•1.1•
| Gareth |
Era un día más dentro del aburrido Instituto Elysian, una escuela donde todos en el imperio mágico tenemos que asistir forzosamente, algunos de aquí son excelentes magos,hechiceros o brujos, pero solo pueden utilizar sus habilidades para cuidar de los débiles mortales.
Para hacer el bien y cuidar de los necesitados.
Soy Gareth y me encuentro en el rango más alto de este instituto, yo soy un guardián.Nosotros tenemos como obligación luchar contra los sucios e impuros seres del Inframundo, y más si alguno de ellos intenta dañar a un humano.
Y odiaba eso.
Lo odiaba tanto que quebranté más de una vez las leyes que estipulaba el instituto, viviendo con la esperanza de que me expulsaran y así poder dejar de proteger a seres tan insignificantes.
Pero lamentablemente no sucedió, pues solo recibí un castigo, eso significaba que no podía participar en ningún combate o estar en esas misiones de élite con las que tanto había soñado, pero el estar sancionado de esta manera no significa que estoy exento de cumplir con mi responsabilidad.
Lo que hace peor el castigo.
[...]
—Escuché que te enviarán a proteger a alguien.—Mencionaba el mensajero de clase que se terminaba de vestir después de tomar un baño.
—Debe ser alguien importante si quieren que sea yo quien cuide de un simple y estúpido mortal.—Respondí con mi característica altanería, un ser glorioso como yo tendría que tenerla, y no ser manso,humilde y un catador de ordenes.
—En realidad creo que se trata de alguien que vive del que dirán, que culpa a los demás de sus errores y cree que es bueno en todo lo que hace, alguien igual de retorcido y podrido que tú—Después de decir palabras tan carentes de valor se retiró de los vestidores furioso.Estaba celoso de no ser él quien reciba una misión tan importante como yo.
Estoy seguro de ello.
[...]
Seguía en vestidores cuando escucho cuatro pasos a tan solo 5 o quizás 6 metros de donde yo me encontraba, pensé que sería solo alguien que estaba de paso pero cuando escuché tres pasos más a solo dos metros de distancia supe que el dueño de aquellos pasos venía hacia mí.
Tomé mi arco, coloqué una flecha en él y en un simple pestañeo dí media vuelta y apunté directo a la sien de quien estuviera aquí.
Podría estar aún dentro de Elysian pero eso no nos mantenía libres de los espectros del Inframundo por lo que teníamos que llevar nuestras armas en todo momento.
Sí, incluso nosotros los inmortales tenemos que cuidarnos.
—Tardaste dos segundos en reaccionar, sigues siendo un simple novato. — Casium, quien me enseñó todo lo que sé ahora tenía una daga en su mano derecha, apuntando directo a mi pecho.
—Maestro.—Dije, dando una pequeña reverencia después de bajar la guardia y dejar de apuntarle con mi arco—¿Ha terminado su misión?—
—En realidad venía a darte la orden de que vayas al imperio de roca—
—Debe estar bromeando—Dije, esperando que riera y me dijera que todo era una broma, pero no lo hizo.
—Tienes que visitar el imperio de roca.—Se limitó a decir nuevamente, pero con completa seriedad, antes de que dijera algo ví como chasqueaba sus dedos y desaparecía de los vestidores.
Era obvio que no dejaría pasar esto por alto, así que me dirijo a la gran sala del consejo, tuve que burlar a algunos guardias nada difícil si eres como yo.
(...)
—ESTO DEBE DE SER UNA MALDITA BROMA—Grité.—¿POR QUÉ ENVIARME AL MUNDO DE LOS MÁS DÉBILES?—
—Ellos no son débiles joven Gareth.—El anciano que siempre se encargaba de hacerme los días más pesados y estresantes de todo el imperii respondió.—Y no es una broma, es una orden que usted debe acatar y no hay objeción—Después de ello todo se tornó negro.
~Hay un destino roto que debes cuidar.
~No cuidaré de alguien que no sea yo.
~Sus destinos han sido enlazados.
~Ni siquiera tengo un destino.
~Un guardián sin rumbo
y alguien con su hilo roto,
ambos han sido unidos
como uno solo.
