Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CONFLICTOS EN SILENCIO

CHAPTER 03

Jimin cruzó los brazos y se apoyó en el marco de la puerta de la habitación de Garam. Su cabello blanco caía desordenado sobre su frente, y sus ojos castaños la observaban con una mezcla de confusión y frustración.

─Tenemos que hablar.

Garam, que estaba doblando una sudadera sobre su cama, se tensó al escuchar su voz, pero rápidamente giró los ojos sin mirarlo siquiera.

─No tengo nada que hablar contigo.

Jimin soltó una risa incrédula, negando con la cabeza, y dio un paso más hacia ella, sin perder su mirada fija en la espalda de Garam.

─No me jodas, Garam. Llevas actuando raro desde que volví de Nueva York. Apenas me hablaste en la cena de nuestras madres, ni siquiera me diste la bienvenida en el apartamento. Para ser alguien que supuestamente es mi mejor amiga, es como si me estuvieras evitando.

El tono de Jimin la golpeó como un balde de agua fría. Garam apretó los labios, su corazón palpitaba con fuerza, pero no podía ceder. No podía decirle lo que realmente sentía. Así que, con una calma tensa, respondió.

─No te estoy evitando.

Jimin alzó una ceja, la incredulidad es evidente en su rostro. Cruza los brazos con más fuerza, acentuando su postura desafiante.

─¿Ah, no? Entonces dime por qué no contestabas mis mensajes mientras estaba en Nueva York. Me dejaste en visto tantas veces que hasta pensé que habías cambiado de número.

-Estaba ocupada. -Respondió Garam, pero su voz sonó más vacía de lo que hubiese querido.

Jimin soltó una risa sarcástica, como si esas palabras no tuvieran ningún peso.

─¿Ocupada? Claro. ¿Ocupada ignorándome?

Garam cerró los ojos un momento, el peso de sus palabras era una molestia. La presión en su pecho era insoportable. Tenía que ser fuerte. No podía permitir que él supiera la verdad. De repente, sin pensar, la frase salió de su boca.

─¿Por qué no me lo dijiste?

Jimin frunció el ceño, desconcertado.

─¿De qué hablas?

Garam lo miró por fin, sus ojos oscuros brillan con una mezcla de herida y algo mucho más profundo. Un dolor callado que nunca había dejado ver. En su pecho, la ira y la decepción la quemaban.

─Tú y Eunha. -Su voz fue más firme de lo que pensaba. Cada palabra es un golpe que le dolió pronunciar ─¿Por qué no me dijiste que estaban juntos? ¿Por qué tuve que enterarme es Nueva York? ¿Por qué tuve que verlos yo? -Murmuro lo último.

Jimin parpadeó, sorprendido, antes de soltar un suspiro que resonó como algo mucho más vacío de lo que pretendía. Pasó una mano por su cabello blanco, tratando de deshacerse de la incomodidad.

─Garam, no pensé que fuera algo tan importante. Vamos, se supone que deberías estar feliz por mí. ¿O qué? ¿Tienes miedo de que lastime a tu hermana? Porque si es eso, puedes estar tranquila. No haría algo así.

Un escalofrío recorrió la espalda de Garam. Sus manos temblaban ligeramente, lo que la hizo apretar los puños con fuerza. Pero no podía ceder. No podía mostrar lo que sentía.

─No es eso. ─Dijo, en un susurro tan bajo que casi no se oyó.

Jimin la miró, esperando una respuesta que nunca llegó. La tensión entre ambos era palpable, como una cuerda tensándose hasta el límite. Finalmente, Garam, incapaz de soportarlo más, dio un paso atrás. Tomó su chaqueta con un movimiento brusco y se dirigió hacia la puerta.

─¿A dónde vas? -Preguntó Jimin, un ceño fruncido marcando su rostro.

─No puedo estar aquí ahora mismo. ─Fue lo único que pudo decir antes de salir, sin mirar atrás. Sabía que Jimin no iba seguirla.




"A veces, las respuestas no vienen de las palabras,

sino de los silencios compartidos"





La lluvia caía con más fuerza, y Garam caminaba bajo ella sin rumbo. Las gotas chocaban contra su piel, y no le importaba. De alguna manera, el agua fría parecía aliviar el ardor que sentía dentro de su pecho. A cada paso, sentía como si se alejara más de todo lo que no podía expresar. De Jimin. De su propia confusión. De sí misma.

Finalmente, llegó a la casa de Park Dalmi, donde su madre estaba viviendo temporalmente. Era su único refugio, el único lugar donde podía escapar. Pero justo cuando subía los escalones hacia la puerta, esta se abrió antes de que pudiera tocarla.

