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21. Juego de temperaturas

—No puedo hacerlo —dijo Chen, dejando caer la mano al costado de su cuerpo.

—Claro que puedes.

—No, no puedo, los haré pasar vergüenza a todos.

—No digas eso, no —rogó BaekHyun. Le tomó las manos para que este le prestara atención—. Escucha, Chen. Nadie va a burlarse, incluso aunque llegaras a equivocarte. Tú eres mucho más aplicado que todos los alumnos que tengo juntos. Y no es porque ellos no se esfuercen, sino porque tú te esfuerzas diez veces más que el resto, y lo haces genial. No estoy menospreciando su esfuerzo, no, pero quiero que sepas que tú eres increíble. Y confío en ti con toda mi alma, porque sé que puedes hacerlo.

—¿De verdad lo dices? —cuestionó el niño, girando apenas hacia él. Su rostro se veía un poco más animado.

—¡Claro que sí! —Le dio un pequeño abrazo y JongDae al fin se relajó contra su pecho, más calmado que antes. BaekHyun le acarició el cabello y luego le dio unas palmaditas para que volviera a ponerse bien en el banco—. Vamos, otra vez. Lentamente, no hay apuro. Lo harás genial, ya verás.

JongDae aguantó la respiración por un momento mientras colocaba la mano derecha sobre las teclas del piano. BaekHyun lo imitó, solo con su mano izquierda.

Entonces empezaron a tocar. La melodía fluía muy dulce y lenta, mientras BaekHyun le seguía de forma calmada el ritmo a JongDae, quien determinaba la "letra" de aquella canción que ellos estaban aprendiendo para la muestra de fin de año del colegio.

JongDae y él tenían esas clases especiales las mismas tardes que MinSeok tenía clases de canto con Joy. Su hijo no sabía que él le estaba ayudando a JongDae a practicar esa canción que presentarían juntos en un dueto, y pensaban mantenerlo oculto porque Chen no quería que MinSeok supiera lo mucho que se estaba esforzando para que saliera bien, así que debía fingir que no tenía idea de cuál era la canción que ellos iban a tocar. Mucho menos debía dejar que MinSeok descubriera que él sería el músico en la grabación de la suave melodía de piano que sonaría en la presentación. Era divertido ver cómo MinSeok no sabía nada de eso y creía que BaekHyun no tenía idea de lo que ellos iban a hacer. Le gustaba el entusiasmo de su hijo y no quería quitarle el privilegio de darle una sorpresa.

Tras terminar de practicar ese día, BaekHyun guardó todas las partituras en braille dentro de la mochila de JongDae y ambos salieron de la salita, pues cinco minutos más y MinSeok terminaría la clase con Joy. Fueron a espiarlos al otro lado del vidrio espejado, sin que ellos pudieran verlos, y se quedaron escuchando atentamente la clase, mientras esperaban a que Kai también terminara su clase de danza para así llevar a JongDae a casa.

—MinSeok me dijo que hoy iría de paseo con SeHun —dijo JongDae como si nada.

—Oh, sí. Creo que la van a pasar muy bien.

—Sí. A Min le gusta SeHun.

—¿Y a ti?

—Hace que todos estén felices, así que también.

BaekHyun sintió un tirón en el pecho, pero no quiso saber por qué.

SeHun pasó a buscar a MinSeok esa tarde por la Academia como había prometido. Su hijo al ver a SeHun había reaccionado demasiado emocionado justo delante de ChangMin, a quien ahora el pobre BaekHyun debía aplacar debido a que estaba molesto y enojado, aunque no con MinSeok, sino consigo mismo.

—Ya, ya va a pasar, cariño. —BaekHyun estaba sentado en el sofá de su departamento y tenía a su enorme novio enroscado a él como si fuera un niño. Le acariciaba el cabello y le trataba de masajear las líneas de frustración en su frente—. Sabes que yo también pasé por lo mismo en su momento. Te conté que él ni siquiera me prestaba atención.

