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Naz tiene un gato llamado Nimbus, es gris atigrado y de mirada misteriosa. Le gusta salir a los tejados de las casas vecinas del pequeño pueblo llamado Jinhae, famoso por su festival anual de flores de cerezo en primavera. A Nimbus le encanta ver los árboles en flor y sus pétalos caer.
Un día, Naz tomó su bicicleta, instaló la cesta de seguridad para Nimbus, lo subió y aseguró muy bien para que no fuera a caer, y lo llevó a la estación de Gyeonghwa para ver el famoso Festival de los Cerezos en Flor. Al llegar, Nimbus no dejaba de maullar; quería ver los pétalos caer sobre él. Naz aseguró su arnés y luego lo sacó de la cesta de su bicicleta. Al tocar el piso con sus propias patitas, Nimbus quedó fascinado. Su ronroneo se podía oír entre el bullicio de las personas que también admiraban los cerezos. Naz estaba contenta de poder ver a su querido Nimbus feliz.
—Nimbus, mira qué hermoso está todo—, dijo Naz, sonriendo mientras acariciaba a su gato.
De repente, en un momento de distracción, la correa de Nimbus se soltó de su arnés. Al darse cuenta, Naz ya no podía ver a Nimbus por ninguna parte.
—Nimbus, ¡¿dónde estás?!— gritó Naz, desesperada, buscando entre la multitud.
Pasaron muchos angustiosos minutos mientras Naz buscaba a Nimbus. La gente del festival la observaba con preocupación, pero nadie parecía haber visto a su gato. Justo cuando estaba a punto de perder la esperanza, un joven muy apuesto que vestía una camiseta negra y llevaba auriculares alrededor del cuello se acercó con Nimbus en brazos.
—¿Estás buscando a este pequeño aventurero?— preguntó el joven con una sonrisa.
—¡Nimbus!— exclamó Naz, aliviada. —Sí, muchas gracias. No sabes cuánto me asusté.
—No hay de qué. Me llamo Jin, por cierto—, dijo, extendiendo la mano.
—Soy Naz—, respondió ella, estrechando su mano. —De verdad, gracias por encontrar a Nimbus. Estaba muy preocupada.
—Me alegra haber podido ayudar. Él también parecía algo asustado—, comentó Jin, acariciando a Nimbus.
Mientras hablaban, Nimbus ronroneaba contento en brazos de Naz. Los pétalos de cerezo seguían cayendo suavemente a su alrededor, creando una escena mágica.
—¿Te gustaría caminar conmigo y Nimbus por el festival?— preguntó Naz, sonriendo tímidamente.
—Me encantaría—, respondió Jin, devolviendo la sonrisa.
Caminaron juntos, hablando y conociéndose más, mientras Nimbus disfrutaba del festival desde los brazos de Naz. Aquel encuentro fortuito se convirtió en el inicio de una hermosa relación. Gracias a Nimbus, Naz y Jin encontraron el amor y formaron una linda familia juntos, siempre acompañados por su querido gato Nimbus.
Fin Gatuno💖😻
SeokJinmyLover4
-Eso es todo señora Dávila traiga a Bianca dentro de dos días para aplicarle sus medicinas y revisar los puntos de la cirugía.
-Gracias por todo Zoey. Por favor saluda a tu madre de mi parte.
-Lo haré señora Dávila.
La simpática ancianita sale acompañada de su nieto que lleva en brazos a su convaleciente mascota. Mientras guardo los utensilios que use para atender a la perrita, Naz mi asistente/recepcionista y una de mis mejores amigas aparece para darme el reporte del día.
-Te quedan dos pacientes más y por fin serás libre.
-Hoy es uno de esos días en que me apetece dejarlo todo e ir a vivir al lugar más alejado del planeta.
- ¡Sí que fue intenso! He notado que el 80% de tus clientes nunca te dice Doctora Canvas.
- ¿Será porque el consultorio está ubicado en el barrio que me vio crecer? Para ellos simplemente soy Zoey, la chica que soñaba con ser veterinaria.
- ¡Y lo lograste totalmente! Eres muy buena doctora, eficiente y con un trato amable y profesional ¡Por eso todos te aman!
- ¡Basta, harás que me abochorne!
-Lo dudo, sabes bien que lo que digo es verdad.
-Gracias por eso Naz ¿Puedes hacer pasar al siguiente paciente por favor?
Rudolph el gato cascarrabias me da algo de trabajo, pero alivio su mal humor con algunos snacks que el muy goloso acepta sin chistar.
El último de mis pacientes es un adorable cachorro labrador que se deja hacer de lo más tranquilo.
¡Por fin terminé! Mi pobre cuello necesita un buen baño con agua caliente para aliviar en algo la contractura que me queda después de un arduo día de trabajo.
Mis planes se ven frustrados cuando Naz asoma su cabeza por la puerta del área de atención.
-Lo siento amiga, pero acaba de llegar un caso de último momento y creo que es importante que le prestes atención.
- ¿Es una emergencia?
-Sí y no.
-No te entiendo.
-Lo entenderás cuando lo atiendas.
-Está bien hazlo pasar. ¡Ah, Naz!
- ¿Dime?
-Ya puedes irte yo cerraré el consultorio.
-Ok Zoey ¡Hasta mañana!
Retiro mis gafas de medida porque mi cuello no es lo único que es atacado por el cansancio.
Estoy en el afán de frotar mis ojos mientras saludo sin ver a la persona que ha ingresado.
-Buenas tardes...
Me pongo las gafas para dirigirme como corresponde a quien me acompaña cuando mis ojos se abren con sorpresa por dos razones: Un apuesto chico de rasgos asiáticos tiene en brazos a un gato que se parece a... ¡No se parece! ¡Es ella! La reconozco por ese maullido que me lanza cuando quiere reclamar algo.
- ¿Bubble?
- ¿Conoces a esta chica? ¡Vaya Bubble es tu día de suerte!
-Es... ¡Es mi gatita! ¿Cómo llego hasta aquí? ¡Quiero decir! Es evidente que usted la trajo señor...
El guapo sujeta a Bubble con una mano y la acurruca en su pecho mientras extiende la otra para presentarse.
-Kim... SeokJin Kim.
-Mucho gusto señor Kim. Soy la doctora...
-Canvas me imagino.
-Así es.
- ¿Y la z es por ...?
-Zoey.
-Mucho gusto Zoey.
-Señor Kim ¿Dónde encontró a Bubble?
-Por favor llámame SeokJin.
-SeokJin ¿Dónde encontraste a Bubble?
-Exactamente... A dos cuadras de aquí.
- ¡Dos cuadras! ¡Oh Dios soy tan torpe!
SeokJin me mira extrañado mientras estoy a punto de colapsar.
- ¡Soy una idiota total y absoluta! ¿Cómo puedo dedicarme a cuidar de las mascotas de otros cuando no puedo hacerlo con la mía?
El remordimiento por lo que le pudo pasar a mi gata es tan grande que sin pena ni vergüenza me echo a llorar delante de Kim.
SeokJin se queda en blanco por dos segundos, pero luego reacciona y acaricia mi cabello mientras lloro apoyada en la camilla.
- ¡Tranquila Zoey todo está bien! Bubble está contigo sana y salva.
- ¡Gracias a ti! Ella... ella es una gata 100% casera, no sale nunca sola y yo... ¡Olvidé cerrar bien la ventana, deje la situación perfecta para que esta curiosa salga a explorar y se alejara tanto de casa! ¡Vivimos a diez cuadras de aquí! ¿Cómo mierda una veterinaria puede haber cometido un error así? ¡Es como sí...como sí...!
- ¿Cómo si un cocinero olvidara apagar la estufa de su casa?
- ¡Síi!
-Zoey somos seres humanos, cometemos errores y por lo que he podido notar es probable que en tu caso sean producto del cansancio o el estrés.
- ¿Eres...eres doctor?
