En la playa, más orcas de las que habían llegado emergieron deblos cortes limpios de Rehing en contra de sus atacantes, quienes surgieron en un ejército qe lo tenían con la espalda contra una roca.

—Esto debe ser una broma —exclamó horrorizado, se puso en posición  de defensiva con las espadas en horizontal.

La única oportunidad que tendría sería su bendición, pero si sus espadas  no pudieron hacerles algo, no creía que eso funcionase.

—¡Rehing! —Corrió para llegar con el ejército de orcas, Némesis se encontró cara a cara con treinta de esas cosas que lo vieron y se lanzaron contra él.

Rehing se alarmó, solo pudo gritar sin saber que hacer para que huyera, pero Némesis les sonrió.

Levantó las manos para crear un campo gravitatorio pesado sobre ellos obligándolos ha caer al suelo con ansias de comerlos.

Una vez que los tuvo quietos, con sus dedos creó un círculo en el aire para crear el ataque de antes.

Una potente llamarada salió fulminando a sus rivales que gritaban por el dolor que sentían por dos ataques.

》¡Rehing! ¡ahora puedes matarlos! —gritó con desespero, no aguantaría mucho.

Sintió como su cabeza le daba vueltas y su cuerpo se calentaba.

—¡Esta bien! —Tomó sus espadas y activó su bendición—. ¡Vamos con Todo!

Giró su cuerpo haciendo que su sello se activara dándole una energía pura y blanca que se extendía hasta sus sables.

A medida qe giraba, se liberó un humo blanco que salía volando en miles de cuchillas de aroma santo.

Era una niebla tan densa que decapitó a tidos los enemigos, no solo eso, todos acabaron en pequeños trozos de carne.

Los pedazos que caían se insineraban antes de tocar el suelo sin dejar posibilidades de regeneración.

Rehing, con el cuerpo caliente y muy adolorido, bajó al suelo ya calmado.

Por un momento pensó que todos los pedazos se desintegrarian, pero algo llamó su atención.

Sus ojos se abrieron cuando una cabeza de orca flotó frente a ellos dos.  Temblaba y tras abrir la boca, un chillido salió estremecieron a los dos chicos.

Todos los pedazos empezaron a temblar y a volar hacia la cabeza para cubrirla como si fueran una especie de  sustancia pegajosa.

El efecto de la purificación se desvaneció para dar paso a una regeneración colosal.

La masa se elevó he incrementó su tamaño para tomar forma de una enorme ballena con brazos y varios cañones en su cuerpo.

Cayó al suelo causando un temblor. Los dos magos usaron Speed para alejarse lo más que podían, pero al estar en sus límites, sus piernas se rindieron.

Cayeron rendidos lejos del  rival que se arrastraba, con unas manos y brazos de hombre, con una velocidad impresionante en dirección al monasterio.

Disparó un potente chorro de agua de sus cañones  hacia una montaña destruyendo todo a su paso.

—No puede ser, detuvo la bendición —Rehing se levantó con pánico.

Golpeó el suelo con su pie al sentir que su esfuerzo fue en vano.

—Y se hizo más grande. ¿cómo lo detendremos ahora?

—No lo sé. Ya usé mi bendición, tendré que esperar, estoy muy cansado.

—Entonces, tendré que detenerlo mientras tú recargas —Némesis activó Speed para irse rápido.

—¡Espera! Ugh —Rehing trató de detenerlo, pero no lo consiguió. Sacó sus alas y se fue volando lo más rápido que pudo.

Una vez en el cielo, pudo ver como la orca se movía rápido, sin embargo, por un momento se detuvo.

Desde una distancia no muy corta, Némesis usó el aumento de gravedad logrando impactar a la bestia contra el suelo haciendo que la tierra tiemble.

《Sin duda, será complicado》—Pensó Rehing.

Puso sus manos a los lados haciendo que grandes vórtices azules  se crearan y le permitieran absorber energía.

Pudo ver como una gran cantidad de maná era jalado hacia su interior haciéndolo sentirse más energizado, pero también adolorido.

Sus músculos le dolían y su energía se posicionó en el cuello.

Desactivó Drenaje para colocar las  manos en su pecho y usar su magia forja para volverse una bomba atómica.

Sus alas lo envolvieron formando una burbuja blanca que cayó hacia su objetivo. Era como ver una estrella fugaz cayendo.

