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El Misterioso Libro de los Sueños

En una tranquila ciudad llamada Lumina, habitaba un joven de cabello negro y ojos soñadores llamado SeokJin. Una tarde, mientras exploraba una antigua librería en busca de aventuras entre las páginas de los libros, se topó con un volumen peculiar. Era un libro de cubierta blanca, sin título ni autor. Curioso, lo tomó entre sus manos y notó una inscripción en el lomo: "Para aquel que busca respuestas, este libro abrirá puertas".

SeokJin, emocionado por el misterio, decidió llevar el libro a casa. Al abrirlo, una suave bruma verde emergió del interior, envolviendo la habitación en un resplandor místico. SeokJin sintió un leve mareo, y al siguiente parpadeo, se encontró en un lugar completamente diferente. Estaba en un vasto jardín, bajo un cielo de tonos verdes y azules, lleno de plantas y flores que nunca había visto antes.

—Bienvenido, SeokJin,— dijo una voz melodiosa detrás de él. Se giró y vio a una joven con largos cabellos dorados y ojos brillantes. —Soy Zoi, la guardiana de los sueños. Has encontrado el Libro de los Sueños, una llave para explorar los rincones más profundos de tu imaginación.

SeokJin, asombrado pero también emocionado, preguntó:

—¿Qué debo hacer aquí?

—Cada página del libro te llevará a un sueño diferente,— explicó Zoi. —Tu misión es explorar estos sueños, resolver sus misterios y encontrar las claves para regresar a tu mundo.

Intrigado y listo para la aventura, SeokJin abrió la primera página. De repente, se encontraba en un bosque encantado, donde los árboles susurraban secretos y los animales hablaban. Un simpático conejo de orejas largas se le acercó y le dijo:

—¡Hola! Necesitamos tu ayuda para encontrar la Llave de la Sabiduría. Está escondida en la Cueva de los Ecos.

SeokJin y el conejo emprendieron el camino hacia la cueva, enfrentando divertidas y emocionantes pruebas en el camino. Entre risas y desafíos, SeokJin descubrió que dentro de cada sueño había lecciones sobre la vida y sobre sí mismo.

—¡Esto es increíble, Zoi!— exclamó SeokJin al regresar al jardín después de su primera misión. —¿Qué otras aventuras me esperan?

—Cada sueño es único y está lleno de sorpresas,— respondió Zoi con una sonrisa. —Pero recuerda, solo podrás regresar a tu mundo cuando hayas encontrado todas las claves. Confía en ti mismo y disfruta cada momento.

SeokJin se sumergió en su siguiente aventura, sabiendo que cada sueño lo llevaría a descubrir nuevos mundos y partes de sí mismo que nunca había imaginado. Y así, con cada página que pasaba, SeokJin no solo se acercaba a su hogar, sino que también se convertía en el héroe de su propia historia.

El Misterioso Libro de los Sueños: Parte II

SeokJin, cada vez más inmerso en los misterios del Libro de los Sueños, se encontró en su siguiente aventura: un vasto desierto de arenas doradas bajo un cielo púrpura. La brisa cálida traía consigo susurros de historias antiguas y secretos olvidados.

Mientras avanzaba, SeokJin vio una caravana de nómadas acercándose. Al frente de ellos estaba una mujer de aspecto majestuoso, con ropas llenas de colores vivos y joyas relucientes.

—¡Hola, viajero!— dijo ella con una voz fuerte y amable. —Soy Adri, líder de esta caravana. Hemos oído hablar de ti, el buscador de claves. ¿Necesitas nuestra ayuda?

SeokJin sonrió, agradecido por la hospitalidad.

—Sí, estoy buscando la siguiente clave para regresar a mi mundo. ¿Sabes dónde podría encontrarla?

Adri asintió y señaló hacia el horizonte.

—En el corazón del desierto, se encuentra el Oasis de la Verdad. Allí, se dice que quien beba de sus aguas descubrirá el camino a la clave que buscas.

Decidido, SeokJin se unió a la caravana. Mientras viajaban, Adri le contó historias fascinantes sobre el desierto y sus secretos.

—Hay una leyenda,— dijo Adri una noche bajo las estrellas — de un guardián que protege el oasis. Un espíritu antiguo que solo se revela a aquellos con corazones puros y valientes.

Al llegar al oasis, SeokJin se maravilló con su belleza. Palmeras altas, aguas cristalinas y flores exóticas llenaban el lugar. Sin embargo, la tranquilidad se rompió cuando una figura etérea emergió del agua. Era el guardián, un ser de luz y sombras con ojos brillantes y voz profunda.

—¿Quién osa interrumpir la paz del Oasis de la Verdad?— preguntó el guardián.

SeokJin, sin titubear, dio un paso adelante.

—Soy SeokJin, buscador de claves y aprendiz de sueños. He venido en busca de la verdad y la clave que me permitirá regresar a mi mundo.

El guardián lo observó en silencio, como si estuviera evaluando su alma. Finalmente, habló:

—Para obtener la clave, debes superar tres pruebas. La prueba del valor, la prueba de la sabiduría y la prueba del corazón.

