Era más de media noche en un bar local llamado "Stigma" donde Taehyung junto a sus amigos se encontraban bebiendo después de que el novio de uno de estos hubiera terminado con el, siendo la idea de ir ahí de parte de uno de sus mejores amigos Jimin argumentando " Vamos a salir a divertirnos, ¿quien sabe? ,tal vez puedas conocer a tu destinado en el bar" y aunque tal vez no era la mejor idea, no perdían nada con salir a divertirse un rato.

Todos se encontraban en una mesa un poco alejada del centro tomando varios shots y y platicando de cosas sin sentido, mientras consolaban a Jackson (quien había roto con su novio).

Al otro lado del bar se encontraba un grupo de omegas en la misma situación, siendo que uno de los omegas del grupo había sido dejado por su supuesta "destinada", por lo que todos decidieron salir a divertirse, yendo de club en club y bar en bar, siendo ese el tercer bar que visitaban.

Y tal vez no esté bien combinar a un omega dolido con distintos tipos de alcohol, pero no tuvieron una mejor idea.

Al entrar el grupo de omegas se dio cuenta que el lugar se encontraba un poco lleno por lo que Hoseok (siendo la mariposa social del grupo) se acercó a una mesa llena de lo que parecían ser alfas, para probar suerte y tal vez compartir mesa con ellos, cosa que sorprendente funcionó.

Así fue como el grupo de cuatro personas pasó a ser uno de ocho, compartiendo risas, llantos, anécdotas y tragos.

Pronto llegó a la nariz del pelirrojo un dulce aroma de avellanas dulces, vainilla y almendra además de comenzar a sentir a su lobo inquieto, lo cual significaba una sola cosa, su destinado estaba cerca.

Comenzó a ver hacia todos lados, finalmente chocando miradas con el pequeño rubio del grupo de omegas que se les había unido recién. Y se podría decir que el alfa sufrió un flechazo al corazón.

Y por la mente del pelirrojo sólo pasaba una sola frase. "Por favor, ven y comienza a charlar solo conmigo".

Y como si ambos pensaran lo mismo ambos se acercaron al contrario intentando ser lo más casuales posibles, comenzando una amena charla, aportando cuando se los pedían a la conversación de sus amigos ebrios.

Pronto comenzó a sonar en todo el lugar "Van the man", por lo que Taehyung se paro y le extendió la mano al pequeño rubio y pronto se dirigieron a la pista para comenzar a bailar.

Estando todavía un poco borrachos simplemente se dejaron llevar, aún con pasos un poco torpes y des-coordinados, mientras soltaban pequeñas risas, bailaban pegando sus cuerpos, sin negar la atracción mutua. En cuanto se terminó la cancion se dirigieron nuevamente a la mesa residiendo algunos gritos y silbidos por parte de sus acompañantes.

La charla duró un poco más y pronto fue momento de irse, y cada alfa se fue acompañando a un omega del grupo contrario, todos pareciendo felices y un poco tontos.

Por supuesto que Taehyung terminó acompañando a Jungkook, lo que terminó con los dos uniendo sus cuerpos, influenciados por el alcohol y el aroma contrario. Pero algo que sabían es que ambos lo deseaban, lo querían y no se privaron de ello.

Las prendas desaparecieron en la oscuridad y pronto los besos se convirtieron en gemidos y jadeos, junto con el aroma a excitación y sexo que inundaba el lugar. Taehyung a pesar de no estar del todo cuerdo, fue lo suficientemente consciente como para no marcar al omega pues no quería unirse, por lo menos, no así.

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A la mañana siguiente Jungkook despertó con una fuerte resaca y un leve dolor de caderas, y distintas marcas en el cuerpo. Cuando el sueño se fue levemente pudo recordar los sucesos de la noche anterior y se asustó levemente, subiendo rápidamente su mano a su cuello revisando si había alguna marca de unión, aliviándose cuando no encontró nada allí.

Finalmente cuando sus dudas desaparecieron pudo darse cuenta de la situación, había conocido a su destinado y habían tenido sexo, y por supuesto aún seguía en el apartamento de dicho alfa.

Viendo a su lado pudo apreciar al chico, era alto, pelirrojo, con piel acaramelada y con distintos lunares esparcidos por su cuerpo (algunos pareciendole tiernos), soltaba leves ronquidos y si Jungkook era sincero, sentía que su corazón y su cerebro quieren explotar en ese mismo momento. Uno por la resaca y el otro por la situación.

