Una dulce melodía llenaba mis oídos, era un tema suave e increíblemente agradable. Mis ojos comienzan a enfocar por si solos el entorno que hasta hace segundos era todo un misterio escondido tras una borrosa visión.
Parecía ser una habitación, sí, al parecer estoy en una habitación. Las paredes de un agradable color lila se erguían frente a mí y pude percibir casi al instante unos retratos adornando las mismas.
Podía distinguir los rostros de las personas en la foto, una de ellas era yo y la otra.... Era una señora de rostro agradable. Trato de observarla con más cuidado y una sensación muy familiar recorre mi cuerpo. Era ella, mis ojos se humedecen un poco al reconocerla, era mi abuela.

En busca de más imágenes que me permitiesen verla, recorro la habitación con la vista hasta detenerme en un portaretratos sobre un escritorio bastante sencillo. En él habían otras dos personas que atrajeron toda mi atención.
Ellos eran mis padres, las personas a las que perdí con tan solo ocho años.

—No sabía que hacías deporte.

Una voz bastante cercana a juzgar por la claridad con que la oía me hizo buscarla con la mirada hasta fijarla en mi campo de visión.
Las sorpresas en esta realidad sin sentido no paran, eran sus mismos rasgos. Estoy segura de que la chica que me habla es Eli... Pero el color de su pelo es diferente, es de un color grisáceo, platinado.

Dispuesta a decir algo, intento generar alguna frase o palabra. Pero mis sensores corporales me hacen sentir diferente, como si lo que estaba viendo hace unos segundos, justo antes de que la luz de la habitación desapareciera por completo, fuese una vaga ilusión. Un engaño de mi propio cerebro.

La oscuridad permanecía, el lugar en el que estoy parece haber sido tragado por la misma... Hasta que un tintinear sutil aparece en lo alto. Era el firmamento, el cielo nocturno más bonito que había visto jamás.
Las estrellas, astros, todo lo que podría estar inmerso en ese curioso universo en las alturas parecía cobrar vida. Era diferente, el corte celestial parecía querer comunicarse conmigo, con el pequeño microcosmos que llena mi alma.
Un oxígeno totalmente limpio agrandan mis pulmones y es cuando noto que no estaba en el cielo. Había un paraíso natural a mi alrededor, parecía una zona muy conservada y meticulosamente arreglada.
¿Es este "el paraíso" del que todos hablan?
¿A caso estoy realmente muerta?

Una nueva presión fue ejercida en mi muñeca derecha y me obliga a desplazarme por el lugar...
¿Quién es esta persona que corre frente a mí guiando mis pasos?
Lo único que he podido distinguir ha sido su espalda y cabellera de color pardo y poco especial. Pero eso no evita que toda mi curiosidad se encuentre sobre este personaje que fija un rumbo a nuestras acciones.
Nuestros pies atraviesan unos arbustos naturalmente estructurados, estos a diferencia de los otros no parecían haber sido acomodados por las manos de algún meticuloso paisajista.
Su andar se detiene justo bajo un frondoso árbol, dónde, a juzgar por lo que le estoy viendo hacer, a decidido revelar su identidad...

¿T...Taehyung? Siento como mi corazón se encoge ante la abstracticidad de mis emociones. Estaba tan feliz de verlo, de sentir su tacto sobre mi piel, de tenerlo justo aquí.

—Perdona por ser un tonto e intentar convencerme a mí mismo de que lo que sentíamos era solo un afán y no amor.

¿Qué quiso decirme?
¿Qué es esta instantaneidad que se está formando en mi interior?
Sus labios acaloraron los míos, me está besando....

La claridad es algo realmente molesto, me siento forzada a abrir los ojos. Una voz que era algo lejana hacía solo instantes se hace más aguda a medida voy reaccionando. Eran sollozos lo que percibía, ¿quién llora?

Pestañeo un par de veces hasta que mis ojos puedan adaptarse a la iluminación de la potente lámpara en el techo. Alguien agarra mi mano, igual que en el sueño que acaba de recrearse en mi cabeza.

— ¡Mel!

Era él, nadie sabe lo feliz que me pone sentirlo de nuevo. Su presencia me sabe mejor que la vida misma. Era Tae quien agarraba mi mano desde uno de los costados de esta camilla de hospital. No tuvieron que ser muchos los análisis para notar que estaba en una clínica, ni tampoco el por qué estoy aquí.

Es algo raro que recuerde todo lo que pasó claramente, como si hubiese ocurrido hace solo unas horas. Otra cosa rara es que mi cuerpo no duele como debería hacerlo. Supongo que debí ser sometida a una cirugía por la bala que recibí, o al menos de eso estaba convencida.

— Qué alivio verte reaccionar— Levantó un poco mi tronco para abrazarme con necesidad— Estaba preocupado Mel.

Enredé mis brazos en su cuello y aspiré sin apuros su aroma embriagador, era tan gratificante estar en sus brazos una vez más.... Pero, tango dudas que preguntar.

—Tae.

— ¿Sí amor? ¿Te duele algo? ¿Nacesitas algo?— Se aleja un poco despojándome del abrazo

—No amor, y eso es lo que me extraña... ¿No debería sentir dolor?

— ¿Por qué dices eso?

— ¿No sería normal luego de recibir un disparo?

— ¿Disparo?...— Queda en silencio por unos minutos como resepcionando mis argumentos— Con respecto a eso Mel... El disparo no lo recibiste tú.

Espera un momento, ¿qué dice? Yo escuché perfectamente como el gatillo de Nam liberó una estruendosa bala.

—Cuando intentaste salvarme perdiste el conocimiento ante el estrés y los nervios, por lo que es normal que no hayas podido observar quién recibió la herida de bala en nuestro lugar.

— ¿Qué dices? ¿Alguien más salió lastimado?

—...

—Dime quién fue amor.

Ese jodido sentimiento de ansiedad recorría mis venas nuevamente.

—Cynthia...

— ¿Qué?

—Ella se interpuso entre tú y Nam.

— ¿Pero por qué? ¿Por qué actuó tan deliberadamente? ¿Por qué es tan impulsiva?

Sin darme cuenta comencé a culparla por haberme salvado. Si hay algo que me propuse fue que nadie saliera lastimado. A veces la odio por quererme tanto.

— ¿Dónde está ella? ¿Se encuentra bien?

—Ella está siendo operada.

— ¿Y cuál es su situación?

—La operación.... está siendo riesgosa.

Mis ojos se llenaron de lágrimas ante la impotencia y la culpa que sentía. Debí ser fuerte y no permitirle que fuera, ella no tenía nada que ver en este asunto y terminó... Terminó...

—Tranquilízate amor. Tú recién despiertas de un desmayo de muchas horas, no es saludable que te emociones en demasía.

— ¿Amor y qué hay de los demás? ¿En qué acabó todo?

—Sofi está bien, ella está en el cuerpo de guardia del hospital junto a Yoongi. Le están haciendo algunos exámenes para comprobar su estado mental y físico, y también la salud del bebé.

—Su embarazo se encuentra bien, ¿verdad?

—Eso es algo que están comprobando los médicos.

— ¿Qué hay de Eli?

—Ella está bien, está en la sala de espera junto a Jung Kook, HoSeok y Jimin esperando noticias de Cynthia. En cuanto a la Sra Lee, se encuentra en cuidados intensivos, desafortunadamente pudieron extraer todas las balas y se encuentra con vida.

— ¿No es esto injusto? ¿Por qué ella se encuentra fuera de peligro y mi amiga no?

—Jin está vigilando el estado de esa mujer, si logra recuperarse será trasladada a un hospital psiquiátrico y de Nam aún hay que esperar noticias.

— ¿Noticias?

—Sí, es que luego de dispararle a tu amiga fue igualmente herido, pero se encuentra en un coma inesperado. La reacción de su organismo fue bastante débil.

— ¿Entonces será apresado verdad?

—Hay que esperar a ver su estado cuando despierte, aún no se sabe cuanto durará en coma.

— ¿Y tú? ¿Estás bien?

Pregunto incrédula, aunque lo tengo parado frente a mí, no quiero tan solo confiar en lo que puedo ver a simple vista.

—Ahora que estas despierta estoy más que bien, estoy completo.

—Tae, perdona por hacer que te preocuparas. Yo.... Yo soy tan débil.

Unas lágrimas se escaparon de mis ojos, los cuales solo lo miran a él, idolatrandolo como lo que significa para mí.

— Ven acá mi niña— Envolvió mi cuerpo nuevamente en un glorioso abrazo.

Su calor acunaba mi corazón que palpitaba vigoroso. Pues ahora me encontraba más viva que nunca, porque lo tenía a él aquí... Pero mi felicidad no era completa, todavía hay una preocupación que me atormenta. Debo velar porque Cynthia salga viva de esa operación.

🕧🕐🕑🕧🕐🕑

Tras luchar contra Tae y convencer a los médicos, me encuentro aquí sentada junto a todos en el salón de espera. No puedo simplemente dedicarme a descansar cuando hay una vida preciada para mí en peligro.

Cuando todos me vieron aparecer en el salón fueron a abrazarme, estaban contentos al saber que estábamos recuperandonos como grupo de amigos. Era necesario demostrarnos que esta situación es algo que pudimos superar juntos. Pero para que eso sea realidad falta comprobar que el bebé de Suga y Sofi esté saludable, y que Cynthia permanezca en este mundo junto a nosotros.

Las horas pasaban, los ánimos decaían, los nervios se acrecentaban y todavía la operación no se había terminado.
Estos sin duda han sido los días más largos de mi vida.

— ¿Familiares de Cynthia Machado?

Jimin se paró como si de una orden se tratase y tras responder al llamado, nos acercamos a sus espaldas esperando a que el señor diera su comunicado.

—La paciente se encuentra delicada, han sido muchas horas de operación y su estado es bastante débil. Por lo que debo decirles que estamos propensos a muchas complicaciones... Pero aún sigue viva, solo debe permanecer más tiempo en el hospital para un cuidado especializado hasta que se normalice.

Las piernas de Jimin flaquearon haciéndolo caer de rodillas al suelo. Fui a su lado y lo abracé con lágrimas en los ojos.

—Lo logramos.

—La tenemos Mel. ¡La tenemos junto a nosotros!

Me abrazó con locura provocando que más de los presentes se unieran al abrazo de celebración. Dios es grande, no nos quitó a nuestra amiga.... A nuestra Cynthia.

Y este ha sido el final.
¿Qué les ha parecido?
¿Aún se preguntan qué pasó con Sofi?
¿Por qué los sueños extraños?
Pues les adelanto que aún falta el Epílogo.
😅😅😅
Pero no se preocupen, en pocas horas se los traeré.
Hay unas cuantas cosas que les explicaré allí.
Así que ya saben, espérenlo.
❤❤❤❤❤❤❤❤❤
*Créditos del fanart a quién corresponden*

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