Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

16

SeokJin y Soo-min se conocieron en un pequeño café al borde de la ciudad. Era un día lluvioso, y SeokJin, un joven estudiante de literatura, buscaba refugio mientras esperaba que la tormenta pasara. Soo-min, una apasionada pianista, también había buscado refugio en el mismo lugar.

El aroma del café recién hecho llenaba el ambiente, y las luces tenues creaban una atmósfera acogedora. SeokJin estaba absorto en su libro, mientras Soo-min hojeaba partituras en su cuaderno. Sus miradas se cruzaron por casualidad, y algo en aquel instante hizo que el mundo se detuviera.

—¿Te gusta la lluvia?— preguntó SeokJin.

—Sí, me inspira para tocar el piano. ¿Y a ti? — dijo Soo-min, levantando la vista.

—También. Y los libros. Me encanta perderme en las palabras.

La conversación fluyó fácilmente. Descubrieron que compartían una pasión por el arte y la música. Soo-min le contó sobre su sueño de estudiar en el extranjero y convertirse en una concertista reconocida. SeokJin habló de su amor por la poesía y cómo quería escribir novelas algún día.

Pasaron horas en aquel café, compartiendo risas y confidencias. Soo-min tocó algunas notas en su imaginario piano, y SeokJin recitó versos de sus poemas favoritos. La lluvia seguía cayendo afuera, pero dentro del café, el tiempo parecía detenerse.

Con el paso de los días, SeokJin y Soo-min continuaron viéndose. Asistieron a conciertos juntos, exploraron librerías y se perdieron en conversaciones profundas. Se enamoraron lentamente, como las notas de una melodía que se construyen una sobre otra.

Cuando la guerra estalló, SeokJin se alistó en el ejército. Soo-min lo despidió con lágrimas en los ojos, prometiendo que esperaría su regreso. Sus cartas se convirtieron en su única conexión durante aquellos años oscuros.

SeokJin fue enviado a Vietnam como parte de las fuerzas surcoreanas que luchaban junto a Estados Unidos contra los comunistas vietnamitas. La guerra estaba en su apogeo, y la violencia y el sufrimiento eran constantes.

Durante su servicio, SeokJin fue testigo de horrores inimaginables. Experimentó combates, pérdidas y la brutalidad de la guerra.

El sol comenzaba a ocultarse, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y violetas, cuando SeokJin finalmente llegó al pequeño pueblo que había dejado atrás hace tantos años. La guerra lo había mantenido lejos, demasiado lejos, de su hogar y de su familia. Durante la guerra, SeokJin vivió una experiencia dolorosa y traumática. Como joven soldado surcoreano, se encontró atrapado en el conflicto de Vietnam. Pero ahora, con el corazón palpitante y las manos temblorosas, se encontraba frente a la puerta de su casa, preguntándose si su hijo, al que nunca había visto, lo reconocería.

Con un suspiro profundo, SeokJin tocó la puerta. El sonido de pasos ligeros se acercó desde el interior y, luego de un momento que pareció una eternidad, la puerta se abrió. Allí estaba Soo-min, su esposa, con lágrimas en los ojos y una sonrisa que iluminaba su rostro cansado.

—¿Eres tú? ¿Realmente eres tú, SeokJin?

—Sí, mi amor. He vuelto. No sabes cuánto soñé con este momento.

Soo-min se lanzó a sus brazos, y ambos se abrazaron fuertemente, como si quisieran recuperar todo el tiempo perdido en un solo instante. Fue entonces cuando un niño pequeño, curioso por el visitante, se asomó detrás de las piernas de su madre.

—Hola, pequeño. Soy tu papá.— SeokJin se agachó para estar a la altura del niño.

El niño lo miró con ojos grandes y llenos de asombro. SeokJin extendió su mano, y el niño, después de una breve vacilación, la tomó con su pequeña manita.

—Papá... ¿jugamos?

—Claro que sí, campeón. Juguemos.— dice SeokJin, con una sonrisa y lágrimas en los ojos.

Jugaron y rieron hasta que las estrellas comenzaron a aparecer en el cielo, y cuando el cansancio venció al pequeño, SeokJin lo llevó en brazos a su habitación. Lo acostó en la cama y se recostó a su lado, observando cómo el sueño llevaba a su hijo a un mundo de paz y tranquilidad.

—Te prometo que nunca más me perderé un solo momento de tu vida.— dijo susurrando.

Y con esa promesa, el joven padre se quedó dormido, con la certeza de que, a pesar de todo lo que había sufrido, el futuro que le esperaba junto a su hijo sería maravilloso.

SeokJinmyLover3



-Sí mami no te preocupes estaremos allí para la sorpresa de cumpleaños de papi.

...

-Lo sé mami, papi se pondrá feliz al ver a su yerno los dos se aman con loca pasión. Te amo, hasta mañana.

Después de verificar que he dejado todo ok en el auto por fin puedo subir al ascensor que me llevará a casa.

¡Estoy muerta! La reunión para leer el libreto del próximo drama que filmaré se prolongó más de lo que suponía.

Mientras el ascensor asciende sonrió recordando que al darme cuenta que la cosa tenía para largo mi pensamiento voló inmediatamente a la Kim guarida y mis pensamientos fatalistas de madre primeriza recrearon un escenario apocalíptico imaginando mi hogar patas arriba ¿Lo más curioso de la anécdota? Diría que definitivamente fue el hecho de que apenas la escena apareció nítida en mi fantasiosa mente mi celular sonó y la voz de Jin me trajo de regreso al mundo real.

- ¡Hola Tessa! ¿Cómo van las cosas por allá?

- ¡Hola Jinnie! Fatales, a este paso tenemos para un par de horas más.

- ¡Déjame adivinar! Apuesto que a Gillie hyung le dio un ataque de perfeccionismo.

-Lo conoces bien y como es el protagónico no nos quedó más remedio que aceptar. Claro que como es un caballero pidió las disculpas del caso y prometió recompensarnos ¡Ahora te toca adivinar!

- ¿A mí?

- ¡Aja! ¿A qué no sabes que ofreció como recompensa por nuestra paciencia?

-Mmmm... Jagi no tengo la menor idea, hyung es una caja de sorpresas.

-Nos premiara con una botella de "Tarro de miel de mariposa"

La escandalosa risa de mi esposo hace que aparte por un momento el celular de mi pobre oreja.

- ¿En serio?

- ¡Oh sí! Por supuesto que alce mi voz de protesta ¿Para que quiero una de esas si tengo una bodega entera y el creador duerme todas las noches conmigo?

- ¡Que vergüenza! ¿Le dijiste eso delante de todo el elenco?

- ¡Obvio! Mientras más drama mucho mejor, así me aseguraba de sacarle algo bueno a cambio.

- ¡Jajaja Tessa! ¡Eres toda una mafiosa! ¿Y qué te dijo?

-Que los Kim seríamos sus invitados especiales para cenar el día hora y lugar que eligiéramos.

- ¡Bravo Tessa! Eso fue un éxito total con lo tacaño que es NamGil hyung.

- ¡Lo sé! Jinnie... mmmm... eeeeeeeeeeehh...

-No te preocupes Tessi todo está bien por aquí verás que cuando llegues estaremos sanos y salvos. Confía en el Sargento Kim querida.

-Siempre cariño. Sé que estás ultra capacitado: Dieciocho meses en el ejército y más de diez años siendo el hermano mayor en Bangtan te certifican completamente.

-Te dejo jagi ve tranquila a tu reunión. Te amo Tessa.

-Yo más a ti Seokjinnie.

El ascensor abre sus puertas directamente en nuestro departamento y la primera en recibirme es Guleum, la perrita que me regaló la linda Ana Paula hace un par de años atrás y que conquistó el corazón de algodón dulce de Jin por su parecido a su amado Jjanggu.

Después de darle cariño a la pequeña me acerco a la habitación de SeungJin, pero compruebo que allí no hay rastros de los chicos Kim.

El suave sonido de la pista musical "BTS para bebés" me guía hasta mi habitación y desde el marco de la puerta veo una escena que me hace babear de amor: Jinnie y nuestro hijo duermen plácidamente ¡Parecen unos angelitos!

Levanto mis ojos buscando a las divinidades que permitieron que volviera al pasado y arreglara el estropicio que Jin y yo hicimos por pedir un deseo de manera irreflexiva que por poco arruina nuestra historia en común.

-Sé que están allí y seguro están aburridos de oírlo, pero lo siento ¡No me cansaré de repetirlo!

¡Gracias.........Totales!!


zrl1825



Naz entró al cuarto del bebé, lo había oído quejarse unos minutos antes, pero SeokJin no le había permitido levantarse. -Descansa amor. -Fueron sus palabras.

Y tanta falta que le hacía, pudo seguir durmiendo un momento más.

