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Treinta y dos: Perdón

—¿Profesora Park? Hola, no sabía que estaría aquí —saludó Tzuyu agitando su mano hacia ellas. Observó como la japonesa permanecía inerte y con la cara pálida—. ¿Qué tiene?

—Oh, ella solo... —Jihyo intentó explicar pero fue interrumpida por el llanto inminente de su mejor amiga quien ocultó su cara con el ramo de rosas. Vió como la menor intentaba acercarse a ella con preocupación pero rápidamente se detenía al comenzar a estornudar excesivamente—. ¿Te encuentras bien señorita Chou?

—Sí... —Tzuyu cubrió su nariz con ayuda de su antebrazo—. Las f-flores....

Sana levantó la mirada y pudo ver a la más alta con los ojos enrojecidos intentando parar de estornudar, pero al tener las flores a escasos centímetros de ella, le era algo completamente imposible.

—Chewy, lo lamento tanto, todo es mi culpa —Sana se disculpó lanzándose a abrazar a la menor, aún sosteniendo el ramo de rosas sobre sus manos.

—Sana, no... —Tzuyu intentó apartarse de ella al instante—. N-no puedo... 

—Minatozaki, por Dios, aleja las flores de ella —la regañó Jihyo y la japonesa por fin lo entendió. Retrocedió unos pasos con la mirada clavada en el suelo. Sintió como su amiga le quitaba las flores y tomaba de vuelta el peluche y los chocolates—. Me voy y me llevaré ésto conmigo, tú espera a que le pase el efecto a la señorita Chou, ¿de acuerdo?

Sana solo asintió viendo como Jihyo se alejaba poco a poco hasta perderse de vista. Tzuyu por su parte tomó asiento a un costado de la japonesa y permaneció en silencio hasta que por fin desaparecieron los efectos de la alergia.

—Lamento eso, yo soy alérgica a las flores.

—Es mi culpa —murmuró Sana con cierta vergüenza intentando cubrir su rostro con ayuda de su cabello—. Quise sorprenderte, darte un detalle y todo me salió mal.

—¿Las flores eran para mí? —preguntó Tzuyu y la japonesa asintió hundiéndose más sobre su asiento—. Gracias... lo aprecio mucho, no te imaginas cuánto.

—Estuve husmeando en los trabajos escolares de Jihyo y me encontré con tu trabajo, solo que no lo leí bien, soy tan torpe, yo solo quería que él momento fuera especial, pero lo arruiné.

—No te sientas mal, no me gusta verte triste, tienes que sonreír para que el mundo vea lo hermosa que eres —dijo Tzuyu atreviéndose a posar una de sus manos sobre la de Sana que permanecía sobre la mesa—. Cuando me citaste aquí, me puse muy feliz, siempre soy feliz de poder verte.

—Chewy... rompí con Suho —soltó Sana dejando a la menor sorprendida—. Seguí tus consejos. Estar con Suho solo me iba a traer infelicidad y no quiero eso. La vida es tan corta como para vivir atada a una persona que no quiero. Una parte de mí se encuentra muy feliz, pero otra muy pequeña parte se siente triste por lo que esto me pueda ocasionar con mis padres.

—Hiciste lo correcto, estoy tan orgullosa de ti y sé que tal vez a tus padres les lleve un tiempo poder entenderlo, pero tarde o temprano lo harán —contestó la más alta acariciando tímidamente la mano de Sana con ayuda de su pulgar—. Lo más importante es tu felicidad.

—Me gustas... —confesó Sana conectando miradas con Tzuyu—. Me gustaste desde la primera vez que te ví, no estaba tan ebria cuando te besé esa noche en el bar.

—¿D-de verdad?

—¿Crees que sea muy pronto para pedirte una oportunidad? Quiero que seas mi novia, de verdad creo que puedo ser una buena novia para ti, yo...-

—Sana... —Tzuyu rompió su contacto de repente desviando la mirada. La japonesa sintió un pinchazo en su corazón ante tal acción—. Tú también me gustas pero... ¿me quieres aún cuando no estoy a tu altura? Soy tan solo una universitaria que trabaja por las noches como bartender en un bar nocturno para poder pagar sus estudios... No tengo nada que ofrecerte por ahora, más que solo mi amor.

