11: 34 PM

Dentro de una cueva iluminada por una bola de luz  blanca sobre un lago, la abuela estaba llevando a cabo el último paso en el entrenamiento de los nuevos Reyes magos. Tras culminado el trabajo de Jeff, Percy y Maya fueron llamados por sus respectivos Talismanes para poder enviarlos a patrullar la isla. Debido a ello, Mandarina decidió tomar el mando en el último punto.

Es por esto que llevó a los jóvenes a una cueva donde se encontraba un lago de aguas cristalinas que les daría sus bendiciones. Les explicó que en medio de la cueva había una laguna de agua bendita donde debían de sumergirse para obtener la marca bendita que solo se les da a los de rango hechicero.

Juntas, Amelie, Emperatriz y Sabrina, se adentraron hasta el fondo de la laguna consiguiendo entrar para salir con una sensación de paz que se extendió por todo su cuerpo, con la ropa mojada, solo la dragona y la ilusionista temblaban, pero a Amelie no le afectaba por ser una hechicera del hielo. Mientras se acercaban a los demás, en sus cuellos, del lado izquierdo, aparecieron unos tatuajes extraños.

Estos eran aros bñancos que dentro tenian las imagenes de una estrella de cuatro aspas, un dragón alargado y un copo de nieve, los tras tres figuras eran blancas como los aros y desprendieron una luz del mismo color por unos segundos. Al tocar su tatuaje, Sabrina quedó sorprendida, había visto una marca similar en Maya, pero este eran un aro y dos alas de ángel.

—Ahora, chicas, estas marcas les permitirán activar una transformación llamada, Modo Bendito, capaz de cubrir todos sus poderes y armas con energía bendita —explicó la abuela, quien les tocó la frente a una por una, esto era para enlazar las marcas con sus emociones—.  Con esta serán capaces  de matar Desterrados, impidiendo que revivan. Pueden potenciarla con voluntad fuerte.

Tras su explicación, los chicos pasaron al interior del lago, pero a diferencia de las chicas, los muchachos tomaron impulso para dar los saltos más fuertes que pudieron para dar balas de cañón quelevantaron el agua causando que las chicas casi vuelvan a mojarse, por suerte, la abuela chasqueó generando una barrera que las protegió. Mientras Sabrina y Emperatríz les gritaban que tuvieran más cuidado, la abuelo no evitó sonreír ante estas actitudes que le recordaban los viejos tiempos.

《Han pasado muchos años desde que ví a unos magos muy motivados, es bonito ver ese entusiasmo, verlo me ha hecho el día》

No pasó ni un minuto hasta que los chicos emergieron jugando en el agua. Justin comenzó a salpicar a Friestown y él al mago forestal, Rehing nadaba de espaldas y mientras tanto, Némesis y Simón se apresuraron en salir nadando, pero a medida se acercaban, las mujeres entrecerraron los ojos ante algo inusual. Del cuello de Simón no energía una luz blanca, sino, una luz morada.

Por la vista aguda de Emperatriz, vio que le apareció unas extrañas palabras talladas en su piel de donde salía un líquido negro que decía:"Traidor" con los ojos abiertos y con una angustia que tensó su cuerpo, la dragona puso un pie frente a otro para tomar impulso y de una patada, acabar con Simón, pero él  lo esquivó usando magia trueno como ella al ir hacia la derecha.

Simón cargó un potente rayo que estuvo por lanzar en un derechazo, pero tras escuchar un "click" su magia, como la de Emperatriz, fue desvanecida por el chasquido de la abuela, quien volvió a chasquear creando una barrera de energía verde sobre Simón, quien golpeaba con desesperación.

—La marca de la traición, la maldición más desagradable —comentó la abuela a medida que se acerca a como los demás. 

—Ustedes sí que son muy molestos. ¿A caso soy un traidor porque busco vengarme de quienes acabaron con quien quería?

