Nueve: Interview
Un lunes por la mañana, de vuelta a la misma rutina. Como todos los días Chaeyoung era siempre de las primeras en llegar a Tigers Law. Su vestimenta de hoy era simple, pero sin perder su formalidad, unos pantalones blancos y un blazer color verde acompañado de unas zapatillas negras de plataforma.
—¡Hola Chaeyoung! —saludó Eunwoo quien casualmente se encontraba en la puerta de su oficina con una taza de café en las manos—. Te preparé el café que tanto te gusta para comenzar bien tu día.
—¿Para mí? —preguntó extrañada tomando el café que su colega le ofrecía—. ¿A qué se debe tanta amabilidad abogado Cha?
—Me gustaría platicar unos minutos contigo, si se puede...
—Claro, vamos —dijo Chaeyoung dándole paso hacia dentro de su oficina—. ¿Tienes problemas con alguno de tus casos?
—No, nada de eso —contestó tomando asiento frente al escritorio de Chaeyoung—. En realidad quisiera recomendarte a una abogada, es penalista.
—¿Penalista? Eso suena muy interesante, cuéntame más, ¿Tiene experiencia? —Eunwoo hizo un mohín al escuchar lo último, algo que Chaeyoung no pudo pasar por desapercibido—. ¿Es un familar tuyo?
—Es mi novia —respondió intentando ocultar su sonrojo—. No tiene mucha experiencia, para ser sincero, hace un par de meses se graduó, pero ella es buena, solo te pido que le des la oportunidad.
—Debes quererla mucho.
—No lo digo solo por ser su novio, lo digo como persona. Yo soy testigo de todo su esfuerzo, incluso soy capaz de meter las manos al fuego por ella, solo necesita una oportunidad, te prometo que no va a defraudarte —expresó Eunwoo con sinceridad logrando sorprender a Chaeyoung quien entrecerró los ojos un par de segundos y luego finalmente sonrió—. ¿Y bien?
—Me gustaría conocerla, estoy libre por la tarde, ¿crees que pueda entrevisarla hoy mismo?
—¿Hablas en serio? —preguntó Eunwoo con entusiasmo a lo que Chaeyoung asintió—. Por supuesto que sí, ella estará encantada de saberlo, le diré que venga con su currículum por la tarde.
—Justo ahora estoy trabajando en un caso muy importante, podría mantenerla cerca de mí para que comience a familiarizarse y genere experiencia ¿qué te parece?
—Dahyun se va a poner muy feliz, en verdad te lo agradezco mucho.
—No estaba en mis planes contratar a una novata en éstos momentos —confesó Chaeyoung recargando su barbilla sobre una de sus manos—. Pero te expresaste tan bien de ella que de pronto me hiciste cambiar de opinión, confiaré en tu criterio Cha Eunwoo, tú sabes que en Tigers Law somos gente seria.
—No recomendaría a alguien para Tigers si no estuviese seguro de su potencial —dijo Eunwoo con seguridad—. Ella tiene mucho talento, lo verás por ti misma en la entrevista.
—¡Son! —se escuchó un grito ensordecedor que los hizo cerrar los ojos.
—¿Pero qué fue eso?
—Necesito hablar contigo urgentemente —dijo Jennie abriendo la puerta de golpe con un enorme ramo de rosas rojas en las manos—. Lamento la intromisión pero esto es importante.
—Claro, me retiro —avisó Eunwoo haciendo una reverencia ante ambas chicas—. No olvides la entrevista con mi chica más tarde.
—Es un hecho —afirmó Chaeyoung viendo al joven salir para darles privacidad.
—Estoy metida en un gran lío por tu culpa —habló Jennie dejando las flores sobre el escritorio de Chaeyoung.
—No sé de qué me estás hablando Kim —le contestó Chaeyoung sin comprender nada—. ¿Las flores son para mí? Hoy no es mi cumpleaños.
—Una tal Lalisa Manoban no ha dejado de acosarme desde ayer. Me estuvo enviando cientos de mensajes por Instagram, por eso no tuve más remedio que bloquearla y justo ahora acaba de enviarme rosas al bufete —explicó Jennie con preocupación viendo a su colega reír por lo bajo mientras aspiraba las flores—. ¿Qué es lo que te causa gracia? Eso no es lo peor, busqué su nombre en internet y es penalista de Freedom Law.
—¿Acaso no es la misma chica que iba acompañada de Myoui en el reclusorio?
—Sí, la rubia, vi sus fotos en internet.
—Vaya, esa mujer es demasiado linda —bromeó Chaeyoung ganándose un golpe de su contraria—. ¿Por qué te molesta tanto?
—A mí no me gustan las mujeres.
—Pero... es exactamente lo que buscabas, es guapa, rubia y musculosa, solo que en versión mujer —comentó Chaeyoung intentando reprimir una carcajada. Jennie negó con el ceño fruncido, luego comenzó a caminar en forma de círculos frente a ella—. Tranquilízate.
—Nada que una orden de restricción no pueda solucionar —murmuró Jennie en voz baja.
—Espera un momento Kim, esto podría ser útil —le dijo Chaeyoung meticulosamente poniédose de pie de inmediato para caminar hasta su colega—. Tú misma escuchaste lo que nos dijo Kang, ¿no crees que una persona de ese bufete podría sernos de ayuda?
—¿Me estás pidiendo que salga con ella para sacarle información? —preguntó la chica de ojos felinos incrédula—. Eso sería algo sucio.
—El fin justifica los medios, además no vas a sacarle infomación, solo vas a intentar conocer algunos detalles extras que quizás nos puedan servir para la defensa de Kang, ¿qué opinas? La reputación de una persona esta en juego.
—No lo sé Chaeyoung, tú sabes lo mucho que me cuesta tratar con personas que no son de mi agrado —contestó Jennie con la mirada fija en el ramo de rosas—. No sé si pueda conseguir algo importante.
—Si no consigues nada no habrá problema, al menos ganarás una nueva amiga o una nueva novia, no lo sé, todo puede pasar...
—Deja de jugar con eso —contestó Jennie haciendo un mohín—. Bien, veré que puedo hacer, pero no esperes mucho de mí.
[🍭]
—Me gustaría ir a Las Bahamas algún día —comentó Sana risueña luego de subir al elevador en compañía de sus colegas—. Hace un tiempo no salgo de viaje, estoy ahorrando mis vacaciones para una ocasión especial.
—Estupendo, he escuchado que es un lugar muy lindo —contestó Jeongyeon recargándose sobre el hombro de Rosé quien no dejaba de sonreírle a la pantalla de su celular—. ¿A quién tanto le mensajeas Park?
Rosé ocultó rápidamente su teléfono a sus espaldas para evitar que Jeongyeon pudiera verlo, pero para su mala suerte, Sana logró arrebatarle el móvil por detrás. Sus mejillas se encendieron de un fuerte color carmesi al ver la cara asombrada de la japonesa escaneando la pantalla.
—Déjame ver, yo también quiero ver —dijo Jeong acercándose a Sana para poder observar y una vez que lo hizo cubrió su boca con las manos—. ¿Quién es la chica pollo?
—Emm... es una amiga mía, así le digo de cariño —respondió Rosé intentando recuperar su celular—. Devuélvelo, estás violando mi privacidad.
—¿Desde cuando a las amigas se le envían corazones? ¿Te gustan las mujeres? Por dios, eres lesbiana —murmuró Jeongyeon—. ¿Por qué nunca me di cuenta? Eso explica por qué no tienes novio, eres lesbiana, más claro ni el agua.
Rosé se quedó estupefacta, no sabía como explicar que había creado un perfil en una aplicación de citas solo por curiosidad. Jamás pensó que podría ser posible conocer a personas agradables ahí, pero estaba tan maravillada con aquella chica de user gracioso que desde el primer día no dudo ni un momento en intercambiar números telefónicos con ella para textearse después.
—¿Lesbiana? Pero que cosas dices, solo es una amiga que conocí mediante una aplicación —dijo con nerviosismo palpable en su voz. Ella no se consideraba lesbiana, además eso era prácticamente imposible, no podía sentir atracción por alguien que ni siquiera conocía, ninguna de las dos había subido fotografías propias a su perfil, por lo tanto su identidad era secreta.
—¿Una aplicación de citas? —preguntó Sana curiosa.
—¡No! —negó rotundamente.
—Rosé es lesbiana, a Rosé le gustan las mujeres —dijo Jeongyeon con malicia—. ¿Cuándo nos presentarás a tu novia la chica pollo?
—Deja de decir tonterías —le gritó con molestia. Después observó como Sana cubría su boca para reír levemente por las palabras de Jeong, eso la hizo enfadar aún más queriendo desquitarse—. No te burles Minatozaki, ¿ya olvidaste que tú te besaste con una bartender en el club?
A Sana se le borró la sonrisa en un santiamén. Para empezar, ella no le había dicho nada, solo se había reído un poco. Tan pronto como el elevador abrió sus puertas, Sana salió de ahí inmediatamente, muy indignada, pero siempre prefiriendo huír ante cualquier discusión.
—Casi lo olvido, un día de estos iré a visistar a Tzuyu en el bar —mencionó Jeongyeon viendo a Sana adentrarse a su oficina—. Espero poder convencer a Minatozaki de que vaya conmigo.
—Lo veo un poco difícil, ¿viste cómo salió huyendo después de que le mencionara lo del beso con la chica del bar? —comentó Rosé aprovechando la distracción para arrebatarle su teléfono a Jeong—. Procura no comentar lo de la aplicación de citas.
—¿En verdad fue una aplicación de citas?
—¡Que no! Ash.
[🍈]
Un par de toques en la puerta llamaron la atención de Mina quien desde muy temprano se encontraba en su despacho trabajando en nuevos casos. Se acomodó mejor en su silla y permitió el paso. Su sorpresa fue grande cuando vio a su prima asomar su cabeza detrás de la puerta.
—¡Dahyun!
—Hola Mina, ¿interrumpo? —dijo la chica de ojos rasgados tomando asiento frente al escritorio de su prima—. Solo pasé rápido a hacerte una pequeña invitación.
—Me alegra mucho verte —le dijo con total sinceridad esbozando una pequeña sonrisa.
—Bueno, mi cumpleaños es mañana y mi mejor amigo Yeonjun tuvo la brillante idea de organizarme una fiesta de cumpleaños con temática de disfraces —comentó Dahyun sacando una tarjeta de invitación de su bolso para luego extendérsela a Mina—. El disfraz es de temática libre, sé de sobra que no te gustan las fiestas pero de verdad me encantaría que estuvieras ahí, sabes que te aprecio mucho.
—Me conoces bien —respondió Mina leyendo atentamente la invitación—. Haré una excepción por ti y me daré una vuelta por ahí, aunque no te aseguro que vaya con un traje espectacular.
—Tu sola presencia me haría muy feliz —expresó Dahyun mostrando una enorme sonrisa que dejaba sus ojos cerrados casi en su totalidad—. Será divertido.
—Ya lo creo —contestó Mina asintiendo—. ¿Qué tal vas? ¿Has encontrado trabajo?
—Sí y no —dijo un tanto insegura y Mina frunció el ceño confundida—. Hace unos minutos me acaban de confirmar que por la tarde tengo una entrevista de trabajo en el bufete donde quiero trabajar. Podría decirse que tengo varias posibilidades de quedarme en el bufete, pero prefiero no comentarlo hasta estar completamente segura.
—¿Conozco ese bufete?
—Es posible —Dahyun carraspeó su garganta mirando la hora en su celular—. Tengo el tiempo exacto para prepararme para la entrevista. Me dio mucho gusto verte prima, nos vemos mañana en mi fiesta, todos los datos se encuentran en la tarjeta de invitación.
Mina asintió viendo partir de manera veloz a Dahyun. Tan solo le dio tiempo de decir adiós. Por una parte se alegraba de que su lazo con ella no se haya roto una vez que renunció a Freedom. Si su prima había venido hasta aquí para invitarla a su fiesta de cumpleaños, entonces sin duda iría. Solo tendría que pensar en un buen disfraz.
No lo pensó más y buscó disfraces en su computador en varias tiendas online, decidiéndose finalmente por uno de mujer pirata, inspirado en Jack Sparrow.
—Preciosa, ¿puedo pasar? —un apuesto hombre asomaba parte de su cabeza por detrás de la puerta—. Tengo una flor para ti.
—Jackson, adelante —dijo Mina haciendo un mohín que el chico no pudo ver—. Buenos días.
—Buenos días, ¿será que hoy si me aceptes una invitación a cenar? —preguntó Jackson colocando una rosa roja frente a Mina quien la tomó—. Escuché que hay un restaurante buenísimo que acaban de inaugurar la semana pasada.