—Lo sé. Pero él tampoco te jugaba bromas pesadas como a mí.

BaekHyun se tomó el puente de la nariz y frunció los labios. La última broma de MinSeok había sido bastante jodida a decir verdad, el coche de ChangMin había quedado oliendo mal por casi una semana entera.

—No, lo sé. Sin embargo... no creo que te odie. Estoy seguro de que en el fondo le agradas, pero puede que sienta celos porque te "robas" parte de mi tiempo. Antes éramos solo él y yo...

—Pero ya es grande, tiene once, ¿no comprende que tú no lo vas a dejar aunque pases tiempo conmigo? —Se acurrucó mejor contra él, y BaekHyun comenzó a darle pequeños besitos en la cabeza—. He intentado darle todo, pero me menosprecia. Al final me termina jugando bromas pesadas o directamente ignorándome.

El castaño terminó reposando la mejilla sobre la coronilla de ChangMin, reflexionando seriamente.

—No sé, ChangMin. Tampoco le dijo nada a la psicóloga el mes pasado. Yo igual he intentado hablar con él, pero no hay caso.

—Quizá, el problema es SeHun. ¿Y si MinSeok actúa así porque se quedó con la imagen de él cuando era pequeño, y aún cree que él es su padre, o algo así?

A pesar de que BaekHyun recordó en ese instante lo abierto a la idea que MinSeok había estado de que SeHun viviera con ellos, todavía no podía darle la razón a ChangMin. Tenía que ser otra cosa.

—No hay modo.

—Pero Baek, piénsalo, tiene lógica. ¿Cómo es que SeHun y él se llevan tan bien incluso después de tantos años? ¿De dónde salió toda esa confianza entre ellos? —ChangMin se sentó mejor en el sofá y lo miró—. ¿Y si SeHun le dijo que me trate mal para separarnos?

—Oye, creo que estás yendo muy lejos. —BaekHyun se separó de él, molesto—. SeHun no haría eso.

—No lo defiendas, no lo conoces actualmente.

—No importa si no lo hago, porque sé que es una persona decente y jamás manipularía a un niño para que haga cosas tan infantiles como jugarretas. Mucho menos con la intención de interferir en nuestra relación. Es un adulto, ChangMin, él no haría eso.

ChangMin lucía molesto cuando se levantó del sofá y se puso su americana, acomodando bien los puños. Sus movimientos eran rectos y cargados de ira.

Con un suspiro, BaekHyun se puso también de pie y lo tomó de la cintura para que no se marchara. El hombre suspiró, girando sobre sus talones para traerlo a su pecho en un abrazo.

—Me iré a casa —dijo finalmente ChangMin contra su coronilla, intentando calmarse—. Lo siento, tienes razón sobre SeHun. Solo estoy proyectando mis frustraciones en alguien que no tiene la culpa. Simplemente me da envidia que SeHun pueda llevarlo a pasear y yo no pueda ni pasar un tiempo a solas con él porque me ignora por completo...

—Entiendo. —Lo abrazó con más fuerza—. Yo sé.

—Sé que lo haces. Solo no quiero decir nada más de lo que me arrepienta luego, esto es algo con lo que tengo que lidiar por mi cuenta y necesito poner mi cabeza en orden. Te hablaré cuando me sienta mejor, ¿está bien?

—Sí, está bien. Nada más quiero que tengas presente que nada de esto es culpa tuya, porque has hecho absolutamente todo lo posible porque las cosas vayan bien entre ustedes.

—Lo sé. Tal vez necesite hacer un poco más de esfuerzo para que nos llevemos bien.

—Estoy seguro de que pronto se solucionará —aseguró Baek, suspirando—. Debemos seguir esforzándonos.

ChangMin se relajó en sus brazos y lo abrazó con dulzura.

—Te amo —murmuró sólo para él.

—Yo también. Avísame cuando llegues.

Con un corto beso de despedida, ChangMin se marchó. BaekHyun lo vio desaparecer en el elevador y luego cerró la puerta. ChangMin tenía llaves incluso aunque no vivía con ellos, y habían discutido esa misma noche acerca de la idea de vivir juntos. BaekHyun lo había rechazado sutilmente sacando a colación el tema MinSeok, y de ahí vino toda la charla triste respecto a la pobre relación que su hijo y ChangMin tenían. A BaekHyun le daba pánico pensar en cómo podría reaccionar MinSeok si se enteraba que su novio vendría a vivir con ellos, y no sabía si algún día estaría preparado para enfrentarlo. BaekHyun no quería que su pequeño fuera infeliz por su culpa, pero sabía que él también merecía ser feliz con su pareja, solo que aún no encontraba una forma de que todo funcionara, y ahora mucho menos con la aparición de SeHun, que había arrojado el autoestima de ChangMin por una rampa dos subsuelos hacia abajo.

Él había intentado hablar de ese miedo al futuro con alguien que no fuera LuHan o Joy, tampoco JongIn. Había terminado recurriendo a ChanYeol. Y la respuesta que éste le había dado, no le gustó nada.

—Estás repitiendo toda la historia de cuando estabas conmigo, BaekHyun. MinSeok sabe que no lo amas y se aprovecha de eso demostrando todo su odio hacia ChangMin.

—No digas cosas así si no sabes lo que yo siento. Claro que amo a ChangMin, pero no quiero hacer sufrir a MinSeok, ¿entiendes?

Si los juntaras "a la fuerza", eventualmente MinSeok lo aceptaría. No es un demonio. Creo que todo esto va más en ti, en lo que sientes tú.

Antes de que empieces de nuevo, yo sí lo amo.

Elegí mal mis palabras —dijo ChanYeol con cuidado—. Sé que lo amas. A mí también me amabas. Pero ambos sabemos que ese amor no es suficiente, Baek. Que nada se compara con él.

¿A qué te refieres con eso?

Nunca has mirado a ChangMin como mirabas en el pasado a SeHun.

Ellos habían tenido una pelea horrible a partir de eso, pero pronto volvieron a arreglarse. Lo malo era que esas palabras habían estado rondando su mente ese último tiempo.

BaekHyun reflexionó mientras esperaba a que SeHun trajera de vuelta a MinSeok, acerca de las suposiciones que había hecho ChangMin. Puede que no todo fuera acertado, pero podía llegar a tener razón acerca de que ellos habían mantenido el contacto sin que él tuviera idea.

Con una copa de vino tinto y la laptop de MinSeok abierta, entró a la casilla de mail del pequeño. La habían abierto juntos para que MinSeok se pudiera registrar en sitios de videojuegos que le gustaban y crear cuentas en sitios que eran catálogos de objetos antiguos. Él aún no podía comprender cómo alguien tan pequeño había desarrollado tal grado de interés por las antigüedades, pero después de tirarse unas horas leyendo todos los correos que SeHun y MinSeok intercambiaron por mucho tiempo —aparentemente con la supervisión de adultos como su madre o JongIn, pero jamás él—, pudo hacerse una idea.

Por lo que había alcanzado a comprender, primero hablaron mediante el mail de la madre de BaekHyun, pero luego MinSeok comenzó a enviarle mails desde su propio correo. BaekHyun nunca antes había revisado la casilla de mail de su hijo, pero después de todo, era su deber como padre saber qué era lo que este hacía, por lo que no lo sintió incorrecto. Claro que no leyó los mails entre JongDae y él, pero sí los de SeHun. Tenía derecho a saber qué hablaba con su hijo.

Y ahí fue cuando finalmente pudo ver con claridad la fascinación que MinSeok tenía por el hombre que acababa de regresar hace poco a sus vidas. Él creyó que su regreso había causado un cambio en la vida de ambos, pero al parecer, solo había dado vuelta la suya.

