Advertencias: Lenguaje soez, mención de sangre, violencia, abuso, temas sexuales, relaciones tóxicas.

Ah, que desafortunado.

Definitivamente Mangel no lo podia haber encontrado en un mejor momento.

El olor metalico de la sangre le picoteo la nariz, evitando el impulso de acercar sus manos manchadas de un color carmín a su rostro para aliviar el escozor.

Claro que no se olvidaba de la mirada atonita del contrario. En fijo, perdida, noto sus ojos vacios, pensando en lo peor.

Posiblemente lo haya ido a visitar y en el camino vio la sangre, una lastima, ya casi no quedaba nadie amenzante para él en el pueblo.

Lolito miro de reojo, con molestia, el cuerpo inerte de una mujer a su lado, arrojando el cuchillo, elevando los hombros con complicidad implicada.

- Bueno, ya me atrapaste, ¿Qué haras ahora?.- Dijo, casi en un susurro, acercandose lentamente al contrario, sonriendo.

Obviamente este pensaba que el contrario iria felizmente a sus brazos y lo querria tanto como él despues de la muestra que acaba de ver.

Mangel no podia dar credito a su vista, seguia paralizado, desde el momento que lo vio dando acuchilladas al cuerpo ya inerte en el suelo.

¿Con quien habia estado viviendo todo este tiempo?

- Lolito...- Titubeo, vacilante tratando de huir, pero sus piernas no le respondian.- Estas... Estas enfermo.- Murmuro aterrorizado, mirandolo lleno de panico.

Lolito paro en seco su acercamiento.

Dolor.

¿Su niña lo odiaba?

¿No fue suficiente para él?

¿Lolito nunca fue suficiente?

Se tapo la boca, en un intento de no gritar, agachandose para no sucumbir a los pensamientos que lo abrumaban.

Mangel al ver aquello no supo que hacer, pero ya podia mover las piernas, la paranoia se adueño de él y salio corriendo. Tenia miedo de lo que podia hacerle, sin saber del todo que era lo que le ocurria al contrario.

- No... No te vayas, por favor...- Murmuro mas para si mismo.

Mangel ya se habia ido.

Pero las voces seguian ahí.

"No te quiere"

- No, eso es mentira.

"Nunca te quiso"

- Él... Él me ama...- Trato de taparse los oidos.

¿Lo hacia?

"Seria mejor que estuvieras muerto"

"Muere"

"Muere"

"Muere"

- ¡Basta! ¡Duele!.- Grito con la voz rota un pequeño de 5 años, haciendo inutiles intentos para que sus compañeros le dejaran de tirar de los mechones de su cabello.

Eran tres los brabucones, dos de ellos lo tomaron de los brazos por ordenes del más alto del grupo, inmovilizandolo.

- Aww, miren como llora, pobrecito.- Se mofo el que, suponia, era el lider del grupito que lo atacaba. Este jalo un poco el mechon, acercando unas tijeras.

- ¡No! ¡Por favor, no!.- Grito asustado el pelinaranja, pero fue callado por un golpe de uno de los matones, sintiendo las lagrimas quemar su piel.

- ¡Callate! Te hacemos un favor, con el pelo largo pareces una niña, marica.- Sentencio el que tenia las tijeras, ahora cortandole mechon por mechon, mientras los otros dos reian.

Sentia rabia, tristeza, no podia hacer nada, se sentia inutil, pequeño, escuchando los irritantes sonidos de la tijera entre sus sollozos y las risas.

- Listo, un agradecimiento y una sonrisa no estarian mal, eh.- Solto con sorna, soltando la tijera frente de él, sintiendo como los otros dos le soltaban, mientras se tocaba su cabellera ya cortada, mirando el moño tirado con el cabello cortado.

Derepente las risas del grupito pararon.

Pasos.

Salieron corriendo, Lolito separo la mirada del piso, para levantarla y ver como una profesora llego al lugar.

- ¿Lolito? ¿Que haces aqui?.- Pregunto acercandose al menor, agachandose a su altura. Lolito iba a hablar, entre hipidos y la voz rota, pero lo interrumpio.- Mira la hora que es, ya tocaron hace mucho y sigues aqui afuera, vamos.

Lo tomo bruscamente de la muñeca, tironeandolo, apenas y alcanzo a recoger el moño verde.

Lolito sabia que los habia visto, pero nadie hacia nada. No era la primera vez que pasaba, contarlo no serviria de nada, no hacian nada.

Debia de aguantarse todos los dias las burlas y golpes de sus compañeros, desde corta edad.

"Era su problema"

"Se debia defender solo"

Se aguantaba todo, todo dentre suyo era un caos.

Ese día llego llorando a su casa, con el moño entre sus manos. Su mamá lo recibio, con preocupacion en su cara.

- Cariño, ¿Que ocurrio?.- Su madre se agacho a su altura, limpiando las lagrimas de su pequeño rostro, notando como su pelo estaba corto, y mal cortado además.

- Mami, yo... yo intente que no le pasara nada a... a mi moñito, pero... pero unos niños, me cortaron mi pelito.- Murmuro entre gimoteos y sollozos, secandose las lagrimas como podia, frotandose repetidas veces la cara.

Su madre lo tomo entre brazos y lo levanto, aprentandolo contra si. Acariciando su cabeza, abrazandolo con amor, calidez.

- Tontito, eres bonito incluso con o sin moñito, y lo de tu cabello lo arreglamos en un momento. Asi que no llores- Susurro suavemente, consolandolo mientras se dirigia con él al baño, buscando las tijeras.

El menor al escuchar eso último se reprimio las lagrimas, aun sintiendo su nariz rojiza y los ojos picandole, pero frente a su madre era fuerte.

- Escucha, cariño.- Comenzo la mayor, cortandole de forma pareja los mechones. Captando la atencion del infante- En este mundo hay gente muy cruel y mala, pero nosotros debemos seguir adelante, esa gente por mas que les quieras dar una leccion no aprenden. Solo buscan el sufrimento ajeno, recuerdalo mi niño, en este mundo solo te tienes a ti, uno nace solo y muere solo.- El menor lo miro atento en todo momento, pero se notaba sin entender, suspiro.- Solo prometeme que, frente a lo dura que se puede ver la vida, sigas luchando, y no caer ante nada, ¿Si? .- Le dijo su madre, sonriendo, el menor imito la accion, asintiendo.

- Perdón, mamá.- Susurro Lolito, viendo sus manos ensangrentadas, su ropa, el cuchillo y el cuerpo a su lado.- No pude cumplir esa promesa.- Sintio las lagrimas correr por sus mejillas, mirando al cielo, como si alguien lo escuchara.

Pero no habia nadie, hace mucho ese alguien se fue.

aaAAAAA para ser un tipo de prologo es una cagada :(.

quería aportar al fandom, y que mejor que con un fanfic mal hecho y redactado(?)