2:10 AM

—¿En serio le hiciste eso? —Amelie reía ante las historias de la infancia de Jeff y Sabrina.

Nunca antes había conocido ha alguien que se metiera en problemas de una forma muy graciosa y pudiera solucionarlo en ese instante. 

—Si, mi madre jamás se enteró, si lo supiera me castigaría, pero lo hice por que Jeff es muy bueno, aunque algo callado y reservado, pero es tierno.

—Además de lindo es interesante —Amelie comentó. Se ruborizaba y se enternecia con solo pensar en Jeff.

Paseaban por el patio de la finca esperándo a que aparecieran los Desterrados. 

—¿En serio te gusta?, pero si apenas lo conociste —exclamó Sabrina confundida.

—Es que, siento como si lo conociera de años.

》Hemos pasado tantas cosas en esta isla que he comenzado a sentir algo hacia él.

》Es como si el destino hubiera querido que nos encontráramos aquí.

—El destino, ¿eh? eso me gusta —La observó con los ojos entrecerrados y una sensación de celos con emoción que alteraba su respiración—.  Quisiera ver como esa relación trabaja.

》 Ahora vengo, voy por más bebida —Sabrina entró a la casa de la finca.

En la cocina, la ilusionista buscaba más cervezas en el refrigerador sin tener éxito, solo había jugado de frutas.

Al sentirse decepcionada, cerró la puerta. De pronto, un golpe en las puertillas de la alacena hizo que abriera sus ojos.

Sentía una energía muy pesada que la hizo temblar, así que  se acercó con su arco, flecha y con la bendición activada.

Cuando abrió la puerta pequeña, la cabeza de un sujeto calvo, con patas de araña, saltó ha su rostro.

Sin embargo, esta fue una ilusión. La criatura cayó contra el suelo, donde Sabrina, con Speed, le dio una patada estrellándolo contra la dura puerta del refrigerador.

La criatura dejó una abolladura, seguía consciente, pero antes de siquiera abrir sus ojos, Sabrina le disparó dos flechas acabando con su rival.

De pronto, un grito hizo que Sabrina se apresurara en salir. Una vez en el patio, vio como una espadachín congelaba el ambiente con solo tocar el viento y la tierra.

Como si fuera un fantasma, esquivaba los azotes de su rival, un hombre con cabeza de hongo y extremidades tan delgadas y largas, que parecían látigos.

Amelie era tan hábil con su espada de hielo bendito, que le acertaba varias estocadas ha puntos vitales y esquivaba en un estado de concentración absoluta.

—¡Tú si que eres una chica fuerte! —gritó el rey hongo, quien convirtió uno de sus brazos en una espada que chocó con la de Amelie.

Tal choque causó fisuras en el cuerpo de Amelie, quien se hizo polvo,  fue un clon. De pronto, el rey usó otro brazo espada, con el fin de bloquear un cercano golpe en su cuello.

》 ¡Serás un buen espécimen para mis tropas!

—¿Así? pues te reto ha intentar controlarme rarito —Amelie hablaba con una expresión de confianza.

Aterrizó de pie, ante su fallido golpe aéreo, puso su espada en diagonal.

Fueron de nuevo chocando espadas una y otra vez. El rey hongo estuvo por darle ha Amelie unas estocadas en las piernas.

Sin embargo, ella deshizo su espada para hacer mortales hacia atrás, y tras aterrizar agachada, apareció su espada para lanzar una lluvia de dagas heladas.

Estas le cortaron una pierna al rey, quien pegó un potente grito que lo hizo sacar tentáculos de su cuerpo de forma descontrolada acabando con el patio.

Debido a estos, Amelie retrocedió considerablemente sin bajar la guardia.

Sabrina estaba por dispararle una flecha aprovechado que no le prestaban atención, así que disparó esperando darle, no obstante, la flecha fue partida en el aire.

Impactada y con el cuerpo tensado, la maga quizo repetir ese movimiento, pero antes de si quiera poder tocar la cuerda, un poderoso viento le abrió miles de heridas dejándola con los ojos abiertos por el shock.

《Mi-mierda》—Pensó ante el horrible ardor que el frío salado de la noche le causaba.

Frente a ella emergió, de entre la neblina de la noche, una mujer con cuerpo delgado y cabello verde.

Aquella mujer no pasaba de los veinticinco años. Con un agarre fuerte, empuñó su katana y le lanzó a Sabrina la mirada más vacía que había visto.

Se sentía tan incomoda que tragó saliva. La espada de la mujer era blanca, pero con una escritura a lo largo de la hoja que no comprendía.