~Deben estar bromeando.
~Esto ha sido escrito
y señalado en el gran libro.
~Tonterías.
~Hecho está.
| Summer |
Llevaba alrededor de 15 minutos caminando sin saber a dónde voy, me doy cuenta de que fué una pésima idea querer regresar sin saber en dónde estoy, las zapatillas me están matando así que decido quitarlas para también poder caminar con más facilidad y rapidez.
Esta era mi situación:
Una chica a las 2:43 de la madrugada, usando un lindo vestido plateado y un bolso a juego, con los pies descalzos y un par de zapatillas plateadas colgando de su mano, con frío y hambre, teniendo como cereza del pastel el punto en que estaba perdida y sola.
Cansada de caminar me resigno tomando como decisión regresar a la fiesta o eso era hasta que una luz de esperanza se atraviesa en mi camino, bueno, del otro lado del callejón.
Avanzo a lo conocido a través de lo desconocido, emprendo camino por el viejo callejón, escucho sonidos extraños, supongo un gatito o algún otro animalito en busca de alimento, tal vez regrese a dejar un poco de comida para ellos un día que regrese del instituto.
De pronto un sonoro estruendo me hace sobresaltar, como si mis sentidos mejoraran comienzo a escuchar pasos detrás de mí, decido voltear para ver si alguien se encuentra en el mismo callejón o solo está pasando por la otra calle, pero lo único que veo es una sombra a unos cuantos pasos de mí, eso era, una sombra…
¿Por qué puedo ver una sombra en medio de la oscuridad?
Comienzo a caminar con mayor rapidez, pero podía escuchar los pasos cada vez más cerca, y el camino por el callejón parece ser infinito, que a cada paso que doy, podía sentir como se alejaba aún más aquel mini súper que conozco, solo necesitaba llegar, debía de hacerlo.
—Avanza un poco más Summer, avanza que ya casi llegas.—Trataba de animarme y no rendirme.
—Es solo una pesadilla, despierta ya Summer—Entre susurros hablaba, ojalá sea solo un mal sueño.
—No escuches los pasos detrás de ti, solo apresúrate—Seguía con el intento de alentarme, y dejar de lado el miedo creciente.
Toman mi brazo y tiran de él con brusquedad,y ahora solo escucho esa voz, la misma que hace que despierte de mis sueños.
~Pelea.
Trato de deshacerme de aquel agarre pero la fuerza con la que está siendo aprisionado mi brazo es demasiada, procede a sujetarme ahora con ambas manos y me empuja hacia la pared, después de forcejear por varios minutos me empiezo a sentir débil, con pesar en mis párpados, sintiendo como con el pasar de los segundos se aprovechaba de mi estado en trance, de ser tan vulnerable, inofensiva, era la presa perfecta para este monstruo.
Fue ahí cuando aquella sombra aprovechó para colocar sus sucias manos encima de mí y tocar cada rincón de mi cuerpo, las lágrimas salían, quería alejarme, quería gritar, defenderme, pero un extraño aroma me mantenía en estado de trance.
(...)
Abro los ojos lentamente, había perdido la noción del tiempo, al parecer quedé inconsciente después de lo que pasó.
¿Y si fué solo una pesadilla?
Pequeños fragmentos de lo sucedido empiezan a aparecer en mi mente, comienzo a llorar, me siento sucia y completamente asqueada de mí. No fué un mal sueño.
Mi ropa estaba colocada al revés, al parecer hizo el intento de vestirme de nuevo.
Quedé sorprendida al ver como mi bolso seguía intacto, es como si lo único que quería hacer era…
~Llama a Tyler
Busco mi móvil desesperadamente, quizás habían llamado para saber dónde estoy o si he llegado bien a casa, pero al encontrarlo puedo ver que nadie me ha escrito o siquiera buscado. Tal vez siguen en la fiesta y Tyler piensa que estoy con ellos…
Con dificultad me pongo de pie, podía sentir un terrible dolor en todo mi cuerpo, en mis brazos han quedado marcas de la sombra del callejón y puedo ver como hay en mi entrepierna una línea de tono rojizo que ha secado, sangre.
~Sal de aquí.
