Veintidós: Suspicious
Dahyun tomó la taza de café sobre sus manos para beber un poco mientras revisaba algunos correos en su celular.
Yeonjun apareció en la cocina aún con pijama. Soltó un pequeño bostezo antes de sentarse al frente de su amiga recargando parte de su peso sobre la barra.
—Buenos días —saludó Dahyun sin despegar su mirada del teléfono—. ¿Por qué estás despierto tan temprano?
—No lo sé, desperté hace un par de minutos y después ya no pude dormir más —respondió Yeonjun recargando su cara con ayuda de sus manos—. Ayer llegaste un poco tarde a casa, ¿en dónde estuviste?
—¿Ah? —Dahyun dejó el celular a un costado de la barra y miró a su amigo—. Salí con Eunwoo.
—¿A dónde fueron? Te vi regresar muy feliz —comentó Yeonjun sirviéndose una taza de café sin despegarle la mirada de encima.
—A comer —contestó simplemente llevando la taza de café a sus labios. No podía decirle que había salido con Momo, ¿cómo podría justificarlo? Aunque realmente eso no tenía nada de malo.
—Ya dime la verdad, ¿en dónde estuviste? —preguntó nuevamente pero está vez con más seriedad.
—Ya te dije que salí con Eunwoo —se encogió de hombros.
—Mientes, ¿por qué lo haces? Creí que confiabas en mí, somos mejores amigos —dijo Yeonjun sintiéndose herido—. Anoche llamó Eunwoo a casa preguntando por ti, dijo que no entraban las llamadas a tu celular y quería saber si estabas en casa.
—Me quedé sin batería ¿qué le dijiste?
—No quise preocuparlo, le dije que si estabas en casa, supuse que a lo mejor venías retrasada del trabajo, pero ya veo que no, ¿quieres decirme en dónde estabas? Kim Dahyun... ¿a caso te estás viendo con alguien más a espaldas de Eunwoo? —cuestionó Yeonjun incrédulo—. No lo puedo creer... ¿por qué no me contaste?
—Te estás haciendo ideas equivocadas, no estoy engañando a Eunwoo si eso es lo que piensas —contestó Dahyun rápidamente—. Ayer tuve que verme con un cliente, me salió de imprevisto, así es mi trabajo, eso es todo.
—¿Entonces por qué me mentiste diciéndome que estabas con Eunwoo?
—Yeonjun no lo sé, lo dije sin pensar —dijo caminando hasta la sala en busca de su bolso—. Voy tarde al trabajo, mi jefa Chaeyoung pasará por mí. Te veré en la noche, que tengas buen día.
Dahyun salió del apartamento antes de que su amigo continuara con su interrogatorio. No quería ocultarle que salía con Momo, pero después de meditarlo toda esa noche, prefirió que fuera así. Quizás Yeonjun tomaría a mal que ella le quitase a una de sus nuevas amigas, o en el peor de los casos pensaría que Dahyun estaba celosa de Momo porque ahora ellos dos eran amigos.
Momo era una chica muy agradable y ahora también era amiga suya. El día anterior había pasado una tarde muy bonita con ella. La japonesa era muy noble, siempre pensando en los demás antes que en sí misma, era una mujer ejemplar que se encargaba de correr con los gastos para el sustento y el estudio de su hermana menor. Una chica que se ganaba la vida como repartidora de un restaurante y que por las noches ayudaba a una señora de la tercera edad con su pequeño puesto de comida sin intenciones de recibir algo a cambio. Momo era alguien admirable y Dahyun por alguna razón quería protegerla.
Porque las personas más buenas en este mundo son las que más sufren.
Sin darse cuenta Dahyun ya se encontraba fuera de su edificio a la espera de Chaeyoung quien no tardó más que cinco minutos en llegar.
—Buen día ¿llevas mucho tiempo esperando? —preguntó Chaeyoung viendo a la contraria negar con la cabeza —. Sube, iremos a un lugar.
—¿A dónde vamos jefa? No quisiste decirme ayer, tu mensaje solo decía que pasarías por mí —comentó Dahyun abordando la camioneta de Chaeyoung con sigilo—. Esto se siente tan misterioso, me encanta.
—Te llevaré con Kang Daniel, tienes que escuchar su versión, eres la única que puede ayudarme, cuando lo escuches entenderás la razón —respondió Chaeyoung con su vista fija al frente—. ¿Puedo confiar en ti? Éste es un caso muy importante para mí y para ti también, aunque no sé si sea para bien o para mal.