La mujer sonreía de forma eufórica, dándole a Sabrina un mal presentimiento y más por su ropa.

Estaba rasgada por un combate anterior, pero su cuerpo no parecía herido a excepción de una herida en su cuello que parecía estar infectada.

—Nadie dañará a mi lord —murmuró la chica, quien desapareció y apareció por detrás de Sabrina.

Instintivamente, Sabrina lo predijo para bloquedar con su espada de zafiro.

Este choque desconcentró a Amelie por unos segundos, se había asustado, causando que saliera de su trance.

Esto fue aprovechado por el rey, quien la empujó contra el suelo y salió corriendo.

Este acto cobarde la enfureció, así que usó Speed para dar el corte final, pensó que lo lograría, hasta que, de una tacleada, una mujer la hizo chocar con un muro del patio.

Sabrina quiso ir por ella, pero la mujer seguía atacando de forma fulminante y no podía salir de ese punto.

Sin ninguna otra saluda, aprovechó para activar Proyección de segundo escenario, logrando encerrarla en su propia mente.

De repente, la mujer se detuvo para cerrar los ojos, respirar profundamente y deshacer la ilusión.

—Muy bien, bruja, pero en el cuartel nos mostraron como anular tu magia de ilusión.

—¿Cuartel? —Salió corriendo con Speed, pero de un codazo en el cráneo, la mujer la dejó en el suelo.

—Hehehe, si. Soy la Cazadora de Brujas  de rango quemador, Samantha.

—Por tu velocidad —Sabrina se levantó adolorida—. Eres de Lemur, pero no eres una hechicera, no siento maná salir de ti. —Señaló la espada de su rival—. Pero sí algo raro en esa espada que me quiere hacer vomitar.

—Hehe —Colocó su espada en horizontal para que observe mejor la extraña escritora que decía: "kita kaze"—. Significa viento divino, es un relicario, un regalo de Boreas, el ángel de la guarda helada.

—Interesante, pero no me vas a intimidar —Disparó de sus dedos una lluvia de gotas moradas,que de un parpadeo, la espadachín las destruyó.

De un tajo, estuvo por cortarle los brazos extendidos a Sabrina, pero la espada de Amelie detuvo eso por poco.

Por su parte, Sabrina quedó en shock y solo pudo levantar las manos.

Amelie impulsó a su rival más atrás para ir de frente, pero un entumecimiento en sus manos no le permitió sentir su espada.

Quedó confundida, ya que la tenía, pero de la nada, un enorme puño la lanzó a un lado.

Sabrina sacó sus alas y se alejó lo más que pudo para ver como una chica del mismo tono de cabello y ojos rojos salía de entre una nube de polvo.

Sus ojos brillaron en un color verde intenso y dijo:

—He revivido en el cuerpo de esta niña —Su voz era una gruesa, de sus costados salieron otros dos brazos.

《"Lo que pasó fue que Zoelle se comió el último fragmento de tu alma que he combinado con el de los otros sentidos, Tacto"》—La voz de Ruth resonó en su mente. El mago del tacto había resucitado.

》Así que se cumplió el plan —murmuró feliz—. Layla fue sellada.

Sentir que el plan por el que se sacrificó hace años funcionó, lo hizo estremecerse.

En ese instante, mientras se quedó aturdido en sus pensamientos, sin darse cuenta, un enorme domo se edificó sobre él mientras que por fuera, una ilusión gigantesca hizo que se hiciera de día.

—Así pelearemos en igualdad —afirmó Sabrina.

—Ven aquí —Samantha hizo que varios pájaros blancos aparezcan volando por todos lados.

Avanzó usando el domo como un suelo y cuando llegó arriba, saltó y de un tajo, le cortó a Sabrina un ala.

Al sentir el ataque rozarla, Sabrina sintió un poderoso aire caliente que la hizo gritar por un ardor muy fuerte.

Mientras caía, sacó una daga que lanzó al cielo.

Esperaba usar Geo Traslado, pero una de las aves se estrelló contra la daga que se incendió impidiendo poder activar el hechizo.

La ilusionista rodó en el hielo, pero antes de caer al vacío, con su espada se sujetó a la estructura.

Por su lado, Samanth saltó para caer sobre Sabrina haciendo que suelte su arma y caigan al suelo.

Sin embargo, cuando Samantha despertó, vio que seguía sobre el domo y Sabrina logró huir usando sus alas para dejar su espada incrustada.

Esto parecía un Deja vú, pero no lo era, todo esto era obra de su relicario.

