El golpe había adquirido un color violeta de la noche a la mañana, era todo un milagro que la cara no se me hinchara o algo parecido, las hinchazones eran mas difíciles de ocultar que los golpes. Abrí los cajones hasta encontrar la base de maquillaje, y rasco lo que quedaba para comenzar a aplicarla en mi rostro mientras hacía una mueca debido al dolor. 

Las risas de Freddie me distraen mientras intento hacerme un suave delineado, tras terminar de maquillarme lo suficiente para ocultar cualquier cosa de mi rostro abro la puerta del baño que daba directo con el comedor/salón. Ingrid bailaba en medio del lugar, un cigarrillo en sus labios y el cabello atado en un desordenado moño, vestía una remera completamente sucia y ropa interior. Mi hermano encontraba divertido sus bailes, mientras que Sandy comía su cereal con una pequeña sonrisa. 

Cuando Ingrid repara en que la estoy viendo, su sobrina se ensancha, la voz de Frank Sinatra llenaba el ambiente incomodo en ese lugar. 

—Lunita, ven amor. Baila conmigo.

No me moví, me quede quieta con los brazos cruzados. Ella se acerca aun bailando y con fuerza me agarra de las muñecas acercándome a su cuerpo, olía a cigarrillo y demasiado alcohol mientras cantaba Flyn to the moon. No recordaba nunca que estuviéramos tan cerca de la otra salvo cuando la ayudaba en sus resacas cuando era mas joven, intentaba soltarme. 

—Debemos irnos a la escuela.—dije, ella me suelta y me echa una cara de molestia mientras se movía en el lugar. 

—Que aburrida eres, deberías relajarte un poco, yo a tu edad nunca estaba en casa siempre estaba con un novio, tu no, siempre estás aquí.

Quise replicarle que la razón por la que siempre estoy es porque prácticamente soy la madre de sus otros dos hijos, pero sabía que eso me garantizaría otro golpe, y la base estaba agotándose como para tapar otra marca en mi rostro. 

—¿Tomaste?

—Dios, eres exhausta niña. Ni siquiera te interesa que me haya tocado el turno de noche en el restaurante, incluso fui a comprar el desayuno.

Me acerque a Sandy y comencé a peinar su cabello con los dedos para atarlo en una coleta alta mientras ella comía cereales, Freddie tenía la boca manchada de chocolate, Ingrid ríe encantada sin enterarse de nada mientras se sienta en la silla y tararea la canción sacando unos cigarrillos.

—¿Y Greg?

—No se niña, pero me dijo que te has portado mal, sabes que no puedes portarte mal o te castiga.—dice y comienza a reír de una manera histérica, Freddie sigue su risa de manera infantil.—Si ese hombre no fuera tan bueno en el sexo ya lo hubiera dejado.

—No digas eso, hay niños.

Ingrid rueda los ojos molesta mientras fumaba, tras hacerle un peinado a Sandy, agarré una manzana y le corté las partes feas comenzando a comer a las apuradas. Agarre mi mochila.

—Vamos hay que irnos.—dije.—Ven Freddie.

—¿Por qué te lo llevas? Yo estoy aquí para cuidar a mi hombrecito, buscaré a Sandy después de la escuela e iremos por un helado los tres.

Estaba por negarme, porque Ingrid tenía alcohol en su sistema y creo que nunca se hizo realmente cargo de mis hermanos completamente sola. Y no se dónde estaba Greg, pero podía aparecer en cualquier momento y no me gustaba dejar a Freddie solo.

—Yo...

—Lunita dame un respiro, estaré con mis niños y así tu puedes hacer otra cosa como ir con un novio.

Me volteo a Sandy pero a ella le brillaban los ojos de la emoción de querer estar con mamá, de que al fin ella le diera un poco de atención. Mis nervios eran grandes, pero Ingrid estaba insistente y Sandy emocionada, ¿Que podía hacer ante eso?

Termine por asentir a lo que mamá aplaudió feliz, me acerque a Freddie dándole un beso en su regordeta mejilla y él me sonríe. Me fui junto a Sandy a la escuela, tras dejarla le mandé un mensaje a Jota quien accedió a vigilar a Ingrid y Freddie.

Llegue a la escuela minutos después, pero estaba más preocupada y nerviosa que apenas si podía concentrarme en mis amistades o en las lecciones que nos daban, solo quedaba confiar en Jota y en Ingrid. Fui al baño donde me lave la cara para conseguir relajarme , y tras eso volví con mis amigas. Ellas estaban hablando de esa fiesta que harían para celebrar el cumpleaños del pueblo, me senté junto a ellas corriendo mi cabello y de golpe se quedan en silencio.

Alzo la mirada para verlas.

—¿Que pasa?

—¿Que te paso en el rostro?—Pregunta Darcy. Lleve mi mano a mi rostro y siento el golpe, la base se me había corrido cuando me lave la cara, estaba tan preocupada por Freddie que me olvidé del maquillaje en la cara. Solté una risa.

—Oh, no es nada soy muy torpe, andaba en patineta y me caí.

—Se más cuidadosa, puedes golpearte muy feo.—Habla DeeDee buscando en su bolso.—Ten, siempre traigo algo de maquillaje.

—Gracias, ahora vuelvo.

Me levanté para encaminarme nuevamente al baño, me tropecé con unos compañeros y mis ojos hicieron contacto con Laurence un segundo. Le sonreí al grupo mientras iba al baño, una vez ahí solté el aire que retenía en mis pulmones. Solté un suspiro frotándome el cuello, siento mi celular vibrar y tras sacarlo pensaba que sería un mensaje de Jota, pero no, era Laurie.

"En el cementerio de autos después de la escuela , sin excepción"

Apreté los labios y volví a maquillarme.

*

Encontramos el cementerio de autos cuando teníamos trece años y teníamos dos semanas libres de clases en invierno, estábamos patinando en la ciudad cuando lo vimos, un lugar a las afueras. A unos pocos metros de distancia de las casas rodantes, la gente solía abandonar sus autos donde los usaban como chatarra. Muchas personas buscaban repuestos que pudieran servir y se lo llevaban, pero no era un lugar que todos recurrieran. Fue algo que Laurie y yo adoptamos cómo nuestro.

Salte las gomas abandonadas y pateando los restos, había perros callejeros paseando por el lugar en busca de comida, hasta que encontré a Laurie en nuestro auto favorito, le faltaba una rueda de adelante y la puerta del lado del conductor , era de un color verde viejo y tenía el vidrio roto, estaba lleno de graffitis hecho por nosotros, alcance a ver un gato acurrucado en los asientos. Laurie estaba sentado en el techo, con la mochila en el capo del auto, deje la mía al lado y subí al auto.

—Te fuiste a mitad de clases, me di cuenta, no te ví.

—Tenía cita con el médico.—dice y me mira.—¿Cuál es tu excusa?

—¿Cómo dices?

Laurie estira su mano  a mi mejilla apoyándola suavemente y mueve su dedo hasta retirar lo que cubría el maquillaje, suspire.

—Me caí de la patineta.

—Ya.—dice retirando su mano.—No vas a decirme. No soy tus amigas para que me mientas Luna.

No es que no confiara en Laurie, al contrario, le confiaba mi vida entera. Era la clase de amigo que te daría su riñón si lo necesitabas, era la persona más buena que conozco, pero también tenía su otro lado.

Estaba el lado agresivo, el lado enojado de Laurie. Y quería protegerlo porque él no se protegía a si mismo, muchas veces a saltado en mi protección y no se protegió de vuelta. El año pasado me atreví a contarle algo, y lo ví tan enojado, tan determinado que si le contaba lo que sucedía en casa solo querría sacarme de ahí y matar a mis padres. No dudaba que lo hiciera, él sabía el lado de los gritos, sabía el lado del sacrificio que hago por cuidar a mis hermanos, solo no sabe lo otro.

Lo mire y me apoye en su hombro , agarre su mano entrelazando los dedos.

—¿Sabes? Avril me vio mucho durante clases , creo que le gusto. ¿Debería invitarla a una cita?

Laurie suspira profundamente. Pero era mejor cambiar de tema antes que siguiera dándole vueltas a todo.

—No se, ¿Desde cuándo te gusta Avril?

—No me gusta, es una chica linda obvio...pero sería lindo salir con alguien, hace mucho no salgo con alguien.

—Es que todos tus novios fueron basura—dice en un murmuro a lo que abro la boca completamente indignada. 

—¡No es cierto!

—Uf, empezando por Ramona, no olvidemos al tóxico de Lucas, tu crush intenso con Claire...y Vincent.

Veo como su mano se cierra en un puño cuando menciona a mi último novio. No fue una relación bonita, la verdad nada de Vincent fue bonito ni los acontecimientos después o lo que sucedió.

Sonreí a Laurie y acaricie su cabello.

—Ramona fue un romance tonto, ella no cuenta mucho era una niña.—dije riendo.—¿Que tal si salgo con Avril y le digo que invite a Jackie? Ella tiene un interés en ti, lo sé porque se esfuerza en hacerse mi amiga para que los presente.

—Pero no me gusta Jackie.

—Casi nunca hablamos de quién te gusta.

—¿Por qué cambias de tema para no hablar de lo importante?

Los ojos de Laurie se clavaron en los míos. Me gustaba el color de sus ojos, eran cafés pero al sol parecían más verdes, eran extraños sin duda.

—Porque no fue nada, solo soy torpe, lo sabes desde que me conociste y caí frente a tu casa.—dije viéndolo.—La fiesta del pueblo se acerca, hagamos algo, ¿No quieres portarte mal, Laurie?

Él me sonríe un poco al escucharme decir eso, es algo que nos decíamos para hacer travesuras. Él fue el primero en decirlo, "¿No quieres portarte mal, Luna?" Aunque en ese entonces se confundió y me llamo por otro nombre, pero no le pregunté nada al respecto.

