-Qué?

-Nada

_Nada? Entonces por qué me miras así?

_Te ves hermosa

-Gracias .Tienes gustos exquisitos este vestido es precioso.

_ Lo sé.

_Estoy emocionada ¡Es la primera vez que iré al Teatro!

-Yo guardaré mi emoción para lo que pienso hacer con ese Carolina Herrera...

Más tarde...

zrl1825

Había una vez un hombre extremadamente guapo y elegante, vestido con un traje de etiqueta impecable. Su apariencia llamaba la atención de todas las personas a su paso. Sin embargo, su corazón anhelaba algo más que la superficialidad y el lujo.

Un día, mientras caminaba por las calles de la ciudad, sus ojos se encontraron con los de una mujer humilde y pobre. A pesar de su apariencia modesta, había algo en ella que lo cautivó de inmediato. Sus ojos brillaban con una chispa de bondad y su sonrisa reflejaba una pureza inigualable.

Sin pensarlo dos veces, el hombre guapo se acercó a la mujer y la invitó a salir. Aunque no tenía mucho que ofrecerle en términos materiales, sabía que había algo especial en ella que superaba cualquier riqueza material. La mujer aceptó emocionada, sin preocuparse por su situación económica.

Seokjin y Naz, disfrutaron de paseos por el parque, cenas sencillas en pequeños cafés y tardes contemplando el mar. No importaba el lugar donde estuvieran, siempre encontraban la felicidad en la compañía del otro. A medida que pasaba el tiempo, su amor crecía cada vez más fuerte.

La gente a su alrededor no entendía cómo un hombre tan guapo y exitoso podía estar con una mujer pobre. Pero su amor era más fuerte que cualquier prejuicio y estereotipo. Seokjin y Naz, desafiaron las expectativas de la sociedad y demostraron que el verdadero valor no está en las posesiones materiales, sino en el amor y la conexión profunda entre dos personas.

Con el tiempo, el hombre guapo y la mujer construyeron una vida juntos llena de amor, comprensión y apoyo mutuo. A medida que enfrentaban los desafíos de la vida, se dieron cuenta de que su amor era lo más importante y que juntos podían superar cualquier obstáculo.

SeokJinmyLover3

Había pasado el día entero yendo y viniendo, llevando y trayecto cosas de aquí para allá. Y cada vez que regresaba al cuartucho de planchado el trabajo parecía haberse reproducido. Cuando acepté el trabajo lo hice sabiendo que sería sacrificado, pero... ¿Esto? Evidentemente la ofrenda era mi cuerpo porque en cualquier momento desfalleceria del cansancio. Para el colmo, mi jefe directo no se cansaba de pedir más y más ropa, Naz una camisa, Naz un pantalón, Naz este no me gusta ve por otro... y así. Eran siete y me vino a tocar el más quisquilloso con la imagen, Kim SeokJin y no solo eso, después de esa pequeñísima aventura en la fiesta de disfraces pensé que no sería descubierta, pero aquí me tienes ahora, a los pies de la Alteza empolvada, haciendo todo lo que me pide. ¿Renunciar? Jamás, no estudié tanto para llegar hasta aquí, se que esto es temporal. Suspiro una vez más y comienzo a planchar el último pedido de SeokJin. En eso oigo la puerta del cuartucho a mí espalda, creí que sería una de mis compañeras con las que comparto el espacio de trabajo, pero no...

-¿Está lista mi ropa? -Preguta ingresando al lugar. -Llevo esperando una eternidad. -Miente, claro que miente porque llevo aquí apenas quince minutos y solo me falta planchar el pantalón.

Se acerca y no quiero ni mirar en su dirección, sería una distracción que no me puedo permitir, pero él no lo hace fácil y como siempre termino por ceder.

-Mírame. -Exige.

Lo hago. Y me arrepiento en el mismísimo instante, se ve tan seductor con ese traje.

Inclina su cabeza y dice:-Llevo un tiempo considerable esperando, pero no es la ropa lo que quiero en este instante.

Su imponente figura se acerca un poco más, se Inclina sobre mi, apenas rozando mi cuerpo y es suficiente para que el calor me invada. Desconecta la plancha y susurra en mi oído.

 -Quiero repetir lo de la fiesta...

aksj1992