Capitulo 3.
❝All of the evil eyes❞
La limusina real con banderas de Auradon se detuvo en el viejo garaje, gracias a las instrucciones que Evie le había dado a Rosie, quien apagó las luces y el motor. Todos se desabrocharon los cinturones y descendieron del vehículo.
La agente del PPP se guardó las llaves en el bolsillo interior de su chaqueta, mientras la princesa malvada y el joven ladrón observaban a su alrededor con desconfianza, vigilando que nadie estuviera oculto en las sombras.
—Ben, ayúdame con la lona. —Pidió el pecoso, señalando una manta que se encontraba en un canasto enorme, los dos se dirigieron hacia allí para tomarla entre ambos y caminar con la misma hacia la parte delantera del automóvil. — ¿Jay?
— ¿Si? —Respondió el descendiente de Jafar, haciéndole señas con los dedos para que se la lanzara. De Vil lo hizo, y los cinco empezaron a desdoblarla, acomodándola para cubrir la limusina. Se acercó a la chica de cabello azul para ayudarla. —Yo lo hago.
—Es realmente raro volver aquí. —Mencionó la hija de Regina, incómoda, aterrada e insegura. El moreno miró hacia su alrededor, luego a ella.
—Entramos y salimos. —Dijo el chico de cabello largo para tranquilizarla. Evie asintió con la cabeza, luego volvió a ver a sus costados.
—Deberíamos quitarle las banderas. —Propuso Rosie.
— ¿Y perder tiempo valioso? —Replicó el joven ladrón, volteando la cabeza para observarla con desaprobación. —No, entramos, buscamos a Mal; volvemos y fin del problema.
— ¡Jay! —Volvió a llamarlo Carlos, para que lo ayudara y para que dejara a la muchacha en paz. Le arrojó una lona más y los tres VKs volvieron a extenderla por la otra mitad del vehículo.
—Permíteme ayudarte, por favor. —Se ofreció la chica de Costa Luna, rodeando la limusina para estirar mejor aquella manta.
—Gracias. —Murmuró el dueño de Dude, sonriéndole amistosamente. —No le hagas caso a Jay, está un poco alterado. Es un buen chico, solo... es un poco sobreprotector.
—Hay una diferencia entre ser sobreprotector y ser un maleducado. —Exclamó Rosie, negando con la cabeza. —Pero, siendo honesta, me lo esperaba. Los criaron sus padres, después de todo. Solo voy a darle un poco de tiempo para que entienda que estoy de su lado, no en su contra. —Dijo, pacientemente.
Ambos estaban tan inmersos en aquella charla, igual que los otros dos VKs estaban intentando no perder la cabeza, que ninguno se dio cuenta de que el rey de Auradon comenzó a caminar hacia uno de los túneles que conectaban el viejo garaje con algún lugar peligroso.
—Hey, ¿qué hay aquí adentro? —Preguntó el castaño, su voz hizo un poco de eco.
— ¡Ben! —Lo llamó la agente del PPP.
Los demás se percataron de donde estaba y dejaron el vehículo para aproximarse hacia él, Carlos lo tomó del brazo para apartarlo.
—No quieres saberlo. —Afirmó Jay, dándole una palmadita en la espalda baja. El chico Bestia volvió a observar hacia el túnel, curioso, pero Evie lo tomó del brazo para acercarlo hacia donde estaban el pecoso y Rosie.
—Hey, chicos, manténganse tranquilos; ¿okay? —Pidió el menor de los VKs. —Lo último que necesitamos es que nuestros padres descubran que estamos aquí.
El joven ladrón lo miró a los ojos, asintiendo y señalándole con la cabeza que tomara la delantera, así que ambos se giraron y Carlos comenzó a caminar; siendo seguido por su mejor amigo. La princesa malvada fue tras ellos, colocando ambas manos en sus caderas. Finalmente Rosie y Ben fueron detrás, mientras que la muchacha se aseguraba de que el rey de Auradon no hiciera ninguna estupidez.
Una vez que entraron al mercado, Evie permitió que Ben tomara la delantera, mientras que la reina de Costa Luna caminaba junto a ella.
