En las sombras de la noche eterna, donde la luna colgaba baja y pálida en el cielo, SeokJin, el vampiro de inigualable belleza, caminaba con gracia por las calles empedradas de una antigua ciudad europea. Su piel, pálida como el mármol, contrastaba con sus ojos, que brillaban con un fuego interno que pocos mortales habían visto y vivido para contarlo.

Capítulo 1: El Encuentro

La brisa nocturna llevaba consigo el aroma de las rosas del jardín cercano, mezclado con el dulce perfume de la sangre humana. SeokJin se detuvo frente a una mansión victoriana, su fachada cubierta de hiedra y secretos.

—Otra noche, otro baile macabro en este juego eterno.— SeokJin susurra para sí mismo.

Justo entonces, una figura encapuchada se acercó a él, moviéndose con una urgencia que parecía fuera de lugar en la calma de la noche.

—SeokJin, he oído hablar de ti. Dicen que puedes ver el hilo de la vida y la muerte.

SeokJin sonrió, sus colmillos reluciendo bajo la luz de la luna.

—Y tú, ¿quién eres para buscar a un ser como yo?

La figura bajó la capucha, revelando una joven de ojos claros y cabello como la noche más oscura.

—Mi nombre es Naz. Necesito tu ayuda.

—¿Mi ayuda? ¿Para qué podría necesitarla una mortal como tú?— SeokJin arquea una ceja.

—Hay algo oscuro en esta ciudad, algo que incluso a ti debería preocuparte.

SeokJin la observó, intrigado. No era común que los humanos se acercaran a él con tanta confianza, y mucho menos con información que pudiera interesarle.

—Continúa, tienes mi atención.

—Han desaparecido personas, y no de la manera usual. No hay rastro de violencia, ni de lucha. Simplemente... se esfuman.

—Eso es... inusual. — dice SeokJin pensativo —¿Y qué ganaría yo al investigar esto?

—Puedo ofrecerte algo que ningún otro mortal puede.

La curiosidad de SeokJin estaba picada. Él, que había vivido siglos y visto el auge y caída de imperios, encontró un misterio que podría ser digno de su tiempo.

—Está bien, Naz. Ayudaré en tu búsqueda. Pero no olvides, todo tiene un precio.

—Lo sé. Y estoy dispuesta a pagarlo. dice Naz asintiendo.

Con un gesto elegante, SeokJin extendió su mano y Naz la tomó. Juntos, se adentraron en la oscuridad, hacia lo desconocido.

Capítulo 2: Sombras y Secretos

La noche se desplegaba ante ellos como un manto de misterio y promesas. SeokJin y Naz avanzaban por las calles desiertas, sus pasos resonando en el silencio.

—No todos los días uno camina junto a un vampiro.

—Y no todos los días una mortal me pide ayuda. Dime, ¿qué sabes de estas desapariciones?— dice SeokJin sonriendo.

—Comenzaron hace un mes. Al principio, eran vagabundos, luego personas solitarias. Ahora, incluso aquellos con familia han comenzado a desaparecer.

—¿Y no hay testigos? ¿Nadie ha visto nada?

—Nada. Es como si la tierra se los tragase.

SeokJin reflexionaba mientras caminaban. Sabía que había fuerzas en este mundo que incluso él temía, y si algo estaba cazando en su territorio, debía encontrarlo.

—Llevame al lugar de la última desaparición.

Naz asintió y lo guió a través de un laberinto de callejones hasta llegar a una pequeña plaza. La luz de la luna iluminaba un banco vacío, el único testigo silencioso de la desaparición más reciente.

SeokJin inspecciona el área

—Interesante. No hay signos de lucha, ni de magia. Esto requiere una investigación más profunda.

—¿Crees que es obra de otro vampiro?

—No, esto no tiene el sello de mi especie. Es algo... diferente.

De repente, un chillido rompió la quietud de la noche. SeokJin y Naz se giraron para ver una sombra que se movía rápidamente entre los edificios.

