Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 000.4-I

Un bosque lleno de pérdidas 

Tras acabar el descanso, los Herederos volvieron al monasterio. Antes de acabar sus alimentos, Jeff y compañía vieron a Friestown salir corriendo, se notaba preocupado, algo que levantaba sospechas en los presentes.

Al llegar a la puerta del monasterio, todos abrieron los ojos con preocupación al presenciar una discusión entre dos magos.

—Hermano, deberías entender por qué hago esto.

—No, ya te dije que es peligroso,  tienes suerte de haber contado con ayuda, de otra forma, abrías muerto.

En frente de la entrada, Percy le hablaba con un tono serio y fuerte a Friestown, quien solo tenía una mirada triste, estaba forzándose a ver a los ojos a su hermano, quien solo le lanzaba el ceño fruncido.

—Hermano Percy, yo no puedo darme por vencido, quiero demostrarte que puedo...

—¿Puedes que? ¿morir en un minuto? No es no, ahora vete de aquí o me verás enojado de verdad.

Con eso dicho, Percy se adentró al monasterio.

A medida que entraba, Friestown apretó sus puños.

Desde que su primer hermano mayor murió, no podía evitar sentir que Percy, su segundo hermano mayor, lo ignoraba por ser débil, eso lo hizo sentir impotencia que trató de calmar para compartirle una útima cosa 

—¡Hermano! yo intentaré obtener el instinto del cazador! —Percy dejó de caminar para darse la vuelta.

A lo lejos, Amelie afiló su mirada al sentir una tensión en el aire, podía escuchar los latidos del corazón de Percy ir tan rápido, que parecía que en cualquier momento le daría un ataque cardíaco.

Sin embargo, justo cuando estuvo por parpadear, Percy desapareció al igual que Emperatriz, causando que todos la busquen con la mirada, hasta que en un par de segundos, escucharon un potente azote acompañado de sonidos de truenos provenientes del frente de Friestown,

Empetratriz apareció dándole una patada a Percy, quien se cubrió del golpe a su cabeza con su brazo derecho, pero para lograr soportar la patada, se transformó en hombre lobo.

Cuando la dragona cayó al suelo para aterrizar con grácia y estilo, dejó ver en el brazo del cazador, una zona sin pelo y con un gran moretón.

Tal acontecimiento lo dejó boquiabierto, estaba temblando por un golpe así, pero solo respiró para cambiar sus prontos quejidos de dolor por carcajadas nerviosas y cansadas.

—Hahaha, ¿que quieres dragona? ¿a caso no te enseñaron a no interferir en conflictos familiares?

—Hey, estabas por atacar a Friestown, mi amigo —Emperatriz puso una mano en su cintura para darle una mirada afilada con rencor y desprecio, no le gustaba que se metieran con sus seres queridos—. Si te metes con uno, te metes con todos —Señaló al grupo de hechiceros. De inmediato, Amelie y Sochi se pusieron a cada lado de la dragona con pocisiones de combate.

Ante esta acción, Percy sentía impotencia, por un lado, quería darles su lección por meterse, pero por otro lado, sabía que eran Herederas y que no podía tocarlas, eso solo lo hizo refunfuñar y volver a su aparincia normal para retirarse de ahí con el orgullo intacto.

—Cómo sea, vayan de inmediato con los demás, que ya va a comenzar su segunda prueba.

En el patio del monasterio, todos se reunieron alrededor del cazador.

Algunos con miradas de interés, mientras que otros con miradas desafiantes, siendo estos el grupo de Jeff, menos él y Friestown, quienes solo mostraban atención.

Ante esto, Emperatriz le dio un codazo al pelinegro, quien la vio disgustado por el acto.

—¿Por que fue eso? —preguntó Jeff sin comprender.

—Debes estar enojado como nosotras.

—Oye, no ganamos nada enojándonos, además, por lo que entiendo, es algo entre hermanos, así que podría empeorar si nos metemos, lo mejor sería mantenernos alertas ante cualquier intento de violencia.

—Gracias por entender Jeff —Frieston le dio unas palmaditas en el hombro a Jeff, sintiendo que dejaba salir una sinrisa y bajaba los hombros sintiéndose entendido. 

—¡Oigan ustedes dos! —gritó Percy, quien los vio molesto, pero con un tono burlón en la voz—. ¡Si, las comadres de al fondo! presten atención aquí y luego pueden ir a besarse!

》En fin, ahora, deben ir todos a una batalla campal  donde deben demostrar su tiempo de reacción y métodos estratégicos para derrotar a tres bestias.

》El equipo que derrote a las tres bestias primero, será el ganador.

Esta situación emocionaba a todos, querían probarse en batalla y era la hora de demostrar lo que podrían hacer.

En ese momento, cada uno desapareció para aparecer en medio de un cielo azul del cual caían rápido.

Solo los que tenían posibilidades de aterrizar consiguieron salvarse de las caídas.

Emperatriz se convirtió en un enorme dragón de escamas naranjas para ir directo a salvar a quienes no podían salvarse, como era el caso de  Sochi y Amelie, quienes caían libremente observando a algunos caer en un prado y a otros en la montaña.

Por otro lado,  Amelie abrió sus ojos con miedo al ver que Jeff cayó al suelo dejando el  sonido de un objeto de vidrio romperse.

Emperatriz solo pudo gritar al igual que las chicas y Friestown quién se volvió un pájaro para mantenerse volando.

El  bajó para  ir hacia Jeff. Observaba como yacía tirado en el pasto sin ningnua herida visible, esto lo horrorizó.

De pronto, Jeff se puso de pie mientras se quejaba por su cuerpo adolorido. Los ojos de Friestown se abrieron por el asombro, no comprendía que pasaba,  después de todo, con una caida así, cualquier mago debería morir si no puede volar, nunca escuchó de un mago que sobreviviera a una caida como esa.

—Pero, ¿Cómo...? —Friestown tenía  la boca abierta. Estaba conmocionado.

—La técnica Mime Work me permitió hacer una caja acolchada invisible, pero al parecer se rompió —Jeff estaba molesto y caminaba cojeando, pero poco a poco se recuperaba.

En el aire, Jeff recordó las lecciones de su abuelo, quien le enseñó Mime Work, un hechizo que te permite hacer placas invisibles, con las que se podían crear  fíguras geométricas defensivas que actúaban como esos objetos.

Sin eso, Jeff no hubiera logrado sobrevivir. 

Mientras ambos se alejaban del lugar de impacto, vieron que del cielo  bajaban  las chicas. Emperatriz volvió a su forma humana y fue hacia ellos llorando a chorros.

—¡¿Están bien?! —preguntó con la voz rota y la respiración agitada, abrazó a Jeff, por un momento pensó que lo perdía.

—Esa si fue una fea caída. Dime, ¿dónde te duele? —Amelie fue hacia Jeff, lo tocó por todo su cuerpo tratando de encontrar alguna fractura, pero no tuvo exito. 

—¿Ves Emperatriz? —Sochi la vio molesta—.  Te dije que debías volar más rápido —comentó con un tono decepcionado.

—¡Cállate!, además, no es mi culpa que aún siga adolorida por la otra prueba —dijo Emperatriz tras dirigir su atención a Sochi.

No dudó en dejarla ver sus ojos draconianos por unos segundos a causa de su molestia, le gruñó para verse más intimidante, pero Sochi se quitó la máscarilla para mostar unos dientes amarillos que eran como de perro y gruñó también.

—Chicas, chicas, no me pasó nada. Tranquilas —Jeff las calmó con sus manos, estaba preocupado por una posible pelea, por ahora lo habían hecho bien y no quería que los descalifiquen por una pequeña riña entre integrantes y más si esa rivalidad era natural.

Aunque Jeff se había criado en la sociedad no maga, tenía conocimiento de algunas reglas de la sociedad maga, cómo que mayormente,  las mujeres magas de diferentes clanes no se llevan bien.

Esto era por que eran muy territoriales con sus territorios o con las personas que les caían bien.

Después de unos minutos, ellas se calmaron, se encogieron de hombros al escuchar eso y se dieron la espalda entre ellas.

Emperatriz estaba disculpándose, pero Jeff le dijo que eso no era lo importante, lo que importaba ahora era que debían ir por la segunda prueba.

De pronto, una explosión que se escuchaba a lo lejos llamó su atención, por lo cual, Jeff les sugirió ir hacia allá, no obstante, Emperatriz se puso en frente de ellos para ofrecerse a ser quien vaya.

Todos aceptaron, pero le pidieron tener cuidado. No conocían ese lugar, así que no podían arriesgarse, es por ello que Emperatriz asintió rápido y se fue velozmente hacia allá con la confianza  que la caracterizaba.

◇◇◇

—¡Melany! —gritó un chico trepado en un árbol, su expresión de miedo no era por algo mínimo.

La situación del bosque marcaba el resultado de un combate. Tras el grupo caer en las montañas, fueron de inmediato, enboscados por un enemígo formidable.

Lo que una vez fue una zona llena de árboles, ahora era un amplio llano con un solo árbol con un chico sobre este. 

Aquel chico, de  ojos rosados como una flor de cerezo y  con cabello azabache, estaba horrorizado cuando vio a su compañera morir por un misil naranja que la voló en muchos pedazos y la sangre salpicó todo el lugar.

De repente, un ruido como algo metálico chocando contra el piso lo hacía sentir que este sería su final, así que activó su mágia.

Sus manos se cubrieron con fuego azul, la energía que emanaba era reluciente y brotaba un gran poder, pero al momento que quería dispararlo, su poder no  hizo nada, solo entró a la criatura, pero el daño fue nulo.

Esa bestia era una especie de pingüino robótico que tenía un visor en lugar de ojos, además, en vez patas, usaba un propulsor con él que daba saltos muy pesados.

Seguía intentando acabarlo con el mismo hechizo eléctrico, pero era muy débil. Sino fuera por una angustia que rodeaba todo su cuerpo, tal vez podría ser más fuerte.

Lamentablemente, terminó por recibir un misil en todo el pecho que salió del pico de ese robo pingüino acabando con su vida.

—¡Ayúdenme! —gritó otro chico que salió de otro árbol, comenzó a correr con desespero en sus palabras.

El robot se dio cuenta de él y con emitír un pulso, hizo que la zona sea cubierta con una barrera que paralizó al joven, quien se desesperaba entre dientes.

Sus ojos estaban dilatados, todo su cuerpo se aceleraba, solo podía soltarse en un intenso llanto interno.

Cuando el robot pingüino estaba preparando su ataque, todo se volvió lento.

Con una rapidez de película, Emperatriz llegó corriendo y en su mano, traía una espada con hoja curvada hecha de electrícidad.

La apunto contra el robot con una sonrisa presumida, y de un tajo, partió en dos a su rival de manera horizontal con la potencia de cien truenos.

El misil se desvió unos centímetros y salió disparado hacia el cielo, donde provocó una explosión que movió la copa de los árboles, la onda expansiva de ese acto provocó que el joven cayera al suelo con los labios temblorosos por querer llorar. 

—Debes tener más cuidado. Por suerte, los dragones no le tememos a nada —dijo Emperatriz  con una expresión presumida.

—Si, bueno —Se puso de pie temblando, quería mantenerse calmado, pero no podía—. Mi equipo y yo caímos sobre esa cosa y empezó a matarnos uno por uno.

—Vaya, eso sí es tener mala suerte —exclamó Emperatriz con una mirada de lastima y desapareció su espada para colocar sus manos detrás de su nuca con vacilación.

—En fin, ¿dónde está tu equipo? —preguntó aquel joven interesado en quienes acompañaban a la adolescente.

—Ah, ellos están hacia allá —Señaló por donde había llegado—. Tuvimos un buen aterrizaje.

—Si, eso es lo que puedo ver.

Parecía algo asustado. Emperatriz suspiró, se despidió de él y estaba a punto de volver con su equipo, pero la detuvo al tomarla de su brazo.

Por este acto, ella dirigió su atención hacia ese sujeto para darle una mirada de muerte.

—¿Qué crees que haces? —preguntó entre dientes y le mostró sus colmillos.

—¡¿Eh?!, es que... ¡no quiero irme solo! ¿podrías acompañarme? —Pasó saliva antes de hablar con nervios.

Tal petición hizo que Emperatriz arqueara una ceja y lo viera extrañada, no comprendía cómo alguien podía ser tan cobarde.

—¿Cuantos años tienes? —preguntó  con un tono severo.

—Tengo diecinueve.

—Yo tengo trece y no me ves temblando de miedo. Aún así, te acompañaré, pero primero déjame avisarles a mis compañeros.

◇◇◇

—¿Qué es lo que ves? —Le preguntó Jeff a Amelie, quien observaba unas nubes de humo sobresaliendo de las montañas.