Dos niños se ocultaron detrás de una mujer y, cuando vieron a ambas jóvenes pasar juntas, no dudaron ni un minuto en correr hacia ellas; chocándolas "por accidente" mientras otros dos niños se acercaban por detrás de ambas para robarles lo que sea que pudieran quitarles.
— ¡Hey! —Protestó la princesa malvada, tomando el brazo del primer niño que chocó con ella. En sus ojos, la VK pudo notar el miedo del pequeño.
Carlos y Jay giraron sus cabezas, deteniéndose al oír aquello, mientras que el castaño siguió caminando; demasiado perdido en sus propios pensamientos.
— ¡No! —Se opuso Rosalinda, dispuesta a pelear de ser necesario.
Ambas chicas fueron lo suficientemente rápidas como para tomar los brazos de cada uno de sus ladrones con ambas manos, quienes trataban de forcejear para liberarse.
— ¡Hey! ¡Hey! ¡Deténganse! —Ordenó la princesa malvada, los niños obedecieron, aterrados.
—No les vamos a hacer daño. —Los tranquilizó la chica de Costa Luna, observando a los cuatro chicos. Evie miro el par de guantes extra que uno de los niños le había arrebatado, luego vio unos dulces que el niño que le había robado a Rosie había sacado del bolsillo trasero de su pantalón. Ambas chicas intercambiaron miradas, decidiendo al instante lo que debían hacer.
—Solo tómenlos. —Accedió la chica de cabello azul. —Váyanse.
Las dos soltaron a los niños, viendo como los cuatro corrían lejos. Robar era lo único que, posiblemente, esos pequeños siempre habían conocido. Robaban por necesidad, tal vez, siendo inconscientes -o probablemente muy conscientes- de lo peligroso que era; de que en aquel lugar no solía existir gente como ellas que los dejarían ir impunes. Esa vez habían tenido suerte. Pero tal vez... la próxima vez no la tendrían.
Ambas se giraron, solo para descubrir que solo dos chicos las estaban esperando.
—Ugh. Ben... —Dijeron las dos al unísono antes de continuar caminando, alcanzando a los VKs y apresurando el paso. Debían encontrarlo rápido.
El joven estaba en una de las tiendas del mercado, sonriendo con nerviosismo y mirando a su alrededor, entusiasmado por estar en la Isla. Se dio cuenta de que no estaba solo, había un pirata cruzado de brazos, recargado sobre varias maderas. El rey se aproximó a él y levantó un brazo para saludarlo, pero luego cambió de opinión y le ofreció su mano, recibiendo un gruñido por respuesta. El castaño comenzó a retroceder, mientras el pirata se le acercaba cada vez más, hasta que los VKs y Rosie aparecieron.
—Ben, detente. —Ordenó Evie, mientras la agente del PPP lo tomaba del brazo, apartándolo de su posible agresor.
—Solo detente. —Le suplicó Rosie, aunque ya estaba comenzando a perder la paciencia, por lo tanto hizo que aquel comentario sonara más como una orden.
— ¡Hey, hombre! —Gruñó Carlos, interponiéndose entre el pirata y el rey, Jay se colocó detrás del pecoso para tomarlo del cuello de su chaqueta con delicadeza y hacerlo retroceder. El pirata regresó a recargarse contra las maderas, indignado.
— ¿Por qué? —Quiso saber Ben, confundido.
—Esto no es un desfile. Es la Isla. —Le recordó la princesa malvada.
—Y eres más escurridizo que una rata. —Dijo la reina de Costa Luna, luego suspiró.
—Mantén tus manos en tus bolsillos, a menos que estés robando. —Le indico Jay. Evie colocó ambas manos en sus caderas.
—O te encorvas o te pavoneas. —Añadio De Vil.
—Y no saludes a desconocidos. —Prosiguió Rosie. —Nosotros somos los únicos en los que puedes confiar mientras estemos aquí.
—Y nunca, jamás, sonrías. —Mencionó la descendiente de Regina.
—Okay, gra... —Comenzó a hablar Ben, pero la chica del PPP le dio un golpe en el pecho.
— ¡No! —Lo interrumpió Evie, levantando un dedo. —No "gracias" y deja el "por favor", también. —Añadió, bajando su dedo.
