Nuevos secretos fueron revelados a Elizabeth, el cruel final que pusieron sus padres a sus propias vidas fue un asunto difícil de asimilar. La corta reunión que tuvo con su hermano fue suficiente para que se conocieran un poco más. Sin embargo ella no se sentía del todo culpable por la lamentable muerte de sus progenitores, al menos no tanto como Tae. Ella sentía algo de repugnancia y curiosidad, quizás estaba culpando de más a su padre.

— Nos vemos pronto—Se despedía de su nueva familia.

Pues aunque es algo nuevo, él era su hermano y Mel era una muy buena amiga. Prácticamente la consideraba su hermana, han pasado muchos momentos juntas y muchas dificultades también. Situaciones que las han unido, que han trazado un vínculo invisible a los ojos comunes.

— ¿Estás segura de que no quieres que te lleve?

—No te preocupes por mí Tae. Puedo coger un taxi, aún es temprano. Mejor quédate con Mel y cuídala por mí.

Dirigió una dulce mirada a su amiga para luego depositar un beso en su mejilla y peinar su cabello. Se notaba que la extrañaba, pues no suele tocar mucho a otras personas. Sabemos que le cuesta un poco mostrar afecto, solo lo hace cuando lo siente de verdad.

—Gracias por preocuparte Eli. Hablamos mañana y de paso me cuentas cómo te fue con Kookie.

La pelirubia no entendió el porqué de la sonrisa de Melanys. ¿Qué tendría que contar con respecto a Kook?

•••Al día siguiente•••

Eli caminaba a toda prisa sobre el asfalto de la acera. Se le había hecho tarde, debía ir a completar su trabajo. Pero las sábanas se le habían pegado esta mañana, el asunto que trató ayer la dejó despierta gran parte de la noche.

Estaba a unos pasos de la puerta de la casa de Jung Kook, un poco nerviosa. Temía que su cliente estuviera insatisfecho debido a los problemillas que había presentado últimamente ante el trabajo. Pero ella estaba decidida a dar el máximo hasta el final, incluso en estas circunstancias.

Leves toques fueron dados a la gran puerta de madera con decorados en negro que le daban un aspecto moderno, pero nada de respuestas. Esta vez sus golpes fueron más fuertes y en consecuencia esta se abrió levemente. Le pareció raro, Jung no acostumbra a dejar la entrada sin seguro. Pero que más da, era mejor que entrance antes de que los minutos siguieran corriendo.

— ¿Jung Kook?

Apenas cerraba tras su espalda notó un extraño olor a escencias florales.

— ¡Jung Kook he llegado!

Alzó un poco la voz para ser escuchada. Las pisadas en las escaleras anunciaban la entrada de Jeon. Su vestimenta era algo nuevo para los ojos de la muchacha. Se notaba más apuesto de lo que normalmente es, lucía una camisa color negro y unos pantalones de vestir a juego. Su aspecto era impecable y muy maduro, pues lo señido que estaba su atuendo a su cuerpo le daba un toque de madurez y sensualidad.

— ¿Vas a algún lugar?

Pregunta inocente la joven, pues las palabras se deslizaban de sus labios sin pudor. Había quedado totalmente embobada ante la belleza de Kook.

—No, solo te estaba esperando.

Tras repasar el liso de su pelo con una de sus manos procedió a sonreírle. Sabía que había causado una buena impresión a su visitante, al parecer todo estaba resultando como lo había previsto.

—Ah, ya veo.

Despega la vista del chico y baja un poco la cabeza para intentar ocultar lo sonrojados que estaban sus cachetes. Pues fue un impacto muy fuerte verlo así de arreglado, varonil, perfecto... Eran tantas la cualidades que su cabeza quería atribuirle, que temía que el leve rosa en sus mofletes terminara tomando un rojo intenso.

—Solo revisaré los últimos detalles que fueron hechos y le entregaré un informe con todas las remodelaciones que fueron ejecutadas. También estarán incluidos los gastos que fueron generados en el evento, el total a pagar a los obreros que fueron contratados, cada detalle que fue cambiado o renovado. Usted tendrá conocimiento total de todo mi trabajo.

Despegó un momento la vista de los papeles para observar al chico que permanecía en silencio, enternecido con el rostro de la muchahca.

— ¿Estás prestando atención?