Jungkook apareció frente a ella. Su cabello rubio caía desordenado sobre su rostro, y algunas gotas de agua resbalaban por los tatuajes visibles en su piel. Sus labios se curvaron en una sonrisa divertida, y el piercing en su boca brillaba un poco.

─Parece que no te fue bien.

Garam frunció el ceño, impaciente. Intentó empujarlo para pasar, pero en su prisa, tropezó con el borde de la puerta. Antes de que pudiera caer, Jungkook la atrapó con facilidad, sus manos fuertes están sujetándola de la cintura. Estaban demasiado cerca. Su respiración se mezclaba con la de él, y el contacto la hizo sentir una extraña corriente recorrer su cuerpo.

─Vaya, ni siquiera has bebido y ya estás cayendo por mí ─Bromeó, el tono provocador en su voz es más marcado de lo que esperaba.

El rostro de Garam se tiñó de rojo, pero no respondió. En lugar de eso, se apartó rápidamente de su agarre, sin saber por qué su corazón latía tan rápido. Jungkook la observó en silencio durante unos segundos antes de cruzar los brazos, su sonrisa ladina no estaba desapareciendo.

─Déjame adivinar. No quieres ver a Jimin ahora mismo, ¿Verdad?

Garam apretó los labios, sin querer darle la razón, pero tampoco negándolo. Jungkook inclinó ligeramente la cabeza, como si estuviera considerando algo.

─Si no tienes a dónde ir, puedes venir a mi apartamento ─Ofreció de repente.

Garam lo miró, sorprendida. Su incredulidad era palpable.

─¿Qué?

Jungkook se encogió de hombros, manteniendo su sonrisa traviesa.

─Solo digo que si no quieres lidiar con tu madre o con la madre de Jimin, es mejor que vengas conmigo. Pero claro, si prefieres quedarte bajo la lluvia o escuchar un sermón, adelante.

Garam estaba desconcertada. ¿Desde cuándo Jungkook se ofrecía a ayudarla? ¿Por qué de repente estaba siendo tan... amable? La lluvia seguía cayendo con fuerza, y ella temblaba levemente por el frío.

Finalmente, suspiró, dejando caer su mirada al suelo.

─Está bien. Vamos.





"A veces, las respuestas no vienen de las palabras,

sino de los silencios compartidos."






La noche se sentía pesada en el apartamento de Jungkook. La luz suave provenía de una lámpara que iluminaba débilmente el ambiente, y los sonidos de la ciudad se desvanecían poco a poco mientras la tensión entre ambos se alzaba. Garam estaba recostada contra el respaldo del sofá, sus piernas estaban cruzadas con una actitud relajada, aunque sus ojos castaños no podían ocultar la preocupación que llevaba dentro. Su cabello castaño con flequillo caía suavemente sobre su frente, y su expresión delataba lo que su boca aún no se atrevía a decir.

Jungkook estaba parado junto a la ventana, con una pierna ligeramente doblada, las manos metidas en los bolsillos de su chaqueta. Su cabello rubio, largo y lacio caía sobre su rostro de manera despreocupada, pero sus ojos, de una intensidad impresionante, no dejaban de estudiar a Garam. Tras unos segundos de silencio incómodo, se giró lentamente hacia ella y, sin cambiar la postura, dejó escapar una sonrisa ladeada. Su rostro de mandíbula fuerte y tatuajes visibles bajo la camiseta ajustada lo hacían aún más atractivo, pero la expresión que mostraba en ese momento era de pura curiosidad.

─¿Entonces qué pasó con tu discusión con Jimin? ─Preguntó Jungkook, en tono casual, casi como si no importara, aunque su mirada denotaba el interés detrás de su pregunta.

Garam levantó la vista hacia él, sin mirarlo directamente, pero sus ojos, de un castaño cálido, se entrecerraron ligeramente. Su rostro, aunque sereno, tenía una tensión sutil que Jungkook no pasó por alto.

─Ya sabes por qué fue. ─Respondió Garam, pero su voz sonó más vacía de lo que hubiese querido. La verdad, aunque no quería admitirlo, se sentía expuesta.

Jungkook frunció el ceño, no esperando esa respuesta tan directa, pero algo en su interior le decía que ya sabía por dónde iba esto. Aunque no pensó que Garam realmente se lo tomara tan a pecho.

─¿En serio? No pensé que te importara tanto. ─Dijo él, acercándose un paso más, su mirada es fija en ella, como si tratara de entender su reacción.

Garam suspiró, sintiendo cómo una mezcla de frustración y resignación se apoderaba de su cuerpo. Sabía que Jungkook no tenía idea de lo que significaba, de lo que realmente había detrás de su enfado. Y eso, de alguna manera, la hacía sentir más vulnerable.