El Desterrado intentaba liberarse de la enorme presión que mantenía su vientre contra el suelo, pero Némesis aumentó tanto la gravedad que su cuerpo comenzaba a sangrar.

Al no ser una magia propia o indicada, el cuerpo de Némesis podría sufrir graves consecuencias como la muerte.

La bestia forcejeaba, hasta que al final, liberó su cola y golpeó el suelo para hacer temblar la tierra.

El mago cayó por sus adoloridas piernas. La sensación era infernal, pero al tener un esqueleto más fuerte que el de un humano normal, podía resitirlo.

Cuando alzó la cabeza, vio como la criatura se movía rápido, era tan veloz que estaba por llegar al centro de la enorme isla.

Némesis logró percatarse de solo una oportunidad.

—Quimera: Magnamisil.

Con la activación del hechizo, su cuerpo brilló. De sus manos salieron varias esferas de luz amarilla que cayeron como lluvia sobre el cuerpo de su rival.

Los proyectiles, junto a Rehing, cayeron sobre la bestia que intentó usar sus cañones, pero ya era tarde. Rehing lo atravesó y detonó su cuerpo.

Todo este poder creó una explosión que dejó salir una onda expansiva capaz de arrazar con los árboles, lanzó a Némesis lejos y el mar se retiró tanto que regresó en forma de una ola gigante.

La atmósfera, de la zona donde cayó Rehing, estaba cubierta de mucho humo y tierra que caía del cielo.

Uno pensaría que no quedaría nada en el lugar más que un olor a quemado y el agua salada que cubriéndolo todo.

No obstante, una tos se escuchó por el vacío dando la señal sobre un sobreviviente del acontecimiento.

De entre los escombros salió un brazo totalmente carbonizado, la piel estaba quemada y se podía ver sus huesos.

Dirigió los dedos hacia a bajo, de estos salieron hilos de humo plateado.

◇◇◇

1:55 AM

En el valle, una neblina verde que podría todo a su paso emergió delos árboles. Justin y Friestown se tensaron y no bajaron la guardia ante un enorme pitbull negro con cuerpo robusto de caballo que se lanzó contra ellos con una mirada asesina.

Friestown sacó su espada y cargó contra su enemigo. No obstante, la bestia estiró su cuello y abrió su boca.

Ante esto, el cazador activó su marca para usar su Forma Bendita y así esquivar a la derecha y dar varios ortes que su rival esquivaba pesadamente, pero atacaba de regreso de forma inmediata.

Dúo, Speed

Friestown se dividió  en dos personas con armas diferentes.

Uno de los Friestown tenía dos pistolas y el otro una espada.

Su versión pistolero disparó una ráfaga de balas directo a la cabeza del animal, quien avanzaba son tener éxito en evitar.

Mientras tanto, el espadachín se movía tan rápido que todo era lento para su ser.

Fue hasta el cuello y de un tajo, quiso acabar con la pelea, pero era muy grueso.

Parecía tener el ancho de un tronco. Aún así, la espada se deslizaba lentamente haciéndolo forzar de más sus brazos.

Friestown gritaba de angustia, a su mente vino la vez que vio a su hermano mayor cortar árboles como si fueran mantequilla.

Su técnica parecía ser fácil, pero en el interior sabía que era muy difícil.

Aumentó  su velocidad  para cortarlo verticalmente impulsando con toda su fuerza, hasta que logró hacerlo.

Su estado físico manifestaba cansancio, las partes de su rostro que fueron tocadas por la baba del Desterrado se volvían moradas.

La punta de su espada cayó al césped y el sonido de algo golpeando el suelo lo hizo aliviarse.

La batalla fue cansada, el ambiente estaba invadido de un gas tóxico que lo estaba envenenando desde el comienzo del conflicto.

Justin estaba acostado viendo todo desde lejos, pero de pronto, sus ojos se abrieron ante más neblina verde que salía de la boca del Desterrado que se mantenía abierta. 

Le gritó a su compañero que se aleje de ahí, hizo brillar sus manos y las juntó para que una vaina gigante se trague la cabeza para que el gas no se esparsa.

—¿Que es esta cosa? —Friestown tosía—. Por alguna razón me siento más débil.

—No lo sé —Fue hacia él—. Parece ser una especie de neblina que le quita la energía vital a cualquier ser vivo.