—Y con amor me basta. No te estoy pidiendo nada más, solo amor, a mí no me interesan los lujos, además... yo puedo dártelos, puedo darte todo lo que me pidas, tan solo quiero que me des una oportunidad. Al menos piénsalo...

—No tengo nada que pensar —contestó Tzuyu rápidamente—. La respuesta es sí. Tendría que ser tonta para rechazar a la mujer que me robó el corazón desde la primera vez que la ví.

—Entonces... ¿te gustaría ser mi novia? —preguntó la japonesa nuevamente y la más alta asintió. Sana se lanzó sobre ella para envolverla en sus brazos y comenzar a dejar cortos besos sobre toda su cara, sin importar que estuviesen en un lugar público, con varios pares de ojos sobre ellas—. Chewy, eres mi pequeña novia, me haces tan feliz.

—No más feliz de lo que tú me haces —Tzuyu correspondió a su abrazo sintiéndose volar entre las nubes. Parecía irreal, un sueño hecho realidad—. Soy la novia de Minatozaki Sana...

—Y yo soy la novia de Chou Tzuyu, la taiwanesa más guapa que hayan podido ver mis ojos.

—Eres hermosa —susurró la menor posando la mirada sobre los labios de la contraria. Moría por besarla, pero no lo haría, porque estaban en un lugar público y lo que menos quería era exponer a su novia. Pero al parecer Sana no compartía sus mismos pensamientos, porque no tardó ni tres segundos en capturar sus labios en un hambriento beso que la hizo perder la respiración. Este beso se sentía diferente a los demás y no es que los otros no hayan sido especiales, porque lo eran, pero este se trataba de su primer beso siendo novias. Ahora las mariposas revoloteaban en su estómago con más fuerza.

—¿No te importa que las personas nos miren? —preguntó Tzuyu con cierta timidez, mientras recuperaba el aliento.

—¿A ti te importa? —la menor negó con la cabeza—. Entonces a mí tampoco. Sería muy tonta como para no querer presumirte. Eres lo más bonito de este mundo, de mi mundo.

Tzuyu sintió sus ojos cristalizarse, ¿a caso todo se trataba de un sueño de su inconsciente? De ser así, nunca querría volver a despertar.

[🍒]

Nayeon sonrió recargando su barbilla a una de sus manos. Jeongyeon la miró de reojo y le sonrió de vuelta. 

—¿Puedo saber a qué se debe tu sonrisa? —preguntó Jeongyeon dejando de lado los documentos que estaba leyendo para aproximarse hasta su novia.

—Es que te ves muy linda cuando estás concentrada y más con esos anteojos que te hacen ver sexy —respondió Nayeon extendiendo sus brazos a su novia—. Deberías usarlos más seguido.

—Entonces lo haré —espetó Jeongyeon abrazando a Nayeon con fuerza mientras besaba su hombro—. ¿Terminaste los deberes?

—Mi único deber es estar a tu lado —respondió soltando una pequeña risita. Jeongyeon se separó de ella y le frunció el ceño—. Ya te dije que no tengo casos pendientes, mucho menos ahora con el escándalo en el que se encuentra envuelto Freedom.

—Cierto... —murmuró Jeongyeon sentándose a un costado de su novia—. En la mañana leí un par de artículos relacionados con eso. Veo muchos comentarios negativos hacia el despacho, pero ustedes no tienen la culpa de que el señor Kim haya resultado un psicópata.

—Cariño, esto afecta a todo Freedom y me preocupa mucho Mina, no sé cómo vaya a manejar todo esto, pero las críticas están destrozando a Freedom y lo catalogan como un despacho ineficiente, ahora desconfían de la honorabilidad de todos los abogados. Y por si fuera poco, Dahyun sigue debatiéndose entre la vida y la muerte en la cama de un hospital, todo está vuelto un caos.

—Suena terrible amor, pero la sociedad no tiene que condenar a los demás abogados de Freedom por culpa de una sola persona —comentó Jeongyeon mientras se cruzaba de brazos—. Estoy segura de que las cosas van a mejorar, solo es cuestión de tiempo.

—La sociedad de nuestro país es una mierda, te juzgarán hasta por lo más mínimo —murmuró Nayeon encendiendo la pantalla de su portátil. Lo primero que encontró la hizo suspirar—. Escucha esta nota, "Kang Daniel, el hombre que fue culpado injustamente del homicidio de Akira Myoui, pide a gritos su libertad. Freedom Law pasó de ser el más prestigioso despacho legal, al peor calificado de toda Corea del Sur."

