Para que un video se vuelva viral a veces puede ser tan sencillo, solo necesitas una buena cámara, hacer algo realmente notable o que llame la atención de un publico, compartirlo y que esas personas la compartan a sus otras amistades y que así el video se divulgue a cientos y cientos de personas hasta que se vuelve algo viral que crees que no hay persona en el mundo que no lo conoce. 

También se necesita una ingenua que haya aceptado ser grabada y un idiota que te haya dejado convencer. También se necesita una discusión medianamente acalorada días después de grabar el video, donde él tomara demasiado, vera el dicho video seguramente para masturbarse u odiarte mientras haces el ridículo, y sin detener a pensar lo mandara a todos sus contactos. Y esos contactos a otros contactos, y esos otros contactos a mas hasta que...bueno, creo que saben el resto.

24 horas, 5 minutos y más de mil reproducciones. Eso es lo que tomo para que todo mi mundo se viniera abajo, así es como pase a ser Shailine Kim, una de las mejores alumnas de último año del instituto futura bióloga marina,a...Shailine, la chica asiática de un sex tape. Pase de ser una mas del montón (lo que para nada me molestaba) a que los demás giraran su cabeza como un búho para verme (lo que me jodía demasiado)

Lo peor de esta situación no es que se me viera la cara en mi horrible acto, no es el mediocre baile en lencería que hice frente a mi novio que era el que grababa. Lo peor de esto es que mientras yo soy catalogada como una zorra, mi novio (mejor dicho. Ex novio) es catalogado como un rey.

De tan solo pensarlo quiero vomitar.

Yo no quise hacerlo, ¡es importante que me crean en eso! realmente no quise. Pero Tuyen siempre tenía lo que quería. Tuvo las mejores calificaciones porque lo dejaba copiarme, las mejores entregas porque yo se las hacia, tuvo a la novia más fiel y sumisa porque así lo deje. Tuvo todo, ¿Y a cambio que tuve como agradecimiento? ¿unas flores? ¿un te amo? lo que tuve fue un ridículo video sexual que todos se encargan de recordarme que fue grabado.

Según él no planeaba compartirlo, según sus palabras, estaba demasiado enojado por una discusión que tuvimos (nada relacionado al video, solo a que no le dejaría copiar en un examen importante o algo así) en sus palabras, estaba tan enojado que se emborracho, vio el video y sin pensarlo mucho, cuando sus amigos del equipo de fútbol empezaron a presumir sus novias en el grupo de WhatsApp, él en su mente borracha decidió  que también quería presumir a la estúpida come libros que siempre lo dejaba copiarse, y entonces lo envió. 

Yo solo me desperté con cientos de mensajes al día siguiente, miles de llamadas de mi grupo de amigas, menciones en mi instagram y demás alertándome que algo sucedía, mi corazón parecía salirse de mi pecho cuando me vi en aquel video. Cuando vi lo que se estaba reproduciendo.

El primer día de clases después de ese vídeo fue horrible, todos los ojos estaban sobre mi, con sus sonrisas burlonas, con los insultos en la punta de la lengua, y cuando tarareaban las primeras partes de Back to Black de Amy, mis ojos ya empezaban a llenarse de lágrimas. Mi vida se había vuelto un chiste, yo me había vuelto un chiste, porque en el mundo de las redes sociales, las cosas explotaron, y se hizo tan grande que ni yo pude contenerlo. Videos de burla que mis compañeros hacían, fotos subidas de tonos, insultos.

Todo porque un momento privado dejo de serlo para que tuviera millones de reproducciones.

—¿Cuánto tiempo estarás sin hablarme? Joder Shai, fue un accidente—había dicho Tuyen mientras me perseguía por los pasillos mientras que yo quería escaparme. 

—No, un accidente es tirar un vaso de jugo en la mesa, esto no fue un accidente. Esto es un vídeo viralizado, un vídeo que grabé porque tú querías—dije enfrentándolo finalmente intentando no llorar—Dijiste que serían nuestro y te creí.

—¡Y es nuestro!