─Pues sí, me importa. ─Respondió ella, esta vez con un tono más serio y directo, sus ojos están fijos en el suelo mientras jugaba nerviosamente con la tela de su pantalón. ─Pero es complicado... ya no hay nada que hacer.

Jungkook, observando cómo sus palabras afectaban a Garam, no pudo evitar sentirse intrigado. ¿Qué quería decir con "complicado"? ¿Qué tipo de relación tenía con Jimin? Sin poder resistirse, dio otro paso hacia ella, ahora completamente desconcertado.

─¿Desde cuándo...? No me digas que... ¿Tienes sentimientos por él? ─Dijo, casi con una ligera sonrisa en el rostro, como si le estuviera haciendo una broma.

Garam lo miró de reojo, casi como si no quisiera decirlo, como si la idea de abrirse a él fuera un desafío. Pero, después de un rato, y con una leve sonrisa que no alcanzó a esconder la tristeza, finalmente habló.

─Sí, los tengo. ─Suspiró y cerró los ojos por un momento. ─No sé cómo ni cuándo, pero durante toda mi infancia siempre lo quise. Y aunque traté de que me viera, nunca lo hizo. No lo hará, ya lo entendí.

Jungkook la observó en silencio, sus ojos están fijos en ella, como si intentara descifrar lo que acababa de decir. Algo en sus palabras lo había tocado, aunque no quería admitirlo. Se recostó un poco en la pared, cruzando los brazos y observándola desde otro ángulo, de una manera que Garam no esperaba.

─Mira, Garam... Jimin no es el único en este mundo, ¿Sabes? Si no te ve de esa manera, tal vez es porque no es lo que necesitas. ─Dijo, con un tono más suave, más pensativo. ─No te mates por alguien que no sabe lo que tiene. Lo mejor es que sigas adelante.

Garam, al escuchar esas palabras, no pudo evitar sentir un pequeño alivio, aunque todavía la tristeza rondaba su pecho. Era extraño escuchar esas palabras de Jungkook, alguien que, hasta hace poco, solo le había dado razones para desconfiar.

─No sé si puedas entenderlo, Jungkook. Es difícil. ─Respondió ella, con una leve sonrisa que delataba más vulnerabilidad de la que intentaba mostrar.

Jungkook, por un segundo, pensó en lo que había dicho. De alguna manera, la actitud fría y distante que siempre había tenido con ella se desvanecía, reemplazada por un toque de comprensión. No era que le importara profundamente, pero, en su forma ruda y arrogante, Jungkook sabía que era mejor ser sincero.

─Te sorprenderías. ─Dijo, y de repente, una sonrisa se asomó en sus labios. ─Además, si te vas a quedar esta noche, puedes dormir en la sala o en el suelo. Yo dormiré en mi cuarto. Así te quedas tranquila, ¿No? -Expreso divertido, cambiando el tema.

Garam lo miró, desconcertada por su actitud. ¿Qué quería decir con eso?

─¿Me quedo tranquila? ¿Por qué? ─Preguntó, arqueando una ceja, claramente confundida.

Jungkook la miró de manera traviesa, sonriendo de una manera que solo él sabía hacerlo. Su rostro parecía relucir con una chispa divertida.

─Porque no quiero que pienses que tengo intenciones raras. Ya sabes, por si piensas que soy un pervertido. Mejor que descanses tranquila aquí o allí. ─Señalo el suelo. ─Como tu prefieras. -Dijo con una risa baja, como si todo eso fuera una broma.

Garam no pudo evitar soltar una risa nerviosa, pero le pareció tan típico de él. El comentario la desconcertó y la hizo sentir un poco más relajada. Algo, aunque fuera una simple broma, había hecho que el ambiente se aligerara.

─Vaya hospitalidad. ─Dijo ella, mientras negaba con la cabeza. ─Pero es algo que debía de esperarme, viniendo de ti, Jeon Jungkook.

Jungkook la miró, con una sonrisa cómplice.

─Me conoces tan bien, Jo Garam. ─Respondió, y con esa respuesta, Garam no pudo evitar reírse aún más.

Y así, con una pequeña broma y un gesto inesperado, la tensión se disipó. Aunque ambos sabían que había más bajo la superficie, esa noche, al menos, estaban un poco más cerca de entenderse.

¡Hola! ¿Qué les pareció este episodio? ¿Qué creen que pase en el siguiente?
¡Nos vemos en otra actualización! No olviden comentar y votar, me motiva mucho para actualizar. 🌷

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro