Capítulo 10
A cada momento que pasaba estaba más y más nervioso, ya era casi mediodía y no había señales de ellos. No había dormido nada, pensando en lo estúpido que había sido dejar ir a Leo solo, tal vez era un semidios, o semidragón, o lo que fuera, pero él era tímido por naturaleza, tranquilo, su fuerza era para volver fértil a la naturaleza, no para atacar a otros.
Había estado mirando por la ventana de manera distraída hasta que hubo un fuerte estruendo en el pasillo que me hizo brincar por la sorpresa.
—¿Qué diablos ocurrió? —pregunté molesto, aunque era más bien por mi reacción.
Me asomé al pasillo para encontrar a Ken en el suelo rodeado de café y dos tazas hechas añicos, el mayor parecía estar a punto de llorar mientras Hyuk se inclinaba a revisar que estuviera bien.
—Lo, lo siento, solo quería, quería traer algo de café a Ravi, no has dormido y, y yo... —hipó.
—Está bien hyung, tranquilo, —le dije de manera apaciguadora mientras me inclinaba a recoger algunos de los trozos de porcelana—, ¿no te cortaste, o te quemaste?
—No, no, se me cayeron de la charola y se rompieron, pero a mi no me hizo nada.
Hyuk lo ayudó a levantarse mientras Hongbin y yo terminamos de limpiar el desastre que había quedado. Para ese punto Ken ya no había podido contenerse y comenzó a llorar en el hombro del menor.
Iba a hacer una broma en cómo parecían el hyung y el maknae pero al revés, sin embargo ninguno de los cuatro estábamos de humor para bromas.
—Lo entiendo, yo también estoy muy preocupado por N-hyung, —me confesó en voz baja, aunque al escuchar lo último que dijo se corrigió—, por los hyungs, estoy preocupado por los dos.
Asentí solamente mientras terminaba de tirar los peligrosos trozos en una bolsa cerrada para que no cortaran a nadie. Apenas estábamos recogiendo un trapo para poder limpiar el café derramado cuando el sonido de la puerta nos hizo correr a todos en tropel.
No era para menos, cada uno de los cuatro estábamos ansiosos y preocupados aunque tuviéramos maneras diferentes de demostrarlo; y era bastante claro en la manera en que los ojos de todos brillaron con esperanza mientras la puerta se abría con una lentitud que parecía de película de suspenso.
Al final ahí estaban los dos, HakYeon deteniendo a un Leo que parecía sumamente cansado pero sin que hubiera alguna herida a la vista. Me sorprendió un poco ver a Leo así, las dos veces que había presenciado cómo usaba su poder había terminado cansado pero no a ese grado, ahora parecía que se desvanecería en cualquier momento.
Leo se extendió hacia mí y esa fue suficiente señal, también avancé para poder tomarlo en mis brazos, pero por la inercia de ambos terminamos no solo abrazados sino que nuestros rostros quedaron demasiado juntos.
No lo pensé demasiado: Leo se veía y se sentía demasiado cansado, yo quería ayudarlo y algo le dijo a mi instinto que hacer aquello lo haría, así que simplemente rompí la poca distancia que quedaba, plantando mis labios en los suyos.
Solo una pequeña parte de mi mente se mantuvo racional, pensando que en cualquier momento Leo me alejaría con un golpe por hacer algo así, o que escucharía las recriminaciones de los otros miembros, sin embargo nada de eso ocurrió y todo lo demás dejó de importar durante los segundos que Leo se dedicó a responder al beso.
Cuando volvimos a separarnos él tenía un mejor aspecto, aunque estaba muy sonrojado y supuse que yo estaba igual.
—Gracias por eso, si me das un par más estaré completamente recuperado, —me dijo con su típica vocecita.
Iba a contestarle cuando me di cuenta del silencio que nos rodeaba, por lo que con cierta preocupación volteé hacia el resto. Las sonrisas tanto de Hyuk como de Ken me presagiaban un largo futuro lleno de burlas por aquello.
N y Hongbin estaban fundidos en un fuerte abrazo aunque no tan "apasionado" como el nuestro.
—¡Hyung! Estaba muy preocupado por ti, ¿cómo estás? ¿Qué ocurrió? —le preguntó Hongbin atropelladamente no bien se separaron un poco.
—Yo soy el que debería preguntar eso Binnie, dime que estás bien, que no te lastime, —rogó el mayor con la voz cortada, me di cuenta que estaba sujetando con demasiada fuerza los brazos del castaño.
—¿Yo? No, para nada, yo estoy perfectamente —sonrió con sus típicos hoyuelos para demostrarlo —¿Ves? Pero yo no fui el que se convirtió en un semidiós y fue secuestrado por villanos ¿recuerdas?
HakYeon se quedó tenso por algunos momentos, pensativo, antes de suspirar con cierta pesadez.
—Les contaré todo, pero vayamos a la sala ¿de acuerdo? al menos quiero sentarme.
Los cuatro asentimos antes de seguirlo ahí, por un momento pensé en ir a preparar más café para todos pero la curiosidad no me daba tiempo para eso, además de que en ningún momento Leo había soltado su abrazo de mi torso.
Me senté en el sillón de dos plazas a lo que él no tardó en acostarse en mis piernas, de manera que aún quedó abrazado a mi cintura. Había una extraña sensación donde su piel tocaba la mía, casi podía sentir como si la tibieza normal de mi cuerpo estuviera pasando a la suya.
Fui solo medianamente consciente de que Hongbin no se separaba demasiado de HakYeon, por lo que ambos terminaron sentados en el otro biplaza, así que los más jóvenes terminaron en el suelo frente a ellos y recargando la espalda en el sillón que nosotros ocupábamos.
Una vez así instalados todos, HakYeon comenzó a contarnos todo lo que había ocurrido, desde lo que había sentido cuando cambió, luego cómo se lo llevaron y el caos que ocasionó su rescate. Aunque no quiso decirnos el nombre del chico atrapado con él y aquel otro que se lo había llevado, me daba la impresión que los conocía.
Me di cuenta que Leo se tensaba cuando HakYeon explicó la parte en la que Leo había tomado la energía del fénix, por lo que acaricié su cabello con suavidad para expresarle que no había problema, no podía sentirme realmente celoso cuando no éramos pareja ni nada... ni cuando yo lo tenía a mi disposición para poder besarlo a toda hora, a diferencia de ese extraño chico fénix.
Fue mi turno de ponerme algo tenso cuando llegó a la parte en que lo habían golpeado, ¿quién se creía ese como para golpear a Leo cuando él solo había querido salvarlos? Estuve muy tentado a insistir a HakYeon para que me dijera quién era él para poder ir a aclarar algunas cosas.
De pronto Ken se movió un poco para ir a sentarse al lado de Hyuk, en el espacio que ocuparían las piernas de Leo si estuviera sentado con normalidad.
—Mejor me hago para acá, o Ravi-shi me va a patear, —me molestó.
Bufé un poco pero todos los demás rieron, incluido Leo, así que no podía alegar nada más.
—No es a ti a quien quiero patear, —dije aún así.
Hubo un par de risas más antes de que HakYeon terminara de contarnos lo que había pasado, para entonces ya estaba casi recostado contra Hongbin y parecía igual de cansado que Leo al inicio. El menor le había pasado un brazo por los hombros y acariciaba con suavidad uno de sus brazos, "Yo también estoy muy preocupado por N-hyung" había especificado en la cocina, ¿era a esto a lo que se refería?
Luego de ese tiempo Leo ya tenía un mejor aspecto, así que se giró para encarar a los demás, pero aún permaneció recostado sobre mis piernas, quizá debido a que Hyuk y Ken estaban donde hubiera tenido que poner sus pies.
Le contó lo mismo que nos había contado a nosotros antes, acerca de los hijos de los dioses y de su misión en la tierra, de la manera en que este gen se podría transmitir y de las funciones que, como sucesor de BaiHu, suponía que podría tener.
—... quizá relacionado con las tormentas, probablemente deberás evitar que sean demasiado perjudiciales en esta zona. De todas formas estoy seguro que él te lo dirá cuando sea el momento.
>Mientras tanto, voy a enseñarte a ocultar tu naturaleza, en realidad no es tan difícil, el truco está sobre todo en la imaginación. Simplemente imagina que toda esa electricidad se queda dentro de tu cuerpo y forzarla a hacerlo, con el tiempo te acostumbraras y el único esfuerzo será cambiar de un estado a otro, pero ya no mantenerlos.
HakYeon asintió, agradecido, aunque antes de que pudiera decir nada más dio un bostezo bastante grande.
—Creo que ha sido suficiente intensidad hyung, ¿qué te parece si vamos a descansar? —le dijo Hongbin con suavidad sin llegar a soltarlo.
—Claro, solo tengo una duda más: Leo-shi, ¿lo que yo le hice al hombre ese? ¿Y que casi hago con Binnie? —su voz se quebró en medio de su pregunta—. Yo no... si eso volviera a pasar...
—No tienes de qué preocuparte Yeonie, —le reconfortó Leo—, en efecto es parte del poder de BaiHu: el aire es el elemento más importante de la vida, a eso que viste se le conoce como "el aliento de la vida", como parte de de tu control sobre el aire también tienen acceso a él.
>Ahora que sabes lo que es y lo que está pasando, dudo mucho que llegues a tomarlo por accidente, pues es algo que requiere mucha concentración y fuerza, como ya pudiste notar con el malnacido ese, y él se lo merecía.
Me sorprendí un poco al escuchar a Leo maldecir así a alguien, jamás lo había hecho, aunque eso me daba una idea de lo que ese científico era, si estuviera en mis manos yo también lo hubiera matado por lo que les hizo a los otros.
De pronto Hongbin hizo algo que ninguno esperábamos, dio a HakYeon un beso bastante rápido en su frente.
—No te preocupes más por eso hyung, yo no lo hago. Anda, lo importante es que descanses, —se levantó llevando a HakYeon con él, así ambos se dirigieron a la habitación de N.
Ken se incorporó entonces y se estiró por unos segundos.
—Bueno ,Hyuk-shi, supongo que me toca compartir habitación contigo, ¿te parece si te reto a unas partidas antes de dormir?
El menor aceptó gustoso antes de levantarse también y seguirlo.
Una vez que nos quedamos solos Leo se levantó, pero de inmediato se inclinó para tomar mi mano.
—También deberíamos, ir a nuestro cuarto, ya sabes, hay muchas cosas que hablar, —balbuceó bastante bajo.
Me relamí un poco los labios antes de tomar su mano y seguirlo, en realidad estaba igual de nervioso que él si no es que más, a fin de cuentas yo era el loco que se había lanzado a besarlo nada más llegó y no estaba completamente seguro de qué me iba a decir al respecto.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro