HCY | 018.
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Si no estuviera en medio de un montón de personas, literalmente pegaría un chillido al cielo.
Hoy recibí los resultados de mi prueba de moto, leer que aprobé, fue genial. Tuve el mejor resultado, tenía esperanza de que pasaría, pero con tan buena calificación, jamás lo esperé. Por ahora, me limitaré a cerrar el correo y reprimir mi emoción. Tal vez cuándo salga a mi hora libre, le contaré a Bae.
Busqué mi móvil disimuladamente, no era como que me gustara que las personas vieran, tampoco es como que estuviese trabajando. Lo primero que hice fue ir al chat de Sohee para gritarle textualmente que saqué la mejor puntuación, después de que ella se burló de mí. Ahora que estoy, no sería mala idea contarle al director Jeon, ya que le comenté que quería darle una sorpresa a mis padres cuándo me vieran subida en una moto.
El director Jeon, ahora que pienso en él, tengo todo revuelto después de lo que ocurrió el martes.
Por lo visto el universo no quería vernos juntos o algo por el estilo. Justo cuándo yo estaba encima de él, viendo su miembro erecto y grande con justa razón, mis manos temblaban queriendo tocarlo, pero al rozarlo, un ruido de afuera me espantó, haciendo que me pasara a mi asiento y a que el director Jeon guardara a su amigo del cual estaba obsesionada desde entonces.
Casualmente, un grupo de jóvenes venían gritando y pasando por mi calle. Arruinaron por completo mi noche, a ver, yo hubiera arruinado sus vidas si me hubieran visto hacerle un oral al director Jeon, malditos jóvenes.
En serio, desde ese entonces, no sé qué es lo que me pasa, estoy constantemente tensa. Ha pasado bastante que no tengo sexo con alguien, de pronto empiezo a sentir algo nuevamente por alguien, y cada vez que siento mi cuerpo arder, las cosas no prosiguen, peor así, ¡Con el hombre que es el director Jeon! Retenerme está siendo un martirio.
Descarada, así te llamarían si admites algo como eso, pero a mí me da completamente igual. Así era como me sentía, y siento que el director también se sentiría igual, digo, él tenía las mismas ganas que yo. Solo al ver esa jodida erección podía darme cuenta.
Me puse de pie, viendo la hora, mi hora. Dejé mi bolso a un lado, solo tomando mi billetera y un post-it que me dejaron pegado en la pantalla de mi computador antes. Exacto, pidiéndome cafés.
Ayer recibí un mensaje de él, junto con un emoticón de corazones que me volvió loca "Estaba pensando en usted, Hwang" Maldición, estaba pensando en mí, ¡Piensa en mí! Últimamente, está siendo tranquilo y sereno saber que ese hombre está siendo por lo visto, sincero y descarado conmigo, lo que me gustaba.
Estaba a punto de salir de la empresa, cuándo me fijé que estaba lloviendo. Sabía que hoy llovería, por esa razón me traje mi paraguas, pero creí que se había detenido. Lo que me faltaba, ni me mojo ahora, me resfrié con el frío que hace.
—¿Saldrás? —Miré a quién se puso a mi lado, Bae— Puedo dejarte mi paraguas, debes llegar a tiempo a esa cafetería antes de que te echen la bronca.
Con el sarcasmo con el que lo dijo, me daba rabia, sé que quiere que me enfrente a todos, pero sería ilógico.
—No hace falta, si sales tú, te empaparás.
Lo miré como se quedó pensando unos segundos, para luego ver que me señaló que lo siguiera hasta afuera, y así hice. Abrió el paraguas de color azul, dándome una nueva señal de que me acercara.
—Podemos ir los dos juntos, no llueve tan fuerte.
Bueno, no era mala idea. Me apegué lo suficiente a él, quedando ambos dentro del paraguas. Empezamos a caminar mientras nos reíamos que de en cualquier momento podíamos tropezar.
Le comenté sobre que aprobé, podía tatuármelo en la frente de lo emocionada que estaba. Confió en mí desde un inicio, así que posiblemente lo llevaré a casa algún día, se lo debía.
—¿Tú comprarás algo?
Pregunté casi chillando, ya que por el tráfico de las calles y la lluvia no se escuchaba mucho.
—Sí, no traje comida hoy, se me olvidó.
Nos detuvimos en seco, puesto que no nos dimos cuenta de que el semáforo estaba en rojo para nosotros. Había bastantes personas en el pase de peatones que impone como siempre. Y cuándo se puso en verde para nosotros, sentí como una mano apretó con fuerza mi hombro, era el mismo Bae que me acercó a él, ya que por poco los que pasaban me chocarían.
Me incomoda un poco, pero al ver no doble intención en un pequeño acto, no creo que suceda algo malo. Justo cuándo el tramo parecía acabar, me dio por ver hacia los coches detenidos, todo para ver al del director Jeon. Esta vez sí era él, literalmente lo estoy viendo y él a mí.
—¿Por qué te detienes?
Iba junto a su hija, creo, casi no podía ver bien por la lluvia, pero lo que era más claro que todo, es que era el director Jeon viéndome fijamente, serio, tal vez por la forma en la que iba caminando junto a Bae.
Desde que estoy teniendo sentimientos hace él, he notado sus leves celos o insinuaciones de que yo tengo algo con Bae, si supiera que yo solo me derrito por él. Llegamos a la otra cera, donde me giré solo para ver como el coche del director Jeon se alejaba. No puedo creer que he estado dentro de ese coche haciendo cosas vergonzosas.
Ya no me sorprende tanto encontrarme con él, vivimos en la misma ciudad, y después de que sabemos que cruzamos los mismos caminos, es inevitable, así como no podría estar casi enamorada de él.
Terminamos de llegar hasta la cafetería, donde, como siempre, pedí lo que me pidieron, mientras que Bae pidió su comida.
—Hwang —Volteé a verlo—, dentro de unas semanas es el cumpleaños de mi hermanito pequeño, quería saber si te gustaría venir, bueno, te invito directamente.
—¿No sería raro por qué es pequeño?
—Por eso mismo, no tendré con muchas personas con quien hablar, me gustaría que estuvieses tú.
La verdad, me siento mal por rechazarlo siempre, una vez, a un cumpleaños, no pasaría nada de malo aceptar, me gustaría bastante ir la verdad.
—Dime el día y la hora, posiblemente pueda ir.
Una amplia y feliz sonrisa apareció en su rostro. Era bastante atractivo, pero no podía sentir nada, para que cariño de amigos o algo así, lo siento bastante.
—Cuándo lleguemos en la empresa, tendré que subir rápido a buscar unas cosas, ¿nos encontramos en la terraza como siempre?
Asentí. En el tramo de tiempo que lo llevo conociendo, no es mucho ni poco, pero es algo valioso, no he tenido amigos hombres nunca, no por qué no me guste, sino por qué no se ha dado, y con los que me relacioné hace años, era todo amorosos. Este no es el caso, pero él siente algo por mí a legua como dice Sohee, así que, espero que logremos ser amigos siempre.
[...]
Coloqué mi paraguas en mi bolso para que no se cayera. Llovió todo el día, pero ahora que es de noche, se tranquilizó, aunque hace más frío por esa causa. Sentía mi nariz congelada, todo por no haber traído mi bufanda para cubrirme un poco.
Hoy estaba caminando sola hacia la parada de buses, mientras hablaba por teléfono con Sohee. Según me dijo Bae, se quedaba a hacer horas extras, y tengo que admitir que me hace falta repetirle como siempre, que no hace falta que me acompañe.
—Pero las cosas no son así Chaeyeon, me da mucha rabia y no lo puedes entender.
Suspiré, estaba bastante molesta según se escuchaba, pero era contradictorio. Según comenta, ha tenido conflictos desde el primer día que empezó a trabajar con uno de sus clientes, para remodelar su casa, y está siendo un desastre.
—Deberías arreglar las cosas.
—¿Cómo? La hija de él, es un demonio y jamás podría arreglar las cosas.
—So, piensa que él te pagará bastante y por lo que te haya dicho una niña...
—¡Me llamó cualquiera! No la soporto, y peor ese hombre que me saca de quicio, me es igual que sea jodidamente caliente, me da rabia.
Traté de no reír, ya que hace un tiempo dijo que era el hombre más guapo que había visto, pero le fastidiaba a la vez. Estaba teniendo demasiados conflictos, por ello mismo había dejado ese proyecto, pero la querían a ella.
Cuándo estaba a punto de llegar a mi parada, me dio por detenerme y ver a mis espaldas, no estaba loca. Detrás de mí, estaba un coche que ya había visto antes, dos veces para ser exactos, y hoy... estaba más atrás, ¿me estaba siguiendo? No, sería una locura, ni que yo fuera alguien importante, ni siquiera tengo problemas con nadie, o eso creo.
—Oye, lamento interrumpirte... pensarás loca, pero estoy viendo un coche que ya vi dos veces, en la misma posición.