Hago caso a esa voz que suelo escuchar y comienzo a andar con la mayor rapidez que mis piernas permiten, ahora solo quiero regresar a casa y salir del lugar donde abusaron de mí.
Al llegar noto que mi hermano no ha regresado del trabajo, cosa que agradezco por primera vez, subo a mi habitación y me dirijo al sanitario, enciendo la bañera, espero a que tome una temperatura adecuada e ingreso para tomarme una ducha.
Empiezo a notar los moretones que se formaron en mis piernas los cuales no había notado y vuelvo mi vista a aquellas marcas en mis brazos.
Nuevamente los flashbacks mentales empiezan a surgir y mi cuerpo de forma automática comienza a temblar.
Volví a llorar.
Sin saber cuanto tiempo es el que llevo llorando en el interior del sanitario salgo con poco ánimo a vestirme.
Busco en mi ropa de forma desesperada hasta encontrar un jersey que me quedaba gigantesco, y un pantalón holgado.
Me siento sucia a pesar de haberme duchado, en mi interior siento que algo me está consumiendo lentamente, de un momento a otro voy en busca de una bolsa donde solemos vaciar la basura, tomo todo lo que hay en el interior del armario y lo coloco en la bolsa , después de terminar me dirijo al patio trasero.
Tal vez no estoy pensando con claridad pero en lo único que llego a pensar es que si tan solo hubiera sido diferente mi forma de vestir y no hubiera regresado sola no habría llamado la atención y a mí no...
~No fué tu culpa
Ensimismada en la rabia e impotencia que siento, con la estúpida idea de que mi ropa fue la principal causa del arrebatamiento de mi integridad empiezo a depositar prenda por prenda en el fuego generado en aquella fogata o intento de ella.
~Detente
—Hey pequeña,he vuelto ¿Te divertiste? ¿Qué tal la fiesta?—La suave voz de mi hermano es escuchada desde el living—¿Qué estás haciendo?—Pregunta Tyler mientras sale casi corriendo por la puerta trasera y un poco pasmado por lo que está viendo.
—Elimino una de las fuentes de mi mayor desgracia.—Le respondí, tal vez siendo un poco exagerada pero no encuentro las palabras para describir como me siento ahora.
—¿De qué hablas?—Dice mientras me observa con preocupación, quizás piensa que he enloquecido.
No lo arrastres a tu miseria, él no debe sufrir por algo que solo a ti te pasó.
—Mi vida es una desgracia Ty—Le digo empezando a llorar nuevamente—Lo único bueno en ella son Zarek,Cloe y tú—
—Summer…—
—Duele Ty—
—¿Te duele algo?—Me observa de pies a cabeza con confusión—¿Qué pasa pequeña? ¿Qué es lo que te causa tanto dolor como para que llores y quemes tu ropa?—La calidez en su forma de preguntar me hace sentir segura por unos segundos, haciendo que quiera contarle.
—M-me han...—Respondo con un hilo de voz, caigo de rodillas sobre el pasto con la mirada fija a dónde yacen los restos de mi ropa,cenizas esparcidas gracias al viento y con lágrimas recorriendo mis mejillas.-—duele,siento que clavan algo aquí.—Dije, señalando mi pecho, del lado donde se sitúa el corazón.
—¿A qué te refieres?—Es evidente que no entiende de lo que le estoy hablando, pero el habla parece haberse esfumado.
¿Qué pensará si le digo que han abusado de mí en un callejón? Tal vez me vea con repugnancia,se aleje y no vuelva.
~No lo hará.
—N-no fué mi culpa, y-yo no sabía—Con dificultad comienzo a decir—l-lo siento yo quise evitarlo, soy débil Ty, y doy asco.—Aquellas palabras escaparon de mis labios,con amargura,con notable odio hacia mí.
—No entien…—
Dejé de escuchar lo que me decían ya que comencé a sentir un gran pesar en mis ojos, y un enorme cansancio sobre mí causando que perdiera conocimiento de lo que estaba pasando, me había desmayado.