》 ¿Porque solo busco la justicia para quienes murieron por culpa de unos hechiceros que juegan a ser súper héroes?

》Dime, Rehing, ¿a caso soy un traidor, por que  quiero ayudarlos desasiéndome de unos farsantes?

—¿Farsantes? —Sabrina estaba indignada—. Los Reyes Magos se arriesgan para mantener el equilibrio de este mundo.

》Porfavor, Sabrina, todo es una farsa para incubrir sus acciones reales, dejan morir a gente inocente como mi novia. Ella murió  en una misión, llamó a los Reyes Magos, pero no llegaron a tiempo. Si la hubieran acompañado, ella estaría conmigo —Simón bajó la mirada sin ganas de hablar en la cara, pero comenzó a reír y al ver a todos con una mirada psicópata, los demás se asquearon, era claro que no estaba bien—. Por cierto, yo fui quien envió a los Desterrados a la fiesta de María.

Sus palabras despertaron una furia que se manifestó en las caras de los magos como Justin, Rehing y Sabrina que también tensó a los demás. Sabrina apretó sus puños, quiso gritar, pero solo mostró sus dientes como una mirada afilada igual a la de su madre. 

—Abuela, ¿Podría anular la magia? —Sabrina dirigió su atención hacia ella, quien asintió, pero en ese instante, Simón rió más fuerte y dijo:

—¡Ahahahaha! Sabrina, ¿quieres golpearme? pero como lo vas a hacerlo si —Vio unas fresas aparecer detrás de los chicos—. Si después de todo, ustedes se van a dormir. 

Con esas últimas palabras, Justin logró ver las fresas, pero ya era tarde, estas explotaron liberando un extraño humo que los durmió de inmediato y anulando la magia de Mandarina, quien solo vio a Simón salir de ahí lo más rápido que pudo. Tras quedarse dormidos, pasaron unos minutos para que despierten.

Salieron de la cueva sin ver algún indicio de a donde pudo aver ido. Esto disgustaba a todos, pero más a Sabrina al saber lo que pasaría sino lo encontraban. 

—Esto no es bueno —murmuró la abuela, quien como los demás, estaba al tanto de lo que podría pasar—. Si logra escapar de la isla será el fin. Reyes Magos, separense y busquen en equipos de dos —Todos asintieron y fueron en equipos de dos a  recorrer la isla, solo Emperatriz se quedó con la abuela para que fueran juntas al bosque de la perdición a buscarlo.

En el monasterio, Maya abrió un portal con su starphone, le habían avisado de una misión de rescate en Galit. Un hechicero era perseguido por un Desterrado, así que debía partis ahora mismo, pero en ese instante, sintió una ráfaga de viento pasar a su lado, no le tomó importancia, así que siguió, pero al momento de llegar a las oscuras y frias calles del país europeo, sintió a alguien cerca, pero al no ver a nadie, solo lo ignoró riendo nerviosamente para irse.

◇◇◇

Los pasos de alguien corriendo hacian mucho eco por toda la fría ciudad. lo que debería ser una hora transitada por unos pocos, era un territorio desolado y más por las frias corrientes de invierno que permitían ver su aliento a medida que avanzaba aquel chico rubio con terror marcado en su rostro. Al regresar a casa, esperaba encontrar a su posible novia y a su hermana menor, pero ambas habían sido transformadas en estatuas.

Quiso pelear, pero al no ser un luchador, solo le quedó correr. Había estado corriendo desde la mañana y aunque sus piernas le pedían parar, concentraba todas sus fuerzas en las piernas esperando que no tropiece.

《Si me detengo moriré, ¡¿Dónde están?! Debí quedarme a salvarlas》

Pensaba con pánico, su cuerpo solo se mantenía corriendo.

Su instinto le ordenaba seguír ante unos ruidos que lo hicieron abrir más sus ojos. Si no fuera por las luces de los edificios y postes de luz, estaría más aterrado. De pronto, los postes explotaron haciendo que se detenga. SEe protegió de las chispas con sus brazos.