—¿Qué? No me digas eso que yo sí soy paranoica, Chae ¿Dónde estás? ¡Dime la dirección ahora mismo!
Me senté en el banco de la parada, viendo que hay más personas alrededor, me tranquiliza un poco.
—Estoy en la parada ya, hay bastantes personas.
—Joder, escúchame, me tengo que ir que estoy recibiendo otra llamada. Mi vida, cuándo termine la llamada, te llamaré, más te vale que contestes, que si no te iré a buscar, me da igual que esté a horas de distancia.
—Tranquila, adiós.
Colgué. Levanté la cabeza, viendo nuevamente hacia ese coche, donde claramente había un conductor dentro, pero no se veía bien, ni siquiera se podía distinguir si era un hombre o mujer. Esto estaba sospechoso, por ello, viendo mis manos temblar, decidí tener listo el número de emergencia.
Al menos, el autobús ya venía. Me puse de pie, guardando mi móvil en mi bolso, y tratando de sacar la tarjeta. No pude dar un paso más, al sentir como de pronto alguien se puso a mi lado, demasiado cerca que di un paso hacia un lado, alejándome, asustada.
Llevé mi mano a mi pecho, tratando de recuperar mi aliento. Dios mío, tengo la peor defensa, cualquiera le hubiese dado un golpe, al menos no lo hice, ya que se trataba del director Jeon.
Me quité de la fila de personas que subirían al autobús, para alejarme junto a él.
—¿Todo bien? ¿Por qué se asustó?
Fue lo primero que preguntó cuándo estábamos atrás de todos.
—Nada, una tontería. ¿Usted es él que estaba en el coche que está al lado?
Señalé, viendo para atrás, dándome cuenta de que no había nadie ahí adentro.
—No, mi coche está al otro lado de aquí, y es totalmente diferente ¿Por qué?
—Por nada —Quedé en silencio, no sé en qué momento me estaba volviendo paranoica, es como dije la vez pasada, es una simple coincidencia. Ahora bien, ¿qué hacía él aquí? —. Perderé el autobús.
—No importa, creo que usted ya tiene otros planes. Me gustaría que pudiera acompañarme.
Qué guapo se miraba hoy, tenía una expresión seria, pero de igual se veía tan divino. Nada más asentí, aceptando lo que dijo. Movió su cabeza, dándome entender que lo siguiera. Era raro, pero lo hice. No entendía mucho, después de que estuve a punto de tocar y probar su miembro, ahora simplemente camino a su lado, sintiéndome pequeñísima. No me gustaba sentirme así, por eso me detuve.
—Director —Se dio la vuelta, y también se detuvo— ¿Sucede algo? No me ha dicho nada, ni siquiera una explicación de a donde vamos.
No sé de verdad que pasa.
—Bueno, solo quería verla y llevarla a ver algo, y agradezco que no esté con ese amiguito suyo.
Oh, es verdad. Esta tarde me vio con él, como este casi parecía que me abrazaba e íbamos en el mismo paraguas, cualquier pensaría algo diferente. Seguramente parece molesto por ello, Dios mío.
—Director Jeon, sobre la tarde...
Escuché como suspiró, era la primera vez que notaba esa reacción suya. Se giró completamente, acercándose a mí.
—Hwang, si hay algo con él, me encantaría saberlo ahora, por qué me dolería saber que la mujer por la que siento algo, en realidad su corazón le pertenece a otro.
Y es que, encuentro que este reproche es más que eso, ni siquiera son celos del todo, solo quiere dejar las cosas claras, y vaya que le entiendo, eso es lo que yo he querido saber desde qué lo conocí a él.
—No siento nada por mi compañero de trabajo, es solo un amigo.
—¿Él siente algo por usted?
Me sentía tan ofendida con todo esto en cierta parte, ya que no tengo la culpa, además, hay alguien más en este asunto. Él tiene derecho de sentirse así, yo también lo estaba y peor antes.
—Su exmujer, ¿sigue sintiendo algo por usted?
—Sí. Y la última vez que nos vimos, trató de besarme.
Un hombre sincero, justo como lo dije. Entonces, no sé por qué debería enfadarse si Bae siente algo por mí, digo, debe saber que yo me muero por él, santo Dios... le dije que me quemaba por él, le he besado con todo mis deseos y mi alma.
—¿Usted siente algo por su exmujer?
Y otra vez, suspiró.
—Ya no sé como explicárselo, pero hoy estaba dispuesto a dejárselo claro.