SeokJin asintió, listo para enfrentarse a cualquier desafío. La primera prueba lo llevó a un laberinto de espejos, donde enfrentó sus miedos más profundos. Con cada paso, se enfrentaba a reflejos de sí mismo, recordándole sus inseguridades y dudas. Pero con determinación y coraje, encontró la salida.

La segunda prueba lo llevó a una cueva llena de enigmas y acertijos. Cada respuesta correcta iluminaba su camino, y con la ayuda de su ingenio y las enseñanzas de Zoi y Adri, resolvió cada enigma con éxito.

La tercera y última prueba fue la más difícil. El guardián lo llevó a una visión de su hogar, donde vio a sus seres queridos y los momentos más importantes de su vida. SeokJin sintió una profunda nostalgia y amor, pero también una gran responsabilidad. Comprendió que su viaje no era solo para él, sino para todos aquellos a quienes amaba.

Con el corazón lleno de amor y determinación, SeokJin regresó al oasis. El guardián, complacido, le entregó una llave dorada.

—Has superado las pruebas con valentía, sabiduría y amor. Esta es la Clave del Corazón. Úsala sabiamente.

SeokJin agradeció al guardián y a Adri por su ayuda. Con la llave en mano, el desierto comenzó a desvanecerse, y SeokJin se encontró de nuevo en el jardín con Zoi.

—Has hecho un gran progreso, SeokJin,— dijo Zoi con una sonrisa cálida. —Solo quedan unas pocas claves más. Cada una te llevará a nuevas aventuras y lecciones.—

SeokJin, con la Clave del Corazón colgando de su cuello, estaba listo para continuar. Sabía que cada sueño lo acercaba más a su objetivo y lo transformaba en alguien más fuerte y sabio.

SeokJin se preparó para abrir la siguiente página del misterioso libro, sabiendo que nuevas y emocionantes aventuras lo aguardaban en los rincones más profundos de sus sueños.


El Misterioso Libro de los Sueños: Parte III

SeokJin, ahora más seguro y valiente que nunca, abrió la siguiente página del Libro de los Sueños. Esta vez, fue transportado a un vasto océano, donde se encontró flotando en una pequeña barca bajo un cielo lleno de estrellas. Las aguas eran tranquilas, pero había una sensación de misterio en el aire.

De repente, una voz suave y melodiosa rompió el silencio.

—Bienvenido, viajero de los sueños,— dijo una sirena de largos cabellos plateados que emergió del agua. —Soy SernatIais, guardiana de los océanos. Para encontrar la siguiente clave, debes explorar las profundidades marinas y enfrentar los desafíos que allí te esperan.

SeokJin asintió, fascinado por la belleza y serenidad de SernatIais.

—Estoy listo,— dijo, decidido.

La sirena le entregó una concha mágica que le permitió respirar bajo el agua y nadar con la misma gracia que los peces. Con un último susurro de ánimo, SernatIais lo guió hacia las profundidades. A medida que descendía, SeokJin se maravilló con el mundo submarino: corales brillantes, peces de colores y criaturas marinas que nunca había visto.

La primera prueba lo llevó a un bosque de algas gigantes, donde tuvo que encontrar un rubí oculto entre las sombras. Las algas parecían moverse y cambiar de forma, confundiéndolo. Sin embargo, con paciencia y observación, encontró el rubí, iluminando su camino hacia adelante.

La segunda prueba fue en una cueva oscura y profunda, hogar de un pulpo gigante que custodiaba una perla dorada. El pulpo era astuto y veloz, pero SeokJin usó su ingenio para distraerlo con un señuelo de luz, logrando tomar la perla sin ser atrapado.

Finalmente, SernatIais lo guió a un templo submarino antiguo, donde una estatua de un tritón sostenía la Clave del Valor. Pero el templo estaba protegido por enigmas y trampas. SeokJin, recordando las lecciones de Adri y las pruebas anteriores, resolvió cada enigma con precisión y evitó las trampas con agilidad.

Cuando finalmente tomó la Clave del Valor, una luz brillante lo envolvió y fue transportado de regreso a la superficie, donde SernatIais lo esperaba con una sonrisa.

—Has demostrado ser digno, SeokJin,— dijo ella, entregándole la clave. —Con cada prueba, te acercas más a tu destino. Esta clave abrirá el siguiente capítulo de tu viaje.

SeokJin agradeció a SernatIais y, con la Clave del Valor en la mano, fue transportado de regreso al jardín con Zoi. Ella lo recibió con una sonrisa orgullosa.

—Cada clave te ha enseñado algo valioso. Valor, corazón y sabiduría. Ahora, una última aventura te espera antes de que puedas regresar a tu mundo.

Con emoción y un toque de nerviosismo, SeokJin abrió la siguiente página del libro. Esta vez, fue transportado a una ciudad antigua llena de ruinas y misterios. En el centro de la ciudad, una torre alta se erigía, brillando con una luz mística.

En la base de la torre, un anciano sabio lo esperaba.

—Soy Arion, guardián del tiempo,— dijo el anciano. —Para obtener la última clave, debes escalar la torre y enfrentarte a los desafíos del pasado, presente y futuro.

SeokJin, con las lecciones de sus aventuras anteriores frescas en su mente, comenzó su ascenso. En cada nivel de la torre, enfrentó visiones de su pasado, desafíos de su presente y pruebas de su futuro. Revivió sus momentos más difíciles, pero también sus triunfos más grandes. Recordó a las personas importantes en su vida y las promesas que había hecho.

Finalmente, al llegar a la cima de la torre, encontró la última clave: la Clave del Destino. Al tomarla, una puerta mágica se abrió, revelando un portal de luz.

Arion se acercó y le dijo:

—Con esta clave, puedes regresar a tu mundo. Pero recuerda, el viaje no termina aquí. Cada día es una nueva aventura, llena de desafíos y descubrimientos. Lleva contigo las lecciones que has aprendido y sigue siendo valiente, sabio y amoroso.

SeokJin asintió, agradecido. Con las cuatro claves en su posesión, atravesó el portal y regresó a su hogar. Al abrir los ojos, se encontró de nuevo en su habitación, con el libro blanco aún en sus manos.

Sonrió, sabiendo que aunque su aventura en los sueños había terminado, la verdadera aventura de la vida apenas comenzaba. Con el corazón lleno de gratitud y esperanza, SeokJin se preparó para enfrentar el mundo, sabiendo que con valor, sabiduría y amor, cualquier cosa era posible.


El Misterioso Libro de los Sueños: Parte IV

De vuelta en su habitación, SeokJin se sentía diferente, más seguro y lleno de energía. Aunque había regresado a su mundo, el Libro de los Sueños aún estaba allí, brillando con un misterioso resplandor. Sentía que su viaje no había terminado del todo. Con una mezcla de emoción y curiosidad, decidió abrir el libro una vez más.

Esta vez, las páginas comenzaron a brillar intensamente, y SeokJin fue transportado a un vasto cielo estrellado. Flotaba en el espacio, rodeado de galaxias y constelaciones. Ante él apareció una figura majestuosa, un ser de pura luz con alas que brillaban como la aurora boreal.

—Soy Naz, la Guardiana del Cosmos,— dijo la figura con una voz que resonaba en el infinito. —Tu última aventura fue solo el comienzo. Has demostrado valor, sabiduría y amor, pero hay un nuevo desafío que solo tú puedes enfrentar.

SeokJin, asombrado por la magnificencia del cosmos, preguntó:

—¿Qué debo hacer, Naz?—

—En el corazón del universo,— respondió Naz, —hay un portal que conecta todos los sueños y realidades. Pero últimamente, ha habido una perturbación, una oscuridad que amenaza con desequilibrar todos los mundos. Debes encontrar la Fuente de la Luz y restaurar el equilibrio.

Determinado, SeokJin aceptó la misión. Naz extendió una mano y una constelación en forma de camino se formó delante de él, guiándolo hacia el corazón del universo. A medida que avanzaba, las estrellas a su alrededor parecían susurrarle secretos y recuerdos de sus aventuras pasadas.

Finalmente, llegó a una gigantesca puerta de luz pura. Al cruzarla, se encontró en un vasto y brillante paisaje de energías fluctuantes. En el centro, una figura oscura y temible lo esperaba: el Guardián de la Sombra.

—Sabía que vendrías, SeokJin,— dijo la sombra con una voz profunda y resonante. —La luz y la oscuridad siempre han estado en equilibrio, pero el poder que has acumulado amenaza con romper esa armonía. Demuéstrame que eres digno de restaurar el equilibrio.

La prueba final comenzó. SeokJin se encontró en una serie de escenarios cambiantes: desde campos de batalla épicos hasta rompecabezas en criptas antiguas. Cada desafío era más difícil que el anterior, y SeokJin tuvo que usar todo lo que había aprendido: su valentía para enfrentar el miedo, su sabiduría para resolver enigmas complejos, y su amor para conectar con aliados inesperados.

En un momento crítico, SeokJin recordó las palabras de Arion:

—El verdadero poder está en la unión de todas tus cualidades.— Con esta comprensión, fusionó la Clave del Corazón, la Clave del Valor y la Clave del Destino, creando una explosión de luz que envolvió al Guardián de la Sombra.

La oscuridad comenzó a retroceder y el paisaje de energías fluctuantes se estabilizó. El Guardián de la Sombra, ahora una figura de equilibrio entre luz y oscuridad, se inclinó ante SeokJin.

—Has demostrado ser digno. La Fuente de la Luz está restaurada, y con ella, el equilibrio de todos los sueños y realidades.

Naz reapareció, sonriendo con orgullo.

—Has cumplido tu misión, SeokJin. Has restaurado el equilibrio del cosmos. Ahora, regresa a tu mundo con el conocimiento de que siempre podrás enfrentar cualquier desafío con la luz que llevas dentro.