》 Las plantas están muy marchitas y la tierra se esta volviendo infértil —Miraba preocupado su alrededor.

—Un momento —Friestown se fijó en el cuerpo del Desterrado que seguía de pie sin desaparecer—. ¿No debería hacerse sal o lo que sea? —Estaba asustado.

—Por su puesto. La zona que cortaste sigue emanando un brillo blanco como la cabeza que debería destruirse.

En ese instante, el cuerpo dio pasos lentos haciéndolos abrir sus ojos y estar alertas. De la nada, la vaina explotó liberando una enorme nube verde que se expandió por todo el valle.

La cabeza voló hacia su cuerpo preparándose y transformando sus patas por las de una araña y la cabeza de perro se dividió en tres.

Parecía ser una monstruosa criatura con cuerpo de caballo, patas de araña y tres cabezas de perro pitbull junto a unos  largos cuellos reptilianos.

Ante lo ocurrido, los dos hechiceros se levantaron adoloridos, sintieron como una extraña lluvia caía y un aullido los hizo taparse los oídos por el estrillante sonido que los hacía alucinar.

Toda la neblina parecía haberse teñido de rojo y la lluvia se volvió negra. Justin le dijo a Friestown que debían usar Silver Swing para no ser afectados.

Usaron sus alas para salir de la neblina. Una vez en el cielo, presenciaron como tres cabezas los seguían.

Por lo cual, Friestown hizo sus manos arder en llamas para darle un potente golpe a uno.

Justin usó guantes de roca para cortarle la cabeza a otro y encerrándolo en una burbuja, y el último, que seguía al mago cazador, terminó con la parte superior de su cabeza cortada por la espada de Friestown.

Los dos volaron lejos viendo que todo estaba cubierto de un humo verde, sentían que sus cuerpos se recuperaban conforme volaban más alto.

—¿Cómo podremos vencerlo? —preguntó Justin.

—No tengo idea, pero creo que ya se como funcionan sus poderes.

》Este humo no solo pudre y marchita las plantas, es tan tóxico que nos baja las defensas destruyendonos por dentro.

》Además, lo alimenta permitiéndole causar una contaminación tan grande que las bendiciones no funcionan

》Tendremos que matarlo en un lugar donde no haya, ¡allí!

Friestown señaló un pequeño bosque que estaba intacto, no tenía ni una porción de esa neblina.

》Tengo un plan. Distraelo mientras recargo poder para acabarlo —Justin voló hacia allá.

—¡Claro, no te preocupes! —Friestown hizo que su cuerpo ardiera en llamas.

Su atención pudo percatarse de una sombra negra moviéndose por debajo de él como si lo estuviera buscando.

Así que solo susurró preguntándose si esa neblina era inflamable o no.

Desapareció sus alas y cayó en picada a la niebla que, con entrar en contacto con su piel, todo se prendió en fuego.

La explosión creó un mar de llamas que devastó una gran parte del valle.

El Desterrado corrió rápido y sus tres bocas quisieron devorar a Friestown, pero ninguna lo consiguió.

Friestown estaba dentro de una burbuja de color blanco que tenía la misma dureza de una perla, impidiendo que el mago sea engullido.

Todas las llamas quemaban al poderoso Desterrado, pero no mostraba molestias ante esto.

Sus rostros se mostraban carbonizados, pero no parecía tomarle importancia, solo estrellaba su cabeza contra la perla queriendo destruirla. En un hábitat lleno de fuego, parecía el infierno.

《Lo siento, chicos...siento que les fallé. Mi bendición se activó consiguiendo salvarme, pero siento que mi cuerpo se quemó con la explosión, no pienso que pueda salvarme. Perdona, hermano Percy, perdona, hermano, Nicolás》

—¡Oye! —La voz gruesa de un hombre hizo que Friestown abriera los ojos llorozos para observar a un inmenso elefante chocar con el Desterrado para taclearlo y empujarlo contra las llamas.

De esta forma, Friestown salió de la perla para apreciar a su hermano Percy a lo lejos observándolo con enojo como siempre, pero ya no era de decepción, sino de determinación.

—¿Percy? —murmuró el joven cazador.

—Si quieres demostrarme que vales la pena entrenar, entonces, ¡sobrevive a esta guerra como un hombre cazador! —Percy vio a la derecha ante unas explosiones y gritos pidiendo su apoyo, así que se fue de allí. Esto hizo ver a Friestown que todos estaban ocupados, así que si no hacía su parte, alguien podría salir herido.

