Espero que les guste~

Nota: Yo...no tengo como justificarme en este punto xD

Nota-2: Amo "Shaun the Sheep". No puedo negar eso y el anuncio de que hay una nueva temporada por estrenarse este 2025 me dio el valor suficiente como para atreverme a escribir sobre esto y aquí esta xD

Nota-3: No creo que realmente nadie lo lea pero bueno, aun así, decidí compartirlo. Y si alguien me esta dando una oportunidad aquí, les agradezco de todo corazón :3

Nota-4: Sé perfectamente que los personajes suelen hacer sus ruidos característicos pero logre leer unos cuantos fanfic en donde les agregaban dialogo y lo sentí más cómodo de esa manera

Nota-5: En todo caso, si tienen alguna idea, estoy dispuesta a leerlos si quieren ^_^

El sol ilumina la granja de Mossy Botton, dando comienzo a una nuevo día, y obligando a todos allí a empezar su rutina de siempre.

Los cerdos se despiertan, retorciéndose al poco tiempo en el lodo que tiene en su zona entre gruñidos y bufidos, impacientes por la comida que aun no les sirvieron. Las gallinas se despiertan y se levantan, saliendo del gallinero para poder estirar un poco las patas antes de que fuera momento de comer y de juntas los huevos. El toro solo se estira y bosteza, acomodándose en su pequeño lugar, dispuesto a seguir durmiendo al parecer. Y el rebaño se despierta, se acomodan la lana, y avanzan en cuanto la gran puerta se abre, pasando por el mismo lugar de siempre para ser contados antes de poder ser libres de hacer lo que quisieran a espaldas del granjero.

Y entre ellos, esta Shaun, siempre emocionado por las aventuras o travesuras que podrían hacer, sabiendo que el mundo a su alrededor estaba lleno de probabilidades y que siempre podría divertirse en todo caso, incluso si su curiosidad era lo que los metía en problemas en general. Cualquier cosa era mejor que solo rondar sin rumbo fijo y pastar hasta el cansancio.

Se detiene antes de llegar muy lejos al decir verdad.

El sonido de un bostezo es lo que llama su atención por alguna razón, levantando las orejas y volteándose a ver al perro, frunciendo apenas el ceño. Bitzer esta en su lugar de siempre, con la mirada yendo entre la tablilla con sus tareas anotadas y las ovejas que pasan frente suyo pero sinceramente, no luce nada concentrado en ellos, sosteniendo apenas el lápiz rojo que parece estar por caer en cualquier segundo y sin hacer siquiera el amague de marcar como siempre lo hace en el conteo. Pero su expresión llama su atención. Más allá de la seriedad que Bitzer mostraba en momentos como ese, había un cansancio profundo que nublaba sus ojos, algo que intentaba ocultar al parecer pero aun así, no era algo que pudiera disimular con tanta facilidad, no cuando de alguna manera tenía ojeras bien marcadas entre el pelaje de su rostro y parecía estar poniendo todo el esfuerzo del mundo en ahogar un bostezo, haciendo una mueca para si mismo.

Parpadea, lento y pausado, volviendo a bostezar, tardando unos notables segundos en darse cuenta de que todo el rebaño ya paso, sacudiendo la cabeza en un intento de despertarse y moviéndose para cerrar la cerca, frotando uno de sus ojos con el puño de su pata, ignorante al parecer de que el rebaño lo esta mirando fijamente. Comparten miradas entre ellos, preocupados y curiosos por igual, dudando si acercarse o seguir como si nada, sabiendo que el perro no siempre disfrutaba de lo entrometido que podían ser.

Pero Shaun no tiene ese problema.

-Oye- se acerco, se paro a su lado, frunciendo el ceño cuando el canino parece no escucharlo y solo vuelve a bostezar, luciendo como si luchara por enforcarse en su lista de tareas. Bufa para si mismo, soltando un balido con cierta burla y ofensa, mirando a su alrededor en busca del granjero, suspirando al no verlo. Es solo entonces que se da un ligero empujón para pararse sobre sus patas traseras y apoyar una de sus pezuñas en el hombro ajeno, logrando sobresaltarlo. -¿Estás bien?- enarca una ceja cuando sus ojos se encuentran con los del perro, quien parpadea, luciendo como si intentara aclarar del todo su vista.