—Simplemente, no hagas nada que pueda provocar tu muerte. —Insistió la agente del PPP, tratando de ser lo suficientemente clara. —Y no te alejes, porque si lo vuelves a hacer, te voy a mandar a donde sea que esté Carter de una patada en el trasero.
El hijo de Bella tragó saliva con dificultad, asintiendo con la cabeza. Los VKs intercambiaron miradas de confusión, pero evidentemente no tenían tiempo ni ganas de hacer un interrogatorio en pleno mercado, debían seguir moviéndose.
—Solo... relájate. —Le pidió la princesa malvada, colocando su brazo en el hombro del rey, mirándolo con atención mientras colocaba su otra mano en su cadera. —Let me tell you something you can really trust. —Añadió, sonriéndole con picardía mientras Ben la observaba.
—Oh, una canción, genial. —Murmuró la reina de Costa Luna. —Carter las odia, pero yo las amo.
—Everybody's got a wicked side. —Cantó la descendiente de Regina, pasando por detrás de Ben y tomando su otro hombro para luego soltarlo y posicionarse a un lado de sus dos mejores amigos. —I know you think that you could never be like us. —Alardeó, mientras los tres hacían poses y levantaban sus mentones como muestra de superioridad.
—Watch and learn, so you can get it right. —Dijo Evie, usando dos dedos para señalar los ojos del rey y luego los suyos. Carlos pasó por delante de él, haciéndole la misma seña que su mejor amiga, antes de darle la espalda mientras la VK se arreglaba el cabello.
—You need to drag your feet. —Cantaron los tres, avanzando un poco y dando una vuelta, mientras Ben y Rosie los miraban. —You need to nod your head.
El castaño se cruzó de brazos, haciéndose a un lado.
—You need to lean back. —Dijeron los VKs, Ben se recargó contra el pirata, sonriendo y alejándose al percatarse de lo que acababa de hacer. Rosie le dio un golpe en la nuca, por idiota. Los muchachos se tiraron al piso y Evie dio otra vuelta. —Slip through the cracks.
—You need to not care. —Insistieron los chicos de la Isla, mientras Carlos y Jay se levantaban del suelo, el pecoso se acercó al rey.
—Uh, you need to not stare. —Le dijo De Vil, dándole una palmadita en el mentón mientras el joven ladrón le arrebataba la billetera al castaño.
—You need a whole lotta help. —Exclamaron Rosie, Jay, Evie y Carlos; uniendo sus manos en señal de súplicas mientras el descendiente de Jafar revisaba la billetera de Ben.
—You need to not be yourself. —Le aconsejó la princesa malvada, justo cuando el rey se percataba de lo que hacía el moreno y le quitaba su billetera para luego volver a guardársela. Evie se colocó delante del hijo de Bella y Bestia, captando su atención.
—You wanna be cool, let me show you how. —Siguió cantando la chica de cabello azul, bailando. —Need to break the rules, I can show you how. —Añadió antes de darse la vuelta.
—And once you catch this feeling... —Dijo Evie.
—Yeah, once you catch this feeling... —Se le unieron los VKs mientras ella colocaba una mano en su cadera. Ben se limpió el polvo del hombro, tratando de imitarlos, pero Carlos le dio una palmada en el pecho para que dejara de hacer el ridículo y prestara mucha más atención. —...you'll be chillin', chillin', oh, chillin' like a villain.
—Chillin'... —Canto Rosie, viendo como los chicos de la Isla bailaban, así que ella decidió seguir sus pasos. Para su suerte, lo hacía bastante bien.
Ben se chupó dos dedos antes de tratar de imitarlos, moviendo los brazos y las piernas mientras observaba hacia el piso.
—Chillin' like a villain... —Repitieron los VKs, avanzando un poco.
—Chillin'... —Dijeron Evie y Rosie.
—Chillin' like a villain... —Insistieron los chicos de la Isla, dándose la vuelta junto a la agente del PPP y viendo los pasos de baile del rey. — ¡Hey! —Le llamaron la atención, elevando sus brazos.
El chico Bestia levantó la cabeza, viendo como sus amigos se colocaban en fila para irse, por lo tanto el fue tras ellos.
—Chillin like, chillin like... —Dijeron mientras caminaban, hasta que Ben se distrajo y se acercó a un vendedor ambulante.
— ¡Hey! —Gritaron las muchachas.