-No, solo un cocinero observador.
Caigo en la cuenta que debo verme desastrosa así que tomo varios paños de papel toalla y trato de arreglar la pinta de loca que seguramente tengo.
-Disculpa el espectáculo no suelo ponerme así delante de extraños es que últimamente...
- ¿Estás estresada?
-Mmmm... Sí.
-Te invitó un té para celebrar que Bubble está sana y salva y tu pudiste liberar algo de presión.
-Gracias SeokJin, pero no quiero abusar de tu amabilidad ya te debes haber desviado de tu camino por mi culpa.
-En realidad no, estaba yendo a casa cuando me crucé con esta aventurera ¿Viven a diez cuadras? ¡Yo también! Acabo de llegar de San Francisco y alquilé un departamento en Burlington.
- ¿En serio?
-Sí, en el condominio Hopkins en el bloque 2
- ¡Me estás jodiendo! ¡Perdón por la bocota pero se me sale la chica de Nueva Jersey! ¡Yo vivo allí, pero en el Bloque 1!
- ¡Waoo que extraña coincidencia! Si quieres vamos a casa, dejas segura a Bubble y salimos a tomar el té que te dije.
-Está bien gracias ¡Oh! No tengo su mochila de paseo.
-No creo que sea necesaria aquí se siente muy cómoda.
- ¿Es eso cierto señorita Bubble?
La condenada me ignora por completo, ronronea y recuesta su cabeza en el pecho de SeokJin.
Llegamos a nuestros respectivos edificios, dejó mis cosas, a Bubble y cuando me asomo a cerrar la ventana la sorpresa es enorme al darme cuenta que desde aquí puedo ver a SeokJin que está abriendo su ventana ¡Estamos frente a frente!
El guapo me saluda con la mano y hace un gesto diciendo "te espero abajo" a lo que contesto con uno de ¡Ok!
¡Sí que debo cambiar mis rutinas y reconectarme con el mundo! ¿Desde cuando se mudó el antiguo vecino, un señor regordete amante de los partidos televisados de baloncesto que veía y escuchaba a todo volumen? Y lo más importante ¿Hace cuanto vive el Adonis en ese departamento?
¿Prestaste atención a lo que te dijo? ¡Acaba de mudarse!
...
-Es una suerte que te hayas cruzado con Bubble y la libraras del peligro ¡Estaré eternamente agradecida por eso!
-En realidad ella fue la que se acercó a mí. Estaba sentado en una banca del parque cambiando la playlist que escuchaba cuando saltó a mi regazo maullando como si quisiera decirme algo. Noté que no tenía placa así que asumí que portaba un chip, por eso busqué la veterinaria más cercana para ver si tenía registro y así fue como llegamos hasta ti.
-Le caíste en gracia eso te lo aseguro. Bubble es muy arisca con los desconocidos, no se acerca a cualquiera. Creo que mi pequeña necesita socializar más pasa demasiado tiempo sola encerrada en el departamento.
Como su dueña...
-Si quieres puede quedarse conmigo mientras estás en el trabajo y no tengo turno en el restaurante.
-SeokJin no quiero que pienses que soy una abusiva.
-No lo pensaría porque soy yo quien lo está proponiendo. Nos hemos hecho buenos amigos y estoy seguro que disfrutaré su compañía.
-Está bien. Gracias por todo SeokJin.
-Es un placer Zoey.
Semanas más tarde no solo Bubble disfrutaba de la compañía del adorable chef Kim sino también esta servidora que cayó rendida a los pies de SeokJin y aprendió a vivir la vida con pausas, un poco de té relajante, la deliciosa comida coreana y a amar con todo su corazón al guapo salvador de mascotas de veterinarias abrumadas.
¡Miau!😻
zrl1825
No había sido el mejor día para SeokJin. Ni bien se despertó notó que lo había hecho sin oír la alarma del despertador, lo que quería decir que se había quedado dormido. Saltó de la cama e intentó correr al baño, pero para su mala suerte se enredó entre las cobijas y terminó cayendo al piso, de pecho contra el suelo y las piernas en la cama aún. Agradeció al destino por, al menos, no haber dado con la cara, su hermosa cara. Cuando consiguió liberar sus pies se levantó y caminó apresurado para descargar su vejiga.
Al salir por la puerta y con el apuro que llevaba, le dió al marco con el dedo meñique de su pie. El dolor se extendió a lo largo de su pierna, al punto de preferir cortar de la rodilla para abajo con tal de no sentir, pero no se podía detener, llegaba tarde.
Se vistió con lo primero que encontró y cargando su billetera y mochila salió corriendo del departamento.
Llegó a su trabajo veinte minutos tarde y debió aguantar el regaño de su jefe, que prometió hacerle recuperar el tiempo perdido.
No mintió, el desalmado le hizo, no solo atender las mesas del bar donde trabajaba medio tiempo, sino que también le hizo reponer la despensa del deposito.
Cuando finalmente salió, agosto física y mentalmente, se dispuso a esperar el bus que lo llevaba a la universidad. Aunque algo lo distrajo, el maullido de un gato. Al principio le costó ubicar la procedencia del mismo, pero finalmente lo encontró, metido en unos arbustos que adornaban el edificio detrás de la parada. Su collar se había atorado entre las ramas y el pobre animalito luchaba por liberarse aunque lo único que estaba consiguiendo era lastimarse.
Lo primero que hizo fue hablarle suave para no asustarlo, luego y muy lentamente se acercó. Comenzó a acariciar su lomo, el felino decidió quedarse quieto al no sentirse amenazado. Entonces SeokJin buscó la manera de soltar la correa que rodeaba su cuello. Lo consiguió y para su sorpresa el animal no huyó, rápidamente buscó refugio entre sus brazos.
En ese momento, SeokJin vió con tristeza y resignación que su transporte pasaba de largo, no había nadie en la parada. Suspirando entonces vió al michi que ronroneaba seguro en su regazo, buscó en el collar y efectivamente tenía una plaquita con los datos del dueño.
Comenzó a caminar hacia la siguiente calle, según indicaba la placa, no vivía lejos del lugar, pero antes de llegar a la esquina, la voz desesperada de una mujer llamó su atención.
-¡Pompa! ¡Pompa! -Gritaba hacia los árboles de la vereda. -¡Pompa cariño, mamá está aquí!
SeokJin dedujo que ninguna madre buscaría a su hijo en un árbol mucho menos llamarlo Pompa. Se acercó a la dama en cuestión y la llamó.
-Señorita...
La chica volteó asustada, pero el ver el gato su gesto cambió a uno de alegría y alivio.
-¡Pompa! -Gritó. Pero se detuvo a observar la escena. -¿Cómo lo lograste? Digo, él es muy tímido, jamás deja que alguien lo toque y tú... tu has conseguido cargarlo.
SeokJin estaba algo confundido, no había notado timidez alguna en el gato. Simplemente elevó sus hombros. -No lo sé. -Respondió. Será porque estoy estudiando para ser veterinario y supe como acercarme, nada más...
La muchacha entonces se acercó y final tomó en brazos al pequeño felino. -Ven aquí travieso. -Luego miró a SeokJin. -Gracias, no se escapa seguido, pero cuando lo hace siento que pierdo el mundo.
SeokJin asintió, pero notó algo, el collar tenía un enorme moño, moño que se había enredado en los arbustos.
-Deberías cambiar su correa, ese gran moño le queda bonito, pero lo encontré atorado entre las plantas y se estaba haciendo daño, tal vez deberías llevarlo para que lo revisen...
-¿Lo podrías hac tú?
SeokJin lo pensó, pero no podía negarse, después de todo ya había perdido su transporte y podría pedir los apuntes a algún compañero.
Asintiendo entonces, siguió a la joven hasta su departamento, donde no solo revisó al gato sino que comenzó una hermosa amistad, que con los años se transformó en una relación, con la dueña del gato.
aksj1992
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