[Tiempo en el sueño]
Sin saber donde me encuentro, miro a mi alrededor y nada me resulta conocido, observo con confusión mi vestimenta, la cual ha cambiado completamente, ya no llevo una sudadera gigantesca y un pantalón holgado, ahora estoy usando un vestido completamente blanco y en mi mano derecha tengo una pulsera roja, eso último me resulta aún más extraño.
Escucho truenos y relámpagos detrás de mí, volteo temerosa en dirección de dónde provienen estos sonidos y quedo sorprendida al ver lo que está a una distancia bastante considerable, la fuente de aquellos sonidos estruendosos es un árbol.
Al sentir demasiada curiosidad por aquella situación tan poco común decido acercarme, al estar a unos cuántos pasos, veo que ese árbol es el mismo que se encuentra en el patio trasero de mi casa. Quizás sea una simple coincidencia o una confusión de mi parte, puede ser que se trate del mismo tipo de árbol y solo esté siendo paranoica.
Comienzo a escuchar una voz dulce cantar detrás del árbol, me acerco aún más y veo a una pequeña de no más de 7 años, con un vestido igual que el mío y, para mi sorpresa, también tenía una pulsera roja en la misma mano que yo. Como si hubiera notado mi presencia, la niña deja de cantar para ahora observarme atentamente.
—¿Cómo te llamas?—Pregunta,haciendo que por un momento diera un grito ahogado.
—Ho-hola mi nombre es Summer.—Le respondo con un poco de timidez.—¿Y ahm, cómo te llamas?—
—Woah!—Dice,haciendo que sus labios formen una "o"— Yo también me llamo Summer—Con una sonrisa ladina y un destello en sus ojos me responde.
—¿Enserio?—Le pregunto y ella con un suave movimiento de cabeza me da a entender que es un sí—Eso es… -extraño- fascinante—
—¿Eres la novia del ángel?—Suelta una risita llena de inocencia mientras me observa con completa atención,en la espera de una respuesta.
—¿Ángel?— Me parecía interesante su pregunta, quizás sea un juego o una simple confusión —¿Qué ángel?—
—El es muy bonito y amable conmigo.—Un ligero rubor se forma en sus mejillas-Yo también tendré un ángel,él me lo dijo.—Podía escuchar la emoción en sus palabras.
—¿Quién te dijo todo eso? me gustaría saber…—Empezaba a sentirme inquieta, no por la niña, sino por la incomodidad que me generaba el que piense que tengo un ángel y que tenga una relación con ese ser que ni siquiera conozco y dudo de su existencia.
—Él.—Dice mientras señala con su pequeña mano al árbol.—Fué quien me dijo que el ángel era tu novio y que yo también tendré uno—
—¿Él?—Pregunto mientras yo también señalo el árbol y ella asiente efusivamente.—¿Estás segura que fué…él?—
—Si, también me dijo que le gusta que cante,o que hable con él,es mi único amigo.—Me dice,observando con cierto aprecio a aquel tronco de madera repleto de hojas verdes
Después de mantenernos en silencio durante unos escasos segundos, la pequeña hace una seña con su mano haciendo así una invitación a que me acerque a ella, cuando lo hago se pone de puntillas y yo me coloco a la par de ella para escucharle hablar en mi oído.
—Cuando se enoja da mucho miedo,no lo hagan enojar, por favor.—Dice en un susurro, después, todo se tornó completamente negro.
Escucho un sonido,y mis ojos empiezan a ser abiertos con dificultad, parpadeo un par de veces para poder acostumbrarme a la luz blanca y al ver todo claramente puedo observar que ya no estoy donde el árbol y la pequeña,me encuentro en una habitación pero no es la mía, observo a mi alrededor y de inmediato sé dónde me encuentro.
El hospital.
Comienzo a recordar lo que pasó hace unos segundos, por lo que parece haber sido sólo un sueño,un sueño bastante extraño.
Reflexiono un poco sobre ello, y es cuando me doy cuenta de que es la primera vez después de 4 años que he tenido un sueño tan vívido,en el que contenga personas, sonidos y colores.
Rompiendo mi burbuja entra una enfermera a la habitación, me mira con tristeza mientras acomoda la almohada en la que me encuentro recostada, como si una especie de lástima sintiera por mí.
¿Cuál era mi situación?
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