—A villain... —Añadieron Carlos y Jay, viendo como la diseñadora iba a buscarlo, tomándolo del brazo.
—You draw attention when you act like that. —Le hizo saber Evie, apartándolo del vendedor con brusquedad, el tipo dio una vuelta y se fue. —Let us teach u how to disappear. —Añadio, mientras Ben sonreía y los VKs junto a Rosie se trepaban a una madera.
—You look like you would lose a fight to an alley cat. —Mencionó la descendiente de Regina, agachándose para mirar al castaño, teniendo a Jay detrás de ella. —You gotta be wrong to get it right 'round here.
Los cuatro se incorporaron, aun estando sobre la madera, mientras Evie y la agente del PPP maullaban.
—You need to watch your back. —Le aconsejaron los VKs, girando las cabezas hacia donde se encontraba Curl Up & Dye. Caminaron por la madera, manteniendo el equilibrio y el estilo. —You need to creep around.
Dentro del salón de belleza de los Tremaine, Mal había recogido todas las cosas que Harry había tirado y las había vuelto a colocar sobre el mostrador, mientras Dizzy había hecho todo lo posible para quitarle el chicle del cabello a Carter; sin arruinar demasiado su estilo.
—You need to slide real smooth. —Dijeron Evie, Carlos, Rosie y Jay; deslizándose sobre la madera. Ben quiso imitarlos y, al hacerlo, chocó con un bote de basura. Los demás saltaron al suelo. —Don't make a sound. —Añadieron, mientras el pecoso se llevaba los dedos a los labios.
— ¿Qué fue eso? —Quiso saber la joven de Luisiana, aproximándose hacia la ventana del salón solo para ver aquella escena en la que cuatro extraños que le daban la espalda pasaban por debajo de una madera y se acercaban hacia un tipo que tenía ropa de cuero azul. — ¿¡Otro número musical!? ¡Me lleva el demonio! ¡Detesto este lugar! —Protestó, dejando escapar un bufido.
—And if you want it, take it. —Añadieron Rosie, Carlos, Evie y Jay. —And if you can't take it, break it. —Prosiguieron, los chicos y la chica de Costa Luna dieron una vuelta que Ben trato de imitar pero se cayó al suelo; así que el pecoso lo ayudó a incorporarse.
Y eso fue todo lo que Carter necesito para reconocerla. Había visto su rostro, en apenas unos pocos segundos, pero eso había sido más que suficiente para que la joven la observaba con más atención; dándose cuenta de que ahora ella vestía ropa de cuerpo y le quedaba malditamente bien.
La chica que estaba dentro de la peluquería pensó que esas prendas la hacían verse más sexy de lo que ya era, cuanto daría ella por arrancar... No, no; concéntrate Mason.
—Ella está aquí. —Exclamó la ex vendedora de cebo, entrando en pánico.
—If you care about yourself... —Dijeron Carlos, Rosie y Jay.
— ¿Celia? —Quiso saber Dizzy, ladeando la cabeza mientras contaba el dinero que la hija del mayor Mason le había dado.
—No, tu novia no vino, la mía si. —Replicó Carter, entrando en pánico. — ¡Y se ve más sensual que nunca!
—Seriously, you need to not be yourself. —Le echó en cara la princesa malvada, jugando con su cabello mientras los cinco retrocedían hasta sentarse en la madera.
—Entonces te recomiendo que salgas de aquí y le comas la boca, tu... eh... —Le aconsejo la ojiverde, que aun seguía ahí, y desgraciadamente no sabia el nombre de la contraria.
—Carter. —Se presentó la muchacha, que aún estaba cerca de la ventana. —Y no puedo hacer eso.
—Soy Mal. —Dijo la descendiente de Malefica, luego elevó una ceja, tomando una lima de uñas que estaba encima del mostrador y empezando a usarla. — ¿Por qué no? ¿Temes que ya no te quiera? ¿O te avergüenza ser VK? —Dudo, intrigada.
—No soy una VK. —Replicó Carter, apartándose de la ventana antes de que su amada la viera. —Y tampoco tengo miedo de que ella no me quiera, nuestro amor ha soportado muchas cosas, pero... hay una gran parte de mi pasado que ella no sabe.