—Es peor de lo que pensé. Ya comenzaron a llover notas de los medios amarillistas —expresó Jeongyeon acercándose a leer el artículo en la pantalla—. Te apuesto a que Kang ni siquiera está enterado de esto. Los medios están hablando por él.

—Estoy feliz de que Kang limpie su nombre. No merecía todo lo malo que le pasó, pero todos fuimos muy ciegos para ver la verdad... quizás  merecemos las críticas.

—Kim planeó todo muy bien, nadie se lo hubiese imaginado, no te culpes —dijo Jeongyeon acariciando las regordetas mejillas de su novia—. Todo va a mejorar y si no lo hace... podría abogar por ti con mi jefa, Tigers Law está teniendo mucho trabajo después de ésto.

—Finalmente Tigers Law destronó a Freedom, ¿quién lo diría? Son Chaeyoung debe estar muy feliz —comentó Nayeon con la mirada perdida.

—Chaeyoung nunca quiso destronar a Freedom, para nadie de nosotros era un secreto que ella sentía admiración por Mina, por tomar las riendas del bufete siendo tan joven. Ella fue su inspiración cuando recién comenzaba con Tigers—contestó Jeongyeon y Nayeon se asombró por tal respuesta—. Te puedo asegurar que Chaeyoung no es feliz ahora que el bufete de su novia se encuentra en boca de todos.

—Eso si me ha tomado por sorpresa —confesó Nayeon cerrando la pantalla de su computador para concentrarse en su novia—. Veremos que sucede entonces, por ahora tengo mucho tiempo libre y puedo ayudarte a ti que tienes mucho trabajo.

—Eso no funciona Im, ya lo intentamos y cada cinco minutos querías comerme la boca.

—Eso es una exageración, solo te daba pequeños besos como motivación —dijo Nayeon fingiendo inocencia—. Además no me digas que no querías, si me correspondías gustosa.

—Tus besos son irresistibles y me encantan, pero de verdad tengo mucho trabajo y no puedo atrasarme, después me dará estrés —explicó Jeongyeon frotando su cara con las manos—. Tengo muchos asuntos pendientes.

—No te preocupes por eso, yo te quitaré el estrés, nada que una buena dósis de besos no pueda solucionar —murmuró Nayeon masajeando los hombros de su novia con delicadeza—. O en el mejor de los casos, podemos liberar estrés en la cama.

—¿Eh? —Jeongyeon sintió sus mejillas calientes al sentir como Nayeon besaba su cuello provocativamente.

—Dime bebé, ¿te gustaría liberarte del estrés conmigo en la cama?  —ronroneó cerca de su oreja, algo que la hizo erizar su piel.

—T-tal vez, pero por ahora tengo mucho trabajo que hacer —dijo Jeongyeon liberándose rápidamente del contacto de su novia antes de perder la batalla contra ella y dejarse llevar por la lujuria.

—Está bien, por hoy te dejaré trabajar tranquila, pero ese asunto quedará pendiente —expresó Nayeon con coqueteo.

[🥥]

Chaeyoung miró a Mina de reojo mientras conducía por la carretera. Habían permanecido calladas durante los últimos minutos del viaje.

—Amor... —murmuró Chaeyoung intentando llamar la atención de su novia, quien parecía totalmente perdida en sus pensamientos—. Linda, ¿te encuentras bien?

—¿Hmm?

—No tienes que hacer esto, no ahora...

—No se trata de si quiero o no hacerlo, tengo que hacerlo, debo hablar con Kang —contestó Mina sin despegar la mirada del frente—.  Por más que le doy vueltas a mi cabeza, no logro formular una disculpa que sea lo suficientemente buena para merecer su perdón.

—Estoy segura de que él entenderá, Daniel es un hombre bueno...

—Le arrebaté su libertad de manera injusta. Soy una escoria total —susurró Mina por lo bajo—. Me dejé llevar por mi dolor y no pensé en el suyo. Merezco todo lo que me está pasando, lo único que verdaderamente lamento es haberle fallado a mi padre. Freedom Law ahora está por los suelos.

—Todo será momentáneo, dale un tiempo y las cosas se van a acomodar en su sitio —dijo Chaeyoung entrelazando una de sus manos con la de su novia como acto reconfortante—. Ya sabes cómo son los medios coreanos, muy exagerados con sus críticas.

—No creo que se trate de una simple exageración, esto va más allá de eso y tengo miedo de mostrarme derrotada ante ellos y darles la razón a todo aquello de lo que tanto hablan...

—Linda, deja de pensar en esas cosas, yo no te dejaré sola, voy a protegerte a capa y espada, lo prometo —murmuró Chaeyoung llevando la mano de Mina a sus labios sin despegar la vista de la carretera—. Estaré contigo pase lo que pase, no te dejaré caer.

—Te agradezco, tú me das la fortaleza que necesito para enfrentar esto.

—Eres mi novia, yo voy a apoyarte en todo —espetó Chaeyoung.

Mina asintió con la cabeza hundiéndose nuevamente en un mar de pensamientos por los últimos quince minutos de viaje. Chaeyoung permaneció en silencio, pero al terminar de estacionar su camioneta frente al reclusorio, procedió a carraspear su garganta para llamar la atención de su novia. La vió deshacerse de su cinturón de seguridad rápidamente.

—No tardaré —avisó Mina dedicándole una mirada a su novia.

—Te acompañaré.

—No... —Mina negó—. Te lo agradezco, pero es algo que necesito hacer yo sola.

—De acuerdo... —contestó Chaeyoung sin estar muy convencida, pero aún así respetaría su decisión—. Estaré aquí esperándote.

Mina le dió un corto beso en los labios antes de salir fuera del vehículo y adentrarse al reclusorio. La espera no fue mucha, puesto que solo bastaron un par de minutos para que le permitieran la entrada. Temía que Daniel se negara a recibirla y en caso de ser así, lo aceptaría, después de todo no era quién para exigir nada.

Mirar aquél lugar sombrío con las paredes grises la hizo oprimirse el corazón. Pensar que un hombre lleno de sueños y con un futuro brillante había terminado en ese lugar por su culpa, la hacía sentir el ser más despreciable del mundo.

—Mina... —escuchó a sus espaldas. Kang Daniel caminó hasta ella con lentitud. Tenía el cabello más largo de lo que recordaba, ojeras debajo de sus ojos y un hematoma en el pómulo izquierdo que se veía reciente—. Lo pensé mucho antes de aceptar tu visita. No tengo ganas de pelear, nunca las tuve ni las tendré, tan solo quiero estar en paz.

—Toma asiento, por favor —pidió Mina y el hombre obedeció soltando un pesado suspiro—. No sé por dónde comenzar...

—Solo dilo, escucharé todo lo que quieras decirme si eso te hace sentir mejor. Puedes descargar tu ira, ya nada me importa —contestó sin expresión ni fuerzas.

—Lo siento... lo siento tanto —murmuró Mina arrodillándose frente a él. Daniel en un acto de impulso se puso de pie y la ayudó a levantarse.

—No hagas eso Mina. No está bien, por favor no lo hagas.

—Siempre fuiste inocente, es mi culpa que estés aquí, yo...-

—Escuché rumores dentro de prisión, pero no les tomé importancia porque pensé que no eran ciertos —espetó Daniel tomando asiento nuevamente—. Lo siento Mina, nunca tuve la oportunidad de hablar contigo a solas, yo también me sentí devastado por la muerte de tu padre, lo apreciaba mucho, fue mi ejemplo a seguir desde que era tan solo un niño. Yo sería incapaz de atentar contra su vida, pero las circunstancias no fueron favorables para mí y todo terminó mal.

—Me siento como un ser despreciable, porque hice todo lo que estuvo en mis manos para condenarte, no lo merecías, me siento terrible por eso, sé que no merezco tu perdón...

—No tengo nada que perdonarte Mina. Yo en tu lugar también habría reaccionado de esa forma. Te dejaste llevar por el dolor de la pérdida, cuando uno se siente herido no piensa bien las cosas. Nunca te guardé rencor, porque tú no tuviste la culpa de nada, fuiste tan solo una víctima más —murmuró Daniel soltando un pesado suspiro lleno de tranquilidad. Había soñado con ese momento por tanto tiempo, que ahora le parecía algo irreal—. Mi madre estará orgullosa de que por fin pueda limpiar mi nombre, ella se pondrá feliz en donde quiera que esté.

—Kim Jae está muerto, se quitó la vida —comentó Mina con la mirada baja. Kang solo asintió sin saber que más decir. Tampoco quería ser hipócrita y lamentar su muerte, porque no lo hacía. Jae le había causado tanto daño que no pudo permitirse sentir lástima por él—. Me hubiese gustado que viviera para que pagara su condena tras las rejas, pero hasta para eso fue muy cobarde.

—Sin duda lo fué.

—Intentaré agilizar el proceso para que salgas de aquí lo antes posible —habló Mina con seguridad—. Mientras más pronto mejor.

—Descuida, mi abogada Chaeyoung ya se encargará de eso, tú tienes otras cosas más importantes por las que preocuparte ahora. Ya he pasado aquí un buen tiempo, puedo esperar un par de días más, sé de sobra que no es un asunto tan sencillo como se piensa.

—Sí, Chaeyoung ya se encargará de eso... —murmuró Mina con una sonrisa que Kang imitó—. Entonces... ¿estamos bien?

—Ahora lo estamos.

Mina sintió su teléfono vibrar dentro de su bolsillo. Se quedó dudosa un par de segundos debatiéndose en atender la llamada de su hermana. No quería que Daniel pensara que su plática no era importante.

—Responde, no te preocupes —dijo Kang intentando restarle importancia y Mina asintió agradecida.

—Dime Jisoo, estoy en un asunto importante —habló Mina en voz baja.

Hermanita, esto es un asunto importante —contestó Jisoo del otro lado de la línea.

—¿Qué sucede? —preguntó con impaciencia.

Tienes que venir al hospital ahora —dijo y Mina se imaginó lo peor. Jisoo soltó una pequeña risita al notar su silencio—. Dahyun despertó del coma, Dahyun está bien ahora y quiere verte. 

[✨]

Lisa tocó la puerta de la oficina de su novia un par de veces. Observó el tulipán que sostenía sobre sus manos y sonrió nerviosa antes de que Jennie le abriera la puerta.

—¡Lili! —la mujer de ojos felinos enredó sus brazos alrededor del cuello de Lisa y la atrajo a ella. Sus labios no tardaron en encontrarse—. Pensé que te vería hasta más tarde.

—Estaba cerca de aquí y quise pasar a saludarte... —contestó Lisa, después bajo su vista a sus labios, aún entreabiertos, y volvió a besarlos con reverencia—. Te compré una flor, es bonita, pero no tan bonita como tú.

—Eres tan dulce —murmuró Jennie tomando el tulipán entre sus manos—. Adelante, pasa.

—No quiero interrumpir, sé que tienes mucho trabajo.

—Tú nunca me interrumpes, puedes quedarte aquí, mi oficina es muy grande y tengo un mini bar, puedes tomar lo que quieras —comentó Jennie mientras buscaba un florero con agua para colocar su flor—. Es verdad que tengo mucho trabajo, pero tu presencia no me molesta en absoluto, cariño. ¿Qué pasa?

—Nada... —respondió la rubia observando detenidamente la barra de licores.

—Te conozco, sé que algo pasa, dímelo. Quedamos que entre nosotras no habría secretos.

—¿Has leído los artículos? —preguntó Lisa y Jennie asintió comprendiendo todo—. Las personas con las que tenía cita previa han cancelado y eso no solo me pasa a mí, a todos los abogados de Freedom en general.

—El escándalo no solo afectó al bufete, sino también a los abogados —Jennie dirigió sus pasos lentamente hacia su novia—. Ya sabes, los coreanos y sus cosas.

—Tú eres coreana.

—Pero yo no soy como ellos. Porque ellos solo se ponen a juzgar sin analizar la situación. No saben nada de lo que está pasando, pero te aseguro que en un tiempo lo olvidarán —dijo Jennie tratando de animar a su novia—. Estoy ayudando a Chaeyoung para que Kang salga en libertad lo antes posible.

—Eso me alegra mucho, ese muchacho debe ser libre —espetó Lisa mostrando una media sonrisa. Jennie intentó besarla, pero no pudo gracias a que alguien llamó a su puerta—. Oh no, más trabajo para ti.

—Ni me lo recuerdes —Jennie hizo un tierno puchero con los labios antes de ir a atender la puerta.

—Buenas tardes, soy Lim Jiho, requiero de sus servicios —pronunció un hombre de traje impecable, tomandose el atrevimiento de entrar a la oficina de la chica de ojos felinos, quién luego de esa acción lo miró con el semblante serio—. Envié mi caso a la abogada Son, pero no he recibido respuesta y mi asunto es de carácter urgente.

—Cuando la abogada Son tiene la agenda saturada, soy yo quien revisa sus correos. Buscaré en mi archivo su caso señor Lim —contestó Jennie caminando hasta su escritorio.

El hombre solo asintió con la cabeza y se dedicó a mirar a su alrededor encontrandose con la tailandesa detrás de la barra.

—La conozco, usted pertenece a Freedom —comentó aquel hombre dándole una mala mirada que Lisa no paso desapercibida—. Deberían sentir verguenza, no son más que un par de corruptos. Dígame una cosa, ¿a cuántas personas más han metido a prisión siendo inocentes?

—Señor Lim, nosotros no...— Lisa trató de decir, pero fue interrumpida por su novia rápidamente.

—No voy a permitir que le hable así a la abogada Manoban —expresó Jennie con el ceño levemente fruncido—. Y mucho menos aquí en mi propia oficina.

—No dije nada más que la verdad —habló el hombre con prepotencia—. Uno de los fundadores del despacho mató a su propio hermano y se valió de su poder para inculpar a otro abogado de su mismo bufete, ¿qué se puede esperar de todos los que trabajan ahí?

—Suficiente, hágame el favor de retirarse —refutó Jennie de brazos cruzados.

—¿Qué dice? —preguntó el hombre incrédulo—. Vine a contratar sus servicios, ¿qué demonios le sucede? ¿sabe quién soy?

—Jen, no hagas esto, yo solo.. —Jennie no le permitió hablar más, simplemente levantó la palma de su mano para que la rubia guardara silencio.

—Por supuesto que sé quién es usted, señor Lim —respondió la chica de ojos felinos mostrando una leve sonrisa con los labios—. Un magnate en el mundo de los negocios. Revisé su caso y no fue aprobado, para ser exactas, ni siquiera pasó el primer filtro como para mostrárselo a mi jefa.

—¿Qué quiere decir?

—Rechacé su caso, yo misma lo hice —murmuró Jennie aproximándose hasta su barra de licores para servirse una copa de vino . La atmosfera se volvió incómoda en el lugar. Lisa quería salir corriendo de aquella oficina, lo que menos quería era ocasionarle un problema a su chica—. Resulta que en Tigers Law no defendemos a personas corruptas como usted. Su caso está destinado al fracaso desde principio a fin.

—No le permito que me hable así —contestó el hombre aflojando el nudo de su corbata con nerviosismo y manteniendo su mandíbula tensa.

—No puede exigir algo que usted no hace. La abogada Manoban aquí presente, tiene un historial impecable, algo de lo que usted carece —espetó Jennie con seriedad—. Le daré un consejo señor Lim, retire su demanda, porque lleva todas las de perder.

—¡No lo acepto! —el hombre levantó la voz—. Los abogados de hoy son cada día más insolentes.

—Podré ser insolente, pero al menos no soy corrupta como usted —dijo Jennie mientras se encogía de hombros—. Ahora retírese antes de que llame a seguridad para que lo saquen de aquí.

El hombre no tardó ni dos segundos en salir furioso de la oficina dando un fuerte azotón a la puerta.

—Jennie... no debiste —murmuró Lisa frotando su cara con las manos. De pronto sintió las calidas palmas de su novia sobre sus mejillas—. Lo que menos quiero es causarte problemas.

—Ese hombre es una verdadera molestia. De todos modos no mentí, su caso ya estaba rechazado desde hace tiempo. No le tomes importancia a lo que te dijo, es un cretino —expresó Jennie besando la frente de su novia con dulzura—. No dejes que nadie denigre tu reputación.

—Te quiero Jen... —susurró la rubia con sinceridad.

—Yo también te quiero Lili.


Disculpen la demora 🥺
Ya estamos en la recta final, gracias a todos por leer ❤️

Cómo siempre, besos y abrazos xoxoxoxoxo :')

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