—Perdona pero no comprendo el punto...
—El punto es que a pesar de que Kim Taehyung intentó retrasar el juicio, fui más inteligente que él. No preguntes cómo pero logré que lo adelantaran —dijo Chaeyoung con una sonrisa campante mientras que Dahyun la observaba con una mezcla de asombro y admiración—. Cuatro días, tenemos tan solo cuatro días para buscar las pruebas necesarias que vamos a presentar en el juicio.
—¡Cuatro días es muy poco!
—Posiblemente, pero confío en nuestro trabajo, todo saldrá bien. Tengo a Jennie trabajando en ello también, me estoy moviendo estratégicamente, créeme —expresó Chaeyoung mirando a Dahyun de reojo—. Ahora ya solo falta que tú te subas al barco, una vez que lo hagas ya no habrá vuelta atrás.
—Dices cosas que me confunden un poco, pero por supuesto que quiero subirme al barco, de hecho agradezco que siendo nueva me tomes en cuenta para este caso.
—Lo medité mucho antes de llamarte, porque al final tu familia está involucrada y no quiero generarte problemas después —dijo Chaeyoung haciendo un pequeño mohín—. Aún estás a tiempo de retractarte, esto no afectará tu trabajo en Tigers, lo prometo.
—Quiero entrar, si tú me lo permites —habló la chica de tez pálida con seguridad—. No voy a defraudar tu confianza. Tú confiaste en mí y yo sabré pagarte por eso.
—Veo mucho potencial en ti, lo digo en serio Kim. Después de este caso vendrán muchos más, te lo aseguro.
—No tengo la menor duda de eso.
[❤️🩹]
Nayeon dió una última mirada a su atuendo para comprobar que todo estaba en orden, luego procedió a tocar la puerta del apartamento de Jeongyeon. Esta mañana había ido al super mercado a comprar una gran variedad de frutas y alimentos para llevarle a su amiga.
Jeongyeon no tardó en abrir la puerta, su cabello estaba alborotado y sus ojos un poco hinchados, como si acabase de despertar. Una sonrisa en grande se plasmó sobre su rostro al ver a Nayeon frente a su puerta.
—Buenos días ¿te desperté? —Jeongyeon negó con la cabeza observando cómo la contraria se adentraba a su apartamento sosteniendo varias bolsas con sus manos—. Compré un par de cosas para ti.
—Oh Nayeon... no era necesario, no te hubieras molestado.
—No es ninguna molestia, recuerda que el doctor dijo que no tenías que hacer ningún esfuerzo —contestó colocando sus bolsas sobre la barra. El día anterior Jeongyeon le había mostrado su apartamento, razón por la que ahora lo conocía a la perfección—. ¿Cómo sigue esa nariz?
—Umm.. duele solo un poco, pero estaré bien, no haré esfuerzos —dijo Jeongyeon corriendo hasta la cocina rápidamente—. ¿Ya desayunaste? Te preparé algo, ¿qué se te antoja?
—Nada, no hagas esfuerzo —contestó Nayeon tomando a Jeongyeon de la mano para obligarla a sentarse sobre una de las sillas del comedor—. Yo traje comida para ti y para mí.
—Tú... ¿cocinaste para mí? —preguntó Jeongyeon con los ojos brillantes.
—No, yo... no sé cocinar, pero compré algo muy rico para las dos —murmuró Nayeon con cierta vergüenza. Era verdad, no sabía cocinar. Debido a su estilo de vida, casi nunca comía en casa, siempre la pasaba fuera la mayor parte del tiempo—. ¿Te gusta el Tteokbokki?
—Me encanta —Jeongyeon asintió con la cabeza—. Pero me gustaría más enseñarte lo deliciosos que me quedan los hotcakes.
—Pero el doctor dijo que...—
—Tengo la nariz fracturada, pero no las manos y puedo hacer cosas maravillosas con ellas —dijo mostrándole sus manos—. Además tú me ayudarás a preparar los hotcakes, serás mi asistente.
Nayeon la miró sin comprender, Jeong de la nada apareció con un par de mandiles. Se puso uno con sumo cuidado para no dañar su lastimada nariz y luego se aproximó hasta Nayeon.