Evidentemente el tiempo había pasado y su esposo no había regresado. Sonrió con ternura, no era la primera vez que ocurría.

Se levantó, totalmente descansada y lista para enfrentar otro día de maternidad, con sus energías renovadas gracias a él, que pasó, evidentemente la noche con el pequeño NeulSeok. Se dirigió hacia el dormitorio del bebé, abrió con cuidado para no despertar a ninguno de los dos. Allí estaban, como tantas veces había pasado desde que ese pequeño niño había llegado a sus vidas. SeokJin dentro de la pequeña cuna, en una posición bastante incomoda para dormir, pero profundamente dormido con su pequeño sobre su pecho. Ambos irradiaban paz y tranquilidad.

Naz tomó su móvil y les sacó una foto para su galería personal, esa que hacía ya dos meses que estaba llena de instantáneas de sus amores. Lo guardó y sigilosamente volvió a salir de la habitación, se dirigió a la cocina para preparar un delicioso desayuno coreano, sonrió al recordar lo mucho que le había costado adaptarse a esas comidas tan abundantes a tan tempana hora, pero de eso hacía ya muchos años. Cuando tuvo todo listo lo acomodó en la pequeña mesa del comedor y volvió a observar el panorama, una mesa de patas demasiado cortas rodeada de almohadas, negó divertida una vez más pensando en que jamás se había imaginado a sí misma haciendo su vida al otro lado del mundo.

El sonido de unos quejiditos atrajeron su atención. SeokJin caminaba hacia ella con el bebé en brazos, tan pegado como era posible a su cuerpo.

-Este sujeto hizo de las suyas en el pañal... ¡Buenos días cariño! -Dijo al llegar junto a ella y dale un suave beso en los labios.

-Buenos días mi amor. Gracias por lo de anoche.

-Siempre que tenga su dotación de leche materna al alcance será un placer levantarme por las noches.

Naz entonces se percató de que sus pechos estaban llenos, tomó rápidamente al pequeño y ambos se sentaron a desayunar, al tiempo que ella descubría uno de sus pechos para alimentar al bebé.

-Se que te gusta hacerlo, pero ayer terminaron tarde. Hablando de eso. ¿Cómo les fue? ¿Salió todo bien?

-Como siempre, todo salió perfecto, nuestro público es el mejor y nos brindan su cariño, pero...

-¿Hubo algún problema? -Preguntó Naz con preocupación cuando SeokJin dejó de hablar.

SeokJin en cambio había recordado el día anterior, había disfrutado cada momento del show como lo hacía siempre. Se llenaba de la energía positiva que su público le brindaba y podía sentir en el aire el amor que sentían por ellos. Terminar con el cuerpo agotado de tanto bailar y cantar para Army de alguna manera lo hacía sentirse lleno de vida. Pero había algo que no podía expresar.

-Todo salió perfecto, como dije, me encanta lo que hacemos. Aunque, desde que llegaste a mi vida y luego me diste éste regalo tan preciado quisiera poder compartir esa alegría que siento. Pero sé que, así como voy a encontrar mucha gente que se va a sentir feliz por mi y mi familia, también estarán los que no lo puedan aceptar, los que incluso querrán hacerles daño con tal de sacarlos de mi vida y eso me entristece un poco. Luego veo a mis hermanos, y creo que a pesar de las dificultades todos pasamos por lo mismo de una u otra manera. Hemos aprendido a vivir esta doble vida y la aceptamos porque tenemos personas a nuestros lado que así lo entienden también. Son ustedes, Seokie y tu, los que me dan paz y descanso al final del día. Y como pasó anoche, físicamente estaba agotado, pero necesitaba sentir la paz que me transmite oír su respiración, esos soniditos que hace al dormir los que hacen que mi vida se sienta completa. Son el combustible para el motor que nuestro público necesita aunque no sepa de su existencia. Ellas me verán feliz y me hace bien saber que no debo actuar para poder expresarlo. Y más allá de mis sentimientos personales, me gusta saber que una parte de mi vida es solo mía, nuestra y de nadie más. -Finalizó para besar la cabeza de Naz con cariño.

Ella sonrió, lo comprendía a la perfección. Entonces, desprendió al pequeño del pezón para apoyarlo sobre su pecho.

-Esa es mi tarea, dame a ese sujeto. -Dijo SeokJin juguetón prácticamente arrancando al bebé de sus brazos, pero con mucha delicadeza. -Del provechito me encargo yo. -Y comenzó a palmear la espalda del bebé esperando que el aire de su estómago saliera.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro