Entrenamiento Básico
Espero que les guste~
Nota: Inspirado en un tiktok que me encontré y que esta basado en el episodio de la segunda temporada, "Bitzer's Basic Training", pero con cierto drama porque...bueno, soy yo xD
Nota-2: Siempre me pareció que Shaun tiene buenas intenciones pero al mismo tiempo, ama el caos xD
Nota-3: En serio, muchas gracias a quienes estar leyendo este libro ¡Los adoro!
Shaun no puede negar que a pesar de que Bitzer es su mejor amigo y todo eso, se divierte mucho al verlo sobre reaccionar. Hay algo extrañamente divertido en el can cuando algo lo hacia entrar en crisis, en su expresión llena de pánico y en las palabras arrastradas que sonaban más como aullidos medio ahogados, en la forma en la que agitaba las patas con pánico y se removía con ansiedad en su lugar. Siempre era entretenido de ver como la propia mente del perro iba en su contra en ciertas situaciones.
Así que el cordero se permitió unos segundos para mirar al perro hacer exactamente eso, entrar en pánico, alarmado por supuesto por le simple hecho de que el granjero estaba hablando por teléfono y en sus manos sostenía algo relacionado con compra de perros ovejeros, creyendo con firmeza al parecer que iba a ser reemplazado o algo por el estilo, Shaun no le presto mucha atención a eso, más entretenido al decir verdad con esa escena tan familiar antes de bajar la vista y ojear de manera distraída el libro sobre obediencia que el hombre había dejado caer antes de entrar, tarareando para si mismo, sintiendo que una idea llega a él.
Se ofrece a ayudar sin mucho problema, porque es lo siempre hace cuando algo así sucede, ganándose una gran sonrisa llena de alivio del parte del perro. Aunque el cordero tiene intenciones contradictorias en todo eso. Quiere ayudar, en serio que si, esta más que dispuesto a repasar con el perro todas esas cosas que muestran en el libro a pesar de que no tiene muy en claro la razón de porque es tan importante pero no tiene problemas en hacerlo, le gusta pasar tiempo con Bitzer y siempre esta dispuesto a extender una pesuña. Pero también, quiere ver que tan lejos puede llegar el can con tal de demostrar que aun es útil porque siempre era divertido las locuras que este podía causar cuando se dejaba llevar demasiado por sus propios miedos.
Además, Shaun estaba más que seguro de que el miedo del perro era totalmente infundado, porque confiaba ciegamente en que el granjero los amaba, a todos y cada uno de ellos pero en especial, se sabía que el hombre le tenía un especial cariño al perro, quien era el que mantenía de cierta manera la granja funcionando en este punto. Ninguno de ellos podía ser reemplazado, eran una familia, algo loca y llena de travesuras de todo tipo pero eran todos una familia.
Aunque...cree que pudo haber llevado las cosas demasiado lejos.
-¡No!- sus orejas se enderezan ante el aullido del perro y se acerca al muro de piedra que los separa de la casa, justo a tiempo para que la puerta de esta se abra de una manera ruidosa y brusca. Shaun se encoje un poco en su lugar ante la expresión llena de furia y frustración en el rostro del granjero, quien parece murmurar algo para si mismo mientras camina con grandes pasos, sus dedos aferrados al collar del desesperado can que intenta soltarse. -¡E-Espera, por favor!- Bitzer esta suplicando, haciendo gestos con las patas, luciendo como si intentara encontrar de donde engancharse para detener el avance ajeno pero no puede, luciendo más desesperado con cada paso en el que se acercan a la camioneta.
-¿Bitzer?- se siente como una escena algo surrealista, algo sacado de una pesadillas pero que esta sucediendo ante sus ojos. -¡Bitzer!- se siente inútil y algo desesperado, sabiendo que no puede hacer mucho en este punto, luchando por ignorar esa bola de culpa que empieza a crecer en su pecho ¿Eso fue su culpa? ¿Llevo las cosas demasiado lejos? ¿Había ocasionado que el granjero se hartara hasta el punto de estar dispuesto a deshacerse del perro?
-¡Lo siento, lo siento mucho!- el perro se remueve y cuando llegan a la camioneta, por un solo segundo los dedos del hombre sueltan el collar, él intenta alejarse pero no llega muy lejos antes de que las grandes manos del granjero lo sujeten y lo levanten sin mucho problema para ponerlo en la parte trasera. El humano aun luce molesto, bufando para si mismo mientras se mueve para subirse en el asiento del conductor y enciende el motor, mientras Bitzer parece resignarse en este punto, con las orejas bajas y mirada triste.
Shaun siente que su corazón se estremece y se rompe un poco en ese instante, no solo por el rostro angustiado de su amigo, sino por el hecho de que la camioneta se esta alejando de allí.
-Oh no...- se mueve, asomándose por el camino por donde la camioneta va, sintiendo que sus ojos arden con lagrimas ligeras que no tardan mucho en caer y sintiéndose incapaz de apartar la vista de la devastación total en el rostro del perro, incrédulo, incluso cuando el vehículo desaparece de su campo de visión.
