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FINAL 2/2

—¿Crees que lo hagan? —preguntó Lisa una vez que estuvieron lo suficientemente alejadas de Nayeon y Jeongyeon.

—¿Qué cosa?

—Eso de ir al registro civil y casarse. Ellas se ven muy enamoradas.

—No lo sé, todo es posible —murmuró Jennie pensativa—. Nosotras también estamos muy enamoradas, ¿no es así?

—Por supuesto, ¿Y tú te casarías conmigo si yo te lo pidiera? —preguntó la tailandesa con picardía.

—Esa es una buena pregunta Manoban, ¿casarse ahora? Sería una completa locura —respondió Jennie notando la palpable decepción en la expresión de su novia—. Pero...

—¿Pero? —los ojos de Lisa la miraron con ilusión.

—Pero para eso primero tienes que ganarte la aprobación de mis padres. A papá le gusta jugar golf, tienes que tomar clases para poder jugar con él y a mamá le gusta el ajedrez, si logras ganarle una partida, te aceptará encantada, porque nadie ha podido ganarle en los últimos cinco años —comentó Jennie—. Ahora que lo pienso, no es algo tan difícil. Podríamos casarnos rápido, todo depende de ti.

—P-pero... yo soy pésima en los juegos de mesa, ni siquiera he podido ganarle a alguien una partida de domino —murmuró Lisa con el ánimo arrastrando por los suelos—. Y soy un asco para cualquier deporte que tenga que ver con pelotas.

—Hablando en serio Lili, ¿de verdad te gustaría formalizar tu relación conmigo?

—Sí, ¿a ti no? —preguntó la rubia un tanto temerosa de escuchar la respuesta.

—Pues si eso es lo que nos tiene deparado el destino, lo aceptaré gustosa —contestó Jennie con calidez—. ¿Te imaginas? Seríamos una pareja envidiable para el mundo.

—Ojalá que sea pronto...

—Por eso hay mucho que practicar mi Lili —dijo Jennie besándole su mejilla con dulzura—. Pero tranquila, yo te acompañaré en todo el proceso, seré algo así como tu mentora.

—Pues parece que estoy en graves problemas porque creo que me he enamorado de mi mentora —susurró Lisa mordiéndose el labio inferior de manera sugestiva—. Necesito aprender todo muy bien para poder casarme con mi novia lo más pronto posible, ¿será que pueda darme un par de clases extras?

—Esta misma noche, en mi apartamento, te daré la primer lección —dijo Jennie lanzándole un beso al aire—. Ahora llevemos lo que falta a la mesa de Rosé, ya deben estar por llegar, hay que darnos prisa.

—Esta bien cielo, ¿creés que con una sola botella de champagne les sea suficiente? Aún tengo dos botellas más.

—Yo creo que con eso será más que suficiente, mejor ordena que preparen más pollo frito.

[🍗]

Rosé esperaba ansiosa afuera del restaurante. Miraba su reloj de mano a cada instante, Jisoo tendría que haber llegado hace quince minutos.

¿Y si no viene? ¿Y si me deja plantada?

La rubia suspiró profundamente intentando ahuyentar esos malos pensamientos. Quería pensar que la contraria se había retrasado por alguna razón.

—¡Rosie! —escuchó un grito proveniente de la mujer que tanto esperaba. Venía corriendo rápidamente a la orilla de la calle. Y cuando llegó frente a ella, comenzó a toser excesivamente con las manos puestas sobre sus rodillas. Estaba completamente exhausta—. Mi auto... estúpido auto, se averió a mitad del camino.

—Por Dios, corriste demasiado, debiste llamarme por teléfono, yo habría ido por ti —dijo Rosé con preocupación.

—Cuando mi auto se paró a mitad de la calle yo salí para intentar revisar el motor —lo cual fue una completa tontería, porque ella no sabía absolutamente nada sobre reparación—, pero mi estúpido auto tenía seguro y se cerró, mi teléfono y cartera se quedaron dentro.

