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Capitulo 14




La policía se había llevado a Laurie, la ambulancia a un quejoso Tuyen y Luna se había ido corriendo. Mientras que todos los de la escuela se quedaron murmurando y dándome miradas de reojo como si no supieran lo que hubiera pasado.

La cabellera oscura de Malia se mueve entre todos los estudiantes hasta que la tengo al frente, su rostro se muestra completamente confundido mientras intenta formular una palabra coherente, le cuesta un poco hasta que articula. 

—¿Qué?—Es lo que termina de preguntar.

—¿Qué cosa?

—¿Como "que cosa"?—pregunta confundida—¡Todo! esos chicos nuevos, que Tuyen se saltara a los golpes con aquel chico, que te griten de ladrona. 

La mire atentamente mientras guardaba las manos en los bolsillos de mis pantalones antes de verla.

—¿Tienes un minuto?


La expresión de Malia era todo un poema mientras le narraba los acontecimientos anteriores.

 Como irrumpimos su casa anoche, hicimos un acto digno de vandalismo y porque Laurie y Tuyen terminaron a los golpes frente a la escuela. A mi me seguía doliendo el empujón que accidentalmente Laurie me dio mientras empezaba con la pelea física.

Me lleve una papa a la boca mientras que Malia terminaba de procesar todo lo que había dicho.

—¿Y de donde se supone que conoces a esos dos?—pregunta viéndome. 

—En el cumpleaños del pueblo, yo...iba a hacer algo muy tonto...y Luna estaba ahí. Robo los fuegos artificiales como un acto de protesta.

—Suena como gente problemática—dice Malia acariciándose las puntas de su cabello oscuro.

—No lo son, tienen buenas intenciones.

—Uno golpeo a Tuyen, y tu amiga le mordió la oreja.

—Como si no se lo mereciera—replique en un bufido

—No digo que no, solo que no todo tiene que ser violencia.

—¿Sabes algo Malia? Estoy cansada que seas así—dije, me miro ofendida, su boca se abrió en un perfecto circulo, pero no alcanzo a formular ninguna oración—Para ti todo es gris, pero ¿sabes qué? No todo puede ser así siempre, existe el blanco, negro y miles de matices, habrá gente con diferencias, no te importa que las chicas me hayan dejado de lado pero intentas tenerme contigo, dices que lo de Luna y Laurie esta mal cuando el idiota de Tuyen claramente se lo merece. Tal vez la violencia de Laurie estuvo de mas, tal vez pudo detenerse, ¿pero Tuyen se detuvo? ¡no! Él siguió, y por más que tu no participes de sus "bromas" no te creas que haces algo quedándote como suiza. Al menos debería agradecer que ellos dos hicieron algo por mi, que les importó hacer algo por mí. Tal vez no fue la correcta, pero quisieron hacerlo.

—Yo intente...

—¿Qué? ¿hacerme amiga de Lauren y las demás que me dejaron de lado a la primera oportunidad? Si realmente hubieras intentado no me dejarías sola cada vez que ellas te llaman.

—¿Cómo quieres que este a tu lado cuando me alejas? —me reclama—Siempre intento hacerme tu amiga, Shailine, pero tu solamente me alejas.

—Porque no funciona así, Malia. Porque tengo mi reputación bastante mala como para querer arrástrate conmigo, y porque cuando las otras chicas te llaman tu corres a ellas automáticamente esperando algo.

—Señorita Kim—dicen cerca nuestro, me volteo a ver a la directora poniéndome ligeramente pálida mientras que ella me veía sería cruzada de brazos—Ven a mi oficina, en este instante.


Tenía mi mirada en el suelo en todo el momento que estuve sentada en la oficina de la directora, mientras que Park parecía impresionado, shockeado y mil emociones más que atravesaban su rostro. Del otro lado de Park, se encontraba mi psicólogo Reggie el cual la institución se vio obligada a llamarlo debido a mi "ataque de ira" y que él debía ser informado porque estaba siendo un "peligro para mi misma y los demás".

Park no dejaba de parpadear y asentir ante cada palabra, seguramente intentando captar cada información que se le daban.

—Esto deberá ir en su registro...

—¿¡Que!? ¡No puede hacerlo!—Exclame al fin dignándome al levantar la cabeza—Es injusto.

—Shailine...—advierte alguno de los dos pero en este momento no se identificar si la voz es de mi psicólogo o de mi hermano.

—¡Es bastante injusto que me hagan esto! Tengo excelentes notas que me esforcé por sacar, capitana de futbol femenino hace dos años antes de salir por mi lesión, doy clases particulares después de clases ¿y por algo que paso fuera de la escuela se me castiga? ¡pues es una mierda! No veo a nadie castigando a Tuyen por viralizar ese video, no veo a nadie castigando a los demás por tirarme papeles, por aquellos insultos en Instagram...

