo, ¿verdad? Todo esto es una pésima broma de parte de todos ustedes, Eunwoo también está participando en esto, que malos son, no jueguen con eso, los odiaré por siempre.

—Sabes que no mentiría con algo tan delicado.

—Pero... ¿por qué? —Yeonjun negó cabizbajo intentando procesar la noticia—. ¿En dónde está ella? ¿P-puedo.. verla?

—El médico no me permitió verla, al menos por el día de hoy —respondió Mina—. Me duele tanto como a ti, es mi familia.

Yeonjun sintió un fuerte escozor en los ojos, eso indicaba que las lágrimas estaban a punto de salir. Sin ser consciente de sus actos, se acercó a abrazar fuertemente a Momo intentando esconder su cara entre la brecha de su hombro y su cuello. Ahí se permitió llorar.

La japonesa no supo cómo reaccionar al escuchar los sollozos de Yeonjun, le dieron ganas de llorar también.

—Ella estará bien —susurró Momo débilmente correspondiendo al abrazo de Yeonjun—. Ella es joven y fuerte, aún le falta mucho por vivir. No llores más, eso es como dar por hecho que no va a despertar y ella lo hará.

—¿Y si no lo hace? ¿qué pasa si no despierta? —cuestionó intentando reprimir su llanto.

—Tonterías —contestó Mina apretando sus puños con fuerza—. Dahyun se va a recuperar, confío en que así será y tú debes hacer lo mismo.

—Pero... —Yeonjun fue interrumpido por el tono de su celular. Limpió su cara con ayuda de sus manos y se disculpó antes de alejarse unos cuantos pasos para responder su llamada.

Mina se quedó a solas con Momo, la miró de reojo y pudo ver cuan afectada se encontraba.

—Disculpa ¿tú eres amiga de Dahyun? —preguntó Mina y Momo asintió con la cabeza—. Tu rostro me parece familiar, siento que te he visto en alguna parte, pero no logro recordar dónde.

—¿A mí? Quizás se está confundiendo —susurró.

—¿Eres de Corea?

—No, no soy coreana, soy japonesa —respondió con timidez—. Me llamo Hirai Momo, ¿y usted?

—Mina, yo soy Myoui Mina.

—Myoui... —repitió Momo sin apartarle la mirada de encima. Hizo un mohín tan pronto como los recuerdos golpearon a su mente—. Tú...

—Ahora te recuerdo, Hirai.

[💥]

—¿Es aquí? —preguntó Chaeyoung observando la puerta oxidada de un viejo apartamento situado en una pequeña vecindad. Jennie asintió rociando algo al aire varias veces—. ¿Qué haces?

—Es sanitizante, aquí huele muy mal, ¿te imaginas todos los gérmenes que hay aquí?

—¿Es en serio Kim? —Chaeyoung puso los ojos en blanco antes de dar un par de golpes sobre la puerta. Segundos después alguien respondió.

—¿Quién es? —resonó una voz masculina detrás de la puerta.

—Somos repartidoras, traemos dos pizzas familiares de extra queso y una orden alitas picantes, ah y un refresco gratis por su compra —habló Jennie sacando algo de su bolso que Chaeyoung no pudo ver—. Reciba el pedido, por favor.

—Yo no ordené ninguna pizza.

—¿No lo hizo? Que raro, ya está todo pagado, pero si no lo quiere está bi..— la puerta del apartamento se abrió enseguida dejando ver a un hombre de aspecto humilde, con la ropa remendada, cabello largo y visibles ojeras debajo de sus ojos—. Oh, hola ¿qué tal? Mi nombre es Jennie Kim.

—Y yo soy Son Chaeyoung, ¿tú debes ser... Kim Ji-won?

—Ustedes no son repartidoras de pizza —expresó el hombre intentando cerrar la puerta pero siendo detenido por Chaeyoung—. ¿Q-qué quieren? ¿quiénes son ustedes?

—Somos del bufete de abogados de Tigers Law, solo queremos hacerte un par de preguntas, será mejor que colabores —espetó Chaeyoung deteniendo la puerta con ayuda de su mano—. ¿Qué sabes acerca del homicidio del señor Akira Myoui?

El hombre abrió los ojos con sorpresa al escuchar ese nombre. Tragó en seco, de repente su expresión cambió a ser asustadiza. Intentó escapar, tomó a Chaeyoung desprevenida y la empujó a un costado para que tuviera el paso libre, pero Jennie fue más rápida que él, colocándole un artefacto detrás de la espalda que le dió un toque de electricidad. El hombre cayó al suelo adolorido e inconsciente.

—Jennie... —Chaeyoung se acercó a Bobby para revisar sus signos vitales.

—Está vivo, solo utilicé un Taser para inmovilizarlo porque intentaba escapar —explicó la chica de ojos felinos.