—You wanna be cool. —Siguió cantando Evie, mientras los cinco se inclinaban hacia atrás, aún sentados en la madera. Volvieron a enderezarse y comenzaron a chasquear los dedos inmediatamente. —Let me show you how.
—Bueno, mi chica sabe todo sobre mi pasado y mi presente... pero ella es feliz en Auradon y yo... ya no lo era... así que tuve que volver. —Se lamentó Mal, haciendo una mueca.
— ¡Sabía que estabas enamorada de Evie! —Mencionó Dizzy con euforia, no solo porque siempre había tenido la razón, sino porque Celia le debía 100 dólares ahora que su amiga acababa de confirmar aquella atracción que la menor siempre había percibido. — ¿Por que ya no eras feliz en Auradon...?
—Me sentía demasiada presionada al estar con Ben... así que termine con él...Pero ahora ella tiene a alguien más... Y no pude soportarlo. —Dijo la ojiverde, bajando la mirada.
—Need to break the rules. —Dijo la princesa malvada, mientras todos se cruzaban de brazos y colocaban una pierna encima de la otra, moviendo sus cabezas mientras observaban a su alrededor. —I can show you how. —Prometió antes de incorporarse.
—O sea que tú tienes a tu chica ahí afuera... —Exclamó la hija de Drizella, señalando a Carter. —...y tu chica está en Auradon... —Añadió, las dos adolescentes asintieron con la cabeza.
—And once you catch this feeling. —Canto Evie, mientras los demás se levantaban y se colocaban a sus costados.
—Tu creíste que jamás volverías a verla... —Siguió hablando la pelirroja, observando hacia Carter mientras la señalaba. —Pero ella está literalmente ahí afuera, a metros de tu alcance.
—Yeah, once you catch this feeling, you'll be chillin', chillin', oh, chillin' like a villain... —Siguieron cantando todos.
—Y tu crees que, porque Evie tiene a alguien más, no dejaría a esa persona por ti. —Dijo la pequeña VK, girando la cabeza hacia Mal. —Ok, les tengo una sorpresa, cierren los ojos.
Las muchachas no tardaron ni un minuto en hacerle caso a la menor, quien se aproximó hacia ambas, tomando sus manos y haciéndolas caminar por el salón.
—Chillin... —Dijeron las chicas, todos giraron la cabeza hacia la derecha, excepto Ben. La princesa malvada le dio una suave palmada para que mirara hacia el frente.
La pelirroja las llevaba hacia donde quería lentamente, mientras las otras dos idiotas se dejaban guiar por una niña adorable.
— ¿Qué vamos a hacer? —Quiso saber Carter.
—Chillin' like a villain, hey, chillin, chillin' like... —Cantaron, mientras se retiraban en fila, escabulléndose por un callejón y perdiéndose de vista.
— ¿Qué van a hacer? ¿Es una pregunta? —Murmuró la prima de Anthony, haciéndose la tonta.
Dizzy las soltó para abrir la puerta del salón, entonces volvió a colocarse detrás de ambas.
— ¡Demuéstrenles que no olvidan que ellas son quienes son y que no olviden quienes son ustedes! —Sugirió la pelirroja con un tono serio y seguro. —Ahora ya saben donde están, ¡vayan, enfrenten el problema, peleen; ganen! —Añadió, elevando ambos brazos antes de empujarlas fuera del salón, haciéndolas caer al piso.
Las dos adolescentes abrieron los ojos, quejándose del dolor.
—Y búsquenme cuando vuelvan, ¡adoro sus visitas! —Dijo la menor, sonriendoles con dulzura. — ¡Ah, y dejen de ser tan cobardes! —Pidió antes de dar un portazo.
—Esa chiquilla tiene agallas. —Exclamó Carter, levantándose del suelo y ayudando a la contraria a hacer lo mismo.
—Supongo que se ha ganado el puesto de la Mevie shipper número 1. —Comentó Mal, dándose cuenta de que ya no había nadie fuera del salón.
Las chicas intercambiaron una mirada de resignación y empezaron a sacudirse el polvo de la ropa antes de retirarse por caminos separados.
Mientras tanto, en el callejón, los VKs y ambos miembros de la realeza se detuvieron luego de caminar durante unos minutos.