—No puede ser... —Rosé la abrazó intentando  consolarla—. Pobrecita, debes estar tan cansada.

—Me tiemblan las piernas y tengo un hambre del infierno, sería capaz de comerme cualquier cosa que se me cruce por enfrente —contestó Jisoo logrando que Rosé tragara en seco—. Aunque podría conformarme con un besito de tu parte.

—Puedo darte más que eso —murmuró la rubia sin pensar.

—¿Cómo?

—¿Qué? ¿Quieres un beso? De acuerdo, te lo daré —Rosé beso la frente de Jisoo de manera rápida y luego entrelazó sus manos con ella para guiarla dentro del restaurante, justo a donde se encontraba su sorpresa.

—Este lugar es muy elegante y yo estoy horrible, toda sudada y con la ropa hecha un asco...

—No digas eso, tú te verías hermosa hasta con una bolsa de basura encima. —contestó la rubia dándole un pequeño apretón en la mano.

Jisoo agachó la mirada para que la contraria no pudiera ver su sonrojo. En todo el camino no mencionó nada más, solo dejó que Rosé la llevara a donde ella quería.

Minutos después las hicieron pasar a una terraza, que tenía arreglos de flores por doquier. La mesa estaba adornada con velas aromáticas y había copas junto con una botella de champagne.

—Rosie, ¿reservaste éste lugar? porque yo creo que se han equivocado de mesa. Esto parece como una... ¿cena romántica?

—Es para nosotras, yo así lo pedí.

—Oh... —Jisoo asintió tomando asiento. Todavía se sentía mal por según ella lucir horrible para una ocasión tan especial.

—¿Quieres comer pollo frito?

—No creo que en este restaurante de lujo vendan pollo frito como el que a mí me gusta —mencionó Jisoo y seguido de esto vio como Rosé chasqueaba los dedos y en cuestión de segundos un mesero les traía un plato repleto de pollo frito directo hasta su mesa—. Diablos... ¿cómo lograste que...-

—¿Quieres ser mi novia? —preguntó Rosé con la mirada clavada sobre la contraria. Al pasar de los segundos sin recibir respuesta, su corazón se encogió—. Yo...

—¡Sí, si quiero! —respondió Jisoo colocando sus manos sobre su pecho—. Lo siento, me tomaste por sorpresa y parece como si mi corazón quisiera salirse de mi pecho, pero si quiero, acepto ser tu novia, no puedes retractarte ahora.

—Tenía un discurso preparado, lo ensayé toda la noche pero al verte lo olvidé. Lo lamento, debí hacerlo más especial...

—¿Qué dices? Esto es más que especial, el restaurante, la terraza, las flores, el champagne, el pollo frito, todo es más que perfecto —expresó Jisoo y rápidamente se puso de pie en busca de algo que pudiera serle de ayuda. Sus ojos enfocaron los arreglos de flores, entonces justo de ahí tomó una rosa roja y se arrodilló frente a Rosé—. En este momento solo puedo ofrecerte dos cosas, una rosa y mi corazón entero solo para ti, ¿lo aceptas?

—Lo acepto... —Rosé sostuvo la rosa entre sus manos y luego sintió como Jisoo la abrazaba fuertemente—. Es oficial, somos novias ahora.

—Lo somos, mi linda avocachaeng —murmuró Jisoo con los ojos cerrados y una enorme sonrisa.

[✨]

—Muy bien chicos, el timbre sonará en un minuto aproximadamente —dijo Jihyo mostrándoles la pantalla de su celular a sus alumnos—. Espero que todos los que pasaron sus exámenes puedan disfrutar de su grandiosa semana de vacaciones y a los reprobados los veré el lunes a la misma hora.

Algunos jóvenes bufaron y otros más gritaron de emoción al escuchar el timbre que daba por finalizadas sus clases.
Todos los alumnos guardaron sus cosas dentro de su mochila y comenzaron a salir en grupos fuera del aula.

Tzuyu se acercó al escritorio de su profesora y cuando la contraria lo notó, le sonrió en grande.

—¿Emocionada por las vacaciones? —preguntó Jihyo y la taiwanesa asintió—. Me alegra mucho.

—En realidad no voy a salir a ninguna parte, tengo trabajo en el bar en las noches y además también estoy haciendo servicio social en el bufete de la señorita Son en las tardes —contestó Tzuyu con un puchero en los labios—. Pero al menos estaré libre de tareas.

—Yo sé que la pasarás muy bien, toma muchas fotografías —aseguró regalándole un guiño.

—¿Fotografías? —preguntó Tzuyu frunciendo el ceño, ¿a qué se supone que debería tomarle fotografías? ¿a las computadoras de Tigers Law?

—Nos vemos en una semana señorita Chou.

—Hasta pronto profesora Park, cuídese mucho —se despidió de ella al ver que se iba.

Tzuyu no tardó mucho tiempo en irse, pues sus amigas la estaban esperando afuera del salón.

—Apresúrate, se hará tarde —dijo Shuhua tomando a la taiwanesa de la mano.

—¿Tarde para qué?

—Haces muchas preguntas —murmuró Yuna a un costado de ella, después sacó un objeto de su mochila y se lo entregó—. Toma, es un bloqueador solar.

—¿Gracias? —contestó Tzuyu tomándolo—. ¿Y por qué me das un bloqueador solar?

—Para el sol, tontita —respondió Yuna como si fuese lo más obvio del mundo, logrando que la taiwanesa pusiera los ojos en blanco.

—Yo también tengo algo para ti —comentó Shuhua procediendo a sacar un par de gafas oscuras de su mochila—. Las compré para ti, son caras.

—¿Por qué me dan cosas chicas? Deben estar confundidas, hoy no es mi cumpleaños.

Ninguna de las dos respondió a su pregunta, solo la llevaron hasta la entrada de la universidad a base de tropezones intentando caminar rápido.

—¡Hey, Tzuyu! —Soobin gritó por detrás—. ¡Espera!

—¿Ahora qué quiere él? —susurró Shuhua lo más bajo posible para que solo sus dos amigas pudieran escucharla. Se dió media vuelta con las manos sobre la cintura y con la expresión molesta—. ¿Qué se te ofrece compañero?

—Quisiera hablar con Tzuyu un momento... —murmuró Soobin con timidez.

Yuna y Shuhua intercambiaron miradas y luego asintieron sin más, desviándose del camino.

—Pero que sea rápido porque Tzuyu tiene algo importante que hacer —advirtió Yuna antes de dejarlos a solas.

—¿Pasa algo? —preguntó Tzuyu una vez que sus amigas se fueron. El chico frunció los labios con la mirada baja—. ¿Puedo ayudarte en algo?

—Yo solo... quería saber si vas a hacer algo importante el fin de semana. Mis papás tienen una casa en la playa y me gustaría saber si... quisieras venir —dijo Soobin mientras se rascaba el cuello con nerviosismo—. Me encantaría que vinieras.

—Oh... te agradezco mucho Soobin, pero tengo trabajo, además a mi novia no le gustaría eso.

—¿N-novia? ¿qué quieres decir con eso? —preguntó el chico incrédulo.

—Justo lo que dije, tengo una novia y ya la conoces —respondió Tzuyu con una amplia sonrisa en los labios—. Solo para dejar las cosas claras entre nosotros... yo puedo ser tu amiga, nada más. Estoy enamorada de mi novia y no tengo ojos para otra persona que no sea ella.

—Ya veo, entonces será mejor que me vaya, no quiero ocasionarte problemas con ella —espetó el joven con desanimo. Al instante escucharon resonar un claxon que llamó su atención.