Con una última mirada a la majestuosidad del cosmos, SeokJin fue transportado de regreso a su habitación. El Libro de los Sueños se cerró con un suave resplandor, y SeokJin supo que había completado su misión.

Desde ese día, SeokJin vivió con una nueva perspectiva, sabiendo que dentro de él había un poder inmenso, una luz que podría iluminar cualquier oscuridad. Cada día era una nueva oportunidad para aplicar las lecciones aprendidas en sus aventuras, y cada noche, el Libro de los Sueños descansaba en su estantería, un recordatorio de que los sueños y la realidad están intrínsecamente conectados.

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SeokJin ingresó al edificio con algo de sueño, desde que había tenido ese encuentro durante la fiesta de máscaras el insomnio se había vuelto algo frecuente. Se pasaba largas horas recordando sus largas piernas y ese cabello largo con las puntas teñidas de fucsia. Al principio pensó que sería fácil encontrarla, pero nada de eso había ocurrido, la mayoría de las mujeres que se cruzaba llevaban el cabello recogido porque les resultaba más cómodo para trabajar. Las que lo llevaban suelto automáticamente quedaban descartadas por la falta del color particular y por el largo del mismo. ¿Acaso la podría reconocer por sus piernas? Ese era otro tema, había varias chicas que eran altas, pero ninguna de ellas tenía el cabello largo. También intentó observando sus labios, de hecho era otro de sus recuerdos, carnosos y con un lunar en el mentón, pero tampoco la localizó a través de esos rasgos. ¿Acaso sería la amiga de algún trabajador de la empresa? Aunque eso sería raro teniendo en cuenta que la fiesta era exclusiva y bastante rigurosa con respecto a quienes podían asistir...

Sentado en el que era su estudio personal, volvió a repasar mentalmente que áreas le quedaban por investigar, se dió cuenta que eran muchas, cocina, lavandería, recursos humanos, y legales. Eso sin contar el personal que se encargaba del maquillaje de otros grupos.

La puerta del estudio se abrió y Joy, la jefa de vestuario de Bangtan asomó la cabeza. -Jin, en quince nos reu en el set de grabación, los quiero a todos listos.

-Ok. -Respondió con su pulgar arriba.

Ese era su pie para dejar de pensar en la muchacha y hacer su trabajo.

¿Debería agradecer a sus amigos por bromistas? Porque sus ojos se abrieron enormemente cuando finalmente la encontró. En uno de los sectores que todavía ni siquiera se le había ocurrido, en el sector donde preparaban la ropa para todos los idols y trainers de la empresa, de pie delante de una mesa de planchado y sin siquiera voltear a verlo cuando entró furioso por no encontrar su ropa.

Sus ojitos no podían creer que por fin la encontraba, piernas largas, labios abultados y ese lunarcito tan particular...

-Te encontré. -Le dijo soltando su larga cabellera bicolor después del intercambio que tuvieron.

aksj1992



-Hija ¿Estás segura que quieres quedarte sola?

-Sí mamá no te preocupes no me pasará nada puedo valerme por mí misma.

La expresión de preocupación y pena de mi pobre madre me dice que fui una bruta al responder de esa forma así que trato de resarcir el daño con la fórmula que sé me ha funcionado desde pequeña.

Estrujo a mamá en un abrazo de oso y lleno su cara de besos.

- ¡Lo siento mami, soy una niña mala!

Mamá ríe divertida y trata de huir del ataque de amor filial.

- ¡Aléjate de mí besucona! Uno: Ya no eres una niña, tienes treinta años. Dos: antes no usabas lápiz labial ¡Debo tener toda la cara marcada de rojo fiesta!

La risa de mi madre me contagia y rio como hace semanas no lo hacía.

- ¡Ups, culpable!

Mamá y yo nos sentamos en uno de los sillones de la sala que todavía lucen las cubiertas de embalaje con que fueron entregados por el camión de la tienda de muebles y sufrimos otro ataque de risa al sentir el crujido del plástico bajo nosotras.

Ahora es ella quien me abraza, su calor y dulzura me cobijan y hacen que me relaje de inmediato.

- ¡Ay Zoey! No sabes cómo me alegra poder recuperar estos momentos de complicidad, escuchar tu risa, saber que poco a poco te adaptas a tu nueva vida.

Suspiro y abrazo a mamá.

-Empezar de cero es como volver a nacer.

Mamá permanece silenciosa y pensativa.

- ¿Cómo te hace sentir eso?

-Confundida, expectante, ansiosa... feliz.

Mi madre acaricia mi cabello y al levantar la mirada pilló la suya observando el espacio que nos rodea.

-El hecho de que quisieras venir a este departamento fue una luz de esperanza para tu padre y para mí.

-La primera huella de mi antiguo yo.

-Exacto.

- ¿Sabes mami? Una parte de mí me dice que está bien estar aquí, pero otra...

- ¿Otra qué hijita?

-Siente que este lugar me revelará algo que no quiero descubrir.

Mamá no responde verbalmente pero su respuesta llega con un maternal beso en mi cabeza.