—I really wanna be bad a lot. —Afirmó Ben, tomando la mano de Jay para luego colocarse en medio de Carlos y Evie. —And I'm giving it my best shot.
Rosie sonrió al oír aquello.
—But it's hard being what I'm not. —Se lamentó el rey, viendo como la sonrisa de su amiga se transformaba en un semblante serio.
—Well, if you don't, you're gonna get us caught. —Le dijo De Vil, dándole un golpe en el pecho al castaño.
—He's right, we gotta stay low key. —Le dio la razón Evie, mirando con seriedad a Jay, Rosie y Ben. —Now, show us how bad you can be.
—Like this? —Dudó el rey, sacando de sus prendas unos anteojos que le había robado a la princesa malvada y colocándoselos. Luego metió la mano en los bolsillos interiores de su chaqueta y sacó un reloj de Jay, el celular de Carlos y un perfume de Rosie; decidió entregar las tres últimas pertenencias a sus dueños, quienes guardaron todo. —Like this?
—Yeah, yeah, yeah. —Concordó la princesa malvada.
—Oh, yeah, I think I got this. —Mencionó el chico Bestia, quitándose los anteojos y devolviendolos a Evie. —Let's go, I'm ready to rock this.
Antes de que los demás pudieran caminar, Ben extendió sus brazos, deteniéndolos.
—And I ain't gonna thank you for your help. —Añadió el castaño, bajando sus brazos, feliz. —I think I found the worst in myself.
—You wanna be cool, let me show you how. —Cantó Evie, mientras todos caminaban, para luego seguir bailando mientras la muchacha tomaba la delantera. —Need to break the rules, I can show you how.
—And when you catch this feeling... —Siguió la princesa malvada.
—Yeah, when you catch this feeling, you'll be chillin', chillin', oh, chillin like a villain—Se le unieron los demás. —Chillin', chillin' like a villain, chillin, chillin' like a villain, chilln', chillin' like a villain, chillin', hey! Chillin' like a villain.
Una vez que terminaron de cantar, Ben tomó la delantera sin dejar de bailar, mientras los demás descansaban por unos minutos, sin perderlo de vista.
En el mismo callejón, Gil acababa de robar unos huevos, así que se alejó del puesto mientras observaba a la vendedora; esperando que no se diera cuenta. Entonces chocó con el castaño.
—Hey, hombre. —Dijo el pirata. —Hey. —Añadió, mientras los VKs y Rosie se colocaban a los lados del rey, alerta.
—Hey, te conozco. —Afirmó el descendiente de Gaston, viendo como los demás negaban con la cabeza.
—Uh, no. Yo tampoco te conozco, hombre. —Se opuso el hijo de Bella, bajando un poco la cabeza.
—Uh, si, lo haces. —Insistió Gil, sonriendo, pero el contrario seguía negando con la cabeza, convencido. —Vamos, viejo. ¿En serio? ¿Huh?
Evie y Ben intercambiaron miradas de preocupación.
—Hombre, te daré una pista. Mi papá es rápido, hábil y su cuello... es increíblemente grueso. ¿Huh? Vamos, hombre. Yo se... —Siguió hablando el rubio, desviando la mirada hacia la pared, su sonrisa desapareció al ver un poster escrito en el que se veía a la pareja real. Los otros giraron para verlo, mientras el pirata señalaba el cartel y luego al castaño, nuevamente al póster mientras los ojos de los demás seguían su dedo; hasta que finalmente Gil comprendió todo y volvió a señalar al muchacho. — ¡Oh! ¡Tu eres el rey Ben!
—Okay, vámonos. —Dijo Evie, harta, mientras los chicos lo tomaban por los brazos y el quinteto se alejaba rápidamente.
—Si, si, tú totalmente eres el rey Ben; y tú totalmente eres J-Jay, Carlos, Evie y a ti no te conozco pero me pareces muy adorable. ¡Hey, chicos! —Exclamó el muchacho, señalándolos y viéndolos marcharse, hasta que se percató de lo importante que era el descubrimiento que acababa de hacer. — ¡Oh, Uma va a amar esto! —Gritó, dándose la vuelta y trotando con felicidad hacia el bar de Úrsula.
¡Por supuesto que sus mejores amigos lo dejarían volver a entrar cuando supieran las noticias que él traía!
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