—¿Eso no es peligroso? —preguntó Chaeyoung moviendo el cuerpo del hombre de un lado a otro.

—No, solo se siente dolor intenso y contracciones en los músculos que hacen que se te paralice el cuerpo —comentó Jennie de lo más normal guardando el aparato dentro de su bolso—. También tengo gas pimienta.

—¿Siempre llevas ese tipo de cosas en tu bolso?

—¿Pensabas que tú y yo solas íbamos a poder  enfrentarnos ante un hombre alto y fortachón? Por Dios, somos indefensas, siempre debemos ir preparadas —espetó Jennie de manera obvia—. Ahora hay que arrastrarlo dentro del apartamento antes de que alguien nos vea.

—Esto podría considerarse ilegal —murmuró Chaeyoung por lo bajo mientras ayudaba a Jennie a jalar el cuerpo de Bobby dentro de su casa.

—No estamos haciendo nada malo, él tuvo la culpa por no cooperar con nosotras —dijo Jennie cerrando la puerta del apartamento para luego mirar a su alrededor. Su hogar era pequeño, solo se trataba de una habitación con una cama, una mesa a punto de romperse a pedazos y una silla vieja. Jennie hizo un mohín al mirar las condiciones tan deplorables en las que vivía aquel hombre, pero no dijo nada al respecto—. No creo que lo haya hecho por dinero, es pobre evidentemente.

—Quizás tuvo algo que ver, pero lo engañaron, se ve demasiado ingenuo —comentó Chaeyoung observando la pila de periódicos que estaban esparcidos sobre la mesa, todos en la sección de empleos. De pronto el hombre sobre el suelo soltó un quejido de dolor—. Oh, ya está despertando.

—Comencemos de nuevo con las preguntas señor Kim Jiwon —comentó Jennie poniéndose de cuclillas ante él—. ¿Qué tuvo que ver en el asesinato del señor Myoui?

—Por favor... no me hagan daño —suplicó con los ojos brillantes.

—No estamos aquí para hacerte daño —dijo Chaeyoung.

—Pero ella... —Bobby señaló a Jennie—. Me dió un choque eléctrico.

—Intentaste escapar, tú te lo buscaste —replicó la chica de ojos felinos poniendo los ojos en blanco—. No voy a lastimarte de nuevo, a menos que intentes volver a escapar. Colabora y no habrá necesidad de usar mi taser otra vez.

—¿Son... policías?

—Somos abogadas, del bufete de Tigers Law —respondió Chaeyoung caminando alrededor de él con impaciencia—. Estamos llevando el caso de Akira Myoui y tú tienes algo que ver.

—¿Y-yo?

—Sí —afirmó Chaeyoung apretando el puente de su nariz—. Tenemos un video tuyo saliendo de la oficina del occiso con un maletín sospechoso. Será mejor que nos digas todo o las cosas no terminarán bien para ti. Comienza por decirme la razón de tu salida de Freedom, supe que trabajabas en el área de intendencia.

—Yo... tengo una hija, de dos años —murmuró Bobby mientras se arrastraba a un rincón del apartamento—. Me corrieron de mi antiguo empleo, así que busqué trabajo por meses hasta que por fin lo encontré en ese despacho. Todos fueron muy amables conmigo cuando el señor Akira me contrató. Pero un día vino el señor Jae mientras yo estaba en el estacionamiento, me dijo que subiera a su auto y así lo hice, me ofreció una gran suma de dinero, dijo que tenía que sacar un par de cosas de la oficina del señor Myoui y después renunciar.

—¿No le pareció eso demasiado sospechoso? —preguntó Jennie con el semblante serio.

—Yo no pensé que fuese tan malo y en ese momento mi hija estaba enferma, lo que ganaba no era suficiente para comprar sus medicamentos, estaba desesperado y por eso acepté —murmuró Bobby con vergüenza intentando ocultar su rostro—. El señor Jae me dijo en qué momento entrar a la oficina y lo hice. Me pidió que sacara todas las botellas de un nombre extraño que no recuerdo y luego fui a entregárselas hasta su casa.

—Por lo que veo el dinero que te dió no fue suficiente... ¿por qué vives en un lugar como éste? —cuestionó Chaeyoung observando a su alrededor—. ¿En dónde está tu hija y esposa?

—Ella me abandonó —musitó con resentimiento cubriendo sus ojos con ayuda de sus manos—. Me traicionó, se llevó a mi hija y también todo el dinero que Jae Kim me dió. El dinero no me importa en lo absoluto, pero mi hija...

—Es un hecho lamentable —expresó Chaeyoung sintiendo compasión—. Pero usted se equivocó, traicionó la confianza del señor Akira por dinero.