—¿Puedo? —preguntó y Nayeon asintió aturdida—. Gírate.
De esa manera Nayeon le dió la espalda sintiendo como Jeongyeon le colocaba el mandil. Su respiración se volvió pesada cuando le corrió el cabello hacia un costado para que pudiera amarrar el mandil.
—Hueles muy bien, ¿qué perfume usas? Me gusta mucho... —comentó Jeongyeon aspirando cerca de su cuello con total confianza. Nayeon tembló sin poder evitarlo, sus piernas se sintieron como gelatina—. O quizás no es ningún perfume y solo es tu olor natural, eso es más encantador. No solo eres bonita sino que también hueles exquisito.
—¿No te parece que estás siendo muy coqueta conmigo señorita Yoo?
—¿Cómo no serlo? Me traes cosas para comer y me cuidas de no hacer esfuerzo, mereces todas las atenciones de mi parte, de verdad estoy agradecida.
—Pero yo te fracturé la nariz de un puñetazo —murmuró Nayeon haciendo un puchero con los labios. Se giró para poder mirar a Jeongyeon a los ojos y la vio sonreír al instante de conectar sus miradas. A pesar de tener una cosa pegada sobre su nariz, no dejaba de verse hermosa, sobretodo cuando sonreía y sus ojos se convertían en pequeñas medias lunas—. Deberías odiarme por causarte tanto dolor.
—No lo haría —dijo llevando una de las palmas de sus manos para acariciar la mejilla de Nayeon con suavidad—. Eres una buena persona, lo que pasó fue un accidente, no te sientas mal, yo estoy bien.
—Aún así no puedo perdonarme tan fácil el haberte herido... —Nayeon se sintió perdida al sentir el tacto de Jeongyeon sobre su mejilla. Nunca fue amante del contacto físico, pero ahora lo estaba disfrutando cada maldito segundo. La palma de su mano parecía encajar perfectamente sobre su mejilla, como si estuvieran hechas la una para la otra.
¿Qué demonios son todos estos pensamientos?
Jeongyeon clavó la mirada sobre su boca y de pronto se preguntó ¿a qué sabría un beso de esos carnosos y tentadores labios?
Sin estar consciente de sus acciones, poco a poco se fue acercando hasta quedar solo a unos cuantos centímetros de ella. La respiración de Nayeon se volvió irregular al sentir su cercanía pero no hizo nada por alejarse, ella permaneció quieta sin moverse en el mismo lugar.
Quizás, solo quizás... existía la remota posibilidad de que las dos quisieran lo mismo. Un beso.
El teléfono de Jeongyeon timbró dentro de su bolsillo logrando que ambas se sobresaltaran sintiendo sus mejillas calientes. Nayeon retrocedió unos pasos y luego se fue hasta donde se encontraban los utensilios de cocina con el fin de darle privacidad a Jeong y por supuesto para poder recuperarse de lo sucedido hace unos segundos.
—Hola Chaeyoung —habló Jeongyeon al teléfono.
—Recibí tu mensaje esta mañana pero no pude responderlo hasta ahora —comentó la contraria en voz alta. Parecía estar algo nerviosa—. ¿Cómo está eso de que te rompiste la nariz?
—Solo fue una fractura, me caí, no tuve cuidado, ya sabes, a veces soy un poco torpe —respondió Jeongyeon tocando suavemente la punta de su nariz—. ¿Puedo ausentarme unos días? No tengo nada pendiente, de ser necesario trabajaré desde casa en lo que haga falta.
—Claro Jeong, tómate todo el tiempo que necesites, lo importante es que te recuperes —dijo Chaeyoung—. Avísame cualquier cosa, siempre estoy pendiente al teléfono, ¿lo sabes?
—Entendido, gracias Chaeyoung, te noto algo tensa, ¿todo está en orden?
—Sí, ya sabes, trabajando. Estoy con Dahyun resolviendo unos asuntos importantes —respondió con simpleza—. Te llamo luego, que pases un excelente día y cuida mucho esa nariz.
—Igualmente cuídate, adiós —se despidió y luego colgó la llamada. Miró de reojo a Nayeon, parecía estar buscando cosas dentro de la alacena—. Era Chaeyoung, mi jefa. Le conté lo de mi incidente y me dió permiso de ausentarme unos días hasta que me sienta mejor.