—¿Nuestro y de tus amiguitos de fútbol no?—murmure y negué dándome la vuelta para dejarlo solo. Tuyen no me siguió, ni se esforzó, él era la supuesta víctima de todo esto, él era el maldito rey de la escuela y yo la zorra.

Y cuando creí que las cosas no podían ser peor me equivocaba.

Decidí ocultarme en un rincón del patio escolar detrás de unos juegos donde no pudieran encontrarme, no tenía ganas de ver a nadie, solo debía soportar hasta que terminara el horario escolar para huir de la escuela y no regresar hasta el día siguiente. Como deseaba volver a días antes y prohibirme grabar eso.

No, mejor aun, como deseaba volver aun mas atrás y decirle a mi yo del pasado que cuando el estúpido de Tuyen le pida ser su novia le diga que no, nos evitaríamos tantos problemas. 

—Aquí estas—dijo una voz masculina, levante mi rostro con algo de temor que fuera uno de los que se burlaran de mi, pero suspire pesadamente—Tus amigas están buscándote. 

Milo Bayers era novio de una de mis amigas, y pertenecía al grupo de fútbol con Tuyen, no me sorprendería si al final del día él también compartió varias veces el video. Evite verlo sintiendo repulsión por mi misma, ignore la mano que me ofrecía y me levante por mi misma. 

—No me interesaba ser encontrada.—murmure sacudiéndome los pantalones. Milo, algo incomodo, se coloca las manos en sus bolsillos. 

—Le dije a Tuyen que era un idiota, si eso sirve de consuelo...

—Serviría una máquina del tiempo para evitar que lo haga—dije enojada, conmigo, con Tuyen, con la maldita tecnología por existir—Estaba ridícula, todo era ridículo.

Y cuando creí que nada podía sorprenderme, Milo me dejo muda con su siguiente declaración. 

—No, te veías sexy. La lencería lucía muy bien en ti, no sabía que tenías ese cuerpo bajo la ropa.

No supe que responderle, las palabras no salían tan fácil de mi boca. Tenía ganas de darme treinta cachetazos y enterrarme viva en medio del patio escolar si fuera posible. Milo vio eso como una especie de acercamiento, coloco su mano en mi mejilla y movió uno de mis mechones oscuros detrás de la oreja, luego acerco su rostro demasiado cerca del mío para susurrarme. 

—Yo pudo ayudarte a que todos olviden ese vídeo tuyo, tu solo debes hacerme caso—dice metiendo su dedo en mi boca, y lo mordí. Lo mordí con tanta fuerza que soltó un insulto a los cuatro vientos y mis dientes quedaron marcados en su pulgar.

—¿Que pasa aquí?

La mirada de ambos van al grupo de tres chicas que nos miran perplejos, de mis tres amigas, entre ellas la novia de Milo quien por obvias razones estaba que echaba llamas. Lauren estaba con la mirada furiosa sobre nosotros, los ojos azules parecían convertirse en llamas, Tina tenía la mirada sorprendida mientras que una mano estaba sobre el brazo de Lauren. Y Malia estaba detrás de ellas viendo desde Milton a mi viceversa.

Odiaba a mi cerebro que no me dejaba formular ninguna palabra, odiaba al de Milo que lo dejo hablar tranquilamente. 

—Solo le estaba diciendo que debía ser demasiado horrible todo este asunto del video, y me pregunto si sabía de una forma que todos lo olvidaran insinuándome para tener sexo, se ve que nunca fue tan santa—Habla Milo.

Mi garganta se cerro en un nudo y sentía que en cualquier momento el aire se saldría de mi cuerpo, no podía hablar, ni moverme ni siquiera respirar, pero eso nadie lo noto, eso nadie le importó. Lauren me mira tan molesta que se acerca a mi. 

—Eres una zorra, yo estaba sintiendo lastima por ti, ¿Pero sabes que? Te mereces esto, sin duda lo mereces.

Milo y ella agarran su mano antes de irse, Tina me mira de reojo antes de seguir a la parejita demasiado rápida. El nudo de mi garganta fue aflojándose de a poco, permitiendo que unas lágrimas salieran de mis ojos y mi garganta hiciera un ruido desagradable mientras me caía de rodillas y temblaba abrazándome a mi misma. 

Siento que alguien se sienta a mi lado, pero no debo levantar la vista para ver. El perfume dulce es inconfundible, Malia acerca mi cuerpo al suyo dando suaves circulares a mi espalda, mis lágrimas empezaron a empapar su hombro mientras que ella seguía con caricias.

—Yo no quería que nada de esto pasará—murmure con la voz rota mientras negaba con la cabeza, Malia hace una mueca a mi lado. 

—Lo se, pero pronto todo será olvidado Shai.

—¿Cuándo es pronto?

—No lo se—murmura.—Lo siento.

La vuelta a casa se me hizo eterna, vivo en una casa de dos plantas color blanco en los suburbios de un pueblo llamado Golden Valley, un pueblo rodeado de color verde, montañas y lago. Un pueblo donde quisiera huir en este momento e ir a dónde no me conozcan.

Pero huir era imposible, más para mí.

Encontré la llave bajo la maceta que tenía flores blancas que estaban a punto de marchitarse e ingresé. Me saque las zapatillas en la entrada poniéndome las pantuflas grises en su lugar, camine a la vacía cocina donde abro la heladera amarilla que tenemos viendo un plato de estofado con una nota "Tuve que ir al trabajo, hablamos al regresar, cuida a mamá te quiero-, Park"

Saque el estofado y tire la nota a la basura. Automáticamente me arrepentí y rescate el papelito, porque el "te quiero". por más tonto que suene, era un cariño a mi corazón. Camine al salón que teníamos al fondo de la casa y ahí encontré a mi madre.

Siempre me quedaba quita para observar si su pecho subía y bajaba. Tenía el pelo negro atado en una colita blanca y estaba tapada con una manta celeste. En la tele estaba reproduciéndose una serie que siempre ve, y en la mesa ratona, distingo la botella de vino, la taza de café y los medicamentos recetados.

Estaba enferma o eso dice ella, está enferma desde que papá se fue hace años.

Me acerque tapándola mejor y me senté con cuidado junto a ella mirando la televisión quien tenía el volumen al mínimo. Moví la cuchara en el estofado, la verdad es que mi estomago aun seguía demasiado cerrado, no podía ingerir nada, mis ojos fueron a la televisión viendo aquel programa que me parecía estúpido, todo parecía estúpido. 

—"¿Cómo te fue en la escuela Shailine?", "Terrible, ¿Te acuerdas de Tuyen? Terminamos ¿Mis amigas? Solo quedó Malia conmigo" "Oh linda, ¿Que paso?¿Puedo ayudar? Todo estará bien te quiero"

Mordí mi labio con fuerza volteándola a ver. Pero ella seguía dormida, con el pecho subiendo y bajando lentamente sin percatarse que la estoy viendo. Deje el plato en la mesa de manera molesta mientras voy corriendo escaleras arriba hasta encerrarme en mi habitación.

Decido llenar mi cabeza adelantando tareas ignorando la realidad, pero eso no es posible porque la realidad llega a mi puerta con miles de notificaciones, agarro mi celular con el corazón apretando en mi pecho y miro las notificaciones en Instagram. Se habían empeñado en recortar mi rostro en alguna foto y ponerla en cuerpos de diferentes modelos ofreciendo servicios. Mis fotografías se llenaron de comentarios sobre lo vulgar que soy. Comienzo a temblar y tiro el teléfono estallando contra la pared de mi cuarto.

Me cubrí con las sábanas y comencé a llorar ignorando el vibrador del celular.

Antes era Shailine Kim, tenía las mejores calificaciones, salía con el capitán de fútbol y un diversos grupo de amistades. En 24 horas todo eso cambio a ser una zorra, tener un vídeo por todos lados y a tener una sola amiga.

 Y a no encontrar motivos por los cuales querer seguir viviendo.

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