Jungkook gime en respuesta. — Ugh... voy a darte tan tan duro, bebé.—  Murmura mientras comienza a desabrochar su jean, atacando su boca nuevamente. El beso es sucio y descoordinado. — Duro cómo se que te gusta, Princesa— 

Se mueven más rápido que la velocidad de la luz, Jungkook agarra la muñeca de Jimin y lo arrastra con desespero hacia la cama. Lo empuja hacia abajo sobre el colchón y la ropa de ambos vuela en muy poco tiempo. 

— Tal vez debería castigarte por lo que has hecho hoy.—  Jungkook considera que es lo justo. Su mano se desliza suavemente sobre la piel desnuda del trasero de Jimin. Su tono es duro, tan duro como su miembro. 

— ¿Qué he hecho hoy?—  Jimin sabe perfectamente a qué se refiere, sólo lo está provocando. 

— Yo creo que sabes muy bien qué es lo que has hecho. Y también creo que lo hiciste a propósito... para hacerme enojar— 

— ¿A Daddy no le gusta que lo hagan enojar?—  Jimin susurra en su oído, y en un tono casi con miedo, un miedo fingido. 

Jungkook lo voltea bruscamente sobre el colchón, y se recuesta sobre su espalda con todo su peso. Su miembro apunta la entrada del pelinegro, y se mueve, fingiendo penetraciones. — No, a Daddy no le gusta enojarse, y ¿sabes qué otra cosa odia Daddy, hermosa?— 

Jungkook lleva tres de sus dedos a su boca. Los chupa y los moja por un momento; luego los arrastra hacia la entrada del pelinegro, para comenzar a prepararlo, Jimin está estrecho, y se acomoda de una mejor manera para abrir sus nalgas, asegurando de que esté bien listo para recibirlo. 

Hoy no va a tener ni una sola gota de piedad con él. 

— Daddy odia, pero odia demasiado ponerse celoso— 

— ¿Estabas celoso, Daddy? ¿Celoso de qué? ¿De que me tocaran?...

-Jungkook comenzó a mover sus dedos fuertemente al escucharlo-

... ¿De que me besaran?

-Daddy gimió y curvó sus dedos-

... ¿O de que quisieran llevarme a la cama?— 

Jungkook tuvo suficiente provocación, y realmente ahora le importa una mierda si Jimin está o no bien preparado para recibirlo, porque está enojado, está celoso de que hayan tocado, besado e intentado llevarse a la cama a su Princesa. 

Se inclina hacia abajo, presionando su cuerpo contra el de ella. Sostiene ambas manos de Jimin sobre su cabeza, de manera bruta, siendo consciente de que quizás dejará marcas luego. 

Respira fuertemente sobre su cuello mientras le susurra. — Estoy jodidamente desesperado por cogerte. Pero, ¿sabes qué? Quiero escucharte rogar por una buena cogida, quiero que me supliques para que empuje fuertemente dentro de ti...— 

— ¿Eso quieres, Daddy?— 

— Sí, eso quiero, Jimin. ¿Y sabes qué más quiero que hagas?— 

— ¿Qué?— 

— Quiero que me digas que me amas, aún si no lo sientes, quiero que finjas— 

— Okay, puedo hacer eso, y también puedo sonar convincente— 

— Quiero que suenes lo más convincente, sí. Quiero creérmelo. ¿Puedes hacer eso?— 

— ¿Debo decirte 'Te amo, Daddy'? Porque también puedo decir que te amo desde siempre sólo que tardé en darme cuenta, o que fui muy idiota en dejarte ir sabiendo que eres lo mejor que me ha pasado en la vida. No sé, Jungkook. Dime tú cual de todas esas cosas quieres escuchar mientras empujas fuertemente dentro de mi. Diré lo que quieras oír— 

— Sí, funcionará, dime todo eso, sí. Ruégame, pídeme que lo haga, hermosa— 

Jimin sonrió sarcásticamente y asintió. — ¡Por favor!—  Finge un gemido esta vez. — Por favor, déjame sentirte enterrado profundamente dentro de mí. Estoy esperando por sent-— 

Estaba fingiendo, pero al escucharlo, Jungkook no necesitó más tiempo. Sus manos toman con fuerza las caderas de Jimin, levantando y golpeando contra las suyas. Entró en él sin previo aviso, hasta el fondo y sin piedad. Jimin lagrimeó al instante. 

— Ugh, Jun-Jung— 

Él no tiene la oportunidad de terminar de hablar. Jungkook se despega de su espalda, saliendo de él en un movimiento brusco. Jimin gimió fuertemente al sentirse vacío otra vez. Jungkook lo dio vuelta, sosteniendo ambas manos a los costados de su cabeza. 

— ¿Cómo me llamaste?—  Su miembro estaba tan duro y húmedo que entró fácilmente dentro suyo otra vez. 

— Lo siento, Dad-Daddy—  Jimin gime, sintiendo su propio miembro golpeando contra su estómago. 

Jungkook vuelve a salir, lame el pene de Jimin y lo entierra en su boca por unos pocos segundos. Luego se aleja y vuelve a embestirlo. 

— Haz eso otra vez, Daddy. Se siente tan bien.— 

Jungkook se inclina nuevamente a chupar su miembro, y luego comienza a masturbarlo, coordinando con sus fuertes embestidas. — ¿Así, así te gusta, Princesa?— 

— Sí, así, Daddy. Así me gusta—  Jimin jadea entrando en un profundo éxtasis. Extrañaba a Jungkook, lo extrañaba dentro de él, extrañaba esto. Él es feliz de esta manera, es feliz cuando tiene a Jungkook tan cerca. 

Jungkook dejó de masturbarlo y se inclinó hacia él. Sostuvo sus manos en los hombros de Jimin para ayudar con el impulso de las fuertes embestidas, estaba tocando lo más profundo de él. Jungkook rompió el beso del momento para exigir lo que quería escuchar. 

— Dime, amor, dime lo que quiero escuchar— 

Jimin traga saliva, intentando encontrar lucidez dentro de su oleada de placer para decir lo que realmente sentía. — Kookie.

— ¿Qué, bebé?—  Lamió su cuello de un lado a otro — ¿Qué? Dime— 

— Te amo— 

— ¿Me amas, hermosa?— 

— Sí, te amo. Estoy jodidamente enamorado de ti.— 

— ¿Ah, sí, hermosa? ¿Qué más?—  Jungkook gemía con lo que escuchaba, porque sentía tocar su próstata con la punta de su miembro. — ¿Qué más, bebé?— 

— Te amo, Daddy. Amo tenerte dentro de mi, amo que me hagas gemir como una puta, amo ser tu puta, amo que me llames Princesa— 

Jungkook gemía fuerte y sus embestidas iban en aumento con cada cosa que escuchaba. 

— Amo que seas bruto, que me marques todo el cuerpo, amo tus huellas en mi piel. Amo tu olor... tu olor masculino. Amo tu pene, su tamaño y su sabor— 

— Ugh, Princesa, vas-vas a hacerme terminar si sigues así— 

— Te amo, amo tu cuerpo, tu rostro, tus besos— 

Jungkook se inclinó a besarlo al escuchar aquello. El beso era brusco, lleno de pasión. Apoyó su frente sobre la de Jimin y susurró en su boca. — Me encanta, me encanta escuchar escucharte decir esas cosas, mi amor. A pesar de que es ment-no importa, no importa, sigue— 

Jimin sonrió y besó castamente sus labios. — Te amé cada tarde que jugábamos a los videojuegos. Cada noche mientras leíamos cómics juntos. Cuando teníamos 8 y se me cayó el helado cuando estábamos arriba de los columpios ¿recuerdas? Tú me regalaste el tuyo para que yo dejara de llorar...— 

Jungkook disminuyó la fuerza de sus embestidas, y lo miró fijamente frunciendo el ceño. 

— Te amé cada mañana que venías a despertarme para ir al colegio, cuando dejabas que me copiara en los exámenes y las veces que me hacías la tarea mientras yo jugaba con tus-— 

— Jimin— 

— Te amé aquel día que decidimos cometer esta locura de acostarnos para dejar de ser vírgenes. Fuimos unos idiotas, debemos admitirlo, pero-— 

Jungkook se detuvo, soltando sus manos. 

— Me costó darme cuenta, pero lo sé ahora. Soy un idiota, pero te amo, Jungkook.