—Lo siento Jackson, pero tengo muchos pendientes el día de hoy.
—¿Qué tal mañana? Podríamos ir al cine si prefieres —dijo esperanzado—. O ver una película en casa.
—Mañana iré a la fiesta de cumpleaños de Dahyun, mi prima —mencionó Mina mostrándole a Jackson la tarjeta de invitación—. No puedo salir contigo, lo lamento.
—¿Una fiesta de disfraces? suena divertido, ¿puedo ir contigo? Casualmente tengo un disfraz de Thor nuevo en mi armario —comentó Jackson con entusiasmo.
—Bueno... en realidad —Mina no sabía como explicarle que la invitación era solo exclusivamente para ella, además de que prefería ir sola—. No creo que...—
—No creo que a Dahyun le moleste que vaya a su fiesta, trabajamos juntos en el mismo despacho, es una pena que se haya ido, claramente Freedom es el mejor bufete legal —dijo acercándose sigilosamente hasta la japonesa.
—Es que ella...—
—Será como una cita entre tú y yo, la vamos a pasar muy bien —murmuró Jackson tomando el atrevimiento de masajear los hombros de Mina con delicadeza. Cosa que la hizo sentir incómoda—. Iré a encargarme de unos pendientes para estar libre mañana por la noche.
Mina suspiró pesadamente, después de unos segundos lo consideró y llegó a la conclusión de que sería mejor llevarlo a la fiesta con ella, prefería eso a tener una cita en algún otro lugar sola con él.
[🥘]
Yeonjun nuevamente había ordenado comida a domicilio en el mismo restaurante. Era más que obvia la razón del porqué lo había hecho. Quería volver a ver a aquella repartidora tan bonita. Rogaba con todas sus fuerzas que fuese ella quien tocara a su puerta y no un nuevo repartidor.
Luego de permanecer dando vueltas cerca de su puerta, se alarmó al escuchar el sonido de su teléfono. Se trataba de la llamada de una de sus amigas.
—Hola Yuna, ¿qué tal? —saludó de manera animada—. ¿Recibiste la tarjeta de invitación?
—Oh sí, justo me acaba de llegar, ¿puedo llevar a dos de mis amigas? Son mis roomies, me gustaría llevarlas, casi no salen mucho.
—Claro, mientras más gente, mejor.
—¿No crees que a tu amiga le moleste que haya extraños en su fiesta? —preguntó Yuna dudosa—. No quiero tener problemas, por eso quise preguntarte antes.
—Descuida, no habrá ningún problema —contestó Yeonjun asomándose impaciente por la puerta a la espera de su comida—. Para que una fiesta tenga ambiente, se necesitan de muchas personas y estoy segura de que Dahyun solo invitará a muy poca gente, pero yo como su mejor amigo tengo que hacer el resto.
—Bueno, si tú lo dices.
El timbre del apartamento sonó y Yeonjun abrió la puerta rápidamente. Una sonrisa iluminó su rostro cuando vio a quella repartidora otra vez.
—Yuna, tengo que colgar, ya llegó la comida que pedí a domicilio —dijo el chico antes de colgar la llamada.
—Hola, traje un pedido de Bibimbap y Bulgogi —habló Momo entregando las bolsas de comida a Yeonjun—. Gracias por su compra.
—¿La última vez te dije mi nombre? Por si no lo hice, me llamo Yeon-jun —comentó y Momo solo asintió con la cabeza—. ¿Puedo saber tú nombre?
—Hirai Momo.
—Mucho gusto Momo, ¿puedo hacerte una invitación?
—Lo siento pero no puedo comer ésta comida contigo, estoy en mi horario de trabajo.
—Oh no, me refiero a otra cosa —contestó Yeonjun sacando una tarjeta de su bolsillo trasero—. Le organicé una fiesta de cumpleaños a mi mejor amiga, la fiesta será aquí mismo, con temática de disfraces —le entregó la invitación y ella tímidamente la tomó—. Me gustaría que vinieras.
—Pero... soy una desconocida para ti, ¿por qué me invitas? —Momo estaba desconcertada. Era la segunda vez que veía a aquel chico y ya tenía la confianza de invitarla a una fiesta de cumpleaños.