—Si algo grave pasa...vas a decirme ,¿No?

Asentí y abrace su brazo. Nos quedamos en el cementerio de autos un largo rato, hablamos de varias cosas hasta que el sol comenzó a ocultarse y el cielo a teñirse de naranja, nos despedimos con un abrazo y lo vi irse. Sonreí levemente yendo a mi casa mientras me colocaba la mochila, del bolsillo delantero retire mi celular.

Mi corazón latió de golpe al leer el mensaje de Jota diciendo que era mejor que volviera. Estaba tan ocupada con Laurie que me olvidé completamente de todo,  me coloque la mochila en !a espalda y comencé a echar a correr hasta la casa rodante.

Muchos vecinos estaban ahí pero no daban atención, al llegar a donde veo. Sandy estaba sentada afuera tapándose los oídos, me mira con sus ojos brillantes y llorosos, me acerque a ella levantándola.

—¿Que haces aquí? Ve a casa de Jota.

—Pero Freddie está adentro, no puedo sacarlo.—dice llorando.—Jota intento intervenir pero papá dijo que lo mataría si se acercaba de nuevo o nos veía con él.

—Ve con él en este momento no me importa, quédate hasta que vaya a buscarte y no te vayas, sacaré a Fred.

Sandy asiente y echa a correr, mientras que yo ingreso a la casilla donde estaban los dos adultos gritando y Freddie llorando a moco tendido. Alcanzó a verle un corte pequeño en su labio y salía sangre.

—¡Pero eres una inútil!, Mira al mocoso y tu no puedes hacer algo simple como buscar a la mocosa de la escuela, ¿No entiendes que me sacaron del trabajo y casi llaman a la policía por tu culpa?

—¡Estaba agotada! Siempre estoy con estos niños, ya estoy harta de todo esto.

—¿Y tú dónde estabas?

Freddie me mira y estira sus brazos hacia mi llorando mientras me llama, siento mi corazón encogerse mientras que me acerco a él ignorando a Greg, alzo a mi hermano besando su mejilla mientras lo abrazo con fuerza.

—¿Y vas a responder?

—Ella dijo que pasaría por Sandy y los llevaría por helado.—dije , Greg me miraba con sus ojos furiosos.

—La inútil de tu madre se quedó dormida, y este pendejo es tan estúpido que se callo y se golpeó el labio, tu madre intento curarlo mientras que a mí me llamaban del trabajo para retirar a la otra mocosa...¿Y tú qué hacias?

—Solo estuve con Laurie.

—Le dije que se fuera con alguien, merece algo de diversión, al fin de cuentas es la única con buen cuerpo que puede servirnos.—dice Ingrid agarrando su alcohol yéndose al cuarto, Greg me mira furioso y agarra mi rostro con fuerza acercándome al suyo, sentía el olor a alcohol en su aliento mientras me apretaba con fuerza.

—Como vengas embarazada olvida de pisar esta casa, y como me traigas un puto o otra puta vas a pasarla muy mal. Aléjate de ese niñito, ya nos dio problemas.

Greg me suelta y va al cuarto, cierra la puerta de su habitación con fuerza. Y unos pocos minutos después escucho ruidos inaudibles en el cuarto. Trague mis lágrimas mientras separaba a Freddie de mi cuerpo y lo siento en la encimera, miro su labio pero era un corte pequeño nada preocupante, le limpio las lágrimas mientras vuelvo a abrazarlo.

—Tranquilo bebe estoy aquí, perdóname.—susurre acariciando su cabello. Él se apoya en mi hombro abrazándome con sus pequeños brazos.—No volveré a dejarte, perdóname.

—Mamá.—murmura, suspire besando su frente.

Salí con él en brazos en busca de Sandy. La encontré en casa de Jota jugando con la hermana de este y unas vecinas más. Jota estaba sentado afuera fumando, ambos nos miramos, me siento a su lado.

—Lo siento. Intente intervenir pero...

—No somos tu responsabilidad.—dije, él me mira.

—Pero ambos somos niños perdidos, cómo en ese cuento de Peter Pan, debemos apoyarnos entre nosotros.

Acurrucó a Freddie en mis brazos besando su frente, mi hermano juega con un mechón de mi cabello quedándose quieto.

—Quédate aquí está noche. Tus padres no se darán cuenta.

—¿Y como dormiremos?

—Sandy compartirá cama con Caro, será como una pijamada para ellas, tu puedes usar mi cama, yo dormiré en el sillón. Al no ser que quieras que Fred fuera en el sillón, tu y yo compartimos cama...

Golpe su brazo y él ríe.

—Solo debo buscar como irme, pero aquí nunca parece haber salida.

—Siempre hay una.

Nos quedamos en silencio viendo a nuestros hermanos jugar y me quedé abrazada a Freddie hasta que él se durmió.