—Estoy arrepentido... lo juro —dijo en sollozos—. Pero no colaboré en nada para matar al señor Akira, no soy un asesino.

—Quizás no actuaste de manera directa, pero contribuiste a eliminar la evidencia y eso de alguna manera te convierte en cómplice —espetó Jennie con firmeza—. Tendrás que acompañarnos a declarar lo que acabas de contarnos.

—¿Iré a prisión?

—La condena se va a reducir considerablemente si colaboras con la justicia —respondió Chaeyoung sintiendo su teléfono vibrar. Vio el nombre de su novia en la pantalla y sonrió levemente disculpándose para atender la llamada—. Hola guapa, estoy en algo importante —susurró en un rincón del pequeño  apartamento.

—Chaeyoung... algo horrible pasó.

—¿Cómo? —preguntó la más baja desconcertada. La voz de Mina era difícil de descifrar—. ¿Qué sucede? ¿en dónde estás? Dime y estaré ahí.

—No sé lo que está pasando, pero mi tío Jae acaba de morir y Dahyun está gravemente en el hospital —Chaeyoung sintió su corazón paralizarse. Jennie la miró intentando averiguar algo con la mirada—. Ven por favor, no sé que hacer.

—¿En qué hospital?

—En el Hospital Kangbuk.

—Estaré ahí pronto, no te muevas de ahí —dijo Chaeyoung antes de colgar la llamada y estirar de su cabello con frustración.

—¿Qué pasa? —preguntó Jennie.

—Jae está muerto y Dahyun en el hospital...

—Ese maldito...¿se atrevió a hacerle daño? —Jennie ahora estaba preocupada y no solo por la chica más pálida, sino también por Chaeyoung, ella sabía todas las cosas que ahora pasaban por su cabeza—. No es tu culpa Son.

—¡Lo es! Yo la mandé a la boca del lobo, es mi culpa —contestó de manera brusca—. Si algo le pasa a Dahyun, todo será mi culpa.

—Ya te dije que no, ahora ve con Mina, yo me encargaré de él —Jennie señaló a Bobby quien escuchaba todo atentamente—. Después te alcanzaré, no te preocupes por nada más.

Chaeyoung asintió intentando contener el llanto. Tenía tanto miedo de saber la razón por la cual Dahyun estaba en el hospital. Todo era su culpa y nada ni nadie la haría cambiar de opinión.

[🍁]

Rosé llegó al restaurante de pollo al que Jisoo la había citado minutos antes. Llegó con un elegante retraso de quince minutos debido al tráfico, así que para compensarlo le compró a la mayor una bolsa de malvaviscos cubiertos de chocolate.

Vio a lo lejos la misma mesa que habían compartido juntas la última vez y ahí se encontraba Jisoo con la vista perdida sobre la ventana mirando al exterior.

—¡Hola! Ya estoy aquí, disculpa pero el tráfico estuvo horrible ¿sabes? —tomó asiento al frente de Jisoo colocando la bolsa de malvaviscos frente a ella—. Te compré ésto...

—¿Para mí? —preguntó señalando la bolsa. Rosé asintió mostrando una cálida sonrisa y Jisoo sintió que su corazón latía con fuerza—. Gracias..

—No hay de que —contestó la rubia recargando su cara sobre las palmas de sus manos—. ¿A qué se debe tu repentino llamado?

—Discutí con mi hermano Taehyung, le dije algunas cosas y él me dijo otras cosas de vuelta.

—Entiendo —Rosé asintió—. Las peleas entre hermanos son normales, ¿se pelearon muy feo? ¡Ya sé! Te sentiste muy mal después de eso y por eso me llamaste, porque comer pollo te hace feliz, ¿cierto?

—Increíblemnte creo que he encontrado algo que me hace más feliz que comer pollo frito —dijo Jisoo con cierta timidez. Estaba nerviosa, pero era ahora o nunca—. Y eso que me hace más feliz... se encuentra frente a mí.

—¿Ah? —Rosé abrió su boca con sorpresa—. ¿Los malvaviscos? No sabía que te gustaban tanto, creí que tus favoritos eran los chocolates, aunque estos malvaviscos que compré tienen la cubierta de chocolate, eso tiene sentido. A mí me gustan ambos, pero combinados deben saber mucho más delicioso, aunque... ¿has probado las trufas de chocolate? Esas son...-

—¡Tú! ¡Eres tú! —gritó Jisoo sin moderar el tono de su voz.

—¿Yo? ¿yo te hago feliz? —preguntó Rosé recibiendo un asentimiento por parte de la contraria quien rápidamente cubrió su cara con las manos—. ¿Me estás jugando una broma?

—¿Qué? Por supuesto que no. Te estoy hablando en serio —dijo Jisoo intentando controlar su respiración, se estaba poniendo más nerviosa. Para ser sincera, ni ella misma estaba segura de lo que quería hacerle entender a Rosé—. ¿Qué opinas de los homosexuales?

