Interludio

Las ganas de volar de Asashi Rakigusu en un mundo sin suerte

—¡Madre!, ¡No puedo creer que me estés diciendo esto en serio!, ¡Maldita sea! —Asashi se exaltó, apretó los puños ante las palabras de su madre, quién estaba sentada con una mirada sin empatía.

—Rakigusu Asashi, controla tu lenguaje, no es hermoso que uses ese vocabulario —Cerró el abanico, con el cual cubrió su boca, pero ahora reveló una cara sin sonrisa—. No se de dónde lo aprendiste.

》Es por esa razón que tienes prohibido salir de Gin no Niwa por tiempo indefinido. Además, tienes muchos cargo en tu contra.

》El año pasado saliste sin mi permiso del país, combatiste contra Desterrados, murieron alumnas y por poco te matan Cazadores de Brujas.

A pesar de los cargos, la prohibición provocó una fuerte sensación de ansiedad y enojo en Asashi. Su madre jamás le prohibió algo, pero ahora era diferente.

Esta discusión no se trataba de un auto nuevo o una fiesta que acabaría al día siguiente, era por algo más importante.

—¡Debes estar bromeando! —Mantuvo su enojo, pisó fuerte—. ¡¿Tanto te molesta que quiera ser un Rey Mago?!

—Tú no lo entiendes cariño —Se levantó de su asiento—. Los magos de la fortuna no debemos interferir en los problemas de los demás clanes.

》 Ni mucho menos enfrentarnos a los Desterrados, esas son las leyes.

》 Lo que hiciste el año pasado fue muy irresponsable —No guardó su molestia—. ¡¿Qué pensabas cuando aceptaste ayudar a Maestro?!, pudiste morir con eso Desterrados.

》Aquí tienes de todo, nada te falta, comida, casa, un trabajo, familia y amigos.

—¡¿Amigos?!, ¡Yo no tengo amigos! —Sacó su celular y se lo mostró a su madre—. Son solo números que me piden ayuda con mis hechizos de fortuna, pero jamás me llaman para salir.

》Son hechiceros que me quieren por mi poder, no por quien soy. Jeff es mi único amigo, pero siempre va junto a: "Sabrina", ella es cómo su maldito perro lazarillo.

》¡¿Quieres saber por qué él es mi único amigo?! —Le sonrió para después explotar—. ¡Por qué jamás me dejas salir de este lugar!, siempre la misma rutina, de la casa al trabajo y a la universidad.

》"Asashi-san, ¿Podrías ir a mi casa?" Lo siento Kotsume-san, no puedo, mi madre me necesita en casa.

》 "Asashi-senpai, ¿Quisieras ir a una cita conmigo?" Perdona Muichibana-dono, pero según mi madre, va a llover.

》Así que deberé pedir permiso al trabajo para salir temprano y quedarme todo el día con ella.

—Cariño, sabes que no debes ser tan exigente. Qué importa si te perdiste de unas cosas con tus amigos de la secundaria.

—¡Todo eso hoy!, ¡Tuve que rechazar a mi supervisor y a mi compañera por qué tenías miedo!

—Y qué importa, son solo pedazos de carne que te proporcionan amor para potenciar tu magia. Ya deja este espectáculo.

》Sube a tu habitación, ponte tu pijama y duerme sabiendo que tienes el amor de tu madre, de tu Nee-sama, de Jeff y del mundo que te rodea.

》No debes pelear por cosas sin sentido, aquí tienes de todo.

—Ese es el problema madre —Se calmó un poco para ir hacia la salida—. Tengo todo en esta jaula, menos mi libertad de volar.

》Acabar con ese Desterrado me hizo ver que jamás he usado tus conocimientos de combate.

》 Me enseñaste de todo, pero jamás me diste la oportunidad de usar esa sabiduría.

Con la mano en la manija de la puerta, la abrió dejando entrar un viento frío a la mansión. Tsumo pensó que su hija no sería capaz de salir.

No obstante, Asashi puso un pie afuera de su mansión.

—Espera —Tsumo murmuró, fue hacia la puerta con desesperación, se sujetó de la puerta para presenciar cómo Asashi se alejaba sin mirar atrás—. ¡Déjate de bromas!

—Sabes que nunca bromeo —Exclamó seriamente.

Tsumo sentía desesperación, gritaba que no se lo perdonaría, que cometía un error, pero no tocaba el alma de Asashi.

Tsumo abrió sus ojos ante lo que presenciaba, lo que pensó que era una broma no resultó serlo. No quería que se alejara más.

—¡Deberías ser como tu Nee-sama! —Comenzó a llorar.

—¡Meta-chi Nee-sama es un dulce que sobra aquí! —Exclamó sin detener sus pasos.

—¡Tú‐tú...Ya no eres mi hija! —Gritó con un dolor en su corazón, decir esas palabras eran cómo si su corazón fuera arrancado. Asashi se detuvo en seco sin darse la vuelta—. ¡Cómo escuchaste, si te atreves a volver o siquiera pisas Lemurite, olvídate que tienes madre!

》¡Tú no tienes madre y yo no tengo hija! ¡Mi hija murió en Haunt el año pasado! —Las lágrimas brotaron de su ojos—. ¡Desearía que Metatrón hubiera salido de mi útero y no una deshonra!

Él silencio cubrió todo por un momento, hasta que Asashi se dio la vuelta revelando sus lágrimas bajando por su rostro sin emociones.

Tsumo quería disculparse tras verla llorar, pero su corazón se endureció tanto que se quedó callada.

—Si tanto deseas a Metatrón, ve y búscala.

》Yo desearía que la señora Ruth sea mi madre —Las palabras de Asashi ocasionaron que de un arranque de ira, Tsumo le lanzara un bloqueo de magia.

—Veamos cuanto duras sin mí suerte —Su sonrisa se quería romper.

—No necesito la suerte de una desconocida, señora Rakigusu —Le lanzó una mirada sin emociones y mucho desinterés.

Fin del Interludio...