Eso no llama demasiado la atención de nadie, porque no habían visto la escena que Shaun presencio y no tienen idea de la situación en si, así que el cordero se siente solo de repente, incapaz de compartir la culpa de lo ahoga o la angustia que lo invade pero pudiendo sentir las miradas fijas del rebaño en su nuca, curiosos por naturaleza, confundidos ante su falta de respuesta.
No hace mucho después de eso.
Es extraño que Shaun se quede quieto por demasiado tiempo en un solo lugar pero al cordero no le importa las miradas fijas y los murmullos a su alrededor, solo se mueve para acostarse en el medio del campo y allí se queda, su pesuña haciendo rodar casi de manera distraída la pelota de fútbol que alguien del rebaño pateo en su dirección en algún punto en un intento de que se uniera al juego y la dejo allí al rendirse, suspirando con tristeza. Su mente divaga, imaginando lo que le podría estar sucediendo a su amigo, temeroso de que realmente lo estuvieran entregando a una familia nueva o peor aun, siendo entregando a un refugio de animales para ser encerrado en una jaula, solo logrando que la culpa en su pecho creciera hasta ahogarlo.
Apenas levanta la cabeza ante el balido del rebaño, enderezándose un poco al escuchar la camioneta que se acerca y apretando los labios con fuerza al notar que en la parte trasera solo hay una gran caja de momento, levantándose cuando el granjero sale de su auto. El humano esta silbando, luciendo contento y entusiasta, mientras se mueve para bajar la caja y ponerla cerca del pequeño muro de piedra, justo en el mismo sitio donde Bitzer se suele sentar en sus momento de tranquilidad y descanso, sacando la tapa y rebuscando en su interior.
-¿Eh?- Shaun se siente muy confundido ante la silla que saca de allí y coloca en el suelo, el hombre luciendo orgullo por unos segundos antes de alzar la mano para llevarse dos dedos a la boca y silbar con fuerza. -¿Bitzer?- se anima al ver al perro asomarse de la parte trasera de la camioneta, con las orejas en alto ante el llamado y siendo rápido en bajar para acercarse a su dueño, curioso y luciendo tan perdido como el cordero se siente.
El granjero hace un gesto, haciendo que el perro se sentara en esa extraña silla que saco de la caja, luciendo contento y satisfecho, alejándose después de darle una ligera palmada en la cabeza al canino, yendo directamente a su hogar. El perro y el cordero se miran fijamente, con este último acercándose mientras el otro se levanta de su lugar.
-Tu...yo...- se empuja para pararse en su patas traseras, haciendo gestos ligeros con las delanteras, incapaz de encontrar las palabras para expresarse. -Por un momento pensé...- se siente avergonzado de repente por haber dudado del cariño que el granjero les tenía a todos allí pero sobre todo, esta aliviado de que todo solo hubiera sido un extraño y raro malentendido. El perro esta allí, de vuelta, no en una jaula o con otra familia, esta justo allí y eso llena el pecho del cordero con alivio puro.
-Y que lo digas, yo también- Bitzer mismo luce tan avergonzado como él por la misma razón, aunque esta sonriendo, lleno de alivio por estar de vuelta en su hogar. -Creo...que deje que mi ansiedad llegara muy lejos otra vez, ¿eh?- hace una mueca, arrepentido por haber dejado que su cerebro solo empeorara sus temores.
-Quizás- se encogió apenas de hombros, sabiendo que eso sucedería más de una vez pero sin poder ignorar del todo la punzada en su pecho. -Pero creo que debí intentar detenerte antes de que esto sucediera- lo tendría en cuenta para el futuro. Podía disfrutar de ver al perro sobre analizar una situación y entrar en crisis pero debería intentar que mantuviera la calma y lo pensara mejor antes de que todo se les saliera de control o algo así. -Lo siento- no sabe si debería ser más especifico con su disculpa pero como siempre, el perro parece entenderlo sin mucho problema.
-Disculpa aceptada- le muestra una sonrisa, dudando un segundo antes de abrir los brazos en un gesto tentativo que hace que el cordero deje escapar un tembloroso suspiro y se relaja del todo en su lugar, acortando la distancia entre ambos sin siquiera pensar. Rodea al perro con sus brazos, abrazándolo y apoyándose contra el hombro ajeno, sintiendo las patas darle una ligera palmada en la espalda.
-Me alegro mucho que estés aquí- Shaun murmuro contra su hombro, apretando apenas su agarre, lleno de alivio. En momentos como este, hasta puede ignorar las miradas fijas del rebaño y sus murmullos, incluso sabiendo que se estaba ganando comentarios burlones para cuando entraran al granero.
-A mi también- Bitzer suspiro, apretando apenas su propio agarre, decidiendo ignorar de igual manera las miradas fijas de todos los demás y la forma en la que su cola se agitaba, contento por como resultaron las cosas a pesar de todo el desastre.
Solo un día más en la granja Mossy Botton.
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