—Sí. Me parece bien, por favor comience con la revisión cuanto antes.

Algo extrañada por su comportamiento decide seguir adelante. Aprovecharía para comenzar a hacer las anotaciones referentes a la primera planta de la casa. Se mantenía concentrada, no quería dejar escapar ni el más mínimo detalle, quería ser lo más profesional posible.

Un tiempo después pudo dar por concluido su trabajo en el primer piso. Ahora debía ir hacia los cuartos y demás.

Contenta del resultado vuelve a la sala principal en busca de Kook. Se había esforzado y la satisfacción que le causaba su trabajo la hacía rebosar de alegría. Sin embargo Jeon no se encontraba por los alrededores. ¿Dónde se habrá metido? ¿Por qué está actuando de esta manera? Eso estaba comenzando a ponerla nerviosa.

— ¿Jeon?

Llamaba su nombre por todo el lugar pero solo podía escuchar el eco de su voz de vuelta. Se aventuró a la cocina y nada. Ya había buscado en cada rincón, no quedaba más que volver a la sala principal. Lo más probable es que haya tenido que salir y no le dio tiempo para avisar, o al menos esa era la idea que se había formado en su cabeza.

Sus cuencas abiertas de la impresión dejan escapar un diminuto suspiro de su boca. Eli estaba totalmente atónita. ¿Qué era eso? ¿Qué está haciendo?

— ¿Sorprendida?

Un lindo ramo de rosas cubría el pecho de Jung Kook. Una sonrisa tenue adornaba su perfecto rostro, él estaba tan nervioso como emocionado. Había decidido mostrar sus sentimientos, y aunque no fuese de la forma más correcta, fue la que encontró y en la que se esforzó al máximo. No sabía como iba reaccionar la chica, pero de igual manera quería darlo todo.

— ¿Qu...qué quieres decir?

—Eli quiero mostrarte algo antes de que te vayas.

Se acerca a la chica y le entrega el ramo de rosas. Ella aún parecía desconcertada. Luego tomó sus hombros y la guió hasta el patio trasero de la casa, donde tenía preparado un lindo escenario de amor. Un apasionado corazón de rosas rojas se esparcía en el césped, y justo en el centro había una mesa con asientos para dos.

Aún sin reaccionar se dejaba guiar la chica de pelos rubios hasta el centro del corazón. Lo que no se imaginaba era que una vez entrance en esas perfectas líneas que dibujaban los pétalos, estaría entrando en el corazón del joven a sus espaldas.

Una vez la tuviese donde quería, comenzaría a contarle sus sentimientos. Justo como Mel le había dicho, se dejaría llevar sin importar las consecuencias.

—Tengo algo muy importante que decirte.

—Jung Kook espera. Yo... yo no estoy preparada para esto... No estoy segura...

—Eli, yo tampoco estoy preparado. Pero aún así te mostraré lo que siento. Verás no estoy seguro de que esta sea la mejor manera de decirlo, pero es la única que tengo para mostrarme ante ti. Comprendo que esta situación te pueda parecer chocante, y créeme para mí también fue difícil aceptar lo que mi corazón siente al verte. Aún somos jóvenes y tenemos un mundo que conquistar, o al menos eso creía yo antes de conocerte. No estaba consciente de que mi mundo eras tú. Aún me pongo nervioso cuando tengo un reto que superar, en mi profesión o en mi vida personal. Pero nunca antes había sentido esta adrenalina que provoca tu mirada cada vez que nos vemos. Tú para mí eres más que un capricho Eli, tú eres más que un simple reto por superar. Tú eres la gloria misma para mí. Después de ti, no hay más nada que quiera tener. Eres la única con la que quiero derrochar todo lo que poseo, quiero regalarte mi corazón Elizabeth.

El pecho de Jeon subía y bajaba algo agitado, pues esa adrenalina de la que hablaba estaba recorriendo sus venas nuevamente. Esa sensación que solo ella podía causarle.

—Yo...

—Entiendo si no quieres corresponderme. Aún así seguiré sintiendo esto, no me arrepiento de haberte dicho como me siento.

—Yo so...

—No tienes que sentirte presionada, puedo aceptar cual...

— ¡¿PODRÍAS DEJARME HABLAR?!

El repentino comportamiento de Eli dejó pasmado a Kookie. Pues esperaba cualquier reacción menos esa.

—SOLO QUERÍA DECIRTE QUE YO TAMBIÉN SIENTO LO MISMO CADA VEZ QUE TE VEO. ERA UN FASTIDIO SABER QUE ESTARÍAMOS COMPARTIENDO EL MISMO ESPACIO CADA VEZ QUE TENÍA QUE VENIR A TRABAJAR Y PENSABA QUE TÚ NO SENTIAS LO MISMO QUE YO. QUE QUERER VERTE A TODA HORA ERA MI MAYOR AFICIÓN... Que comenzaste a gustarme sin mi consentimiento.

Dijo casi sin aliento, sus sentimientos se vieron forzados a salir de una manera algo bruzca. Un tierno sollozo escapó de sus labios y automáticamente unas lágrimas quisieron empapar su rostro.

— Perdoname Eli, no era mi intención hacerte sentir así— Se acercó a la chica y acarició su rostro— Yo solo quería aclarar que era lo que sentía exactamente. Perdona por demorarme tanto.

Abrazó a la tierna chica que ante su corazón era la rosa más preciada. Dejó descansar su rostro en su hombro y acunó su espalda con sus fuertes brazos. Se sentía responsable de su dolor, le dolía saber que estaba en ese estado debido a él. Pero quería remendar su error y brindarle todo su amor.

— No llores Eli, tus lágrimas hacen que mi corazón duela— La separó para limpiar sus mejillas con sus pulgares— Tu piel es tan sedosa como un pastel de arroz.

Una leve risa escapó de la emotiva chica. Le había parecido muy chistosa la comparación que le había hecho. Su reacción poco certera siempre la sorprendía. Pero eso era algo que amaba de él, su inusualidad captaba su atención por completo.

—Así me gustas más. Quiero que sonrías siempre.

—Deja de decirme eso por favor. Me apena.

—Tu bella sonrisa no debe hacerte sentir tímida, pero tus deseos son órdenes. Ven sentémonos, prepare algo para ti.

Ella deja descansar el lindo ramo que le había regalado su enamorado sobre la mesa y se deja embelesar por la magia del momento.

—Te preparé estos bocadillos con mis propias manos.

Destapa el plato revelando unos pasteles de arroz con diferentes formas. Aunque lucen muy tiernas, Eli intenta contener la risa. Pues le parecía algo muy adorable de su parte, nunca imaginó una confesión con un final como este.

Agarra uno y lo mete en su boca, sorprendentemente sabían muy bien.

— ¡Están buenísimos!

Comenzó a llenar su boca con muchos pastelillos. Estaba tan contenta por todo lo que había pasado, por todo lo que estaba sintiendo, porque al fin sus sentimientos fuesen correspondidos, por importarle a la persona que ella amaba... Por haberlo elegido a él.

— Tranquila, te vas a atragantar— Ríe un poco ante la desesperada acción de su chica— Eres tan linda.

Pues sí, para él todo lo que ella hacía le parecía un gesto encantador. Le agradaba saber que su esfuerzo valió la pena. Que esas horas en vela en la madrugada para prepararlos habían rendido cuentas.

—Espera tienes algo en tu mejilla.

Se levantó de su silla y se aproximó a Elizabeth para poder retirar el pequeño arroz en uno de sus cachetes. Ella recién tragaba todo lo que había metido en su boca y él decidió actuar antes de que siguiera comiendo más. Limpió la suciedad y luego se quedó mirándola, quería apreciar esos hermosos ojos que le consumían por completo. Su corazón latía con más fuerza y su boca comenzaba a secarse. Estaba sintiendo una sensación nueva y quería apaciguar esa angustia que martirizaba a su corazón, él la amaba y quería demostrárselo de todas las maneras que se le fuera posible. Poco a poco fue atrayendo el rostro de Elizabeth hacia él manteniendo aún el suspenso en el ambiente. No tenía apuros, quería disfrutar cada segundo...

+++Bonus💜+++

Disculpen si el capítulo no estuvo como lo esperaban. Es solo que estaba un poco deprimida cuando lo escribí.
Espero que el próximo capítulo esté mucho mejor,
Pero de igual manera quiero decirles que lo hice con mucho amor ya que era para una amiga especial.
Su usuario es liviekookie, espero les haya gustado.

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❤Bye bye❤