—Quédate detrás de mí.— dice SeokJin preparándose para la persecución.

Sin esperar respuesta, SeokJin se lanzó tras la sombra, moviéndose con una velocidad sobrenatural. Naz lo seguía, su corazón latiendo con fuerza ante la emoción y el miedo.

La persecución los llevó a un antiguo cementerio, donde la sombra finalmente se detuvo ante una tumba desgastada por el tiempo.

—¡Muéstrate! — grita SeokJin, confrontando a la sombra.

La sombra se disipó, revelando a un hombre de aspecto demacrado, sus ojos hundidos y vacíos.

—Ayúdenme... por favor.

—¿Quién eres? ¿Qué te ha pasado?— pregunta SeokJin acercándose con cautela.

—Me llamo Erik. Algo... algo me está consumiendo por dentro.

SeokJin examinó a Erik, notando una marca extraña en su cuello, una marca que no reconocía.

—Esta marca... no es natural. Naz, ¿has visto algo así antes?

Nunca. Pero tal vez alguien en la ciudad sepa más.— dice Naz negando con la cabeza.

—Entonces, eso haremos. Erik, te llevaremos a un lugar seguro. Naz, necesitaremos toda la ayuda que podamos conseguir.

Juntos, ayudaron a Erik a levantarse y lo llevaron de vuelta a la ciudad, decididos a descubrir la verdad detrás de las sombras que acechaban en la oscuridad.

Capítulo 3: La Marca del Olvido

La ciudad dormía, ajena al drama que se desarrollaba en sus entrañas. SeokJin, Naz y Erik se adentraron en el corazón de la urbe, buscando respuestas entre las sombras.

—Erik, cuéntame más sobre esta marca. ¿Cuándo apareció?

—Fue después de visitar la feria ambulante que llegó a la ciudad. Me sentí atraído por una carpa en particular, donde una mujer me leyó la fortuna.— responde Erik con voz temblorosa.

—¿Recuerdas algo específico de esa mujer o de la carpa?

—Era extraña, con ojos que parecían ver a través de ti. Y la carpa... estaba llena de símbolos que nunca había visto.

SeokJin frunció el ceño. La feria ambulante era un evento común en la ciudad, pero algo en la historia de Erik no encajaba.

—Llevanos allí. Necesitamos ver esa carpa.

El trío llegó a la feria, ahora silenciosa y desierta. La carpa de la que hablaba Erik aún estaba en pie, sus lonas ondeando suavemente en la brisa.

—Mantengan los ojos abiertos. Algo me dice que no estamos solos.—advierte SeokJin entrando en la carpa.

Dentro de la carpa, el aire estaba cargado de una energía palpable. SeokJin examinó los símbolos que cubrían las paredes, su mente trabajando rápidamente para descifrar su significado.

—Este se parece a la marca en el cuello de Erik.— dice Naz señalando un símbolo.

Es un antiguo símbolo de olvido. Utilizado en rituales para borrar la memoria o incluso la existencia.

—¿Quieres decir que alguien está usando magia para... hacer desaparecer a la gente?— pregunta Erik.

—Parece ser el caso. Y si no lo detenemos, más personas caerán en el olvido.

De repente, una risa suave resonó en la carpa, y una figura emergió de las sombras. Era la mujer de la que Erik había hablado, su mirada fría y calculadora.

—Bienvenidos, intrusos. Veo que han descubierto mi pequeño secreto.

—¿Quién eres y qué has hecho con la gente de esta ciudad? —pregunta SeokJin con voz firme.

—Soy alguien que ha estado aquí mucho antes de que tú caminaras por estas tierras, vampiro. Y lo que hago con los mortales es asunto mío.

—No te dejaremos continuar con esto.— ataca Naz.

 La mujer sonrió, y con un movimiento de su mano, los símbolos en la carpa brillaron con una luz cegadora.

