02.
Advertencias: Lenguaje soez, mención de sangre, violencia, abuso, temas sexuales, relaciones tóxicas.
Este capitulo hará mención de violación.
Aviso de antemano.
El silencio.
El silencio podia ser algo que marca muchas emociones, tanto asi como incomodidad, terror o incluso una emocion fuerte como felicidad.
Pero el silencio dentro de esa sala era inexplicable.
Donde los dos individuos no tenian en mente lo que ocurria, lo que se debia hacer.
Lolito aun miraba, expectante, los ojos del pelinegro. Mientras que Mangel no sabia que hacer, tenia un enjambre de emociones en su interior.
¿Debía hacerlo? Estaba aterrado aún con lo ocurrido anteriormente.
Pero el estado de Lolito no era el mejor, podia soltar todo lo que pensaba. Podia decir todo sin tapujos.
¿Por qué Mangel no era asi en ese momento?
¿Por qué el unico que se abria en sus pensamientos y el que no tenia vergüenza en ese instante era él?
Lolito, esperando una reaccion del menor, lo abrazo por los hombros, inclinando su cuerpo hacia adelante. Volvian a estar casi en la misma posicion del principio.
- Vamos... Mangel...- Susurro, mientras sentia como el agarre de las manos ajenas sobre su piel era fuerte.
Lo necesitaba, Lo necesitaba más que nada.
Y lo odiaba, odiaba ese sentimiento. Odiaba que todo lo que vivio fueron mentiras.
El podria tirar las manos al fuego por Mangel. Pero él no, y lo sabia.
Lolito froto su rostro entre el cuello del contrario, relajandose.
¿Hace cuanto no tenian este tipo de contacto?
- Lolito... No puedo...- Murmuro, relajando el agarre que tenia sobre el cuerpo ajeno.
El de orbes esmeralda se tenso.
Mangel trato de alejarlo, casi empujandolo, pero Lolito resistia ante esto, aferrandose.
En uno de los movimientos Mangel tiro a Lolito lejos, haciendo que impactara con el suelo.
El pelinaranja solo dio un quejido, adolorido, se sento en el frio suelo.
El de lentes mientras tanto se levantaba lentamente, con un poco de dificultad por tener las piernas entumecidas.
- Lolito, esto no da para más.- Murmuro Mangel, mientras caminaba lentamente, dirigiendose a los escalones donde con anterioridad se habia caido.
- Mangel, si sabes que todo lo que pasa es culpa de ambos ¿Verdad?...- Susurro Lolito, con la voz entre cortada.
Mangel paro en seco los pasos por la escalera.
Claro que lo sabia. Habia sido una mierda al hablar asi de Lolito a sus espaldas y luego utilizarlo, además de otras cosas.
Pero el pecoso se aferraba demasiado a él, lo agobiaba, ya no podia seguir asi.
Por mucho que ya lo quisiera, ese sentimiento habia nacido de algo enfermizo.
Solo le quedo suspirar, mirar de reojo al contrario, sin decir ninguna palabra. Se dirigio a la puerta, para salir dando un portazo.
Otra vez quedaba con el silencio.
¿Qué haria ahora?
¿Qué le quedaba?
Se mordio el labio de los nervios, haciendolo sangrar.
Queria llorar, gritar.
Pero no salia nada. Es como si estuviera vacio.
Como cuando te quitan algo y no puedes devolver el tiempo.
No sabe cuanto tiempo estuvo en esa sala de la casa, en el suelo y mirando a un punto muerto.
Pasaron las horas como segundos.
Ya debia despertar de aquello.
Se levanto, tembloroso, camino lentamente hacia las escaleras. Seguido fue hacia la puerta, miro el atardecer al instante de salir, cerrando la puerta detras de él.
Era bastante tarde.
Caminaba sin ganas, ya ni le importaba la hora o las consecuencias de salir tan tarde. Si lo mataban que asi fuera.
Se veia destrozado. Con solo verlo te dabas cuenta.
Tenia el cabello desordenado, sus ojos se notaban sin vida, sin brillo; y se veia bastante fuera de si.
Se fue todo el camino a su casa de esa forma.
¿Y al llegar que hizo?
Nada.
No tenia ganas de llorar. No tenia ganas de comer.
Sentia un ardor en su pecho, en su estomago, queria vomitar, queria tirar todo.
Raro.
Las voces no salieron.
Se encerro.
¿Que si venia alguien? Era lo que menos queria en este momento.
Se saco el calzado pero se dejo la ropa. Ya daba igual.
Se termino acostando entre las sabanas, cubriendose en su totalidad con estas.
Sentia frio, pero estaba sudando y hacia calor. Aun asi no se destapo.
Era algo que se extendio por todo su cuerpo. El dolor.
Queria desaparecer. Queria dormir y nunca despertar.
¿Su suicidio afectaria en algo?
Obviamente no, a quien le importarias.
Pero aun asi seria muy cobarde para quitarse la vida. Lo sabia.
Solo le quedaba esperar.
Quedarse en medio de limbo, en medio del dolor y sus errores.
Al final logro conciliar el sueño.
Se vio una silueta vagar cerca de casa del peli naranja. Colandose por los arbustos y las rejas.
Al caer tambeleo un poco, pero logro mantener el equilibrio.
Se dirigio hacia la puerta, urgeo un poco debajo del tapete.
Lolito siempre dejaba una llave extra debajo. Y esta vez no fue la exepcion.
Logro entrar, cerrando un poco fuerte la puerta. Al no tener los sentidos funcionando correctamente fue un poco bruto al entrar.
Lastima que Lolito dormia tan pesadamente que no noto aquello.
Pero si se desperto cuando un peso lo aplasto y el olor a alcohol inundo sus fosas nasales.
Trato de quitar a quien estuviera sobre él.
Y vio quien se habia colado en su casa.
- ...¡¿Mangel?! ¿Estuviste bebiendo?.- Pregunto exaltado el oji esmeralda, aun quitando al menor de encima, ya que aún se aferraba a él.
Hasta qué, claro, lo aprisiono.
Y llego a sentir el aliento ajeno en su cuello.
Y luego una lengua, dientes y labios.
Trato de zafarse, trato de huir, trato de luchar.
Pero estaba tan fuera de si que no pudo hacer mucho más que quejarse verbalmente.
Quiso defenderse, pero no podía. No quería hacerle daño, tenia miedo.
- ¡Mangel! Por favor, escu-...- Lo beso, callandolo.
No fue un beso tierno. No fue un beso lento.
Fue tosco. Fue lleno de rabia. Fue doloroso.
Tenia asco. No le gustaba, el olor al alcohol y como lo trataba no lo podia tolerar.
Pero su mente y su cuerpo se habian acostumbrado tanto al tacto del contrario que reaccionaba solo y se dejaba hacer.
¿Por qué?
15 años.
A los 15 años cumplidos su madre murio.
¿Por qué?
Bueno, la razon de aquello le estaba tomando de un brazo con fuerza mientras lo tumbaba contra la cama.
Desde pequeño notaba como su madre tenia ematomas, tan graves. Que aunque intentara taparlas aún asi él las podia ver.
Su propio padre, un alcoholico, se desquitaba con su madre.
Ellos eran una familia de escazos recursos, pero tampoco estaban tan en la mierda.
Su padre se frustraba al no tener el dinero suficiente.
Cuento corto. Su madre se dejaba golpear para que no le pegaran a él.
Pero una noche. Una noche a su padre se le fue la mano.
En uno de los empujes tiro a su madre contra la mesa.
Las esquinas de esta eran sumamente duras.
Golpeo su nuca contra una, dado el impacto tan fuerte que se desnuco.
Murió al instante.
Su padre no asumio la culpa.
¿Qué hizo?
La enterro en el patio.
¿Y si preguntaban por ella?
Nadie lo hacia. Todos tachaban a esa familia como lo peor de allí.
¿Les importaria acaso no ver a la madre?
Claro que no.
¿Y él?
Él vio todo.
Vio cuando la golpeaba.
Vio cuando el cuerpo de su madre cayó sin vida.
Vio cuando su padre termino de tapar del agujero en su patio trasero.
Todos los días para él fueron horribles.
Todos los días no tenían sentido.
La única persona que le demostraba cariño. La única persona que lo protegía. Había muerto.
Y ahora lo estaba viviendo.
Además de los golpes y burlas de sus compañeros de clases tenia un obstaculo directo.
En su propio hogar.
Su cuerpo ya estaba cansado, estaba lleno de dolor, de marcas.
Cuando su padre bebia era peor.
Primero lo golpeaba y despues abusaba de él.
Como en ese momento.
- ¡Quedate quieto!.- Le dio una bofetada mientras le desabrochaba los pantalones.
Sintio las lagrimas correr por sus calientes mejillas, no sabia si estas estaban asi por el golpe o por la vergüenza y humillación.
Le termino de quitar los pantalones y ropa interior.
Dejandolo vulnerable, inferior.
El menor tapo sus ojos con su antebrazo, sintiendo las lagrimas salir.
El sonido de un cierre. Sonido de ropa.
Lo giro, de imprevisto.
Poniendolo de cara contra el colchon, solo con el soporte de sus piernas.
Y estas ya temblaban por el miedo.
Claro que sintio como el mayor ingreso su miembro.
De golpe.
Grito contra las sabanas del dolor. Era desgarrador.
Lloro contra estas, solto unos fuerte sollozos.
El contrario acaricio su cabello. Acercandose a su cuello, sintiendo su aliento.
Olor a alcohol barato.
- Te pareces tanto a ella...- Escucho entre los murmuros, logrando parar su llanto.- Pero no eres ella. Nunca seras como ella.
Y comenzo a moverse. Bruscamente.
Ahi solo se podian oir los lamentos convertidos en llantos de cierto niño.
¿Y quien lo iba a escuchar?
Nadie, ya no habia nadie.
Estocada tras estocada. Dolor y mas dolor. Suplica tras suplica. Golpe tras golpe.
¿Que le quedaba?
Él no queria esto.
¿Por qué su cuerpo no hacia caso?
Él queria no querer aquello.
- Mangel... ¡Ah! ¡Basta!.- Grito, entre gimoteos debiles.
Sentia como lo tomaba por la cadera, tomandole mas impulso para las estocadas directas y rapidas.
Podia escuchar al contrario jadeando pesadamente.
El aire en esa habitación era pesado. Sus cuerpos bañados en sudor y los ruidos obscenos.
Apreto la almohada debajo suyo. Sintiendo los ojos llorosos. Gimio incontables veces. Oculto su rostro contra el colchón mojando las sabanas con su saliva y lagrimas.
Raro. Le recordo a algo.
Lo sintio cerca, ya se iba a correr.
No queria, no queria correrse por algo asi.
Su cuerpo se sentia bien. Su mente ya lo acepto.
Pero algo dentro de él albergaba recuerdos dolorosos.
Algo dentro de él le recordaba que lo estaban violando.
Que se deberia sentir asqueroso por sentirse tan bien mientras le hacian aquello.
- Lolito... Ya, ya estoy cerca.- Escucho entre jadeos.
No. Por favor no.
Trato de gritar. Pero no salio nada.
No salio nada más que gemidos, jadeos, sollozos.
Y solo escucho un gemido un tanto ronco.
Como se corria dentro suyo.
Pidio que no pasara.
Pero su cuerpo fue mas rapido.
Se termino corriendo al sentirlo. Dio un gemido, casi como un grito.
Se estremeció. Arqueando su espalda por el éxtasis.
Trato de callarse lo más que pudo, no queria escucharse, no queria.
Queria gritar ahora que podia.
Queria llorar con fuerza ahora que podia
Pero estaba tan cansado.
Mangel termino saliendo del interior del peli naranja.
¿Que habia hecho?
Miro con terror. Aun tenia el efecto del alcohol en él, pero ya pensaba coherentemente.
Lolito sintio como su cuerpo se acomodo para acostarse. Dejandose llevar por el sueño.
A la mañana siguiente Lolito desperto.
Solo.
Tampoco era como si esperaba encontrarse a Mangel ahí.
Luego de lo que ocurrio dudaba de que se dirijieran la palabra.
Se acomodo. Hizo una mueca por el dolor.
El no queria que las cosas fueran asi.
Lo peor es que aún tenia sentimientos por Mangel. Aún lo amaba.
Aunque no hubiera deseado lo ocurrido en la noche.
Aún lo hacia.
¿Por qué entonces...?
Ahora si pudo llorar.
Lloro hasta cansarse. Lloro todo lo que no lloro el dia de ayer, el dia de mañana o incluso hace años atras.
Lloro porque era lo unico que lo acompañaria los dias siguientes. Y las voces.
Las voces nunca lo dejaban tranquilo.
pERDÓN NO ME MATEN(¿?)
yo avise que era fuerte, así que no es mi culpa-
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