...

Mi madre acaba de irse, papá vino a llevarla a casa.

¡Amo su relación! Siguen manteniendo el mismo nivel de amor, complicidad, confianza y cuidado desde que se hicieron pareja hace cuarenta años cuando eran unos chiquillos universitarios.

Verlos desde la ventana del departamento tomados de la mano, riendo mientras suben al auto despierta en mí una sensación de añoranza que trato de alejar mirando el caos de cajas de cartón selladas que tengo para desembalar.

Me hace gracia que mamá y papá se hayan tomado la molestia de etiquetar cada una y ponerles un número.

Una nota acompaña al cargamento que dejó el camión de mudanzas:

"Te conocemos perfectamente Canvas y sabemos que la curiosidad debe estar matándote, pero confía en nosotros debes dejar la caja 10 para el final."

TE AMAN: MAMÁ Y PAPÁ.

Empiezo la tarea con la caja 1 que tiene la sección utensilios de cocina en el interior: ollas, cacerolas y demás empiezan el desfile y toman su respectivo lugar.

-No sabía que me gustaba tanto cocinar ¡Esto parece la dotación de enseres de Gordon Ramsay!

La caja cocina 2 viene con la etiqueta FRAGIL cortesía de la empresa de mudanzas. Tazas, platos, cubiertos, vasos ¡Uff! O sufro síndrome de acumuladora o tengo una gran vida social ¿Para qué quiere una mujer soltera que vive sola tantas cosas?

Entre los utensilios aparecen dos tazones de cereal que me hacen sonreír: Uno de mi amado Snoopy y la pandilla de Charlie Brown y otro de ¿Mario Bros?

- ¿Tú y yo nos conocemos señor Bigotes?

Mis padres tienen razón ¡Soy muy curiosa! Mi espíritu investigador se regocija al encontrar otros dos objetos en par y con los mismos diseños: unos jarros enormes para tomar café y que explican la presencia de la máquina para hacer cappuccino que hallé en la caja 1.

-Perdóname Mario si te he olvidado sabrás disculpar a esta cabeza rota.

La cajita de cubiertos tiene otra sorpresa ¿Palillos chinos?

- ¿Se usar de estos?

Algo me estruja el corazón al observarlos y luego encontrar unos muy lindos de entrenamiento que tienen por supuesto el diseño de mi caricatura favorita.

Yo... ¿Tengo niños? ¡Noo! ¡Es imposible que pudiera olvidar algo así!

Sacudo mi cabeza espantando esa idea y continuo con la labor de poner decente mi hogar.

...

¡Estoy muerta! Solo he abierto dos cajas y lo único que me apetece es dormir.

Supongo que son los rezagos de haber pasado mucho tiempo en cama, así que debo mentalizarme a bajarle las revoluciones a mis ansias por tener todo en su lugar.

Llego casi a rastras a la cama por lo que no me preocupo en ponerme el pijama, apenas puedo cubrirme con un cobertor antes de caer noqueada.

El mundo de los sueños activa mi subconsciente donde imágenes borrosas me muestran feliz en este mismo lugar y otras donde converso con alguien a quien a no puedo ver el rostro ni escucho su voz, pero cuya presencia sé que me afecta porque lloro dormida y provoca que despierte decaída y con dolor de cabeza.

...

El llanto nocturno tiene un efecto colateral: amanecer con hambre de tiburón.

Despeinada y arrastrando los pies abro la alacena y encuentro unas cuantas provisiones, entre ellas una caja de mi cereal favorito.

En el refri hay jugo de naranja, leche y otros que me ayudarán a sobrevivir hasta que me digne a ir al supermercado por lo menos hoy en la tarde.

No olvides llamar a mami por el detalle de brindarte medios para subsistir.

- ¡Anotado! ¡Dios! Creo que me estoy volviendo loca estoy hablando conmigo misma.

Me encojo de hombros y sigo con la tarea de alimentarme. El tazón de Mario es el primero en asomar del estante de platos así que es el elegido para tan noble propósito.

Apenas estoy por verter algo de cereal en él cuando una voz masculina me detiene en el acto.

- ¡Aish Zoey no seas flojita! ¿No puedes sacar a Snoopy? ¡Yo también quiero cereal y jugo! ¿Me sirves un poco?

¡Gracias cariño, eres la mejor!

- ¡Mierda!

¡Es un hecho, estoy loca! Volteo y como es de suponer no hay nadie más que yo en el departamento.

-Es mejor que coma y me ponga a hacer algo de provecho eso tendrá mi mente ocupada.

La mañana se va en abrir más cajas, sentirme satisfecha al ver como va quedando el departamento y salir a comprar al supermercado.

Hoy ocurrió algo muy curioso. Por lo general las remembranzas de mi pasado llegan como ráfagas nocturnas pero esta vez la visita al super trajo como plus recordar varios de mis platillos favoritos entre ellos algunos de la gastronomía coreana.

Sé que no soy muy buena cocinera, pero el súbito antojo de bibimbap es tan poderoso que no puedo evitarlo así que me doy a la tarea de buscar tutoriales en línea y encomendarme a todos los santos para no morir en el intento.

- ¡Puff! La cuestión se ve sencilla pero trabajosa a la vez ¡Tu puedes Canvas no te rindas sin haberlo intentado!

Sobrevivo al picado de carne de ternera, pero es la malvada zanahoria la que gana la batalla y provoca que por poco rebane toda la yema de mi pobrecito pulgar.

Reviso el daño y veo que la herida no es de gravedad y si lo fuera sé que puedo solucionarlo ya que mi memoria me devolvió hace un tiempo el recuerdo de mi profesión: soy veterinaria y según mis padres, una muy buena y dedicada.

Mientras dejo que el agua limpie la sangre siento como me quedó en blanco y percibo, aquí y ahora, la presencia de alguien que toma forma y cuerpo como si una bruma lo acompañara.

Es un apuesto chico asiático, está parado a mi lado mirando con preocupación la herida, su suave voz me habla... ¡Es... es la misma que escuché en la mañana!

-Nena ¿Estás segura que puedes hacerte cargo de eso?

- ¡Me ofende señor Kim! ¿Duda de mis capacidades como cirujana?

-En lo absoluto, pero no lo sé ¿No necesitas ayuda para hacerlo?

-No creo y si la requiero ¿Crees que podrás colocar un poco de anestesia en la jeringa?

-Eso sí puedo hacerlo, pero no me pidas que vea cuando te coses como Rambo.

- ¡Prometido!

-Prométeme otra cosa

-Dispara

-De ahora en adelante deja la sección gastronómica en manos del chef Kim.

- ¡Prometido! Sospecho que los dioses de la cocina me castigaron por osar meterme en los dominios de uno de los mejores representantes de la cocina coreana de la ciudad.

-Mmmm... Tal vez, supongo que me pasaría lo mismo si me atrevo a inmiscuirme en la dura labor de la excelente veterinaria Zoey Canvas.

El sonido del agua cayendo en el lavadero me regresa a la realidad.

- ¿Qué demonios fue eso?

Corro al dormitorio y de uno de las mesas de noche saco el botiquín de primeros auxilios. Sentada en la cama desinfecto la herida y al levantar la vista caigo en cuenta que el closet es ¡Enorme! Sé que tengo mucha ropa y me consta por la cantidad escandalosa de maletas que traje de casa de mis padres ¡Pero no es para tanto! El espacio es más que suficiente para...

¿Dos personas?

-Estoy imaginando cosas, si alguien viviera conmigo lo recordaría.

¿O no?

Mi dedo ya está vendado y listo para terminar el almuerzo. Un poco de té de jazmín preparado en una hermosa tetera china que encontré entre los trastes como acompañante es el toque final, aunque algo me dice que hubiese sido mejor algo de soju.

Opto por comer sentada en la alfombra de la sala y me alegró de mi decisión ¡Se siente muy bien!

¡Ay Zoey! ¿Entonces los sillones y el juego de comedor son solo utilería?

La mesita de centro de la sala tiene la altura precisa para comer cómodamente. Noto que falta un detalle para que el ambiente sea cien por ciento digno de Asia.

- ¡Los palillos!

¿Estas segura que es porque eres admiradora de la rica cultura del Asia oriental o te motivó la visita de tu guapo amigo imaginario?

Tener los palillos entre mis dedos me hace sentir rara. Su superficie fría y lisa resbala entre mis dedos de mantequilla.

- ¡Oich! ¿Por qué carajos tengo de estos en casa si por lo visto no me sirven para nada?

La frustración cede el paso a otro de mis episodios catatónicos.

Como la primera vez el guapo Kim aparece de la nada, envuelto en brumas y con apariencia fantasmal. Esta vez me observa mientras come con los dichosos palillos y aguanta la risa ante mis vanos intentos de dominar los raros cubiertos.

- ¡Me rindo! ¡Palillos 1 -Zoey 0! ¡No te rías Kim si no quieres acabar con ellos enterrados en tus lindos ojos!

- ¡Por Dios doctora Canvas cuanta agresividad!

El chico se acerca a mí y me abraza con cariño ¿Por qué puedo sentir su aroma y el calor de sus brazos? Su gesto es tan reconfortante que hace que la Zoey engreída salga a flote.

-Amor entiendo que te resulte frustrante el hecho de no poder comer con los palillos, pero me llama la atención el que te des por vencida tan rápido y más que nada que te conviertas en la mujer dragón.

-Lo siento si respondí como una psicópata, pero es verdad ¡Me siento frustrada y ridícula!

-Zoey son solo palillos, los puedes reemplazar por tenedores.

- ¡No son solo los palillos Jinnie! Es... es... es que no poder usarlos me recuerda a la pequeña y torpe Zoey, además... además me da vergüenza contigo.

- ¿Conmigo? No tienes por qué sentir vergüenza cariño para mí solo es un detalle encantador porque honestamente te ves muy linda y graciosa cuando refunfuñas.