La oscuridad se apoderaba de la calle junto al frío que recorría todo su cuerpo.

Sentía como sus músculos se contraían y empezaba a temblar. Esta sensación le hizo recordar cuando fue secuestrado por un monstruo extraño hace años y su hermano, un Rey Mago. lo rescató.

—¡No me das miedo! ¡sal de ahí de una buena vez!, ¡cobarde! —Se puso firme y gritó guardando su miedo, se  obligaba a hablar para dejar a un lado todo el pavor que sentía.

De pronto, una risa oculta en medio de esa oscuridad lo rodeaba.

Dirigió su atención hacia todos lados sin tener éxito en encontrar a quien le pertenecía esa maliciosa risa que se hacía más fuerte y maniática.

En ese instante, presenció como una sombra extraña saltaba por los edificios como si estuviera bailando ballet. ¿Un Desterrado bailarina de ballet?

La luz de la luna lo hizo presenciar mejor a esa figura, era sin duda una silueta femenina, que con acrobacias, bajó y se posicionó en frente de él haciendo una reverencia.

—Qué pena,  me he divertido contigo, Yuri, pero todo lo bueno tiene su final.

》Serás una buena cena después de todo el ejercicio que me hiciste hacer —dijo Pesadilla con respiración agitada, pero no ocultaba su emoción, lo habia estado persiguiendo y fue algo que disfrutó, pero debía comer.

Yuri se preparó para defenderse, aunque ya no tenía fuerza, no se permitiría perder contra la oscura Inquisidora que se estaba haciendo visible por la luna

—Pesadilla, no puedes comerme, el Capa Sombría no lo permitirá.

—Uhm, Es verdad — Parecía sorprendida —. Pero, ¡¿qué me importa?!, solo te convertiré en uno de mis muñecos —Estiró sus brazos a los lados con una mirada maniática.

Leshute

De pronto, varios hilos morados salían de sus dedos, se elevaban al cielo antes de bajar velozmente hacia Yuri.

Él titiritero vio claramente como todas apuntaban a su corazón, pero trataban de darle indirectamente, por lo cual sacó un hilo atado a una aguja roja que temblaba.

Enfocado, lanzó el hilo como si de un látigo se tratase consiguiendo hacer que la aguja corte los hilos, pero debido ha estar concentrado en detectar los hilos, no se percató de un golpe fulminante a su abdomen.

Él dolor era tal que no podía emitir ruidos, solo abrir la boca y dejar que sus brazos bajen un poco. De repente, Yuri escupió sangre, pero forzándose a seguir, se mantuvo firme aunque le habían atravesado el estómago. Cuando la Inquisidora quiso dar otro golpe, Yuri usó Geo Traslado cambiando de lugar con una bomba de humo que explotó por el tremendo golpe de Pesadilla, quien tosió y no podía ver por donde la atacarían.

Aun así, se mantuvo tranquila. De pronto, al ver de frente, un pez hecho completamente de metal con unos colmillos muy aterradores, ojos como dos faros rojos y una velocidad sorprendente, se lanzó contra ella.

Estuvo por aferrarse a su cara, pero,  eufórica, Pesadilla, con solo patearlo al cielo y escupirle fuego,  acabó con el.

No obstante, no se fijó en Yuri, hasta que unos hilos la atraparon- Cada hilo hizo que aparezcan púas tan afiladas y largas que llegaron a tocar sus huesos.

Yuri salió de entre la cortina de humo apretando los hilos aún más fuerte, estaba muy molesto, tanto, que no le importaba matar a Pesadilla.

—Te he ganado —Ajustó las cuerdas a su límite consiguiendo hacer que Pesadilla termine dejando salir una sustancia negra que olía muy mal, como a aguas negras.