—Eso es genial, tienes que guardar reposo y hablando de eso... —Nayeon sacó una tarjeta de su bolsillo trasero y se la entregó—. Son los datos de mi doctor, así ya no tienes que volver con el tal Namjoon.
—Te cayó como patada en el hígado, ¿cierto? —bromeó leyendo detenidamente la tarjeta—. Me pondré en contacto con tu médico, solo porque viene recomendado por ti.
—Con gusto te atenderá, él sí es un doctor profesional, no como el otro que dejó mucho que desear.
—No creo que lo haya hecho con esa intención —dijo con voz apenas audible pero se arrepintió al ver a Nayeon cruzarse de brazos con el ceño fruncido—. Es que no creo que yo le haya gustado al doctor, él solo fue amable conmigo.
—Nadie es amable con una persona solo porque sí, eres muy inocente para no darte cuenta que le gustaste.
—¿Entonces por qué tú eres amable conmigo? —cuestionó Jeongyeon mostrando una sonrisa ladina—. ¿También te gusto?
—¿Eh? —Nayeon sufrió de un ataque de tos en ese instante, tan fuerte que Jeong tuvo que darle un par de palmaditas sobre su espalda.
—¿Ya estás mejor? —la contraria asintió con la cabeza tratando de regular su respiración—. Entonces ya puedes responder a mi pregunta...
—Eres muy curiosa Yoo —exclamó Nayeon soltando una risita nerviosa—. Ya te lo dije ayer pero te lo volveré a repetir hoy. A cualquier persona podrías gustarle porque eres hermosa.
—Pero yo no quiero gustarle a cualquier persona, quizás yo solo quiero gustarte a ti... —habló Jeongyeon sin pensar.
—"Cualquier persona" también me incluye a mí, así que ya lo haces —confesó con el corazón latiendo a mil por hora.
(🍁)
Mina esperaba impaciente sentada sobre el sofá de la sala de su casa. Ninguno de sus hermanos se había dignado a bajar a desayunar con ella, así que tendría que obligarlos a escucharla, quisieran o no.
Jisoo caminó por ahí sin notar su presencia, ya que estaba concentrada buscando algo dentro de su bolso. Al escuchar el leve carraspeó de Mina, Jisoo levantó la mirada y enseguida rodó los ojos acelerando su paso.
—No huyas, tenemos que hablar —habló Mina con voz serena pero al verse ignorada por su hermana, se puso de pie—. ¡Es una orden! Si no obedeces cancelaré tus tarjetas —Jisoo se frenó al instante.
—¿Me estás amenazando?
—No me dejas otra opción, te estás comportando como una adolescente y lo peor es que eres mi hermana mayor, tú deberías darme el ejemplo —Jisoo estuvo a punto de refutar pero Mina la interrumpió antes de que pudiera hacerlo—. Siéntate, no tengo todo el día.
Jisoo apretó la mandíbula antes de caminar a zancadas hasta el sofá más alejado de su hermana. Taehyung apareció ahí segundos después bastante confundido por los semblantes de ambas mujeres.
—¿Qué sucede? —preguntó Taehyung aproximándose hasta ellas—. ¿Tenemos reunión familiar?
—Toma asiento, vamos a hablar los tres como hermanos —informó Mina señalándole el sofá que estaba a un costado—. Tengo algo que decirles.
—¿De qué se trata? —preguntó Tae cruzándose de brazos.
—Mina es lesbiana —respondió Jisoo desviando la mirada. Taehyung se cubrió la boca con sorpresa para luego fijar su mirada en Mina en busca de una explicación—. ¿No te lo esperabas? Yo tampoco, pero así es. Nuestra pequeña hermana es lesbiana, gay, homosexual o como sea que se les llame.
—Eso no es cierto —Mina negó soltando un gruñido—. Estás sacando todo de contexto, estás equivocada, deja que yo hable, no hables tú por mí.
—A mí no me molesta la sexualidad de Mina, ella es libre de amar a quien ella quiera —murmuró Taehyung aflojando el nudo de su corbata—. Además ella está muy grande para saber lo que hace, tampoco tiene que darnos explicaciones.
—¿Qué? Déjame ver si entiendo, Mina si tiene derecho de pedirnos explicaciones pero nosotros a ella no —contestó Jisoo con el ceño fruncido viendo a Taehyung asentir—. Pues no estoy de acuerdo. Ayer discutimos sobre cosas, Taehyung... ¿sabías que Mina piensa que somos unos incompetentes porque no tomamos la dirección de Freedom?