—¡Cuidado!- grita SeokJin protegiendo a Naz y Erik.

La luz los envolvió, y por un momento, todo fue blanco. Cuando la visión de SeokJin se aclaró, se encontró en un lugar que no reconocía, con Naz y Erik a su lado.

—¿Dónde estamos?— pregunta Naz mirando a su alrededor.

—En algún lugar fuera del tiempo y el espacio. Ella nos ha enviado a un reino olvidado.— responde SeokJin observando el entorno.

—¿Cómo salimos de aquí?

—Debemos encontrar la manera de romper el hechizo. Y rápido, antes de que la mujer misteriosa complete su ritual.

Juntos, comenzaron a explorar el reino olvidado, decididos a encontrar una salida y detener la amenaza que se cernía sobre su mundo.

Capítulo 4: El Laberinto del Tiempo

El reino olvidado era un lugar de belleza sombría, con paisajes que desafiaban la lógica y la razón. Montañas flotantes, ríos que corrían hacia el cielo y bosques con árboles de cristal formaban un laberinto de maravillas y peligros.

—Este lugar está imbuido de magia antigua. Debemos ser cautelosos.

—Es hermoso, pero siento una tristeza en el aire, como si este lugar estuviera en duelo. — habla Naz mirando alrededor.

—¿Cómo encontraremos la salida en este laberinto?— pregunta Erik

—Debemos buscar el centro del reino. Es allí donde la magia es más fuerte y, con suerte, donde encontraremos la clave para romper el hechizo.

El trío comenzó a caminar, siguiendo un sendero que serpenteba entre los árboles de cristal. A medida que avanzaban, figuras etéreas aparecían y desaparecían, susurros de vidas pasadas que se aferraban al olvido.

—Estas figuras... ¿son las almas de los desaparecidos? — pregunta Naz.

—No exactamente. Son ecos de su existencia, lo que queda cuando alguien es borrado del mundo.

—Entonces, ¿hay esperanza para ellos?— Erik pregunta esperanzado.

—Si rompemos el hechizo a tiempo, sí. Pero debemos apresurarnos.

Después de horas de caminar, llegaron a un claro donde un espejo gigante se alzaba, su superficie brillando con una luz interna.

—Este es el corazón del reino. El espejo de las almas. — dice SeokJin acercándose al espejo.

—¿Qué debemos hacer?

—Debemos invocar la verdad oculta en el espejo. Solo así podremos deshacer el hechizo.

SeokJin extendió su mano hacia el espejo, y las imágenes comenzaron a cambiar, mostrando la ciudad, la feria, y finalmente, la mujer misteriosa realizando su ritual.

—Espejo, revela la fuente de tu poder.— murmura SeokJin concentrado.

El espejo emitió un destello, y una figura apareció detrás de ellos. Era la mujer misteriosa, su rostro torcido por la ira.

—Insolentes. ¿Creían que podrían escapar tan fácilmente?

—No escapamos. Vinimos a poner fin a tu juego.

—Devuélveles su existencia a los desaparecidos.— Naz

—¡Nunca! Este poder es mío.

Con un grito de furia, la mujer lanzó un hechizo hacia SeokJin, pero él estaba preparado. Con un movimiento fluido, desvió la magia hacia el espejo, que absorbió la energía y la reflejó de vuelta hacia la mujer.

 —¡Imposible!— grita la mujer.

—Tu tiempo ha terminado.

El espejo brilló con intensidad, y la mujer misteriosa se disolvió en la luz, su grito desvaneciéndose en el viento.

—¿Lo logramos?— dudó Erik.

—Sí. El hechizo se ha roto.— SeokJin habla con seguridad.

El reino olvidado comenzó a desmoronarse, y el trío fue envuelto en una luz cegadora. Cuando abrieron los ojos, se encontraron de vuelta en la ciudad, justo en la plaza donde todo había comenzado.

—La gente... están regresando.— Naz mira a su alrededor.