Minatozaki Sana bajó de su coche vistiendo un top blanco que mostraba su abdomen plano, unos pantalones cortos que resaltaban sus piernas tonificadas y unas gafas oscuras que la hacían ver la mujer más sexy del mundo. Su presencia llamó la atención de muchos estudiantes quienes la miraron sin pudor. Sana parecía disfrutar de toda esa atención, pues se recargó sobre su auto mientras peinaba su largo cabello con ayuda de sus dedos.

¡Que mujer tan buena! Le pediré su número.

La llevaré a casa con mamá.

Lindo trasero.

Tzuyu escuchó los comentarios de algunos hombres que estaban a unos cuantos pasos de ella y sintió su sangre hervir. Su mano automáticamente se transformó en un puño que de no haber sido por Soobin, hubiese estampado sobre la cara de esos tontos.

—¡Suéltame Soobin! Tengo que borrarles esas estúpidas sonrisas de sus rostros —Tzuyu gruñó intentando liberarse del agarre del contrario.

—No hagas eso, son unos idiotas. Puedes hacer algo mucho mejor.

—¿Algo mejor? —preguntó Tzuyu con la rabia contenida—. ¿Como qué?

—Ve con ella y demuéstrales a todos que es tu chica —Soobin le aconsejó y las facciones de la taiwanesa se relajaron—. Tú eres la oficial mientras que a ellos solo les toca fantasear.

—¡Tienes razón! Gracias Soobin —Tzuyu lo abrazó inesperadamente —algo que hizo que Sana frunciera el ceño a lo lejos al mirar la escena—, Eres un gran chico. Lindas vacaciones.

—Igualmente —Soobin agitó su mano a modo de despedida viendo como la chica de sus sueños iba al encuentro del amor de su vida.

Tzuyu corrió hasta donde se encontraba la japonesa. Sana le sonrió extendiendo sus brazos para estrecharla en ellos.

—Chewy...  —murmuró Sana sintiendo como su novia la abrazaba con fuerza. Al pasar de los segundos se separó solo para plantarle un hambriento beso que dejó sin habla a la japonesa, pero que muy gustosa aceptó—. ¿Y eso?

—Tenía que dejarles claro a todos que tienes novia y que soy yo —murmuró ahora con las mejillas sonrojadas—. Debiste escuchar lo que esos imbéciles dijeron sobre ti, son unos.. —la japonesa la interrumpió robándole un corto beso.

—Con eso ya no quedará ni la menor duda de que eres mi pequeña novia —comentó Sana acariciándole la mejilla—. ¿Lista para irnos?

—¿A dónde? —preguntó la taiwanesa ligeramente confundida. Vió como su novia le abría la puerta del copiloto para que ella pudiera entrar y así lo hizo. Cuando Sana abordó el asiento del piloto, encendió el automóvil enseguida—. ¿Qué está pasando?

—Nos vamos a la isla Jeju.

—¿Isla Jeju? —sus ojos se expandieron en grande—. ¿Bromeas?  —la japonesa negó—. Pero... mi trabajo en el club y en el bufete y... ni siquiera tengo traje de baño.

—Chewy, tengo tu maleta en la cajuela de mi coche, no te preocupes por nada. 

—¿Cómo es que tienes mi maleta en tu auto?

—Shuhua y Yuna me la dieron. Además Jihyo me dijo que tendrías una semana libre de vacaciones porque eres una pequeña cerebrito que aprobó todas su materias y vamos a festejarlo juntas —comentó Sana con la vista fija sobre la carretera—. Y por el trabajo no te preocupes, hablé con Chaeyoung y no tuvo ningún problema en que faltes una semana a Tigers y sobre el club... hablé con un conocido que curiosamente es amigo del dueño y tampoco habrá problema.

—Entonces eso significa que no tengo opción para negarme, ¿cierto?

—¿No quieres pasar unas lindas vacaciones a mi lado? —murmuró Sana con un puchero.

—Sí quiero, nada me gustaría más que eso. Estar contigo es lo mejor del mundo —contestó Tzuyu con sinceridad. Sana tomó una de sus manos y la llevó hasta su boca para llenarla de cortos besos.

Sin duda tendrían unas vacaciones inolvidables.

[♥️]

—¿A dónde vamos? —preguntó Mina con curiosidad por milésima vez mientras miraba por la ventanilla del auto. Chaeyoung se había mantenido renuente a dar respuestas sobre el misterioso lugar al que iban—. Por favor dime.

—Ya llegamos —informó Chaeyoung liberándose de su cinturón de seguridad—. ¿Lista mi amor?

—¿Para qué se supone que debería estar lista?

—Para una tarde de piscina con tu novia —respondió Chaeyoung entregándole unos lentes de sol a la contraria—. Vamos, estoy ansiosa por sumergirme dentro del agua contigo.

—¿En dónde estamos? No conozco por aquí, estuviste mucho tiempo al volante.

—Un viejo amigo mío me prestó su casa de campo, estamos a las afueras de la ciudad y me encanta porque tiene una piscina enorme —Chaeyoung la tomó de la mano para llevarla dentro—. Necesitas relajarte después de haber trabajado tan duro estos días. No pienses más en trabajo por el resto del día, solo enfócate en ti y en mí.

—No lo sé Chaeng, tenía varios pendientes por resolver en Freedom... —murmuró Mina con cierta preocupación. Su novia no dijo nada hasta que ambas estuvieron en el patio trasero de la casa, frente a una gran piscina, tal y como lo había mencionado Chaeyoung—. Aprecio que quieras hacer que me relaje, pero...

—Pero nada amor, aquí no hay pero que valga. Este día es nuestro, solo nosotras dos y nadie más —Chaeyoung dejó un cálido beso sobre sus labios, después bajó hasta su barbilla y así poco a poco descendió hasta su cuello. Con ayuda de sus ágiles manos, se deshizo de los botones de su blusa y la despojó de ella—. Tu piel es tan suave.

—¿Estás segura de que solo nadaremos en la piscina? —cuestionó Mina de manera coqueta.

—Claro que no, también tendremos sexo salvaje, pero dejemos eso para más tarde. Ahora quiero disfrutar del sol, el agua y de tu compañía.

—Hay un problema, no tengo traje de baño.

—No necesitas uno —murmuró besando tiernamente su barbilla—. Aquí solo estamos tú y yo. No me molestaría si decides quedarte desnuda.

Chaeyoung procedió a despojarse de sus prendas, hasta quedarse en ropa interior. Mina imitó su acción y aunque la idea de su novia le pareció tentadora, prefirió no tomarla.

—Algo me decía que hoy tenía que usar ropa interior de encaje.

—Mi favorita —afirmó Chaeyoung—. Ponte cómoda amor, iré a buscar la botella de vino, no tardo.

Mina asintió y al ver a su novia perderse por el pasillo, comenzó a escanear detalladamente lo que había a su alrededor. Cerca de ella habían dos sillas reposeras frente a la piscina, con una pequeña mesita en el medio. Siguió mirando con curiosidad y a unos cuantos metros pudo divisar un pequeño equipo de sonido. Pero no fue eso lo que más llamó su atención, sino más bien un llamativo micrófono rojo colocado sobre un tripié.

—Volví Minari —habló Chaeyoung por detrás sosteniendo una bandeja con las manos—. Y traje fresas cubiertas con chocolate.

—Se ve delicioso —espetó Mina observando como su novia colocaba el aperitivo sobre la pequeña mesita—. Y esa botella de vino... ¿vas a beber conmigo ?

Chaeyoung hizo un mohín al recordar todos los sucesos bochornosos que le pasaban siempre que ingería alcohol.