Jungkook tenía miedo, pues si bien eran destinados, nada los obligaba a estar juntos, y el omega no quería ser cosa de una sola noche. Pero decidió no pensar en eso por el momento y volver a dormir, siendo arrullado por el calor y el aroma ajenos, volviendo a perderse en la inconsciencia.

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Cuando su cuerpo le pidió movimiento Jungkook no tuvo más remedio que levantarse dándose cuenta que el alfa con el cual había dormido ya no estaba, lo que hirió un poco a su lobo, pronto su estomago rugió por el hambre notando por fin el aroma a comida en el ambiente, junto con la brisa fría que entraba por la ventana.

Decidiendo levantarse el omega se retiro las cobijas dándose cuenta de su desnudez, por lo que rápidamente escaneo la habitación en busca de su ropa no tardando mucho en encontrarla, con prisas se la puso, sintiendo una leve incomodidad en la espalda baja, la cual decidió ignorar.

En cuanto tomo sus cosas se dispuso a dejar el lugar, caminando lo más sigiloso posible, siendo detenido por la voz del alfa.

—¿Vas a algún lado, omega?— dijo el más alto asustando al menor, el cual rápidamente volteo a verlo mientras negaba rápidamente con la cabeza, el alfa solo lo veía desde el marco de la cocina con una ceja alzada, incrédulo.

—¿A no?...— dijo sarcásticamente. —Pues eso parecía— agrego mientras se encogía de hombros mientras regresaba a la otra habitación, moviendo la mano en señal de que el omega lo siguiera. —Ven hice el almuerzo.

Jungkook se iba a negar hasta que su estómago gruño en protesta por lo que solo soltó un suspiro cansado y siguió al dueño del departamento. Una vez los dos estuvieron sentados, no se dirigieron muchas palabras, quedando en un silencio incomodo en el que solo se escuchaba el golpeteo de los cubiertos al chocar con los platos.

Finalmente el sonido de unas pequeñas patas fue lo que rompió el incómodo ambiente, mientras por la puerta se podía observar a una pequeña bola de pelos negros y cafés. Jungkook se le quedó viendo curioso mientras el alfa tomaba en brazos al pequeño perro, el cual movía la cola feliz, observando al extraño que había traído su dueño.

—El es Yeontan, mi perro— dijo el alfa mientras lo acomodaba en sus piernas.

—Es muy bonito— comentó el omega,mientras volvía a mirar el plato casi vació, sin saber que más agregar.

Y  pronto el silencio volvió a reinar en el lugar, hasta que el alfa decidió romperlo con un leve carraspeo.

—¡Bien!—dijo en un casi grito el pelirrojo exaltando al contrario, cosa que casi lo hace reír, mas se contuvo. —Se que no iniciamos de la mejor manera, pero no quiero que pienses que solo quise estar contigo para echar un polvo...— explico viendo como el contrario se encogía en su asiento. —...asi que ¿porque no comenzamos de nuevo?.

El rubio finalmente alzo la mirada, dejando ver aquellos boscosos irises, los cuales brillaban como si tuviera estrellas en ellos, cosa que ciertamente le encanto encanto al alfa.

—De acuerdo— dijo por fin el omega. —Pero que sepas que no por el hecho de ser mi destinado lo vas a tener fácil, lo de anoche fue porque ninguno de los dos estábamos en nuestros cinco sentidos— termino por aclarar el más bajo, no queriendo dar una imagen equivocada al contrario.

El alfa asintió de acuerdo, después de todo, el pensaba lo mismo.

—Mi nombre es Jeon Jungkook, tengo veintitrés años y bueno... al parecer soy tu destinado, un gusto— dijo el rubio alegre.

Del mismo modo el pelirrojo procedió a presentarse.

—Mi nombre es Kim Taehyung, tengo veinticinco años y soy el próximo amor de tu vida— bromeó el alfa, logrando hacerlo reír.

Después de eso, siguió una platica más amena. Hasta que llegó el momento de que el omega se fuera a casa, por lo que terminaron por intercambiar sus números de celular y el alfa lo acompañó hasta el taxi que había pedido, con la promesa de seguir en contacto,lo dejo ir.

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Una semana paso desde su primer encuentro, el cual pasó entre conversaciones casuales, coqueteos mal disimulados y comentarios subidos de tono.

Finalmente llegó el sábado, y ambos habían acordado reunirse en el café "sweet garden", un bonito y simple lugar, perfecto para su primera cita. Los dos estaban nerviosos por lo que ambos llegaron diez minutos antes de la hora acordada, pero al final eso fue lo de menos, poco a poco la conversación fue más fluida y los nervios que los acompañaban pronto se fueron, dando asi una conversación que podría durar por horas, pero ellos no podrían estar tanto tiempo en el local, por lo que finalmente pagaron la cuenta y salieron.

Llegando a un parque cercano se adentraron en el, continuando su conversación, conociéndose más. Hablaron de sus carreras, sus familias, sobre lo dulce y lo amargo de sus vidas, momentos graciosos y vergonzosos.

 Hasta la hora de la cena, yendo a un restaurante italiano que no se encontraba muy lejos y quien los viera no podría creer que esa era la primera cita de ambos chicos, cuando finalmente llego la hora de la despedida ambos tomaron el mismo taxi, y sin quererlo terminaron besándose en la parte trasera, sintiendo una corriente eléctrica recorrer sus cuerpos mientras se escuchaba solamente la música de la radio de fondo.

Taehyung lo recuerda perfectamente porque los labios del omega sabían a fresa y algo más, tal vez frambuesas o cerezas, aunque no era lo importante.

Y así pasaron los meses entre citas y encuentros casuales con los amigos. Hasta que finalmente llegó un momento muy importante para ambos, el celo.

Después de bastante tiempo y discusiones al respecto habían decidido pasar su primer celo juntos, siendo el de el omega el más cercano.

Decir que estaban nerviosos era poco, porque aunque no era la primera vez que ambos tenían sexo, si era la primera vez en la que ambos experimentarían el pasar un momento de vulnerabilidad con el otro. Aunque no sabían cuando iba a llegar, lo mejor era que el omega se quedara en casa por algunos días mientras el alfa lo visitaba.

Así que allí se encontraba el alfa frente a la puerta del departamento del omega, sin saber como actuar, hasta que finalmente se escucharon unos pasos algo apresurados y el cómo el seguro de la puerta fue quitado, dejando ver a un hermoso chico rubio, el cual sonreía con nerviosismo.

—¡Tete!, por fin llegaste— dijo feliz aunque su aroma delataba sus nervios, pues podía sentir que su celo se acercaba cada vez más.

El alfa sólo asintió con una sonrisa cerrada, sin saber que más decir.

El rubio se apartó un poco de la puerta —¿Vas a pasar o te vas a quedar viéndome toda la tarde?, porque si es asi mejor toma una foto, va ha durar más.— pregunto burlón, queriendo relajar el ambiente. 

Cosa que finalmente funcionó sacandole una risa al mayor, el cual se adentro al departamento cerrando la puerta tras de si.

—¿Quieres tomar algo?— el alfa negó con la cabeza. —Bien, toma asiento

No era la primera vez que estaba en el apartamento del menor, pero si era la primera vez que lo miraba con detalle, las paredes pintadas de un color celeste, llenas de fotos de amigos, familia y de su perro. Los muebles que no eran ni muy viejos ni muy modernos, y sobre todo el aroma a avellanas dulces, vainilla y almendras que estaba muy presente en el ambiente.

Finalmente los pasos contrarios lo hicieron salir de su ensoñación, viendo como el chico salia de la cocina con una botella de lo que parecía ser leche de plátano,"tierno" pensó el mayor. Mientras el menor se sentaba a su lado.

—¿Que quieres ver?— pregunto el dueño del lugar mientras tomaba el control remoto. —Lo que sea esta bien— respondió el contrario. Por lo que Jungkook simplemente entro a netflix y puso la primera película que vio.

Aunque no llegaron ni siquiera a un cuarto de la película cuando un calor abrazador envolvió el cuerpo del rubio y su aroma se esparció con intensidad por todo el lugar. Dándole a entender una sola cosa, su celo había llegado.

Por lo que sin ser muy cociente de sus acciones comenzó a restregarse en el hombro del alfa, mientras emitía fuertes ronroneos, mientras el alfa se encontraba quieto sin saber que hacer e intentaba controlarse para no ser brusco con el menor.

Taehyung termino por pausar la película en el momento en el que Jungkook se sentó a ahorcadas de el, mientras se restregaba sobre su semi-erecto miembro, queriendo que parara lo tomo de la cintura y sostuvo firmemente causando un jadeo por parte de ambos.

Pero el lobo de Jungkook queria más por lo que intento moverse nuevamente, siendo detenido por el fuerte agarre del alfa, por lo que chillo en forma de protesta, la cual paro al escuchar un grave pero corto gruñido por parte del mayor, lo que le hizo mostrar su cuello en forma de sumisión.

—"Omega..."— hablo el alfa interno de Taehyung en un intento de conectar con el lobo contrario, cosa que funciono, porque este lo vio, mostrando sus hermosos ojos pintados de rosa. —Por favor, toma las cosas con calma, ¿si?— esta vez fue el humano el que hablo.

El omega solo pudo asentir, un poco desesperado.

—"Alfa..."

Y pronto lo besó, era un beso desordenado y lujurioso, queriendo darle al alfa todo de si, y a la vez recibir lo mismo del contrario. Taehyung ni lento ni perezoso le siguió el beso, sintiendo como el ambiente poco a poco subía de intensidad y como su cordura se esfumaba

El omega al sentir que el agarre del alfa aflojarse, nuevamente comenzó a restregar su trasero en el miembro del alfa, el cual en respuesta dio un par de embestidas, lo que le saco un gemido agudo al menor.

Taehyung lo tomó por debajo de sus muslos y lo alzó, llevándolo a su habitación, con algo de esfuerzo abrió la puerta y se adentro en la misma.

Con la poca cordura que le quedaba se obligó a parar, el alfa tenía que hacer que Jungkook tomará los anticonceptivos, eso era lo que habían acordado.

—Jungkook...— lo llamó con voz suave, más el omega se negaba a escuchar. —Jungkook— dijo ahora en voz alfa haciendo que el omega lo mirara. —Necesito que tomes la pastilla, ¿lo harías por mi, amor?— pregunto volviendo a usar aquel tono suave.

Más el omega negó mientras hacía pucheros. —No, no quiero— respondió caprichoso.

—Sino la tomas, no podremos pasar tu celo juntos, ¿es eso lo que quieres?

Jungkook lo miro indeciso, aunque finalmente cedió a su pedido, siendo felicitado por el alfa, lo que lo hizo sentir un buen omega.

Y así comenzaron nuevamente con los besos y caricias, estando el omega siempre sobre el alfa.

—Koo...

El rubio lo interrumpió con otro beso, no queriendo más interrupciones.

—Vamos Tete, no hablemos demasiado, solo tómame de la cintura y pon tu cuerpo sobre el mio ¿si?—. Dijo con coquetería mientras rodeaba la cintura ajena con sus piernas,a lo que el contrario asintió.

Tomándolo de los muslos termino invirtiendo posiciones, quedando el sobre el cuerpo del menor, mientras se apoyaba en sus brazos para no aplastarlo, mientras el omega lo miraba con sus ojos pintados levemente en rosa mostrando que ambas partes se encontraban presentes, haciendo que el alfa entrara en el mismo modo mostrando sus ojos levemente pintados de verde.

Y nuevamente comenzaron los besos, que poco a poco comenzaron a decender, mientras sus ropas poco a poco iban desapareciendo, hasta quedar como la madre luna los había traído al mundo.

Pronto la boca del alfa descendió hasta la intimidad de Jungkook, metiendo su miembro su boca, mientras metía el primer dedo en su interior, el cual pronto paso a ser dos y luego tres hasta que finalmente el omega se corrió.

Taehyung se levanto para ver al menor siendo encantado por la imagen brindada.

Cabello revuelto y levemente pegados a su frente, labios rojos y hinchados, su cara en un fuerte carmín, sus manos alrededor de su cabeza empuñando levemente las sabanas, y con leves espasmos en todo el cuerpo.

Pronto el alfa sintió su miembro doler, pero sabia que el menor debía recuperarse, aunque eso no tardo mucho, pues el omega no estaría satisfecho hasta que recibiera el nudo de su acompañante, por lo que el aroma dulce del chico pronto volvió a inundar la habitación, al igual que las suplicas del menor.

Por lo que no espero mucho para comenzar, comenzó a introducirse lentamente, esperando ver algún signo de dolor por parte del contrario, pero no hallo nada, por el contrario solo pudo ver placer en la cara del omega.

El ritmo rápidamente comenzó a aumentar, al igual que los gemidos y jadeos, y pronto ambos estaban en su limite.

—Alfa... Por favor, marcame— pidió el omega, para poco después correrse.

Y Taehyung estuvo tentado a hacerlo, pero la parte racional del alfa sabia que no debía hacerlo, no era la parte racional Jungkook la que estaba hablando, sino su omega y aunque una parte de el queria cumplir con la petición del contrario, la otra le decia a gritos que no lo hiciera.

Por lo que antes de anudar termino mordiendo el hombro del chico superficialmente, queriendo complacer a ambas partes, lo que pareció funcionar, pues el chico estaba relativamente tranquilo y su lobo no lo recriminaba del todo.

Entre mimos y besos cariñosos el nudo bajo después de quince minutos, dejando a ambos chicos cansados solamente soltado un somnoliento "te quiero" antes de caer dormidos.

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Paso una semana entre mimos, mordidas y sexo, mucho sexo, tanto que incluso lo hicieron en la parte trasera del coche del mayor, en la noche, solo siendo iluminados por la luna, el omega envolvió a el alfa entre sus brazos y piernas, porque no podían tener suficiente el uno del otro y querían fundirse en uno solo.

Y después de eso ambos se volvieron más unidos, salían a citas más a menudo y dormían en la casa del otro, asi descubrieron que ambos amaban el como sus sábanas olían a sus aromas combinados.

Al cumplir los ocho meses de pareja decidieron comenzar a vivir juntos, siendo Taehyung quien dejó su viejo apartamento para mudarse con Jungkook. También descubrieron que no podían dormir sin el otro, tal vez porque se extrañaban mucho y estaban acostumbrados a la presencia del otro.

Y así descubrieron otra cosa más y es que cuando alguno estaba cerca el otro, por alguna extraña razón sentían un escalofrío.

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Al final los días se volvieron meses y los meses, se convirtieron en dos años.

Por lo que Taehyung había tomado una decisión.

Proponerle matrimonio a Jungkook.

No fue algo muy grande ni extravagante, sino algo más simple e íntimo. Una cena a la luz de la luna, un par de copas y por sobre todo solo ellos dos.

Finalmente el modo de entregarle el anillo fue algo especial, pues quien lo llevó no fue el alfa sino el pequeño Yeontan, quien traía la caja colgando en su cuello.

Jungkook río ante ello, pero finalmente aceptó, no se sentía capaz de rechazarlo ni aunque le pagarán todo el dinero del mundo.

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La boda fue todo lo que la pareja había soñado,fue en la playa, junto a todos sus seres queridos.

Ambos en un traje blanco con negro, con sus sonrisas como el mejor accesorio.

Ahora se encontraban frente el altar, apuntó de jurarse amor por el resto de su vida.

—Ahora los novios dirán sus votos— dijo el cura.

El primero en hablar fue Taehyung.

—¿Sabes?... Puede sonar egocentrico pero siempre sentí que tu amor estaba hecho para alguien como yo, y si, puede que esté algo loco pero no me importa porque estoy enamorado de todo tú, tu forma de ser, el como nos empujamos y tiramos como si fuéramos un imán, de tu cuerpo, tu aroma, de cómo cada día descubrimos algo nuevo del otro, de todo. Y sabes no me arrepiento de nada porque desde el primer momento en que te vi en aquel bar quedé flechado por ti.

Y para cuando terminó de dar su discurso más de uno tenía lágrimas en sus ojos incluido Jungkook.

—Yo me senti igual, la primera vez provocaste un sentimiento en mi y pense “quiero ser tu tipo” , besar tus ojos, tus labios, beber tu sonrisa todos los días y sentirme como el único omega en tu mundo y como si mi alma estuviera en llamas, quería estar todo el día y la noche pensando en ti y que tu hicieras lo mismo conmigo y la verdad me encanta como me haces sentir ahora. Nunca pensé pensé que podría amar tan fuerte a alguien y aunque en un principio pensé que no habría algo entre tú y yo y menos usando etiquetas, terminé borracho de amor y sentí como disparos que llegaban a mi corazón como si usaras un tipo de arma, tanto que en serio pensé en llamar al novecientos once— lo fue dicho en modo de chiste logrando sacar risas a más de uno.

Y al final solo necesitaba un poco de ese amor tuyo para saber que no necesitaba a nadie más que no fueras tú. Porque incluso en nuestros altos y bajos siempre estuvimos para el otro y tu sabes que podrías destrozarme y yo lo aceptaría, pero se que no lo harás, así que ponme junto a ti y toma mi corazón porque se que tu y yo estamos destinados a estar juntos.

Y después de esas palabras finalmente el cura los declaró alfa y omega, sellando su amor con un beso.

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Lo siguiente fue la recepción, el vals terminó siendo una canción en piano de “sweet night”.

Seguido por el viaje de luna de miel en París donde finalmente se unieron no sólo físicamente con un anillo sino que también sus almas con la marca en el cuello del omega.

Y ambos estaban felices porque sabían que esto sólo era el comienzo de su historia de amor.