—¿De qué video hablas? —se escucha la voz rota de mi hermano mientras que la directora me miraba impresionada. Apreté mis labios con fuerza decidiendo no hablar más mientras me cruzaba de brazos indignada y no viendo a mi hermano.

Reggie suelta un suspiro antes de levantarse echando la silla hacia atrás.

—Debe haber algo más que pueda hacer, en estos meses que tuve a Shailine hice un diagnóstico de mi paciente. Es una adolescente como cualquier otro que responde al bullying que está sufriendo en su institución, con gusto le enviare una copia y vendré para que hablemos de este tema, ahora si me disculpa quisiera retirar a mi paciente de aquí.

No espere a que la directora me diera permiso, simplemente me levante agarrando mi mochila y me la coloque en la espalda comenzando a caminar bastante enojada. Las lágrimas me hacían arder en mis ojos mientras me movía en los pasillos hasta que salimos al exterior, me agarre la cabeza con las manos intentando tomar algo de aire, sentía que se estaba acabando y que todo a mi alrededor se estaba desmoronando.

—¿Qué esta pasando, Shailine?—escucho que dice mi hermano—¿De que video hablas? ¿Por qué no me has dicho nada? ¿Qué es todo esto? ¿golpear a tu ex novio con unos amigos? ¿vandalizar a su casa? ¿¡Desde cuando tienes un psicólogo!? ¡respóndeme!

—Park, tu hermana no se encuentra en un momento para responder...

—Claramente no te estoy hablando a ti, ¿no es algo prohibido dar asistencia a una menor?

—No, creí que lo sabías, me llevo un papel firmado por su tutor autorizado para recibir tratamiento psicológico. Mi idea simplemente es ayudar a Shailine todo lo que pueda, a veces hablar de lo que nos pasa con un familiar no es suficiente. Y yo no puedo negar a nadie mis servicios—explico de un tono tan calmado que daba demasiada envidia. 

—¡Pero soy su hermano!

—Y haces buen trabajo de hermano, mi tarea es justamente ayudar cuando la compañía de un hermano no es suficiente, hablare con Shailine sobre sus mentiras. Pero no puedo contarte nada que no viole las condiciones de nuestra terapia.

Veo a Park negar, estaba enojado, demasiado, a decir verdad. Me mira, pero agacho la mirada, no quería hablar con él o verlo en este momento. Lo escucho suspirar resignado y después irse arrastrando sus pies murmurando entre dientes. Me abracé a mi misma sintiendo las lágrimas caer por mi rostro.

Escucho a Reggie moverse hasta acercarse a mí, alcanzo a ver sus zapatillas negras con un poco de barro en las suelas, mis lágrimas caen mientras me abrazo con más fuerza.

—Shailine...

—Lo siento tanto—murmure con la voz rota.

—¿Por qué te disculpas? ¿Por ser humana? Aunque quisiera que hablemos de esos amigos tuyos.

—Laurie y Luna no son malas personas, simplemente querían ayudarme, iba a ser una broma no planeábamos que fuera muy lejos o que hubiera incidentes. Ellos fueron los únicos que quisieron buscar justicia luego de todo lo que Tuyen me hizo.

Me atreví a alzar la mirada para verlo, Reggie tenía el ceño levemente fruncido antes que un suspiro se le escape fregandose la frente como si un dolor de cabeza se le estuviera apareciendo. 

—¿Laurence Shepperd?—pregunta.

—Creo que si, no conozco muchos Laurence.

—¿Hace cuantos conoces a estos chicos?—pregunta sacando la mano de su frente. 

—Solo un poco después del video viralizado, Luna me ayudo a que no quisiera...suicidarme. Pero vi a Laurence antes, Laurie...él evito que un auto me chocara. Le prometo que son buenos chicos, enserio.

—Te creo, solo...—él parecía realmente estar atravesando un fuerte dolor de cabeza mientras se cruzaba de brazos y dejaba escapar el aire—Mira, ¿Qué te parece si hablamos de todo esto en la sesión? Creo que por hoy ya tuviste suficientes regaños, no te metas en más problemas. Y habla con tu hermano, ¿si?

Asentí con la cabeza, Reggie se despidió de mi y traté de continuar mi día.

Salvo Circe, nadie mas se me acerco en toda la hora escolar. Circe se había pasado para ver si estaba bien y si necesitaba algo, fue bastante comprensiva cuando le dije que hoy no podía quedarme mas tiempo en la escuela dándole clases extra. Malia y yo nos cruzamos miradas, pero no hubo ningún indicio de querer acercarnos a la otra.