—¡Mi hermano tiene razón! ¡un cazador no descansa hasta que la muerte lo abraza y nunca agacha la mirada ante su presa! —Dio un  grito desgarrándose el alma.

El deseo de cumplir con las esperanzas de sus hermanos elevó su voluntad, causando que una onda de energía balnca saliera de él para purificar por un momento el lugar. 

Friestown se puso de pie, sacó su látigo y lo usó haciéndolo girar en el aire, luego, con el amarró los cuellos de la bestia.

Speed

El cazador fue corriendo ha toda prisa hacía el bosque, donde Justin conjuró un girasol gigantesco que reunia energía preparando su ataque.

—¡Rápido Fries! —gritó desde la cima del girasol muy desesperado.

Friestown iba a toda velocidad. Él Desterrado quiso detenerlo usando sus patas de araña como anclas, pero solo lo hizo ir un poco lento.

Las cabezas escupían balas de veneno que chocaban con la espalda del cazador derritiendo su ropa y dejaba roja su piel.

Friestown sentía como su cabeza le daba vueltas.

Dúo

Para disminuirlo, hizo que un clon suyo saliera, y de un espadazo, le cortó las patas izquierdas al monstruo haciendo que arrastre las otras dos patas.

A la distancia, divisó la gigantesca flor que estaba por disparar.

Por lo cual, Friestown impulsó su látigo haciéndolo volar al cielo, donde recibió el poderoso ataque destruyendo al Desterrado por completo.

Parecía que lo mataron, pero de las tres gigantescas cabezas, salió una explosión que expandió una nube de humo.

Contaminó todo a su paso, haciando que Friestown y Justin volvieran ha enfermar.

De la cabeza que quedó, salió un nuevo cuerpo, dándole la forma de una gran serpiente con brazos humanoides y una cabeza de perro demoníaco.

Les dio una sonrisa perturbadora, de su espiráculo salía una lluvia venenosa que Justin intentó esquivarlo sin tener éxito.

Quería huir, pero al percatarse de que Friestown estaba desmayado, corrió hacia él para cargarlo. No obstante, en ese momento, su instinto de Rey Mago se activó haciéndolo lanzarlo a un lado.

Esto lo hizo para evitar que fuera atravesado por la cola de esa serpiente como le acabó pasando..

La afilada cola le atravesó el pecho haciendo que caiga de rodillas, y al final lo terminara lanzando hacia un lado.

Friestown, despertó y presenció dicho suceso sin saber que hacer, estaba en shock. Al levantarse temblando, quiso usar sus hechizos, pero ninguno se activaba por su miedo.

Sus manos mostraban manchas moradas como el resto de su ser, incluso sus ojos no los podía abrir mucho.

Al no poder ver, la cola de la serpiente lo lanzó contra el suelo haciéndolo crear un cráter.

Justin abrió sus ojos para encontrarse con una niebla verde que no le permitía moverse, apenas podía levantar un dedo.

Las manchas moradas invadían su cuerpo empeorando su salud, se quejaba mucho al no poder ser útil en esta misión. Moriría en cualquier momento y no sabía que hacer, su mente estaba en blanco.

En un santiamén, un aroma diferente al que se encontraba en el ambiente llamó su atención.

Dirigió su mirada hacia una pequeña flor de lavanda, parecía estar a punto de destruirse, pero antes estaba liberando un fuerte aroma, este aroma le recordó al de Roman, recordarla hizo que tuviera una extraña visión de ella creando un pequeño jardín de flores blancas.

— ¡Ah!, claro, el hechizo de florecimiento instantáneo, gracias Roman, me has salvado —Abrió los ojos con emoción.

Tocó su cuello activando su Forma Bendita, y con sus manos, intentaba crear más plantas, pero era en vano.

La tierra era solo ceniza sin posibilidades de crear nueva vida.

Estaba desesperado, hasta que escuchó el sonido de algo cortando un pedazo de carne.

Al voltear, se percató de Friestown, él solo se apoyaba en su espada tras cortarle la cola a esa bestia que chillaba como un cerdo herido.

—¡Justin!  ¡usa tu sangre! —dijo antes de toser y escupir sangre.

Con una velocidad sobre humana, se alejó atrayendo hacia él al Desterrado.