Alrededor de ellos, los desaparecidos reaparecían, confundidos pero ilesos. La ciudad se llenó de alegría y alivio mientras las familias se reunían.

—Has demostrado ser una aliada valiente. ¿Qué harás ahora?— pregunta SeokJin a Naz.

—Seguiré luchando contra las sombras, pero esta vez, con un amigo inmortal a mi lado.— responde ella.

SeokJin sonríe.

—Entonces, la aventura continúa.

Juntos, SeokJin y Naz se adentraron en la noche, listos para enfrentar cualquier otro misterio que la vida les presentara.

Fin 🧛🏻‍♂️

SeokJinmyLover3

El sonido del ascensor da cuenta de que he llegado a mi destino.

La cita se dará en uno de los pent-house del edificio más lujoso de la ciudad donde por fin podré conocer a mi misterioso Mecenas, el hombre que ha impulsado mi carrera de escritora desde que gané ese concurso de nuevos talentos del género del terror y misterio.

Como acordamos toco el timbre del departamento y en un instante la puerta se abre dándome pase para ingresar.

Una suave y sensual voz masculina me habla en medio de la penumbra que solo disminuye por la luz de la ciudad que se filtra a través de las cortinas del gran ventanal que es parte del ambiente.

-Buenas noches señorita La Mar gracias por ser tan puntual. Por favor tome asiento en un momento la atenderé.

La voz deja de sonar tan de improviso como llegó a mí. Debo admitir que la situación es algo misteriosa y macabra pero extrañamente no estoy asustada, al contrario, la sensación de euforia me embarga ¡Estoy tan emocionada como una niña que conocerá a Santa Claus!

-Gracias nuevamente por estar aquí y disculpe que la haya citado a esta hora de la noche.

- ¡Ay carajo! ¡Perdón señor Kim es que me asustó! ¿Siempre camina como un gato sigiloso?

Escucho la risilla que se le escapa a mi anfitrión, por lo visto mi exabrupto le pareció divertido.

La sombra que apareció a un lado del sillón donde se sentará el dueño de casa toma forma y adquiere un rostro que puedo distinguir a pesar de la casi oscuridad.

¡Madre...del... señor...hermoso! SeokJin Kim es.... es... ¡Tan diferente a como lo había imaginado! Pensé encontrarme con un anciano de aspecto bonachón y excéntrico, pero en su lugar me recibe el hombre más hermoso y caliente que he visto en toda mi vida.

Mis ojos no pueden evitar fisgonear cada detalle de su belleza masculina y por lo visto el escaneo resulta muy obvio para Kim.

- ¿Terminó con su análisis?

-Aún no.

¿Qué dije? ¿Desde cuando la introvertida Clarissa La Mar se volvió una descarada?

Una media sonrisa sexy adorna la faz del guapetón.

-Clarissa, Clarissa siempre es un placer recibir la brisa fresca de su presencia ¡No sabe cuánto la extrañaba!

¡Waoo! Parece que si acerté con lo de excéntrico ¿Por qué el chiflado habla como si me conociera?

- ¡Ejem! Gracias por su invitación señor Kim. Quiero aprovechar la ocasión para agradecerle personalmente el apoyo que me ha brindado durante estos años, sin él no habría tenido la oportunidad de lograr mis sueños.

-No tiene nada que agradecerme Clarissa, solo cumplí con los designios del destino y ayudé a que nuestros caminos se reencontraran como la Diosa Fortuna determinó.

-Disculpe no comprendo lo que me dice.

-Lo entenderás Clarissa, lo entenderás ¿Quieres que te cuente una historia? Me parece que será una excelente idea para tu próxima obra.

-Está bien señor Kim.

El tipo se inclina y acerca su rostro hasta el haz de luz que llega desde el ventanal lo que permite que note detalles que no había podido percibir. Su piel es blanca, pálida lo que resalta el rojo carmesí de sus abultados labios y sus ojos... Sus ojos son...