—Quizás solo un poco —contestó procediendo a servir dos copas de vino que luego colocó sobre la mesa—. Pero no puedo emborracharme, al menos no todavía. Ven conmigo... —le extendió su mano invitándola a tomar asiento sobre sus piernas.

—Te amo —le susurró Mina dejando un corto beso sobre su nariz.

—Y yo te amo a ti —le respondió la contraria envolviendo sus brazos alrededor de la delgada cintura de su novia—. Eres mi primer amor de verdad en todo lo que llevo de mi vida. Sin duda volver a Corea fue la mejor decisión que pude tomar.

—Lamento haber sido un poco difícil al principio... porque no puedes negarme que fui un dolor de cabeza.

—Lo fuiste, pero eso fue lo que más me gustó de ti, la manera en que siempre querías tener el control de todo y de todos —contestó Chaeyoung plantando un beso sobre la frente de su novia—. Desde que te ví por primera vez, el día que me fuiste a reclamar a Tigers Law por llevar el caso de Daniel, te veías tan sexy, no sé cómo hice para que no me temblaran las piernas, ¿Cuál fue tu primera impresión sobre mí?

—Me sorprendí de que fueras tan joven y me hizo rabiar que no me tuvieras miedo aún después de saber quién soy —confesó Mina acariciando el cabello de su novia con delicadeza—. Fuiste la única que se atrevió a retarme y después de eso no pude borrar tu sonrisa de mi mente, mi cabeza no dejó de pensar en ti ni un solo momento después de ese día.

—¿No pensaste que era bonita?

—Oh, lo pensé, pero nunca lo dije, mi orgullo no me permitía aceptar que eras la abogada más hermosa que mis ojos hayan visto —respondió Mina besando los labios de su novia dulcemente. Sus brazos se enredaron alrededor de su cuello mientras que las manos traviesas de Chaeyoung vagaban por todo el cuerpo de su novia con destreza.

Antes de que las cosas se salieran de control, Chaeyoung rompió el beso con la respiración irregular.

—Quisiera cantarte una canción, ¿puedo? —preguntó, a lo que Mina asintió—. La canción se llama 'Off My Face' y describe perfectamente todo lo que me haces sentir.

—¿De verdad? Bueno, estoy ansiosa por escucharte...

Mina vió como Chaeyoung corrió directo hasta el equipo de sonido. Presionó un par de botones y se acomodó frente al micrófono. La melodía de fondo no tardó en sonar a volumen alto.

One touch and you got me stoned
Higher than I've ever known
You call the shots and I follow...

Chaeyoung tenía una voz hermosa y cantaba cada letra sin dejar de mirarla a los ojos.

Sunrise, but the night still young
No words, but we speak in tongues
If you let me, I might say too much...

Mina sintió como sus ojos se llenaban de lágrimas sin poder evitarlo. Su corazón desbordaba de amor, el más puro y sincero amor que haya sentido jamás.

Your touch blurred my vision
It's your world and I'm just in it
Even sober I'm not thinkin' straight...

Mina miró al cielo un momento y recordó a su padre y a su madre... ¿ellos aceptarían que ame a una mujer? Por supuesto que sí. Porque nada haría más felices a unos padres que saber que su hija es feliz.

—Son Chaeyoung, estoy segura de que te amaré hoy y todos los días que me resten de vida. Caminaré de tu mano, mientras nunca me sueltes...

'Cause I'm off my face, in love with you
I'm out my head, so into you
And I don't know how you do it
But I'm forever ruined by you, ooh-ooh-ooh...

Chaeyoung le cantó a su novia hasta el anochecer, Mina se unió a ella y ambas se cantaron desde el fondo del alma hasta quedarse sin voz. Después se amaron como solían hacerlo, con solo ellas y la luz de la luna como testigo.

FIN.


Muchas gracias por seguirme hasta el final de esta historia <3
Los quiero y me despido hasta nuevo aviso, como siempre besos y abrazos xoxoxo.

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