Narradora

La mañana había llegado, el momento en el cual Wanda regresaría a la empresa era hoy, no mentiría si aún se sentía nerviosa por regresar, ansiedad por volver a ver caras familiares.

Sin embargo, se embarcó junto con Carol y Valquiria, a la empresa, no tardaron mucho en llegar, pues no quedaba tan lejos del hogar de la rubia.

- Llegamos - aviso Carol, saliendo del coche

- Muy bien Wanda, quédate a mi lado y si te llama, pídele a Carol que vaya contigo, no te quiero cerca de esa mujer - habló Valquiria sosteniendo las manos ajenas

- Claro - asintió la castaña, para después salir las dos del coche

Entrando a la gran compañía, aunque Wanda se sentía un poco más seguro que Valquiria, de todas formas no dejo que entrara sola, tomandola del brazo.

Sin embargo, la mente de la rusa estaba dando vueltas junto con su cuerpo, mientras que el castaño escuchaba cada palabra que soltaba la contraria.

- Entonces no puedo seguir, porque la señorita fue la que tuvo la idea, así que tengo que trabajar con ella para echar adelante el producto - comentó Natasha, dejando de caminar en círculos

- Así que, ¿por eso no la despides? porque tiene que diseñar la idea contigo - habló James

- Exacto, que bueno que me entendiste

- Nat, no la necesitas para seguir con el producto, solo hazlo tu sola, al menos que la quieras tener cerca, ese es el único motivo lógico que encuentro para que siga trabajando para ti - soltó el castaño

- No, esa es la idea más estupida que se te haya ocurrido, James, además tendría problemas con recursos humanos por haberla despedido así nomas - tomó lugar la rusa, cruzando su pierna

- ¿Sabes, Nat? llevamos varias sesiones y en estas últimas, de alguna u otra forma siempre terminamos hablado de... ¿cómo dices que se llama? oh si, Wanda - dijo mientras tomaba su vaso

- ¿A que te refieres?

‐ No se, dímelo tú - contestó tomando un sorbo de su agua

- Tu eres el especialista aquí, Barnes

- Sabía que era un error atenderte cuando somos muy cercanos, porque cualquier cosa que digo, te lo tomas a broma o no le tomas importancia, tal vez tengo que pasarte con otro psiquiatra - alzo los hombros

- ¡No!, no, solo tu sabes lo que me pasa y talvez tengas un poco de razón pero, solo tu puedes ayudarme - dijo casi en un susurro

- No, solo tu puedes ayudarte, ya lo hemos hablado y lo vuelvo a repetir, tu actitud está volviendo cada vez más fuerte, y eso no era normal; fácilmente te enojas, haciendo que te comportes o digas cosas que no deberías, Nat

- Yo... no lo sé, no entiendo nada - paso su mano por su frente

- ¿Haz pensando en lo que sientes, últimamente? y con esto me refiero, a que experimentes sentimientos de todo tipo - explico el castaño

- No tengo tiempo para pensar en estupidez

- ¿Lo ves? de esto estoy hablando, para ti todo es una estupidez, la felicidad, la diversión, el amor, para ti todo es un completo caos - expreso, girando hacía la ventana

- Así funciona mi mente - se excusó Natasha, alzando sus hombros

- No, tu mente no funciona así, estás completamente cerrada a cosas nuevas, y eso es lo que te falta, experimentar más cosas - halago, extendiendo sus brazos

- Entonces, ¿lo estoy o no lo estoy?