—¿Mi sangre? —susurró.

Vio como su cuerpo estaba cubierto por heridas que ni sentia, esto talvez se debía al estado de su cuerpo por la neblina y él veneno.

Puso un poco de su sangre en sus manos, presionó fuerte y concentrando todo su poder, para luego ver como apareció una semilla.

La plantó en el suelo antes de perder la conciencia.

Bosque Dormitorio

La situación no era favorable. Justin quedó inconsciente en el suelo y  Friestown había forzado tanto sus brazos, que una sensación de desgarro en sus hombros lo hicieron pensar en que los perdería. Sin embargo, al final, solo comenzó a escupir sangre y a convulsionar.

Cayó de rodillas para que el Desterrado abriera sus fauces y lo devorara.

Todo se cubrió con un silencio perturbador. La neblina parecía reconfortar al Desterrado, pero algo lo hizo sentirse extraño.

Vio que el inexistente prado se convirtió en un abundante campo de flores y pasto blanco que dejaba salir un aroma purificador como a iglesia. Disipaba la neblina dejando ver un nuevo prado lleno de árboles y plantas, además de mariposas.

Un sentimiento extraño comenzaba ha alterarlo.

De inmediato, una cuchilla atravesó el vientre de la enorme serpiente. Se abrió una ranura considerable por donde Friestown salió agitado y con enojo evidente en su mirada.

Del otro lado, Justin respiró hondo poniendo sus manos en el suelo para levantarse y agradeciendo por su técnica, fue hacia su rival para el último combate.

Los dos vieron a la serpiente, con manos, golpear el suelo de forma frenética, manifestando hostilidad.

—Debemos atacar como hicimos la primera vez —Sugirió Justin.

—Eso lo entiendo, ¿pero como nos curamos? —Friestown arqueó una ceja ante su confusión.

—Es un hechizo agronomo. Permite hacer que un tipo de planta cubra todo un prado.

》En este caso, una planta capaz de purificar el ambiente y sanar heridas.

—Muy bien, eso me gusta —Conjuró dos pistolas.

El Desterrado estaba enfurecido, la herida que Friestown le hizo no se curó, para él era una atrocidad que debían pagar con sus vidas.

Fue contra ellos en su forma de caballo con cabeza de perro, pero en plena carrera, fue sujetado por miles de cadenas y un árbol lo atravesó desde abajo.

Intentó usar su neblina, sin embargo, no servía. La pureza del lugar era tan grande, que esta vez, su poder no lo salvaría, por lo tanto, concentró una gran cantidad de baba en su boca, luego, disparó varios chorros que se dirigían a Friestown.

Él apenas podía mantenerse en pie, pero solo respiró hondo antes de forzarse ha usar un movimiento que podría costarle la vida en su estado.

Tri-ataque

Su cuerpo vibraba. Los proyectiles de saliba estaban por tocarlo, pero el levantó sus pistolas y disparó ha una velocidad impresionante logrando destruir dichas munisiones.

Mientras tanto, otro él fue con una espada consiguiendo cortarle la cabeza y con dificultad, la cortó en cuatro partes.

Un tercero saltó con un enorme mazo que impulsó con lo que le quedaba de fuerza.

Destruyó tanto el árbol, como su cuerpo, causando una explosión que levantó tierra. Pensaron que perderían otra vez, hasta que un olor a sal calmó sus cuerpos.

El ambiente puro desapareció al igual que su salud ha causa del veneno.

— Lo acabamos....de verdad —Justin se tambaleaba, sus heridas volvían a manifestarse, al igual que las manchas del veneno que hacían sus ojos sangrar.

Lo mismo le pasaba a Friestown, quién ya no podía activar su bendición para salvarse. Fueron tales sus esfuerzos físicos, que ya no daban más y terminaron en el suelo viéndose con una sonrisa.

— Si...conseguimos ganar, solo debíamos tener fé en que lo conseguiríamos. Los Reyes Magos no-se-rinden —murmuró Friestown, quien pensaba en reencarnar como un ave y volar a un lugar lejos de todo ese caos.

Juntos, se quedaron inmóviles, pero de la nada, fueron arrasados por una onda expansiva que los lanzó por todo el valle sanándolos y volviéndolos a la vida, pero al caer sobre unos troncos, perdieron la posibilidad de despertar en un buen rato. 

Fin del capítulo 000.6-IV...