Cundo finalizamos las clases, fui directo a la sesión con Reggie, donde hablamos de todo lo sucedido aquella mañana. Volví a explicar lo sucedido, y cada vez que el nombre de "Laurence" escapaba de mi boca, él se frotaba la frente como si le estuviera creciendo una terrible jaqueca en ese momento. Hablamos hasta que termino la sesión, y también me ayudo a personalizar un discurso para hablarle a mi hermano.

Sabía que cocinar el favorito de mi hermano no haría que me perdone o se abriera del todo conmigo, pero por lo menos serviría para hacer mas a mena la conversación, algo mas agradable con una rica cena. Él se merecía saber las cosas, y yo no fui tan buena hermana queriendo ocultarle todo y demás.

Hice la fila para pagar mirando de manera distraída la televisión del lugar que anunciaban fuertes tormentas mas cerca de la noche, hice una mueca eso parecía un clima mas deprimente para nuestra futura conversación. Tras pagar todo fui caminando a casa, pero mientras mas me acercaba a mi vecindario, localice a una chica de cabello rosado utilizando el mismo uniforme de esta mañana abrazándose a sí misma.

—¿Luna?—pregunte, ella se detiene de golpe antes de voltearse a verme con los ojos celestes llenos de lágrimas—¿Estas bien, Luna?

Cuando niega con la cabeza mientras dos gruesas lagrimas le caen por las mejillas me acerco a su cuerpo abrazándola dejando que me agarre con fuerza en lo que sus sollozos se vuelven mas fuertes.

Luna estuvo ayudándome en silencio, corto las verduras, lavo el arroz y prácticamente hizo todo lo que pedía calladita la boca. Era raro esto, generalmente yo era la calladita y ella hablaba hasta por los codos, pero ahora nuestros papeles se invirtieron. Mi palabrerío venía de más porque estaba nerviosa para hablar con Park, mientras que su silencio se debía a una tristeza que desconocía.

Respete su silencio, así como tantas veces ella respetaba el mio. Pero cada tanto largaba un ruidito y la veía derramar nuevas lagrimas, mientras la comida se hacia me acerque a ella agarrando su mano, Luna alza la mirada y se aferra a mi agarre mientras le doy unas suaves caricias. Ambas nos continuamos mirando, Luna suelta un suspiro mientras que empezaba a tener unos pequeños aleteos desde la punta de los dedos que se extendía por todo mi cuerpo.

—Creo que la conversación con tu hermano será privada—dice y cuando se suelta de mi agarre mi corazón cae en los pies—No debería escuchar.

—No es nada que no sepas.

—Aun así...

—Puedes ir a mi cuarto, te llevare la cena.

Luna asiente y me sonríe de lado antes de retirarse dejándome sola en la cocina. Solté un poco de aire mientras la veía irse antes de ir al segundo salón, como era de esperar, mamá estaba acostada en el sillón tapada hasta la cabeza, la televisión reproducía alguna novela que desconocía y lo único que me hacía saber que seguía con vida eran sus suaves ronquidos.

La deje dormir y volví para chequear la cocina. Espere a Park un buen rato, la lluvia que había sido pronosticada había comenzado con demasiada fuerza, le mande un mensaje a mi hermano del cual como respuesta solo tuve un seco "trabajare hasta tarde, hablaremos cuando vuelva" Sin duda estaba enojado conmigo, nunca me trato tan seco antes, ni cuando rompí su juguete favorito por accidente.

Termine sirviendo dos platos de ramen para mi y Luna antes de irme a mi cuarto.

Luna estaba acostada mirando el techo, se había sacado las zapatillas revelando unas medias de color rosa con dibujos de cerezas de un rojo mas fuerte, se había tomado la libertad de poner música y en ese momento una cantante de suave voz con una canción de lo mas deprimente se reproducía.

—¿Pudiste hablar con tu hermano?

—No creo que eso suceda hoy, está muy enojado—dije dejando los dos platos de ramen en mi mesa de noche. Luna se sienta cruzando sus piernas, me siento junto a ella, ninguna de los dos hace ademán de tocar los platos, a mi el hambre se me había ido, y a Luna parece que nunca le llego.

—Al lo mejor esta enojado consigo mismo, yo también lo estaría si algo le pasara a Sandy y nunca me hubiera enterado. Nada más que es más fácil enojarse con alguien.

—Si, puede ser—dije suspirando—¿Y tu porque estabas tan triste cuando te encontré?