Yuri deshizo el hechizo para ver a su rival tirada en el suelo como un muñeco de plastilina aplastado. Estaba por respirar profundamente, pero antes de siquiera pudiera tomar aire, un maullido lo hizo saltar de miedo.

Estaba por dar un golpe hacia atrás, pero no lo consiguió.

En vez de eso, Pesadilla, quién apareció intacta, le dio una ráfaga de golpes que lo mutilaron por completo y de una patada, la Inquisidpra lo mandó contra un edificio con tanta fuerza que atravesó él edificio por completo.

Yuri escuchó una explosión en algún lugar, aunque pensó que era alguien que lo ayudaría, la cruel realidad era que eso lo hicieron sus órganos.

Por dentro, su cuerpo se llenaba de sangre y otras sustancias que se rebalsaban en su interior. Antes de desmayarse, vio a Pesadilla caminar contra él, pero a mitad de camino, Yuri cayó dentro de un portal por donde una chica pelicastaña lo tomó en brazos.

Pesadilla quedó perpleja con lo sucedido, su presa había desaparecido.

—¿Eh? —Escuchó unos pasos detrás.

—¡Oye!, ¡tú! ¿por qué no te enfrentas a un verdadero Rey Mago?

Frente a la Desterrada, una figura conocida se hizo presente, aquella figura era Maya. La joven le sonreía con una actitud positiva, se notaba la seguridad en sí misma. Pesadilla solo la vio antes de transformarse en un ave para salir volando.

Esperaba poder alejarse rápido, pero un tremendo dolor en su espalda la hizo caer al suelo por una enorme presión.

Cayó bruscamente sobre la azotea más alta de la ciudad. Las frías corrientes de aire tocaron su piel caliente por lo enojada que estaba cuando volvió a su forma original.

No tuvo tiempo de reaccionar ante el potente golpe que Maya le propinó ocacionando que cayeran al interior de dicho lugar.

Los escombros y el polvo evitaban que ambas se vean y más aun por ser de noche.

—Creí que no volvería a verte, después de todo, yo te quité a tu novio, ¿no?  —murmuró con su delicada, pero maníaca voz mientras se ponía de pie.

—No te hagas, se que eres Misfit usando magia de ilusión para hacerse pasar por Pesadilla —Avanzó hacia ella.

La Pesadilla que tenía en frente se volvió  de inmediato una mujer pelinegra con piel pálida, cabello cortado como el de Maya, usaba un traje de Rey Mago, pero era claro que solo imitaba los colores, sin emabrgo, sus ojos eran negros con pupilas rojas y parecía llorar sangre.

La jovencita, de una apariencia de vente años, mostró sus dientes, era una Desterrada de la ilusión y vieja amiga y rival de Maya, llamada Misfit, quien la atacó con una mirada de digusto. 

Este cambio detuvo a Maya , quien al darse cuenta de algo raro, se dio cuenta de que era tarde,  abrió sus ojos al darse cuenta de que no podía colocarse su capucha ante poderes psíquicos, pero no lo consiguió.

Estaba asustada por no poder moverse,  de pronto, una fuerza extraña la tumbó al suelo de golpe haciéndola gritar tanto de dolor como por miedo.

—Ahora que te tengo, te usaré para atraer a  tu alumna, María, ¿no?, ambas serán un buen adorno —Misfit la vio con aires de grandeza.

—¡Idiota! ¡no sabes lo que haces! —gritaba Maya tratando de liberarse  del control mental.

Misfit tomó su mentón, para luego soltarla y decirle que ella era muy superior.

Estaba rebosante de alegría por lo que el gen D le hacía a sus poderes. Por fin podía decir que era la mejor mentalista de todo el mundo.

Maya estaba furiosa, así que intentó levantarse, pero era inútil, su cuerpo no le respondía, era imposible usar su Starphone.

En ese instante, Misfit sacó de una bolsa un muñeco de energía muy parecido a ella.

Lo puso de pie ocasionando que Maya se pusiera de pie. Por alguna razón, ese muñeco estaba conectado con ella.

Misfit manipuló a Maya para que sacara una daga y de un a apuñalada sorpresa, la hizo gritar y caer al suelo. 

—¿Sabes? he cambiado de opinión, primero acabo contigo y luego voy por María.

El corazón de Maya latía rápido, sentía  la fría sensación del afilado metal en su  piel.

La vida de la maga se acababa poco a poco, sus ojos ya no podían mantenerse abiertos por mucho más tiempo.

Lo último que podía escuchar era la risa de Misfit, quién le gritaba que por fin le ganó.

Maya cayó de rodillas.

Ya en el suelo, de su boca salía sangre, intentó usar su magia sanadora para curarse, pero sus manos no se despegaban del suelo.

《Sa-brina, perdóname》

Cuando estaba por desmayarse, un ruido húmedo la hizo ver como una larga bara atravesó a la Desterrada.

Alguien la levantó y la lanzó contra una pared destruyéndola. De está forma, Misfit cayó al vacío sin que pudiera reaccionar.

—Eso estuvo cerca —Sabrina se acercó a Maya y le puso la capucha.

En ese instante, su cuerpo se restauró haciendo que respirara fuertemente, podía sentir cómo su cuerpo volvía a la vida a medida que sus lágrimas salían.

Sin pensarlo, Maya se impulsó hacia adelante para darle un fuerte abrazo a Sabrina, quién estaba sorprendida.

No obstante, no les duró mucho el momento. Unas cuerdas salieron de varios lados acabando por sujetarla dentro de esa habitación.

—Esto me hace recordar un sueño que tuve con Jeff —dijo Sabrina con una mirada pervertida.

—No me lo digas —Maya le lanzó una mirada severa mientras pensaba en la única persona que conocía con la capacidad de crear unos nudos tan apretados.

De entre las sombras salió un hombre, vestía como un roquero de cara larga, su mano derecha era de madera y estaba fumando un puro.

—Hmmm, hace años que no te veía, mi murcielaguita.

—¡No! este ímbecil —Maya lo vio disgustada, aunque algo dentro de ella seguía sintiendo algo por él, otra parte odiaba a Shayan por volverse un Desterrado.

Sabrina los observó muy impactada, no se esperaba  encontrar al hermano de Yuri vivo,  después de todo, Maya les dijo que había muerto en una misión.

—Maya, ¿no estaba muerto?

—Fue una noche de diciembre —murmuró con disgusto—. Estábamos siguiendo la pista de Misfit, cuando la teníamos contra las cuerdas...

—Te amarré y dejé que Pesadilla me vuelva un Desterrado.

—Desde entonces, consideré la relación rota y a mi novio fallecido en combate —Su corazón estuvo por romperse por heridas aún no sanadas, pero se tensó para mantenerse profesional.

—Díganme, ¿cómo está mi hermanito? —murmuró burlonamente, pero Sabrina entrecerró los ojos al escuchar que quiso romperse. Estuvo por decirle algo, pero Maya la interrumpió..

—No te dejaré acercarte a Yuri.

Esas duras palabras llenas de odio disgustaron al calmado Desterrado, quien cambió su mirada a otra menos calmada. Se pasó una mano por el cabello y soltó una risita maliciosa.

—No importa, después de que mis compañeros acaben con Jeff, iré a verlo, hasta entonces —Chasqueó y un enorme sombrero apareció sobre ellas—. Estarán dentro de la zona de diversión.

Levantaron sus cabezas presenciaron un sombrero negro de copa, tenía una cinta roja horizontal. Bajaba sobre ellas hasta cubrirlas por completo.

Se encogió rápido y mientras lo hacía, Maya enfurecida, no evitó gritar el nombre de aquel sujeto.

—¡Shayan!

Fin del capítulo 000.6-II...