Ellos hablaban de los mismos temas en casi todos sus mails: SeHun le relataba cosas que aprendía en la Universidad acerca de hechos históricos relacionados a los objetos que le mandaba para coleccionar, y MinSeok le contaba cosas que aprendía en la escuela, en internet o en situaciones cotidianas. Para él, todo era un gran descubrimiento y sus mails siempre causaban gran ternura. Entre estos mensajes, se podía ver que ambos eran muy apegados, y claramente no habían perdido contacto con los años. Ambos habían crecido y SeHun había acompañado a MinSeok durante todos esos cambios, aunque estuviera más lejos de lo que hubiera sido deseable.

Se veía que SeHun había cambiado mucho, también. Había manejado demasiado bien muchas situaciones de las que BaekHyun ni siquiera había alcanzado a enterarse, sea sobre amistades, problemas en la escuela con niños que se metían con él y JongDae, e incluso con peleas que MinSeok y BaekHyun tuvieron. SeHun le había aconsejado, lo había leído cuando era necesario, y hasta le había enviado correos físicos desde Japón. Quizá por eso MinSeok se había referido a SeHun tiempo atrás como "el hombre de los correos". BaekHyun no tenía ni idea de dónde su pequeño guardaba tales regalos que este le enviaba, pero cada vez su curiosidad crecía más.

Por otro lado, estaba el hecho de que MinSeok en sus mails retorció cruelmente la imagen de ChangMin para justificar sus bromas pesadas. Y aún así, de una forma muy madura, SeHun había intentado explicarle varias veces que aquello estaba mal y no iba a solucionar nada ni hacer que ChangMin y BaekHyun se separaran, al contrario. Muchas veces le dijo que dejara de hacerlo, pero MinSeok no atendía a razones, ni siquiera viniendo de parte de tal confidente como lo era SeHun. Hasta había llegado a mentir acerca de algunas bromas que había hecho, ya claramente sabiendo cómo reaccionaría SeHun si se lo decía, quedando como un niño inocente cuando en realidad las cosas habían sido mucho más terribles y el comportamiento supuestamente malvado de BaekHyun con respecto a los castigos que le ponía eran claramente justificados.

BaekHyun no estaba seguro de si debía sentirse decepcionado o enojado acerca de los mails. Entendía que su hijo no le contaba todo lo que le sucedía, y estaba bien, él era su padre y no su mejor amigo. Hasta se sentía aliviado de tener conocimiento acerca de muchas cosas de las que este contaba por los correos porque se daba cuenta de que el pequeño le tenía mucha confianza. No obstante, le preocupaba saber que MinSeok nunca le había comentado que mantenía correspondencia con SeHun, y quizá también el hecho de que SeHun tuviera tanta confianza con él como para que MinSeok le contara muchísimas cosas acerca de su vida. No estaba muy seguro de cómo debía reaccionar. Es que incluso su madre sabía que ellos se enviaban mails, menos él. Todo eso lo habían hecho a sus espaldas, incluso si no había sido algo malo, y sentía que no tenía control en la situación.

Al final, con otra copa más de vino tinto encima, concluyó que sí estaba molesto. ¿Y si no hubiera sido SeHun el de los mails? Cualquier adulto con un poco de malicia podría haber hecho cualquier cosa con su pequeño. Pero eso ya era culpa suya por no haberlo controlado más. Incluso aunque él no estaba a favor de ser un padre obsesivo y controlador, había estado muy mal en confiar que su hijo no hablaría con cualquier persona por mails, a pesar de que SeHun no fuera cualquier persona.

Fue el último mail que MinSeok le envió a SeHun el que dejó a BaekHyun hecho un conflicto de emociones, revolviendo su mente y corazón hasta convertirlos en un carrousel.