Luna suspira acariciándose el cabello.

—Hice algo muy estúpido hoy...¿te acuerdas que te dije que Laurie se me confeso y no le correspondí? Bueno...hoy luego de lo que hicimos, él estaba tan...triste, que se me ocurrió...ugh se me ocurrió la brillante idea de animarlo.

—No te estoy siguiendo—confesé. Luna soltó un gemido como un animalito lastimado mientras se cubría el rostro con las manos completamente avergonzada. Se abrazo las piernas con fuerza mientras soltaba algo de aire.

—Tuve un novio hace tiempo, no éramos la pareja más sana del mundo. Pero cada vez que yo me sentía mal, él me ayudaba a refugiarme.

—¿Con sexo?—adivine viéndola. 

—Y comencé a usar eso como vía de escape, no es una parte de mí que me agrade demasiado—confiesa suspirando acariciándose el cabello—Mi problema es que a veces creo que todo el mundo es como yo, y cometí ese error de pensar que Laurie sería como yo...es decir, le gusto entones pensé que sería fácil, quizás como algo para pasarla bien y que se olvidara las cosas. Y lo bese.

—Oh...

—No hace falta decir que se enojó demasiado ¡claro que se enojó! Lastime a mi mejor amigo y me odia.

—Laurie no te odia, estoy segura que no lo hace, solo esta herido. Pero se que eres una de las personas mas importantes para él.

Los ojos celestes de Luna me observaron, le sonreí agarrando su mano dándole una caricia con ternura. No conocía mucho de la vida de Luna, a veces creo que ella me conoce más de lo que yo algún día podre llegar a hacerlo. Pero sabía algo de ella, Luna quería sentirse querida y merecía serlo, claro que Laurie la quería, pero fue un error cruzar aquella barrera que los dividía a ambos.

Las gotas de la lluvia golpeaban mi ventana suavemente.

—Siempre arruino todo—murmura ella, negué viéndola.

—Claro que no, al menos no para mi.

—Te metí en un enorme problema.

—De echo, me ayudaste demasiado.

Nuestros ojos hacen contacto donde recibo una descarga eléctrica, nuestros cuerpos se acercan casi por instinto queriendo mas de nosotras, la mano de Luna van a mi mejilla donde la acaricie suavemente y nuestros labios se rozan suavemente. Mi corazón comienza a golpear con fuerza. En mi pecho, en mis mejillas, en todo mi cuerpo podía sentir cada latido, era bastante fuerte.

Pero quería, claro que quería.

Sin embargo fuimos alejadas cuando se escucha el celular de Luna sonar. Me aparto rápidamente mirando a otra parte mientras que Luna agarra el celular, ¿Qué fue todo eso? ¿Qué acababa de casí suceder? ¿hubiera dejado que siguiera?

Luna suelta un suspiro atendiendo.

—Hola Florence, ¿Qué sucede? No, no está conmigo lo juro...¿no volvió a casa? Es que tuvimos una especie de pelea y...oh...bueno, si te avisare...adiós.

Luna corta y se levanta de golpe poniéndose las zapatillas, casi pierde el equilibrio, pero consigo a agarrarla antes de que nos apartemos de golpe.

—¿Qué pasa? —pregunte.

—Luego de la pelea que tuvimos Laurie se fue, creí que al ver que no estaba más en su habitación volvería pero no ha vuelto...la tormenta esta algo fuerte, debo encontrarlo—dice saliendo de mi cuarto, comencé a seguirla rápidamente.

—No sabes donde está.

—Seguro en el cementerio de autos, debo encontrarlo.

—Luna, ese sería el primer lugar que Laurie sabría que lo buscarías, dudo que este ahí—dije siguiéndola afuera. La lluvia nos empapa rápidamente a ambas, las gotas empezaron a caer de manera furiosa, el uniforme de Luna se le pega en el cuerpo trasluciendo su ropa blanca mientras que el cabello rosa se le pegaba al rostro.

—Debe estar ahí, al menos debo fijarme—dice ella y echa a correr antes que pudiera detenerla. Corrí los mechones mojados de mi cabeza, sabía que Laurie no estaría en el cementerio de auto, pero también me dispuse a buscarlo yendo al lado contrario.


No se cuanto tiempo llevaba caminando, pero sentía los huesos helados y mi cuerpo temblando salvajemente. La lluvia no hacía mas que aumentar, el agua se había colado en mis zapatillas. Era inútil seguir buscando, seguramente Laurence seguía en su casa y nosotras nos agarraríamos una terrible gripe al día siguiente.

Corrí hasta el porche de una casa con un cartel que decía "en venta" la madera se veía gastada y estaba algo sucia como era de esperarse de una casa donde no convivía nadie hace tiempo. Dudaba mucho que un taxi pasara por la ciudad con esta tormenta, y odiaba haber salido de la casa sin mi celular para suplicarle a Park que pasara por mi.

Me abrace a mi misma temblando y me apoye en la puerta de la casa, la madera se abre provocando que grite y mi cuerpo se caiga hacía atrás. Solté un quejido de dolor, pero cuando vi unas manos acercarse volví a gritar.

—¡Shailine soy yo!

—¡Casi me matas de un susto, Laurence!

—¿Qué haces aquí? ¿se te dio por caminar con este diluvio?—pregunta él viéndome y se retira el buzo azul extendiéndomelo. Luego se dio la vuelta dejando que me sacara la prenda mojada y me coloque su buzo, agradecía algo de calor del abrigo, al menos mis dientes ya no estaban castañeando.

—Todos te buscan, ¿tu porque no estas en tu casa?

—¿Te diste cuenta del clima? —pregunta con sarcasmo, puse los ojos en blanco, él suspira—Perdí la noción del tiempo, y empezó el diluvio así que me refugie aquí, la puerta estaba abierta.

—Es el perfecto lugar donde un asesino escondería el cuerpo de sus víctimas.

—Yo lo veo bastante solitario, pero no te daré un tour si no quieres.

La verdad es que no estaba interesada en un tour, la casa de por si me daba escalofríos a pesar de que estábamos parados en una habitación de cuatro paredes sin nada de decoración con un piso de madera bastante gastado, en un rincón había una tela de araña. No quería ni imaginarme el tamaño del insecto que habitaba en esa esquina.

Laurence y yo nos sentamos en el marco de la puerta abierta uno en cada extremo mirando la fuerte lluvia caer.

—Luna debe estar en el cementerio de autos todavía, buscándote—dije viéndolo, Laurence suspira—Me dijo lo que hizo.

—Claro que te lo dijo—replico entre dientes. 

—Ella realmente lo lamenta, Laurie.

El chico me observa y luego mira sus manos jugando con sus dedos.

—No me importaba que Luna me haya rechazado, podía estar con eso, lo acepte...el problema es lo que hizo después. Como si mis sentimientos solo fueran un trapo para ella, ¿entiendes? Imagínate si le hubiera seguido, seguramente sería algo que nos arrepentiríamos. Luna fue la primera amiga que hice al llegar a este pueblito, la primera que me enamoré años después, arreglo algo que tenía roto hace mucho tiempo.

—Lo lamento—susurre. Laurie se encoge de hombros. 

—El problema con Luna es que no acepta que uno pueda estar enojado con ella demasiado tiempo, pero yo no puedo pretender que todo esta bien y que no fue nada para mi el beso que me dio.

—Puedes darte el tiempo que necesites, Laurie, a veces queremos que la otra persona este bien todo el tiempo que es cruel ignorarnos a nosotros mismos.

Laurie me mira y le ofrezco una sonrisa antes de que miremos hacía afuera. La lluvia aminoro al cabo de varios minutos después, ahora caían finas gotas por lo que decidimos volver a casa, caminábamos en silencio, uno agradable entre nosotros de esos que te ayudaban a pensar.

Llegamos a su casa luego de varios minutos, donde estaba su madre hablando con un reconocido adulto de cabello negro quien nos observo cuando nos acercábamos, y Luna estaba ahí. Con la ropa mojada y el cabello goteando, la chica se nos acerca corriendo y rodea a su mejor amigo en un abrazo con fuerza, Laurie no le responde el abrazo tan rápido, duda en hacerlo.

—Que bueno que estas bien, todos estábamos preocupados por ti—dice ella, Laurie suspira poniendo sus manos en la cintura de Luna y la aparta suavemente—¿Sigues enojado conmigo?

—No puedes esperar que se me pase en cuestión de horas.

—Pero...pero yo...

—Luna, Laurie necesita un tiempo—dije viéndola, la chica nos observa a ambos. Veo que hace un esfuerzo para no ponerse a llorar, Laurie la rodea caminando hacía su madre quien lo observaba. Yo hago contacto visual con mi psicólogo, pero seguramente esto no era algo de lo que Reggie quería que hablaríamos en terapia.

Agarre la mano de Luna para irnos.

Y ella se aferro a mi mano con fuerza.

Y luego de esa tarde, las cosas cambiaron para los tres. 


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¡Hola! Esta novela se tomara un tiempo mientras pueden seguir leyendo otras<3 y seguirme en ig Julxswatt99


¡Nos vemos en la proxima!

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