- ¿En serio? ¿No lo dices solo por consolarme?

-En serio.

-Gracias por eso. Mmmm... Hay otro asunto que me preocupa.

- ¿Cuál?

-Tengo terror de pensar que si alguna vez llego a conocer a tu familia nos inviten a cenar y haga el papelón de mi vida con los cochinos palitos.

Los palillos terminan de resbalar de mi mano cuando ¿Jinnie? toma mi rostro y me besa con amor y devoción. La sensación es tan vívida que provoca que las lágrimas caigan por mis mejillas.

La nube rosa en la que flotamos parece brillar cuando Kim me sonríe.

- ¿Quieres conocer a mi familia?

- ¿Tú quieres conocer a la mía?

- ¿Sabes que es de mala educación responder a una pregunta con otra pregunta?

-Lo sé señor mal educado que acaba de responder de la misma forma.

-Touche. ¿Entonces? ¿Quieres conocer a mi familia?

Me veo respondiendo al guapetón con otro beso y una enorme sonrisa.

- ¡Me encantaría!

-A mi me encantaría conocer a la tuya.

Mi llanto se hace más intenso y empiezo a dar vueltas por la sala.

- ¡Oh Dios, oh Dios! ¿Qué me pasa? ¿Por qué no recordaba a Kim? ¿Quién es él?

Estoy al borde de un ataque de pánico así que lo único que se me ocurre es llamar a mi madre cuando de pronto la caja 10 concita mi atención como si fuera el Arca de la Alianza.

-Estoy segura que tienes las respuestas que necesito.

Un cúter usado a la velocidad del rayo rompe la película de plástico que protege el cartón y al abrir la gran caja encuentro en su interior cajas más pequeñas y una nota que dice PARA ZOEY con la caligrafía de mi madre.

Hijita:

Sé que el pedido que tu padre y yo te hicimos de dejar el contenido de esta caja para el final te debe haber parecido algo absurdo o extravagante, pero tenía una razón de ser. Lo hicimos por sugerencia del doctor Phillips que consideró pertinente que esa parte de tu pasado fuera la última pieza de tus recuerdos que volviera a ti.

Cuando despertaste del coma y nos dimos cuenta que sufrías de amnesia ¡Sentimos que moríamos! Fue un gran alivio ver que poco a poco evocabas casi toda tu vida anterior, pero por una extraña razón, no recordabas nada de los últimos dos años.

El buen doctor nos dijo que era producto del shock post traumático dadas las circunstancias del accidente y que era preferible que todavía no estuvieras consciente de las consecuencias del mismo para no bloquear tu proceso de recuperación.

El que nos hayas pedido ir al departamento que es tu nuevo hogar fue la señal que nos dijo que estabas en el camino de recuperar los recuerdos que estamos seguros, son invaluables para ti.

Zoey, respira profundo y sé una vez más, nuestra valiente y decidida hija que siempre, siempre nos ha llenado de orgullo.

TE AMAN MAMI Y PAPI.

Tomo con manos temblorosas la primera de las cajitas y al ver lo que hay dentro la dejo caer regando su contenido por el piso.

¡Son fotos del fantasma! En una ellas se le ve en una cocina, tal vez la de un restaurante con un atuendo de cocinero que lo hace lucir muy guapo, con una linda sonrisa abochornada al lado de un tipo que estrecha su mano y le entrega un diploma que lo reconoce como el chef revelación del año.

Hay muchas más de diferentes momentos y situaciones, pero una en especial hace que mi corazón salte sobresaltado.

En la fotografía sonríe dulcemente y tiene en brazos a Bubble, mi gatita, y un cartel que dice ¡Feliz cumpleaños mami!

Recojo todo lo que cayó de la caja y entre ellas encuentro una bolsita de raso. En su interior hay una nota y el empaque de los palillos de entrenamiento.

Leerla me arranca un sollozo.

¡Feliz cumpleaños cariño! Espero acompañarte muchos más para poder seguir amándote.

Recibe este regalo que Bubble y yo elegimos para ti, nuestra pequeña Zoey, porque sabemos que ganarás la batalla y dominarás a los cochinos palitos.

Conforme abro los empaques encuentro más y más cosas relacionadas a SeokJin hasta que en uno de ellos encuentro fotos y recuerdos de ¡Por... la... pu...!

¿SeokJin es mi esposo??

¡Qué pregunta para estúpida! ¡Las pruebas están allí! Fotografías, nuestros aros de matrimonio, el hecho de que sus objetos personales ¡Estén en mi casa! ¡Oh! El closet...

Un recuerdo viene a mí...

Cuando volví a casa de mis padres y vi a Bubble la recordé de inmediato. La mimosa gatita me recibió con cariño, pero al poco tiempo me di cuenta que siempre tenía una actitud vigilante, como si aguardara a alguien más.

Jinnie es a quien esperabas ¿No es cierto Bubble? Eres NUESTRA gatita.

Siento que la cabeza me va a estallar y como si se tratara de una explosión los recuerdos llegan como una lluvia incontrolable hasta llegar al momento de...