—Realmente no lo sé, solo sentí que por alguna razón quería invitarte. Por supuesto que estás en todo tu derecho de rechazar mi invitación porque también soy un desconocido para ti —dijo Yeonjun—. Puedes venir con amigos, no es problema, ojalá te animes a venir, la fiesta es mañana.
¿Amigos? ¿A caso la señora Soo podría contar como una de sus amigas? Momo no tenía amigos, solo tenía a su hermana. No es que no fuese social, sino más bien que el trabajo la absorbía tanto que regularmente no le quedaba casi nada de tiempo libre.
—Gracias por la invitación —dijo Momo con sinceridad haciendo una reverencia ante el joven quien quedó fascinado por la amabilidad de la japonesa—. Pero no puedo asistir.
—¿Qué? —Yeonjun hizo un puchero con los labios—. ¿Por qué?
—Tengo mucho trabajo —se excusó con tristeza. Aunque en realidad sí quería ir, pero no podía, no se sentía a la altura, simplemente no encajaría en un lugar así—. Tengo que irme, nuevamente gracias por su compra.
Momo se marchó dejando a Yeonjun varado frente a la puerta con la expresión apagada. Él en verdad quería que Momo aceptara venir a la fiesta.
—Su mirada refleja una profunda tristeza, aunque intente no demostrarlo —murmuró Yeonjun para sí mismo—. Lo que no sabe es que sus ojos hablan por sí solos.
[🍥]
La tarde había llegado pronto y junto con ella la hora de la entrevista para Kim Dahyun. Estaba tan nerviosa, no recordaba la última vez que lo había estado.
—¿Y si no me acepta? —preguntó la chica de tez pálida con preocupación—. ¿Qué pasa si me rechaza por mi falta de experiencia?
—Chaeyoung tiene buen criterio, tranquila que todo saldrá bien —le respondió Eunwoo dando leves palmadas sobre su espalda—. Lo harás bien, confía en ti.
—Tienes razón, debo mantenerme serena para no caer en la locura —Dahyun respiró hondo—. No dejaré que mis nervios me traicionen en la entrevista.
—Ya es hora, bonita —le avisó Eunwoo mirando la hora en su reloj de mano—. Mucha suerte.
—Gracias —dijo Dahyun poniéndose de pie con su currículum sobre las manos. Eunwoo le señaló la puerta del despacho de Chaeyoung y lentamente se dirigió hasta ahí con el corazón palpitante.
Puedo hacerlo, sé que puedo hacerlo.
Dio dos golpes a la puerta y desde adentro pudo escuchar un "Adelante".
Tragó en seco antes de entrar y encontrarse con Son Chaeyoung quien parecía estar muy concentrada leyendo unos documentos sobre su escritorio. No pudo evitar impresionarse, esperaba encontrarse con alguien mucho mayor, pero estaba frente a una chica que aparentaba tener la misma edad que ella o quizás hasta menos.
—¡Hola! Mi nombre es Kim Dahyun —saludó de la manera más animada posible—. Vengo a una entrevista.
—¿Kim Dahyun? —preguntó Chaeyoung levantando la mirada por primera vez hasta enfocarla. Dahyun no pudo evitar sentirse nerviosa al momento en que Son se puso de pie y la escaneó con detenimiento—. Kim Dahyun.
—Sí, Kim Dahyun y usted debe ser Son Chaeyoung, ¿no es así?
—Tutéame —le dijo Chaeyoung retirando los lentes de sus ojos—. Toma asiento por favor.
—Muchas gracias.
—Mi nombre es Son Chaeyoung, mucho gusto de conocerte, ¿serías tan amable de proporcionarme tu currículum? —preguntó Chaeyoung y Dahyun rápidamente le extendió un folder color amarillo—. Abogada penalista, egresada de una de las universidades más prestigiosas y costosas de Corea del Sur, la misma en que estudió Eunwoo.
—Así es —contestó Dahyun con una media sonrisa.
—Hay algo que me causa mucha curiosidad, señorita Kim —murmuró Chaeyoung al terminar de leer el currículum. Anteriormente había olvidado preguntarle a Eunwoo el nombre de la abogada que vendría a la entrevista, pero justo ahora acababa de descubrir que no se trataba de cualquier persona—. ¿Por qué renunciaste a Freedom Law?
Dahyun abrió la boca ligeramente confundida intentando comprender cómo es que Chaeyoung sabía sobre eso, si ella había omitido colocarlo en su currículum.
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