Vi como estiró su mano hacia mí, para que la tomara. Estábamos en medio de la calle, muchas personas venían e iban, pero todo de repente se volvió rápido. Todo avanzaba, y lo único que podía ver era al director Jeon, a Jeon Jungkook de pie frente a mí, esperando que tomara su hermosa mano, con esa expresión en su rostro tan transparente, haciendo tener la confianza de que sentía lo mismo que yo.
Puse mis dedos sobre su mano, lento, pero no con miedo, estaba más que segura de todo. Al sentirme, tomó mejor mi mano con fuerza, y empezamos a caminar. Había algo en él que me hizo verlo con detenimiento, algo que me llamaba, cada día podía descubrir algo nuevo.
Entonces, después de caminar tomados de la mano hacia su coche, emprendimos camino hacia algún lugar que desconocía, pero según las señales, entramos a Gangnam-gu. Vaya, así que vivía por aquí, era lo más obvio. No pude decir nada durante el camino, me sentía nerviosa, realmente no sabía el lugar específico al cual íbamos.
Tan centrada iba viendo la carretera, con el ambiente tan tranquilo gracias a la música de fondo, que me sorprendió cuándo todo se volvió oscuro, ya que entremos a un tipo de garaje ¿Dónde estábamos?
Escuché el motor apagarse, y a la vez al director desabrochar el cinturón de seguridad. Tomó mi mano antes de que yo pudiera hacer algo.
—No se asuste. La traje aquí, por qué aquí está lo que quiero mostrarle.
Se bajó, mientras yo me quitaba el cinturón de seguridad, vino a mí para abrirme la puerta. Este tipo de trato siempre me ha vuelto loca, y soy tonta solo por recordar de que ese tipo también hacía lo mismo conmigo, solo que el director Jeon no se compara al idiota de Jaehyun, Jeon si es un caballero y un hombre de verdad.
Lo seguí literalmente. Llegamos hasta el ascensor que estaba en el garaje y miré como presionaba el botón dos, era cerca. De forma rápida, bajamos y caminos levemente unos segundos hacia una puerta, donde puso la contraseña correspondiente a la puerta, y esta se abrió. Me pregunto que es lo que hay aquí, que me quiera enseñar.
Nada más adentrarme, me encontré con algo tan hermoso, que a la vez gritaba a él y me representaba tanto. Un salón gigante, no parecía una casa, parecía un tipo estudio. Había lienzos limpios a un lado, un sofá desordenado a un lado, un pequeño minibar a otro lado, estanterías llenas de pinturas, figuras, materiales de coches que literalmente era él.
Tanto espacio y a la vez acogedor, era precioso el color de las paredes, no tan blanco y sencillo, sino que tenía manchas en versión de recuerdos.
—Todo esto, es un tipo de... estudio. Mi estudio personal —Estaba en lo cierto. No era su casa, no creo que viva aquí, puesto que solo veo dos puertas que tal vez lleven a otro sitio, pero no hay más—. Mi casa está cinco pisos más arriba. Los primeros pisos de este edificio son más o menos pequeños, de propiedad de los que tienen viviendo en el 3 hasta arriba.
Guau, era precioso. Sigo sin saber qué hago aquí, pero me encantaba con solo estar en su presencia. Había algo que me llamó la atención, al ala izquierda del lugar había unos banquillos como para hacer ejercicio y un saco de boxeo, eso explica de por qué se ve tan bien.
—Aquí está lo que quiero mostrarle —Lo miré, caminó directamente hacia enfrente, donde estaban todos los lienzos, y otros tapados, que quitó la manta que tenía encima. Se trataba de 3 pinturas indescriptibles que me dejaron sin aliento—. Esto es.
Tragué saliva sin creer lo que veía. Cada una de esas pinturas me hacían dudar de absolutamente todo.
—De que se trata esto.
Se giró después de colocarse a un lado.
—Esa pintura de allá, es usted. Tal vez no lo crea por lo borrosa que parece su rostro y como se escurre la pintura, pero no es tan reciente, por lo mismo que me odiaba por no recordar bien su rostro.
¿Yo? Era demasiado profunda aquella imagen. Una mujer casi de perfil, que lo único que se veían bien eran sus ojos, pero a causa de la pintura no se distinguía una forma concreta, y menos el torso que también se dibujó. Mi respiración empezó a ir rápido mientras él señalaba el siguiente lienzo.
—Cuándo sus ojos eran el único recuerdo que tenía, me dediqué a dibujarlos... son los que ve, sumando a ese pequeño rostro en una esquina con ojos, nariz y boca bien dibujados, eso es por qué completamente no puedo sacarla de mi cabeza.
—Director...
—Chaeyeon, usted es una mujer que estaría completamente loco si la dejara ir, por ello no estoy dispuesto a hacerlo. Cuándo empezamos a besarnos, las ideas de mi cabeza se volvieron claras, y de pronto empecé a dibujar locuras que tampoco creía que era bueno haciéndolo.
Entonces, miré el último lienzo que estaba al lado de él. Dos personas abrazadas, pero el que parecía ser el hombre que tomaba con fuerza el cuerpo de la mujer, en la parte de su cabeza solo había mucha pintura regada.
—Al estar a su lado, me he dado cuenta de que todos mis problemas desaparecen y solo somos usted y yo contra todo. Su fragancia fue el detonante exclusivo a mi obsesión hacia todo lo que siento ahora mismo, las caricias, los besos y ese atrevimiento suyo... pero lo primero de todo, su mirada ardiendo en fuego hacia mí.
—¿Eso le hago sentir?
—Cada día que pasa, la necesito más, la quiero más. Por ello estoy cansado y desesperado por qué no entienda que la única mujer que quiero me bese, es usted.
Vaya, me dejó sin palabras. No tenía nada para dar ni decir. Él era fantástico, Dios mío, ¿Qué tengo yo que me mandaste a tal hombre? Solté mi bolso, me dio igual que cayera al suelo, pero fui hasta él. Sus ojos se veían tan bonitos como siempre, y parecía una burla de mal gusto, ya que todo esto solo confirmaba que estaba completamente para él.
—Señor Jeon, yo no soy nadie como para que usted sienta esas cosas tan profundas.
—Lo eres todo, Chaeyeon —Otra vez, dijo mi nombre, que bien se escuchaba—. Me hace sentir especial, solo por qué me escogió, madre mía, me hace sentir relevante cada vez que me ve con esa misma atención que lo hace ahora. Dígame, ¿sigue creyendo que siento algo por mi exmujer?
Joder, su exmujer ahora mismo pensará que tiene oportunidad con este hombre, pero ya no, por qué no pienso dejar al director Jeon sobre ninguna circunstancia.
Puse mis manos sobre sus hombros, todo para tensarme ante su agarre en mi cintura. Mi corazón latía demasiado fuerte, no iba a soportar lo que vendría después, pero empezó a ir rápido, ya que tomó mi rostro para poder pegar nuestros labios. No sé lo que me pasaba, pero ante todo esta escena, me sentía más débil, que prontamente solo con sus besos tan húmedos, por la forma en la que su lengua debatía con la mía, quemándose, gemí.
No sabía que compartir saliva estaba siendo tan bueno. Dejé caer mi chaqueta al suelo y la mano del director ya estaba dentro de mi camisa, tocando mi espalda. Me estaba volviendo desquiciada, pero como no lo estaría. Vi como relamió sus labios una vez nos separamos, ese simple gesto me mandó a volar, o peor, como quitó su chaqueta de traje para tirarla y aflojarse la corbata mientras me miraba codiciosamente.
Sus manos volvieron a mi cuerpo necesitado, y volví a gimotear cuándo su mano traviesa tocó mi trasero, Oh Dios, sí. Quité sin problema mi camisa, soltando sus labios unos segundos, para luego volver, pero este me quedó viendo. Mis orejas se sintieron calientes por como miraba mis pechos cubiertos aún con mi sostén.
Relamí mis labios, tratando de recuperar el aliento. Sus labios me parecían atractivos más que nada, pero ver como quitaba esa horrible camisa blanca que no me dejaba ver su piel, fue la mejor cosa jamás visto en este jodido planeta. El director Jeon estaba bien dotado, en todos sentidos. No tenía idea que tenía tantos tatuajes en su brazo, repleto que solo lo volvían más caliente.
Pasé mi mano por su pecho, tocando lo grandes que las tenía y su piel suave. Bajé con uno de mis dedos en medio de sus abdominales, pasando por el centro hasta llegar al cinturón.
—Jeon...
Murmuré con completa incoherencia en mi cerebro. Estaba excitada, mi cuerpo estaba caliente y desesperado.
—Dígame, Chaeyeon.
Oh, no podía más, él era más mortal que un cuchillo envenenado.
—Quiero estar con usted.
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Gracias por leer, les tengo una sorpresa el día de hoy, como disculpa de hacerlas esperar mucho [esperen 30m después de la publicación de este cap]
Dios les bendiga
xoxo
—Herbst
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