- No Romanoff, no estas enamorada

- Uff, que bueno porque si fuer... - fue interrumpido por el contrario

- Estas experimentando varios sentimientos en una sola persona, deberías de arreglar las cosas con ella, porque créeme, ella te hace bien, es la correcta después de tantas zorras que has llevado a tu cama, porque escuchame bien, esa mujer vale más que todas con las que te haz acostado, ella te hizo experimentar amor y como siempre lo mandaste a la basura, por miedo, ese es tu problema Romanoff, tienes miedo de ser feliz

- No me interesa ni ella, ni otra persona en especial, solo estoy yo, me importó solamente yo - dijo señalándose a ella misma

- Y esta bien pero, si te importaras tanto como dices, no estuvieras destruyendote poco a poco con tu arrogancia, alejando a todos de ti, tienes que aprender a amar - comentó James, dejando su vaso

- Tengo que volver a la oficina, nos vemos después - susurró la rusa, parándose del sofá

- De echo, hace treinta minutos se había acabado la sesión

- Oh porfavor Barnes, te pagaré por tus treinta minutos - gruño, dirigiéndose a la puerta

- No necesito que me pagues, Nat, necesito que abras los ojos

Volviendo a la compañía, un silencio se volvió a presenciar, Carol pasaba por el pasillo al lado de Loki, charlando de unas cuantas cosas del trabajo y por mantener vigilada a Wanda.

Por otro lado, Valquiria había cambiado el escritorio con otra persona para estas más cerca de la castaña.
Hasta que el ascensor se abrió, dejando salir a la rusa, con su caminar elegante, pasando por todos, hasta llegar a su oficina.

Fue cuando por primera vez, después de mucho, Natasha había echo contacto con Wanda, su mirada de seria con autoridad era la misma, desviando la mirada rápidamente para entrar a su oficina.

Pero no fue nada fácil para la menor, sintiendo como su corazón casi se salía por ver unos segundos a la rusa; cerro sus ojos fuertemente, para negar cualquier sentimiento o sensaciones que le había causado al ver a la mujer.

Natasha volvió a su asiento, como si nada hubiera ocurrido, hasta que la puerta fue abierta por Carol Danvers, sentándose para quedar enfrente de esta.

- Te he dicho infinitas veces que toques antes de entrar - gruño la rusa, guardando unos documentos por un cajón

- Ya, también te he dicho que no hagas tonterías pero de todas formas las haces

- ¿Qué quieres, Danvers? - pregunto, dejando todo para entrelazar sus manos y ver a la rubia

- ¿Eres tan cínica para preguntar lo que quiero? merece una disculpa

- Por favor Carol, ya hablamos de esto, y no, nadie merece una disculpa, no me molestes - contestó para ladear su cuello

- Eres una persona de mierda, debes cambiar Romanoff - mencionó levantándose

- Oh claro, ¿y qué vas hacer?

- Por lo menos está en un mejor
lugar - susurro casi llegando a la puerta

- Oh vaya, así que duerme contigo - comentó la rusa, parándose

- Si duerme o no conmigo, no es de tu importancia, no te interesa - dijo detrás, antes de abrir la puerta

- No te preocupes, te la puedes coger las veces que quieras - gritó lo último, golpeando el escritorio

Carol giró a verla, negando ante lo que digo mientras suspiraba, saliendo de la oficina de la contraría.

- Maldita sea - susurro lo más bajo posible, volviendo a sentarse, y pasar su mano por sus cabellos

Era muy difícil escuchar todo lo que habían discutido, eso no dejo preocupada a Wanda, preguntándose lo mucho que se habían dicho, pues había notado la molestia de la rubia.

Por lo que Valquiria también se dio cuenta de lo mismo, girando a ver a la castaña.

- Lo que hayan discutido, no te afecta a ti, Wanda, recuerda que no tienes la culpa de nada - comentó la morena

- Lo sé, es solo que me preocupa Carol, no salió muy contenta de la oficina

- Me di cuenta, no te preocupas, más al rato se le quitará la molestia - alzo sus cejas de forma divertida, haciendo reír a la contraria

Algunas horas había pasado, y los informes habían llegado a la mano de la rusa y sabía que necesitaría manos extras para completar el avance del producto.

No se lo pensó e hizo una posible lista para que ciertas personas se quedaran un tiempo extra para el trabajo.

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- Regina Leuvsér          
- Luna Woólguen         
- Matt Bleu                    
- Alèksander Fálklein 
- Wanda Maximoff      
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