Mi corazón se detiene por unos segundos, pero su hipnótica voz me devuelve la calma.

-Me halagaría mucho que por favor me llames Jin.

-Jin....

Kim exhala un suspiro mezcla de alivio y placer.

Hace mucho tiempo...

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SeokJin caminaba a través de las oscuras callejuelas de esa mugrosa ciudad. Estaba cansado de tanta violencia e injusticia. Llevaba más de cien años recorriendo esas mismas calles y las malas personas parecían nunca acabar, siempre aparecían más, deseosos de sangre, dinero o sexo. Bárbaros corruptos a los que no se les movía un pelo con tal de obtener lo que deseaban.

¿Y él? Él vivía deseando, cada día luchaba contra ese deseo infernal que se le había impuesto aquella noche hace muchísimo tiempo atrás. Pero él se lo había propuesto, en cuanto tuvo conciencia de su condición, se prometió a sí mismo nunca arrebatar una vida inocente para saciar su apetito.

La mejor manera que encontró fue la de cazar maleantes, hombres y mujeres que no tenían escrúpulos, que dejaban detrás de sí la sombra de la muerte. Ladrones, estafadores, voladores, asesinos...

Pero esa noche cambió completamente su vida, o lo que quedaba de ella. Pudo sentir el aroma más dulce y embriagador, uno que le atraía demasiado, lo siguió por instinto.

En la medida que sus pasos se aceleraban, también lo hizo su ansiedad, cuando por fin se sentía cerca percibió también el aroma de la maldad. Al doblar la esquina de un callejón sin salida los vió. Un hombre desgarbado intentando desgarrar la tela del vestido de una niña. La pequeña luchaba, pero era evidente la diferencia de fuerza.

-Yo no lo haría. -Dijo SeokJin con voz profunda.

El maleante,se sobresaltó, estaba demasiado acostumbrado a hacer de las suyas sin que nadie se entrometiera.

-Mejor lárgate y encárgate de tus asuntos. -Le respondió altanero. -O serás el siguiente. -Amenazó.

En un abrir y cerrar de ojos, SeokJin apareció delante del hombre, lo tomó de su garganta y lo estampó contra la pared.

-Te dije que no lo hicieras...

Acto seguido lo tomó por el cabello de la nuca y tirando la cabeza hacia atrás clavó sus colmillos en la yugular del sujeto y lo drenó hasta que su corazón dejó de latir. Luego lo soltó, dejándolo caer de forma estrepitosa. Esa sangre sabía amargo, digna de pertenecer al in sujeto tóxico como ese.

Pero había cometido un error, en sus cientos de encuentros, de esa clase, siempre había sido precavido, alejaba a los victimarios de sus víctimas y luego se encargaba de éstos. No fue lo que ocurrió en ese momento, tal vez cegado por el horror que le provocaba un acto tan aberrante.

Giró sobre sus pies para encontrar a la niña abrazada a sus rodillas. La misma lo miró, aunque en sus ojos no había temor. Cauteloso se acercó y, apoyándose en una de sus rodillas, le preguntó. -¿Te encuentras bien?

La niña no respondió, rápidamente saltó de su lugar para abrazarlo con todas sus fuerzas.

-¡Gracias gracias gracias!

El aroma dulce entonces lo envolvió. Había salvado a la dueña de esa fragancia hermosa que lo hacía sentir lleno de vida. Una vida que sentía haber perdido por completo.

Él la tomó en brazos y la levantó, sabía que pasara lo que pasara esa pequeña había cambiado el destino de su vida.

Una vida que compartió con ella a partir de ese momento. La vió crecer, madurar como mujer y eventualmente envejecer y morir. Nunca pudieron tener hijos dada su condición de vampiro, pero la mañana que, con un beso en los labios, la vió partir de éste mundo, él salió por primera vez durante el día y se entregó a la muerte en los brazos del sol. Su corazón no podría vivir un minuto más sin él amor de su vida.

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