Todos los relicarios permitían hacer que el usuario tuviera visiones de lo que pasará en el futuro, pero solo en un lapso de cinco minutos.

Solo por eso se salvó de una muerte segura.

Al ver a su objetivo alejarse, Samantha disparó miles de cuchillas hechas de viento bendito que chocó con Sabrina al darse la vuelta par usar Mime Work, pero quedó atónita cuando recibió un corte.

Si no hubiera endurecido su abdomen con Force, pudo haber acabada partida por la mitad, aún así, se le fue el aire y cayó entre miles de árboles.

De pronto, en el cielo apareció  una estatua de hielo de una mujer, que al abrir la boca, escupió miles de fuertes vientos que iban concentrados hacia la ilusionista.

Sin poder moverse, Sabrina acabó recibiendo el ataque de lleno acabando inconsciente y con los ojos en blanco.

En ese instante, la cabeza de Sabrina le daba vueltas y debido a que se deconcentró, vio la ilusión de un dia soleado desvanecerse.

《Perdóname, Jeff, no soy tan fuerte como pensabas》

《"¿Qué pasa, ama Sabrina? ¿se dará vencida? si necesita de ayuda, déjeme curarla"》—De inmediato, Sabrina volvió a respirar profundo y se levantó de golpe sintiéndose plena.

Al ver su abdomen, no percibió la espantosa herida que observó en el aire.

Estaba segura de que incluso vio sus tripas, pero, no comprendía nada, no sabía usar magia de sanción, así que no pudo ser ella misma, aún así, se alegró de poder seguir en combate.

De pronto, el rey hongo y su espadachín bajaron para presentarse ante Sabrina.

—Huhuhu, una ilusionista, perfecta para mi colección —dijo el rey con un tono que llenaba de asco a la chica ilusionista, quien se dio cuenta de que su cuerpo seguía dolorido.

—Tú, no me has vencido. Adivino, usas una habilidad de control mental en ella.

—Jijiji, así es. ¡Samantha!

—Si, rey —Dio un paso al frente y tras sacar una botella de cerámica, roció su contenido en su espada que se prendió en fuego, lo que agregó fue agua bendita.

—Acabala.

Sabrina estaba por volver a usar magia de ilusión, pero tras analizar sus protecciones santas, entendió que estaba en jaque.

Así que solo retrocedía mientras su rival se le acercaba, hasta que se lanzó para dar una estocada que destrozó a Sabrina, quien se volvió humo.

Samantha abrió los ojos ante lo que dedujo que fue una ilusión. 

Pensó que había regresado al domo por su espada, pero de la nada, una intensa luz desde arriba acabó cegándola.

De pronto, al sentir su potente calor hacerse más intenso, solo atinó a lanzar un tajo al cielo para sentir su espada chocar con una enorme masa que trataba de impulsar.

Desde arriba, Sabrina usó Bomba Solar y con todas sus fuerzas, trataba de empujar su ataque al suelo.

Este tremendo choque hizo emerger ondas expansivas tan potentes que se expandieron por toda la isla destruyendo a los Desterrados de bajo nivel que llegaron a la isla. 

El rey hongo, al ver esto, asustado, salió corriendo.

Esperaba que no le hicieran nada, no le importaba lo que les sucediera a las chicas, solo pensaba en sobrevivir.

Mientras tanto, la tierra  bajo Samantha se hundía por el peso del pesado golpe.

Tensó su cuerpo y chocó sus dientes  ante sus fuerzas que se desvanecían.

—¡No perderé, por el rey!  

—¡Qué lame botas eres cazadora, pero..
! —Sabrina con sus manos adoloridas, las separó de la esfera para dar patadas consecutivas mientras creaba una esfera invisible con sus manos cargada con un hechizo que era debil, pero sentía que resultaría util.

》¡Creo que debo despertarte! —Colocó la esfera en una flecha invisible, activó su Forma Bendita y disparó contra la Bomba Solar, que fue atravesada por el hechizo, hasta llegar a chocar con la cabeza de la cazadora.

Samantha no evitó que sus ojos se abrieran ante los recuerdos de toda su vida.

—Lo-lo recuerdo todo —murmuró con la imagen más vívida en su mente de por qué entró a ser una Cazadora de Brujas.

("Hace años, Samantha era una policía de Lemurite, tras encontrar  a su compañero mutilado, buscó al culpable, hasta que dio con una aldea en lo más profundo del bosque, ahí, apareció un hombre lobo que la dejó entre la vida y la muerte, después de eso, el Maestro de Cruces la encontró para curarla y una vez recuperada, se le permitió volverse una Cazadora.

Desde entonces, buscó al mago que mató a su compañero y lo logró. Ese caso lo cerró acabando con el criminal y al final recibió la espada que portaba como un regalo de los ángeles.

 Después de ello, prometió proteger a los inocentes de las criaturas que amenazaran con destruir la vida. Un dia, mientras investigaba las misteriosas desapariciones de mujeres en un muelle, acabó encontrando al rey hongo.

Le habían dicho que los Desterrados no existían, pero acabó descubriendo que esos mitos eran reales. Esa batalla la acabó ganando, pero el rey hongo lanzó unas esporas a sus heridas, acabando por controlarla")

Sin embargo,  ahora, mientras luchaba por su vida, la imagen de su mejor amigo y compañero de patrulla la alentaba a recordar por quienes luchaba.

En ese instante, varias heridas se crearon en su cuerpo y por medio de estas, las esporas salieron para quemarse por la energía santa del ambiente.

》No soy una sirvienta de los Desterrados, soy una Cazadora de Brujas. ¡Soy una quemadora!  —gritó aguantando el dolor con emoción.

De pronto, la esfera se dividió en millones. Samantha quedó maravillada por las estrellas que flotaban en la tierra.

Aun así, su cuerpo le pedía ponerse en posición, así que, mientras las esferas caían, comenzó a cortar lo más rápido que podía, pero eran tan rápidas, que algunas rozaban su cuerpo, causando quemaduras.

Hasta que las que quedaron, se juntaron en una enorme que le estuvo por dar en la cara, pero interpuso la espada que estaba pegada a su nariz.

Una gran explosión se creó por todos lados deborando una parte del bosque, no destruyó la isla, pero acabó creando un desierto donde cayeron dos cuerpos.

Sabrina, con heridas y agotada, se ponía de pie mientras reía, por un momento creyó que moriría, pero seguía viva.

Por otro lado, Samantha se puso de pie rápido, causando un leve mareo, se alegró de seguir viva, hasta que observó su relicario, este estaba partido a la mitad, no resistió ese potente golpe.

De repente, sus ojos se centraron en Sabrina, quien se tambaleaba con una mirada somnolienta.

》Bruja, yo te dije mi nombre, dime el tuyo.

—Hehe, mi nombre es Sabrina Shetza —Con tambaleos, hizo una reverancia. Ese apellido hizo que Samantha abriera los ojos de asombro.

—¿Shetza? en los libros del templo de los ángeles de la guarda hablan de ese clan ilusionista. Dice que son magos muy astutos y fuertes en imaginación, fingen ser idiotas, pero son más ratas que cualquier ilusionista, ¿eso es verdad?

—No entiendo de lo que hablas, no sabía que existía un libro sobre mi familia, es alagador —Limpió su ropa.

Samantha solo asintió, tiró su relicario al suelo y levantó sus manos como si sujetase una espada. 

—Te agradezco, olvidé quien era, pero no esperaba que un soldado enemigo me ayudase —Su mirada se afiló mientras sujetaba con fuerza su espada de viento.

Un sentimiento de agradecimiento, que chocaba con el pensamiento de que Sabrina era su enemigo, ponía en conflicto sus pensamientos.

—Pues, lo mejor de la vida y las peliculas son los giros de trama.

》Después de todo, el enemigo de mi enemigo es mi enemigo —Sintiendo frio, Sabrina creó en una mano una estrella ninja que solo ella podía ver, uno de sus ojos explotó haciendo que cierre ese párpado.

Samantha quedó sorprendida por que Sabrina aguantaba el dolor con esa burlona sonrisa.

—¿Estás segura de que así iba ese dicho? —Arqueó una ceja sabiendo que así no iba ese dicho.

—Si, eso creo, ¿o es una mentira? —Vaciló con una mirada inocente, oero una sonrisa lasciva.

Cara a cara, Sabrina le lanzó la estrella y ella se agachó para girar y dar un tajo hacia atrás cortándole la cabeza al rey hongo.

Este último fue víctima de la ilusión de Sabrina para que se quede quieto. La cazadora presenció sorprendida como ese ser se volvió sal para salir volando.

Su pesadilla se acabó, ya estaba libre y eso la hizo llorar de felicidad, no esperaba que su rival la ayudase.

Ya calmada, con los hombros caidos, se dio la vuelta para ver a Sabrina caer de cara contra la arena.

Fue por ella, le revisó los signos vitales, pero lamentablemente, su corazón dejó de latir. 