-...estoy cansado- admitió y eso es una muestra de lo agotado que realmente estaba Bitzer como para decirlo en voz alta, sin necesidad de un incentivo.

-Me di cuenta- ladeo apenas la cabeza, curioso y preocupado. -¿Qué te paso?- no recuerda que nada en especial hubiera sucedido en las últimas noches como para mantener al perro despierto, ni siquiera habían hecho alguna fiesta.

-No sé, solo...no pude dormir- suspiro con cansancio, haciendo una especie de puchero cuando el lápiz se cayo, mirándolo con tristeza. -Fue una larga noche- agrego, relajándose apenas en cuanto el cordero se inclino para agarrar lo caído.

-Oh- y el cordero no pudo evitar hacer una mueca, sin sorprenderse ante aquello. Bitzer era conocido por ser responsable y protector, siempre queriendo cuidar de todos y controlar todo lo posible la situación, pero también podía llegar a ser un estresado y algo paranoico por momentos, su mente resonando con quien sabe que tipo de preocupaciones que lo mantenían despierto. -En serio necesitas bajarle un par de rayitas a tu paranoia- porque no era la primera vez que algo así sucedía y estaba seguro que no sería la última pero eso no significaba que eso le tuviera que gustar. Bitzer era su amigo y detestaba que estuviera tan cansado porque su propia mente parecía traicionarlo de cierta manera, prefería que el perro estuviera despierto y dispuesto a intentar detener sus locuras o unirse a ellas en todo caso.

-Ya sé, ya sé- al menos, tuvo la decencia de lucir algo avergonzado.

-Aja- bufo, mirando de reojo la tablilla y luego a su alrededor, ya pudiendo escuchar reclamos viniendo de los cerdos y gallinas, sabiendo que el propio rebaño no tardaría mucho en unirse a eso. -Dame eso- le arrebata aquello, revisando las tareas ajenas mientras Bitzer solo podía verlo con cansancio y curiosidad. -No tienes muchas tareas hoy- alimentar a los animales y juntar los huevos, eso significaba que no tenía tareas extra, por suerte. -Si terminamos esto pronto, podrás dormir un poco al menos-

-¿Terminamos?- lo miro, curioso, enarcando una ceja casi en su dirección.

-Soy un buen amigo- inflo el pecho con orgullo, girando el lápiz entre sus pesuñas, sonriendo ante el bufido divertido y ligeramente burlón que se gano ante eso.

-Solo tienes hambre, como todos los demás- aunque no puede evitar relajarse un poco en su lugar ante la idea de tener algo de ayuda, un par de manos extra o en este caso, pesuñas. -Gracias- es sincero y Shaun no duda en mostrarle una gran sonrisa, haciendo un gesto ligero para empezar a caminar, así podían terminar de una vez.

Por una vez, Shaun no intenta encontrar atajos ni usar planes complicados, solo hace lo que tiene que hacer. Se encarga de las gallinas y sus huevos, cantando victoria en su mente al ser de las primeras veces que no se le rompe ninguno en el camino, y luego, les pone comida al rebaño, tomándose algo de tiempo para poder comer y llenar su propio estomago, mientras Bitzer les da de comer a los cerdos y al toro, agradeciendo en su mente lo que sea que estuviera entreteniendo al granjero. Al final, logran terminar.

-Bien, todo listo- Shaun deja caer sin mucho cuidado la tablilla sobre la silla que esta del lado de la casa del granjero, apoyándose en el pequeño muro de piedras que lo separa del campo donde los demás estaban pastando y jugando. -Ahora, toca dormir- se enderezo, decidido, empujando al perro que no hacia amague alguno de irse a su pequeña casa a descansar.

-No puedo irme a dormir, tengo que vigilar- intento apartarse, aunque sus palabras perdieron efecto debido al bostezo que no tardo mucho en soltar, haciendo una mueca para si mismo. Estaba cansado, quería dormir, pero su preocupación por fallar en sus tareas y su temor por lo que podría suceder parece ser más fuerte, lo suficiente como para ayudarlo a mantener los ojos abiertos.

-¿Y qué vas a hacer? No sirves de mucho en este estado- bufo, burlón, deteniéndose por un momento para rebuscar entre el montón de lana de Shirley, quien ni siquiera levanto al vista y continuo masticando pasto con toda la tranquilidad del mundo pero tiene las orejas atentas. -Piénsalo de esta manera- saco una almohada y algo de lana, empezando su camino una vez más, esta vez agarrando la muñeca ajena para obligarlo a seguirlo. -Si descansas un poco, estarás más atento para evitar cualquier tonteria que hagamos- atravesó unos arbustos, llegando a una pequeña y tranquila zona alejada de la vista de todos los demás, con un gran árbol allí que les brindaba una amplia y fresca sombra. Eso era perfecto.

-Supongo- pero aun no lucia del todo convencido y Shaun bufo para si mismo una vez más, aunque sabía que la desconfianza del perro estaba bien fundada. Los animales podían volverse bien alocados si les quitabas la vista de encima y les dabas demasiada libertad pero no iba a decir eso en voz alta. -Aun así, debería...- señala los arbustos, luciendo dispuesto a volver, pero Shaun se aferra a su muñeca y no se lo permite.

-Ten un poco más de confianza, Bitzer- se acerca al árbol para sentarse bajo este, refugiado en su sombra y apoyando su espalda contra el gran tronco, soltando un balido ligero ante la brisa que soplaba. En serio, era un buen día. -El granjero esta en su casa, nadie se atreverá a entrar allí- tira de la muñeca ajena, insistente, y prácticamente obliga al perro a sentarse en el suelo. -Y estoy seguro de que nada sucederá- deja caer la almohada en su regazo, resignado a lo que estaba por hacer, y jugó con los trozos de lana que se había robado.

-¿Y si el granjero me necesita?- parece ansioso y el cordero termina por rodar los ojos apenas, haciendo un ligero chasquido con la lengua, agitando apenas una de sus pezuñas.

-Creo que tendrá que sobrevivir sin ti por unas horas- nunca lo diría en voz alta pero el granjero tenía esa mala costumbre de depender demasiado del perro, quien siempre acudía a su llamado para ayudar en lo que sea. -Ahora, calla- se aprovecha de la cercanía para usar la lana como tapones para los oídos ajenos, algo que amortiguara cualquier ruido a su alrededor, incluso el llamado del hombre. -Y duerme~- ignoro los reclamos de parte de Bitzer y su expresión llena de confusión, a favor de colocar su pesuña bajo el mentón ajeno y rascar. Fue firme, sonriendo con victoria al sentir como el otro se apoyaba pesadamente en el toque, pudiendo ver como la expresión del perro se relajaba. Acomodarlo para que se acostara no fue muy difícil así, bufando con cierta burla cuando él se acurruco contra la almohada al rascar justo detrás de su oreja, los ojos del perro cerrándose en cuestion de segundos.

El silencio, la tranquilidad, la comodidad y el rascado parecen ser suficientes para arrullar a Bitzer, porque no tardo mucho en dormirse.

-Ah, allí van mis planes- Shaun se resigno un poco de tener que quedarse allí, alejado de la diversión y la aventura, incapaz de salir de la situación en la que él solito se había metido, sabiendo que se iba a acalambrar en algún punto y estaría lleno de energía acumulada más tarde pero a pesar de eso, no había arrepentimiento alguno. Se permitió relajarse allí, pudiendo escuchar los balidos del rebaño no muy lejos de donde esta, soltando su propio valido ligero y sin detener su movimiento, pudiendo sentir como el perro se acurrucaba un poco más en su lugar.