Sehuni:

Ya tengo wifi otra vez porque papá ya no está más enojado conmigo desde la última broma que le hice al señor Shim jejejje después de eso papá hizo que el señor Shim y yo salieramos juntos para arreglar las diferencias y yo le pedí perdón porque sé que eso quería papá que yo hiciera entonces tienes que estar orgulloso de mí porque no le dije nada malo ese día.

El doctor Shim me preguntó qué pensaba de él y yo le dije que era buen tipo pero que no lo quería con papá él se lo tomó bien pero me dijo que estaba pensando pedirle matrimoño a papá dentro de un mes y yo tengo miedo porque yo no quiero que el señor Shim sea mi padre. No estoy seguro de si me lo dijo porque estaba intentando molestarme o es verdad pero no me gusta el señor Shim y creo que nunca me va a gustar no hay modo de que me guste ese hombre usa trajes muy caros y siempre está sonriendo con mucha alergia y no tiene caries. Como no tiene caries? Todos los adultos tienen caries.

Por favor ven a Corea te lo pido te daré todos mis ahorros para que te pagues el pasaje para venir tengo como 10000 yenes los busqué el el convertidor online de google. Por favor sehuni no quiero que el señor Shim sea mi padre me obligará a peinarme todas las mañanas y a lavarme los dientes antes de irme a dormir y a lavarme las orejas cuando me baño y el ombligo!!!! De verdad si necesitas mis 10000 yenes te los daré aunque creo que son 1000 pero bueno creo que es lo mismo lo importante es que es dinero para que viajes, con ese dinero te puedes comprar una hamburguesa.

Pero ven a corea Sehunni por favooooooooor

No dejes que papá se case con el doctor

te quiere

minsoek

Al parecer SeHun sí regresó a Corea, porque un mes después él ya le estaba enviando un correo diciendo que estaba por tomar un avión a su país natal.

¿Había sido por mera casualidad, o había regresado por lo que le había dicho MinSeok en el correo?

El ruido de llaves lo hizo cerrar la computadora de sopetón al instante en que SeHun y MinSeok entraron al departamento. No se molestó en ocultar la botella medio vacía ni la copa. Ya ni siquiera sabía cómo sentirse respecto a todo lo que había aprendido en esas últimas horas, menos tenía la cabeza lo suficientemente despejada como para actuar como si estuviera sobrio.

—Hola —dijo SeHun cuando aparecieron los dos, saliendo del pequeño recibidor. Por alguna razón, MinSeok tenía la mano en la frente y ambos intrusos escanearon a BaekHyun por unos momentos—. ¿Nos estabas esperando?

—Hola. Sí... no. ¿Cómo la pasaron?

—Bien, fuimos a pasear y a darle de comer a las palomas... —SeHun le dio una mirada a la botella—. MinSeok no se sentía bien al final, por eso regresamos.

MinSeok asintió para darle la razón, sus ojitos cómplices, mientras su mano seguía en su frente. Demasiado sospechoso, pero BaekHyun no dijo nada.

—Hazlo... luego ven, necesito hablar contigo.

—Claro.

Antes de marcharse MinSeok vino a darle un beso en la mejilla —todavía cubriendo su frente— y luego se fue corriendo por el pasillo. BaekHyun se quedó mirándolos hasta que desaparecieron por el pasillo, mientras pensaba en cómo encarar la situación con SeHun.

Unos momentos más tarde, SeHun se sentó delante de él y lo miró por un largo rato. BaekHyun también lo miró. Simplemente estuvieron ahí, en silencio, escaneándose el uno al otro como si no se conocieran.

—¿Por qué? —preguntó BaekHyun al fin, incapaz de formular algo más en su mente—. ¿Por qué, SeHun?

—Nunca has podido tolerar el alcohol —dijo este en cambio, jugando con la base de la copa vacía sobre la mesa—. Siempre te pones todo rojo, te delata tu nariz rosada.

BaekHyun le arrebató la copa y se volvió a servir. No quedaba casi nada en la botella.

—Si me emborracho lo suficiente para no recordar nada al día siguiente, ¿me dirás por qué regresaste?