—¡Sabrina-san! ¡No puedes irte, debes ayudar a tu gente! 

—Humana, deja a mi hermana, da unos pasos atrás —Frente a Samantha apareció una albina con máscarilla, quien no parecía afectada por la muerte de su hermana.

Samantha se alejó del cádaver para observar a Metatrón, quien juntó sus manos y cerró los ojos.

Un susurro en un lenguaje extraño salió de su máscarilla, estuvo así por unos segundos, hasta que abrió los ojos  y sus palmas comenzaron a brillar.

Levantó una mano mientras gritaba: "¡Alabanza de la gula!" y de su mano salió un enorme cuervo hecho de fuego blanco que pegó un grito.

Era hermoso, bajó en picada chocando con el cuerpo de Sabrina generando que sea encerrada en una burbuja de fuego. Samantha quería intevenir, pero algo en su interior le pidió mantenerse alejada.

De inmediato, una extraña energía negra comenzó a salir de Sabrina emitiendo un chillido estremecedor. 

—¿Que es eso?

—Es un tercio del contrato de Darkson con Necros.

》Perdió la batalla con mi madre, así que el contrato quedó en blanco sin ningún usuario, hasta que entró en Sabrina.

》Sin embargo, como ha quedado sin vida, el contrato se destruirá —A la vez que hablaba, la energía oscura se deshizo.

La burbuja se fue y Sabrina cayó al suelo tosiendo. Samantha se acercó, pero a la vez, Metatrón desapareció dejándolas perplejas.

En otro lugar, dentro de un domo, se escuchaban explosiones. Amelie llegó a su límite mágico demasiado rápido cuando su rival le robó el tacto y le hizo arder el cuerpo con un calor infernal.

Amelie esquivaba puñetazos, hasta que en medio de la batalla, un trueno cayó del cielo haciendo a ambos luchadores caer hacia atrás.

De entre el polvo que se levantaba, salió Simón, quien le sonreía a Amelie de forma perversa, levantó una mano y el collar de Amelie, junto a su anillo se esfumaron.

No entendía que pasaba, hasta que divisó sus objetos en la mano del mago traidor, quien salió de ahí con un salto.

Amelie lo quería seguir, pero su rival se lanzó contra ella. Fue tan rápido, que solo le dio tiempo de usar Speed para relentizarlo, pero no tenía tiempo de esquivar el puñetazo a la cara.

Sentía su cuerpo en un límite lleno de emoción por saber que pasaría y si moriría.

—¡Domingo!

De la nada, el mago del tacto se incendió en llamas que absorvieron el fragmento de alma.

Este salió del cuerpo de la clon para comenzar a ser consumido mientras veía a Amelie atónita con  ojos abiertos.

La maga no comprendía qué pasaba, pero agradecía a los dioses por ese milagro que hizo temblar al traidor.

No obstante, no fue lo que lo hizo temblar de miedo, sino, la figura que volaba con alas de ángel sobre Amelie.

Metatrón levantó una mano para apuntarle con una pistola simulada con sus dedos.

Esa figura le recordó a Layla, aquella maga dejó una marca en su alma que no se borraba, pero sí eliminaba toda su valentía.

—N-no, t-tu estás sellada, no, no, ¡no!  no puedes estar libre. ¡Aléjate! ¡Layla Slaider!

—No soy Layla —Disparó y el alma acabó destruyéndose. Lo último que escuchó el mago fue el nombre de su asesina—. Soy Metatrón Slaider.

Amelie vio hacia atrás, pero ya no encontró a nadie, le pareció escuchar una voz entre el escenario destrozado.

Toda la zona tenia fuego y cráteres, al igual que un olor para quemado.

Con la respiración agitada, solo deshizo el domo para irse.

Esperaba encontrar encontrar Sabrina a salvo, pero al llegar, vio con odio a Simón sujetar a Sabrina, quien forcejaba.

Fue de frente para ayudar a Samantha, quien trataba de darle a Simón, pero se movía tan rápido con su magia de trueno, que se largó de ahí antes de ser impactado por las espadas.

Con esto, Amelie cayó de rrodillas y Samantha se paró a su lado. Ambas, aunque de diferentes mundos, no evitaron mostrarse tristes he impotentes.

Ganaron, pero perdieron a una amiga.

—Sabrina-chan, te prometo salvarte.

—El enemigo de mi enemigo es mi amigo, así dijo alguien hace muchos años.

》Los Desterrados me dañaron, me salvaste, ahora, es mi turno de regresar el favor.

Fin del capitulo 000.6-V...