[16]
— Jimin. — YoonGi intentó hablar pero la fuerza que el menor de ambos ejercía en él lo había doblegado en cierto sentido mientras habían intercambiado posiciones en aquella barra de aquel bar y él había terminado acorralado entre ésta y el cuerpo del menor. — Jimin-ah. — YoonGi sonrió cuando escuchó un leve gruñido por parte del rubio.
— ¿Nunca te han dicho que cuando uno besa no se habla? — Inquirió con molestia el rubio mientras volvía a besar aquellos labios tan adictivos. YoonGi negó en medio del beso mientras seguía con agilidad el ritmo que imponía Jimin. Las manos del rubio vagaron por el torso del mayor hasta llegar a los botones del cuello de la camisa. YoonGi se retiró como pudo mientras veía al menor y sostenía las manos de éste.
— ¿Estás viendo el lugar en dónde estamos? — Preguntó divertido ante la visible molestia de Jimin.
— Un lugar en donde muchas omegas no han dejado de verte desde que llegaste. — Gruñó el rubio.
— ¿No se supone que no eres celoso? — Inquirió burlón.
— No lo soy, pero soy un alfa muy posesivo con lo que es suyo. — Aclaró mientras se soltaba del agarre del mayor y veía el lugar con una sonrisa de satisfacción al comprobar que ninguna de las omegas les observaba. — Vamos a bailar. — Invitó el rubio mientras extendía la mano en una muda invitación. El pelinegro negó para sí mismo mientras se levantaba del asiento, sin embargo un pequeño quejido de dolor escapó de sus labios.
Te sientes tan bien.
Pero no está bien.
YoonGi frunció el ceño ante aquellas palabras mientras una mueca de dolor adornaba su rostro. Jimin le observó en silencio mientras notaba la incomodidad del alfa.
— ¿YoonGi? — Jimin observó preocupado al mayor.
Estoy seguro que no quiero nada contigo.
— Lo siento. — Susurró YoonGi. — Si quieres anda tú, yo te espero aquí. — Jimin estuvo dispuesto a protestar pero la mirada seria que le regaló el mayor fue suficiente para que este se perdiera en medio de la multitud.
El pelinegro se dio la vuelta en su lugar mientras observaba las bebidas frente a él, estuvo a punto de pedir una cuando una voz le interrumpió.
— No te recomendaría tomar, tienes cara de sentirte mal. — El beta frente a él le observó en silencio mientras le dejaba un vaso de agua. — Ahorita no tengo pastillas pero si tuviera, te diera una. — YoonGi agradeció aquello mientras la molestia en su cabeza cedía poco a poco. — Ahorita te veías bien — El beta movió las cejas animadamente mientras recordaba a uno de sus clientes habituales estar acompañando al alfa frente a él.
— Solo me dio un dolor de cabeza, nada más. — Mencionó restándole importancia a lo dicho mientras se levantaba de forma abrupta del taburete. — Gracias por el agua. — El beta asintió mientras veía al pelinegro avanzar entre la multitud.
YoonGi por su parte se detuvo en medio de su camino al distinguir la silueta de Jimin en medio de la pista. El alfa bailaba animadamente acompañado de dos omegas que parecían felices de la atención que éste les estaba dando.
Park no aguantará la presión, oppa.
Y quizás aquello era cierto mientras veía como una de las omegas se acercaba de más al rubio.
Tal vez estaba pidiendo demasiado.
...
Sora observó a su único hijo entrar con molestia a la casa. La alfa había entendido que se quedaría fuera aquella noche. Su mirada escaneó con curiosidad al menor de ambos mientras sentía el olor de alguien más provenir de su hijo. YoonGi gruñó mientras sentía el escrutinio de su madre.
— Ni se te ocurra decir nada. — Gruñó el pálido.
— Estabas con Jimin. — Movió las cejas animada la pelinegra. — Y diré lo que quiera porque esta es mi casa y estás haciendo berrinche como un niño chiquito, cachorro.
— Ya no soy un cachorro y no estoy para nadie. — Negó el pálido mientras se perdía por los pasillos de la gran casa. Sora rió divertida mientras recordaba a su pareja.
— Eres igual de tonto que tu papá. — Negó la mujer.
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Sora frunció el ceño cuando escuchó el sonido del timbre sonar repetidas veces, con paso lento avanzó hasta ella, no sin antes sacar su teléfono. Al ver la hora era imposible que fuera su esposo, además el alfa tenía llaves. YoonGi tenía rato encerrado en su cuarto y ella definitivamente no estaba esperando a nadie.
— ¿Quién es? — Inquirió mientras intentaba reconocer algún olor detrás de la puerta. Su ceño se frunció en confusión pero de igual forma abrió la puerta encontrándose con Jimin.
— Con razón mi cachorro anda molesto. — Jimin frunció el ceño ante lo dicho. — YoonGi apesta a ti pero tú apestas a omega.
— Eso tiene una explicación. — Intentó aclarar el rubio. La alfa se recostó sobre la puerta mientras veía al menor.
— Bueno, no es a mí a quien se la debes. — Mencionó encogiéndose de hombros. — Pero mi cachorro no quiere ver a nadie así que... — Sora intentó cerrar la puerta pero Jimin se interpuso. — Jimin-ssi.
— Solo déjeme hablar con él, le aseguro que no es lo que usted piensa ni mucho menos lo que sea que él esté pensando. — Imploró. La alfa asintió renuentemente mientras se quitaba de la puerta y le otorgaba un espacio al menor de ambos.
— Arriba en la segunda puerta. — Susurró. — Sin ruidos incómodos por favor. — Las mejillas del rubio enrojecieron mientras una risa divertida escapaba de la mujer.
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Jimin no se anunció en ningún momento, simplemente abrió la puerta de la habitación y lo primero que encontró frente a él fue la imagen de YoonGi cubierto por una fina tela de la cintura hacia abajo mientras se secaba la cara y posteriormente el cabello con un paño más pequeño. Las gotas de agua corrían libremente por la espalda de este y Jimin estaba seguro que nunca había visto algo más deseable que lo que tenía frente a él a solo pocos pasos de distancia.
— Una foto dura más. — Mencionó el pálido con voz ronca mientras seguía dándole la espalda al rubio.
— Nunca me has pasado una. — Susurró cerrando la puerta detrás de él y tratando de aparentar estar seguro. YoonGi volteó a verle con el ceño fruncido mientras arrugaba la nariz.
— Apestas a omega.
— ¿Por qué te fuiste? Estaba esperándote. — Jimin mencionó. YoonGi le ignoró. — Puedo explicarte porque... — YoonGi negó interrumpiéndole.
— No somos nada así que no tienes que explicarme que haces con tu vida. — Mencionó caminando hasta el closet y sacando una bata y un paño similar al que usaba. — Ten. — Susurró recortando la distancia entre ambos y otorgándole las prendas que había sacado del guardarropa. — Ve a bañarte y procura quitarte ese olor de encima, luego hablamos.
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Jimin evitó la cara de burla de la mujer mientras esta le indicaba donde estaba el baño. Sora reía entre dientes mientras caminaba frente al rubio.
— Esas omegas huelen a colonia barata, por lo menos ten mejor gusto. — Jimin negó mientras veía a la pelinegra detenerse al frente de una puerta.
— Estaba bailando con unas amigas, luego una se quiso acercar demasiado y la detuve, se lo juro. — Se defendió el rubio. Sora asintió.
— No tienes que darnos explicaciones de lo que haces Jimin-ssi, aún no eres pareja de mi hijo y puedes hacer lo que te dé la gana. — Mencionó encogiéndose de hombros. — Noté a mi hijo extraño cuando llegó y no es solo por tu incidente con las omegas, hay algo más. — Añadió. — Háblalo con él antes de que se le siga comiendo la cabeza con todas las cosas que puede tener en ella, tú sabes a qué me refiero. —Jimin asintió mientras veía a la mujer irse y dejarlo solo en medio del pasillo.
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No pasaron más de veinte minutos cuando Jimin estuvo de regreso en la habitación de YoonGi. El rubio entró en silencio mientras observaba el lugar, la habitación era muy espaciosa con paredes pintadas de un oscuro vinotinto y relieves marfiles. La cortina se encontraba completamente corrida evitando que la ventana se viera y algunos cuadros adornaban las desnudas paredes. Su mirada por último terminó cayendo en el centro de la habitación en donde se encontraba una cama grande y el cuerpo durmiente del mayor.
Jimin rió divertido mientras avanzaba hacia el closet y colocaba en este la ropa que había llevado puesta durante aquella noche en lo último de éste. Sus manos vagaron por el lugar encontrándose con algo lo suficientemente cómodo para poder dormir aquella noche.
No creía que a YoonGi le molestara aquello y a él simplemente le importaba muy poco.
Avanzando en silencio hacia la cama, apagó las luces de la lámpara que descansaba encima de una mesita al lado de la cama del mayor, justo en el lado en que este reposaba y haciendo lo mismo del otro lado, tomó lugar al lado del mayor mientras le veía fijamente.
— No es fácil. — Susurró para sí mismo mientras llevaba su mano al ceño fruncido del mayor y lo deshacía con sus dedos. — Pero tampoco difícil. — Concluyó mientras cerraba los ojos y se disponía a dormir. Inconscientemente el cuerpo del pelinegro se abrazó al suyo. Jimin rió mientras se acomodaba mejor junto al pálido. — Pero a la final, eres mío tanto como yo soy tuyo, ahora lo sé.
...
¡Hola!
Feliz 1 de mayo para quienes trabajan.
Sigo sin internet, ya ni esperanzas tengo. Pinche cantv meco que no sirve para nada ;;
Gracias por leer, votar y comentar.
Disculpen si no respondo como antes sus comentarios, mi vecina me dio su clave de wifi pero solo llega una barrita en mi casa y con ello puedo medio revisar las cosas. Con todo y eso, trato de responder los que puedo.
Las palabras de Jimin en el pasado y lo que Joy le dijo hicieron que YoonGi DUDARA ¿Creen que seguirá así por más tiempo?
Y chale, ¿qué pasará en el otro capítulo?
No olviden seguirme, el dominio del mundo me espera.
¡Hasta la próxima!
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