—Tal vez. No es de tus más brillantes ideas.

—Sígueme el juego por esta vez, SeHun.

—Está bien, adelante. Jugaré contigo.

BaekHyun se tomó todo lo que quedaba. Las paredes daban vueltas mientras él hablaba, o quizá soñaba. SeHun habló bastante, pero las palabras no terminaban de quedar en su cabeza.

—¿Viniste para arruinar lo mío con ChangMin?

—No. No vine para eso, jamás arruinaría la vida que construiste sin mí.

¿Entonces por qué volviste? ¿Para ser mi amigo?

No quiero ser tu amigo.

—¿Por qué no? ¿Me odias?

—No, no te odio.

—¿Quieres ser mi novio?

—Ya tienes novio.

—Lo sé... pero, ¿entonces qué quieres?

—Nada.

No mientas. Algo quieres.

—¿Quieres que sea sincero?

—Por favor.

Silencio. Una eternidad de silencio. Y unos ojos oscuros, honestos, viendo directamente al interior de su alma.

A ti. Simplemente te quiero a ti, BaekHyun.

BaekHyun abrió los ojos cuando sintió unas manos moviéndolo de un lado a otro en la cama. Al despertar, encontró el rostro de MinSeok muy cerca suyo.

Su bollito tenía un moretón fino y alargado que iba de lado a lado en su pálida frente.

—¿Qué te ocurrió? —preguntó señalando su frente.

—SeHun me dijo que no te lo podía decir, es un secreto... —Se cubrió los labios con un dedo y luego lo señaló—. ¿Y a ti? ¿Por qué pareces un panda como mi profesor de Matemáticas?

—Se llama resaca, Min. Nunca tomes más alcohol de lo que puedes tolerar.

El niño asintió y le dio unas palmaditas en el rostro. BaekHyun bostezó tratando de no estremecerse por el dolor de cabeza y volvió a recostarse, pidiéndole que lo dejara unos momentos para juntar fuerzas para levantarse a prepararle el desayuno.

—El tío LuHan quiere que le atiendas el teléfono.

Cuando MinSeok se fue, el timbre de su celular comenzó a sonar al ritmo de Highlights de Seventeen. BaekHyun vio la pantalla y su cerebro palpitó un par de veces hasta que finalmente la pudo enfocar y atender.

—¿Hola? —preguntó al teléfono cuando lo puso en su oreja. Siquiera había visto el contacto para comprobar si era él.

Hola —dijo su amigo. Él se volvió a recostar en la cama, tomándose la frente por el dolor terrible de cabeza que tenía. Las resacas nunca eran buenas. Y LuHan jamás lo llamaba tan temprano, por lo que sentía que su dolor de cabeza solo iba a empeorar.

—¿Qué pasa, Lu? —preguntó con cautela al notar el silencio, sabiendo que probablemente su amigo no lo había llamado tan temprano para ponerse al día; después de todo, siempre se hablaban por las tardes o las noches—. ¿Está todo bien?

Hubo unos momentos en los que no se escuchó ni un sonido por la línea, y luego LuHan se largó a llorar desconsoladamente, haciendo que BaekHyun se sentara rápidamente en la cama. Mala idea, pues se mareó y tuvo que volver a recostarse.

—¿LuHan? ¿Qué pasa, Lulú? —preguntó, preocupado y con el corazón en la mano porque le dolía escuchar a su amigo tan dolido y no poder hacer nada para arreglarlo... ¡Ni siquiera sabía qué había sucedido!

Pasaron varios minutos incómodos en los que BaekHyun le preguntó varias veces que sucedía y en respuesta solo recibía lloriqueos dolidos, hasta que finalmente su amigo fue capaz de hablar a pesar del llanto.

BaekHyun definitivamente no había podido hacerse ni una mínima idea de lo que su amigo le iba a decir.

JongIn... —Sollozó—. Creo que me está siendo infiel....

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