—¡Basta! —Mina gritó con bastante molestia en su voz—. Yo solo dije que yo tuve que asumir el cargo porque ustedes no lo hicieron. Nunca dije que fueran incompetentes, porque no lo son. Ustedes saben lo que valen como abogados, no deberían dejarse influenciar por eso.
—Mina era la única persona apta para ocupar ese puesto —dijo Taehyung mirando a Jisoo—. Seamos sinceros, ni tú ni yo habríamos podido con la dirección. Yo no soy un fiel amante de las leyes y estoy segura de que muy en el fondo tú tampoco lo eres.
—Bien, al parecer estás de su parte, entiendo —asintió Jisoo con soltando una pequeña risa sarcástica—. Lo único que no voy a poder aceptar es que Mina ande con Son Chaeyoung, la persona que está defendiendo al asesino de nuestro padre.
—¿Cómo? —preguntó Taehyung está vez con el ceño ligeramente fruncido—. Entonces... ahora todo tiene sentido. Mina, ella te está metiendo ideas malas sobre mí. Por eso piensas que yo he tenido algo que ver con la muerte de Akira, ¿sigues pensando que yo fui capaz de matar a nuestro propio padre?
—Eso es el colmo, ¿de verdad hizo eso? —interrumpió Jisoo a la defensiva.
—Los dos tienen ideas equivocadas. Para empezar no estoy saliendo con Chaeyoung y si lo estuviera tampoco tendría por qué dar explicaciones, es mi vida privada —exclamó Mina con seriedad—. Mi prioridad siempre ha sido hacer pagar al asesino de nuestro padre, eso no ha cambiado ni cambiará jamás. Chaeyoung solo me hizo saber de cosas que yo desconocía o que no tenía en cuenta —miró a Taehyung—. No desconfié de ti, eres mi hermano y sé que no serías capaz de hacer algo tan monstruoso, solo te hice un comentario pero tú lo tomaste a mal.
—Vi la desconfianza en tus ojos Mina, soy inocente de todo aquello que Son Chaeyoung te quiera hacer creer —contestó Tae elevando sin querer el tono de su voz—. Es que no puedes creerle más a una desconocida que a tu propio hermano.
—Te estás dejando influenciar por ella, solo puedo decirte que no te llevará a nada bueno Mina —dijo Jisoo levantándose del sofá para encaminarse a la salida—. No estoy ni estaré de acuerdo con tu relación, no la quiero ver aquí en mi casa.
—Esta también es mi casa Jisoo —reclamó Mina frotando su sien con los dedos. Todo se estaba saliendo de control—. No te vayas, aún no hemos terminado.
—Tengo trabajo, no llegaré tarde solo porque tú así lo quieres, porque aunque no lo creas soy responsable.
Mina se quedó boquiabierta al ver a su hermana salir de la casa dando un fuerte portazo. Ahora en la sala solo quedaba Taehyung observando con impresión el reciente comportamiento de Jisoo. Era algo nuevo de ver.
—Yo también tengo trabajo que hacer —Tae se puso de pie sin emoción antes de darle una última mirada a Mina—. Yo no me opongo a tu relación, de hecho me alegra que hayas encontrado a una persona para ti, aunque no me agrade del todo, pero si ella te hace feliz supongo que está bien. Admiro tu valentía, eso es algo que a mí me falta. No vuelvas a desconfiar de mí, yo he sufrido tanto como tú.
Taehyung salió de la casa dejando a Mina hundida en un mar de pensamientos. No se había molestado en negar su supuesta "relación" con Chaeyoung, nada haría cambiar la opinión de sus hermanos.
¿Qué estaba pasando? ¿en qué momento su vida se volvió tan complicada? Mina había aprendido a lidiar con su día a día, con mucho trabajo en Freedom Law asumiendo la dirección general, con todos los problemas laborales, el exceso de trabajo y por si fuera poco, con el dolor que le causaba el recuerdo de la pérdida de su padre.
—Señorita Myoui, la buscan.
—¿Eh? —Mina pestañeó un par de veces antes de asentir con la cabeza a una de sus empleadas—. ¿Quién es?
—Su tío, el señor Jae Kim.
—¡Oh! Hágalo pasar inmediatamente por favor —ordenó Mina poniéndose de pie enseguida.
Segundos después, vio a su tío adentrarse con ella hasta la sala de instancia. Le dedicó una amable sonrisa antes de extenderle la mano a modo de saludo.
—Buenos días Mina.
—Tío Jae, que gusto verte. No esperaba tu visita —confesó Mina—. ¿Ya desayunaste? ¿quieres que te preparen algo?
—No te preocupes hija, ya he desayunado en casa antes de venir —respondió sentádose en uno de los cómodos sofás—. ¿Cómo has estado?
—Creo que estado mejor.
—Me enteré que reabrieron el caso de tu padre, debes estar muy molesta. Vine a ofrecerte todo mi apoyo, lo que sea que necesites no dudes en hacérmelo saber Mina, no estás sola, tus hermanos y tú me tienen a mí —expresó con sinceridad—. Escuché que la abogada de la contraparte es Son Chaeyoung, una pequeña joven que ha estado teniendo bastante éxito con su bufete legal. Pero no tienes que sentirte intimidada por ella, nosotros somos Freedom Law y te aseguro que no se saldrá con la suya.
—Ya no sé que pensar tío Jae, han pasado tantas cosas —murmuró Mina frotando su cara con la palma de sus manos—. Me he puesto a pensar, ¿qué tal si Kang no es el verdadero asesino de mi padre? ¿qué tal si quien mató a mi padre se encuentra ahora en libertad?
—¿Qué te hizo pensar de ese modo? —preguntó Jae con asombro—. Kang Daniel era el más allegado a Akira, después de ti y tus hermanos. Nunca hubo más sospechosos en el caso.
—Lo sé, pero realmente nunca se comprobó el supuesto veneno con el que acabaron con la vida de mi padre, no hubo nada claro, ahora me doy cuenta de que no se investigó lo suficiente tío.
—Para mi todo es bastante claro, Kang quiso robarle dinero a tu padre pero las cosas se le salieron de las manos —exclamó Jae con su característico semblante serio—. Soy un hombre mayor, he visto casos así a lo largo de toda mi vida, en este mundo hay gente mala, no te confíes solo por su cara bonita, cualquier persona es capaz de mentir sin sentir ningún remordimiento. Y en caso de que él sea inocente pues tendrá que demostrarlo con pruebas.
—Tienes razón —musitó Mina con la mirada totalmente perdida. Seguía confundida, su cabeza estaba a punto de explotar
—Quise venir a verte desde que mi malcriada hija renunció al bufete, tenía la esperanza de que tú me ayudarás a convencerla de lo contrario.
—Lo intenté, pero Dahyun fue muy clara conmigo, dijo que quería sobresalir por ella misma, hasta cierto punto la comprendo, no quiere conseguir todo en bandeja de plata —contestó Mina observando como Jae se cruzaba de brazos evidentemente molesto—. Me dijo que ya tenía trabajo, se veía muy feliz.
—¿Sabes en dónde trabaja? En Tigers Law con Son Chaeyoung. Con nuestra más grande competencia, ¿puedes creerlo? —exclamó Jae con el ceño fruncido—. ¿Tú lo sabías?
—No... yo no sabía eso —respondió Mina uniendo cabos dentro de su cabeza. Ahora comprendía porqué Chaeyoung estaba en su fiesta de cumpleaños.
—La actitud de mi hija me tiene muy decepcionado, sé que he sido duro con ella muchas veces, pero eso es porque quiero lo mejor para ella. No quiero que sea una mujer mediocre, quiero que sea una abogada penalista tan reconocida como su padre, ¿a caso eso está mal? ¿querer lo mejor para mí hija? —Mina negó con la cabeza—. Trabajé tantos años para dejarle un legado a Dahyun pero a ella no le importa, prefiere irse a trabajar con la competencia.
—Tal vez solo sea algo pasajero y después vuelva.
—Si algo heredó Dahyun de mí, es el orgullo. Sé que no va a volver o quizás sí lo haga, cuando su padre se encuentre en su lecho de muerte —dijo con sarcasmo—. No valora todo lo que he hecho solo por ella, pero algún día crecerá y me entenderá, pero espero que para entonces no sea demasiado tarde.
Gracias por leer, Tqm 🥹💛
Escribir capítulos largos es mi pasión. Estamos a poquito de conocer al asesin@ de Akira, hagan sus apuestas... ✍️
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