—¿Eres homosexual? —Rosé cubrió su boca enseguida intentando disimular su impresión.

—¿Qué tú no lo eres? —cuestionó Jisoo con las mejillas rojas de la vergüenza.

—¿Por qué lo sería? ¿por qué me dices eso?

—Porque me compras cosas, me escribes mensajes lindos todos los días y te preocupas si como a mis horas... —murmuró Jisoo desviando la mirada para intentar calmar los latidos de su corazón—. Eso me hace pensar que tal vez tú...

—¿Eso me convierte en homosexual? Cielos... yo pensé que..-

—Solo respóndeme una cosa y te dejaré en paz —dijo la contraria con seriedad—. ¿Yo te gusto? Aunque sea solo un poco.

—Sí me gustas.

Jisoo fue invadida por un ataque de tos al instante. Si antes sus mejillas estaban sonrosadas, ahora toda su cara estaba completamente roja. Rosé se alarmó al ver como Jisoo golpeaba su pecho con dificultad.

—¡Ayuda! ¡Mesero! ¡Agua! —gritó la rubia dando palmadas sobre la espalda de Jisoo sin saber qué hacer—. ¡Auxilio! No fue mi intención...

Un par de meseros llegaron a su rescate con un vaso de agua natural sobre sus manos. Se lo dieron rápidamente a Jisoo quien bebió hasta la última gota en cuestión de segundos. Sus ojos estaban llorosos, pero afortunadamente la tos fue desapareciendo poco a poco.

—G-gracias... —murmuró Jisoo aclarando su garganta—. Eso suele pasarme a veces.

Los meseros se retiraron haciendo una corta  reverencia y dejándolas a solas nuevamente. Ahora ambas estaban en un profundo silencio.

—Entonces... ¿te gusto? —preguntó Jisoo por lo bajo.

—¿Te va a volver a dar un ataque de tos? —la contraria negó—. Bueno... entonces sí, creo que sí me gustas.

—Por Dios... —Jisoo colocó una de sus manos sobre su pecho. Su corazón estaba latiendo con fuerza—. Creo que tengo taquicardia. El corazón me palpita muy rápido, parece como si quisiera salirme de adentro.

—Oh, lo mismo le pasó a mi tío —comentó Rosé—. Antes de que le diera un infarto...

—¿Y qué le pasó después? —preguntó Jisoo alarmada.

—Murió —respondió encogiéndose de hombros—. Ya tenía sus años, merecía descansar.

—No quiero morir, soy muy joven todavía, hay muchos lugares que tengo que recorrer, yo...-

—No te vas a morir, tontita —pronunció Rosé soltando una pequeña risilla—. El corazón se acelera cuando la persona que te gusta te dice algo lindo.

—Yo nunca dije que tú me gustaras.

—¿Ah? —Rosé frunció el ceño indignada—. Entonces tú tampoco me gustas a mí y yo me voy de aquí.

—No, no, espera, no te vayas... —Jisoo la detuvo antes que se pusiera de pie—. Eres muy bonita, me haces sentir cosas que nunca había sentido. Incluso desde que eras Avocachaeng ya me acelerabas el corazón. Odio admitirlo pero comencé a ser dependiente de ti, de tus mensajes al despertar, cuando no estoy contigo pienso en tí, y cuando estamos juntas todavía sigues estando en mi mente.

—Eso es muy lindo, yo...-

—Solo he tenido un novio en mi vida, pero sin duda nunca sentí algo igual. Jamás sonreí al mirar un mensaje suyo, tampoco me palpitaba el corazón cada vez que recibía un cumplido de su parte —añadió Jisoo con sinceridad—. Solo quiero que sepas que no miento, de verdad siento cosas por ti y estoy muy emocionada de experimentar esto contigo.

—Tú también me haces sentir de esa forma, pero yo no soy muy buena expresando mis sentimientos —confesó Rosé cabizbaja—. Pero me gustas, quizás por eso he estado tan pendiente de ti,  pienso en ti en todo momento, pero intenté engañarme a mí misma pensando que eso solo lo hacen los amigos y hoy me di cuenta que no es así.

—Es algo nuevo para las dos, entonces vayamos lento, ¿te parece? No hay prisa.

—Me parece perfecto —Rosé asintió regalándole una amplia sonrisa.

¡Hola! ❤️ Hoy andaba sin ideas, pero quería actualizar :(
Ya tenemos 17k en la historia ¿pueden creerlo? Muchísimas gracias a todos por leer, cada vez somos más 🥺  los quiero mucho 🌹✨

Nos vemos pronto 👉👈 besos & abrazos xoxoxoxo..