-Amor deja que conduzca ya manejaste un buen trecho.

-Lo sé, pero tú lo hiciste casi el doble de distancia. Mira, el GPS dice que pronto llegaremos a una gasolinera allí haremos el relevo ¿Está bien señor Kim?

-Ok señora Kim tienes mi voto de confianza.

-Gracias. Te amo.

Nuestro viaje de regreso de la luna de miel nunca llegó a su destino. Un imprudente chofer que manejaba ebrio invadió el carril que nos correspondía e impacto directo contra nosotros.

El infeliz murió en el lugar de la tragedia, yo sufrí lesiones en el cráneo que me mantuvieron en coma por semanas.

Fui un caso médico que muchos llamaron milagroso porque al despertar del letargo que me tenía atrapada la única secuela que tuve fue un cuadro amnésico que, por lo visto, acabo de superar del todo.

¡Oh Dios! ¿Qué pasó con SeokJin? ¿Por qué no está aquí conmigo?

Empiezo a hiperventilar, la sola idea que él haya muerto por mi culpa me traspasa el alma.

Presa del llanto trato de controlarme y llamo por teléfono a mamá.

- ¡Mamiiii!

- ¡Zoey cariño! ¿Qué ocurre?

- ¡Por favor, por favor dime que Jinnie no murió!

- ¡Ay hijita! ¡Cálmate papá y yo pronto estaremos contigo!


...



- ¿Segura que puedes hacer esto?

-Si papi.

-Si te sientes mal por favor no dudes en llamarme.

-Lo haré papi.

Papá sujeta mi mano que ahora luce mi aro de matrimonio.

-Todo saldrá bien el estará feliz al saber que estás aquí.

-Lo sé papá, yo también estoy feliz por verlo.

Me despido de mi padre y me dirijo al área de terapias y rehabilitación.

En el camino un gran ventanal me sirve de espejo y puede verme de cuerpo entero: Estoy peinada y maquillada, el ramo de flores que llevó en la mano es precioso y se ve muy gracioso con el globo en forma de gato que lo adorna.

Conforme avanzó respiro tratando de calmarme ¡Se supone que mi presencia debe alegrar a mi esposo no deprimirlo!

Por fin llego a mi destino y al dar mi nombre la amable enfermera sonríe y me guía hasta el jardín de esa ala del hospital.

- ¡Zoey que gustó por fin conocerte! Jin no deja de hablar de ti y no ve las horas de salir de aquí para ir a casa contigo y Bubble.

Debo carraspear para alejar el nudo que oprime mi garganta.

-Gracias... gracias por mencionarlo... Grace. El... El...

La enfermera Peters me toma del brazo y detiene nuestra marcha.

-Todo va excelente Zoey. SeokJin es un paciente ejemplar y sé ha esforzado mucho para recuperarse pronto, su mayor motivación es saber que estás bien y que dentro de poco se reencontrarán.

Aspiro profundo y espero que eso sea suficiente para no desarmarme.

Grace me señala un punto en el jardín y aprieta de manera amistosa mi brazo antes de dejarme sola.

SeokJin está sentado en una silla de ruedas, tiene puestos unos auriculares y está vestido con ropa deportiva de color negro.

Su cabello luce algo largo y desordenado por la brisa de la tarde, su aspecto me recuerda la primera vez que lo vi.

Al levantar la mirada deja el tamborileo que lo tenía absorto, me mira y sonríe, aunque sus ojitos se llenan de lágrimas como los míos.

- ¡Hola señor Kim!

- ¡Hola señora Kim!

Sus ojos viajan hasta mi dedo que luce una bandita y frunce el ceño.

- ¿Te volviste a coser Rambo?

No sé porque me da un ataque de risa que viene acompañado de lágrimas y mocos que trato de contener con dificultad.

-No fue necesario a Dios gracias ¿Qué hubiera hecho sin mi asistente favorito?

Su cara se llena de asombro y me sonríe.

- ¿Lo recordaste?

- ¡Recordé todo Jinnie! ¡No sabes el  miedo que  sentí cuando pensé que habías muerto por mi culpa!

Ya no aguanto más y me lanzo a sus brazos que me reciben con amor.

-¡Hey no llores estoy aquí y pronto podré ir a casa!

-¡Lo sé amor, lo sé! Es que fue muy raro verte como un fantasma y...

-¡Espera, espera! ¿Me puedes explicar eso?

-¿Tienes tiempo? Es un rollo muy largo

-Tengo todo el tiempo del mundo especialmente para usted Doctora Canvas.

-Corrección señor Kim, ahora soy la muy feliz Doctora Kim.

-Cierto. El anillo te queda muy bien.

-¡Oh espera!

Busco en mi bolso y encuentro lo que buscaba así que coloco el aro de matrimonio en el largo dedo de mi esposo que junta su mano con la mía.

-Juntos se ven mejor.

-Opino lo mismo. Ahora sí cuéntame ¿Cómo es eso que fui un fantasma?

zrl1825

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