—Al parecer, Emperatriz está haciendo unas señales de humo.

》Dice que no hay peligro, pero se encontró con un equipo, todos muertos, menos uno, se quedará a su lado y nos alcanzará luego de cazar al monstruo de esa zona —explicó Amelie con un dejo de preocupación ante el nivel de peligro de ese lugar. 

Sin tiempo que perder, se pusieron en camino a su primer monstruo.

A medida que caminaban por el camino, Jeff practicaba magia con Amelie, quien por momentos sacaba a su termita para localizar de mejor manera a los monstruos.

Sin poder resistirse a preguntar, Jeff preguntó:

—Amelie, ¿esa termita es una invocación? —Señaló a la termita pequeña que cargaba como un perro común.

—Hai, hay tres tipos de criaturas a invocar, las comunes, las legendarias y las míticas, mi Jérico es invocación común —Tocó un collar de corazón plateado que traía—. Se debe hacer una invocación por medio de un contrato, este puede ser temporal o permanente y para sellarlo, se debe usar un objeto como símbolo del contrato, este te lo puede dar la criatura o tu mismo puedes dar eso.

—Increible, ¿crees que si lo intento, podría obtener algo? —Jeff pensó en voz alta. Amelie, lo vio emocionada, sin duda, quería ayudarlo en eso.

—Darin, claro —El grupo se detuvo, enseguida, Amelie hizo un agujero en la tierra con la punta de su bota  que fue rodeado por un aro de hielo, luego, lo señaló—. Para una invocación, se debe hacer una prisión arcana, te prestaré la mia.

—¿Prisión arcana?

—Jeff, la prisión arcana es algo básico, es un punto encantado por un tipo de magia que limita la dispersión de maná, el maná del interior no escapa, eso incluye hechizos o cualquier otro tipo de poder mágico, también sirve para las invocaciones —explicó Friestown sin problema.

—Exacto, ahora, Darin, lanza un hechizo dentro del circulo y un poco de tu sangre. 

—¿Un hechizo? ¿mi sangre?

—Si, la criatura que aparecerá dependerá mucho del maná que coloques en la prisión, si es magia elemental, magia de herencia o cualquier otra, lo que si es obligatorio es la sangre.

》Por medio de esta, la bestia sabrá con quien hace el trato.

Con el cuerpo tenso, Jeff usó Podah que se materializó en llamas negras en sus manos.

Lo disparó al interior de la prisión, causando que estas cubrieran el agujero como un manto de llamas negras.

Luego, Jeff tuvo miedo de herirse para sacar sangre, sin embargo, abrió sus ojos al recordar algo. A su mente vino el recuerdo de su prima Metatrón entrenando.

Metatrón saltaba por el jardín de la mansión Shetza y con sus dedos, que simulaban pistolas, disparaba balas rojas, no, no eran balas.

Al verlas bien, se dio cuenta de que usaba su propia sangre.

Recordó el nombre de ese poder, se llamaba, Bloody Cowboy o Vaquero Sangriento.

Con la memoria fresca, Jeff hizo con su mano derecha, una pistola y disparó dos balas de sangre que salieron de su  dedo sin dejar dolor.

Una vez completado todo, Amelie gritó: "Ven y preséntate ante mí". A la vez, el fuego y el aro crecieron de tamaño hasta transformarse en un portal por donde pasó un potente grito de un grotesco ave enorme.

De pronto, todos abrieron los ojos y tragaron saliba cuando del portal emergieron dos anillo plateados que de pronto, ambos se incendieron, pero ese fuego salió volando por los aires para tomar la forma de dos cuervos.

Uno de ojos rojos y mirada asesina, mientras que el segundo, tenía ojos azules y mirada triste.

Los dos se posaron en los hombros de Jeff y de la nada, escupieron los anillos en la mano del mago antes de desaparecer juntos.

En ese instante, Jeff vio que ambos anillos, que una vez fueron plateados, ahora eran negros, uno con un zafiro y el otro con un rubí.

Se los puso y pudo saber el nombre de ambos cuervos de inmediato.

—Chicos, el cuervo de ojos azules es Asgard  y el de ojos rojos es Comandante Talon.

—Jeff —Friestown, asustado, señaló el anillo con rubí—. Ese es el cuervo que me vio con esa mirada asesina. 

—¿En serio? pues, luego de la misión lo haré disculparse —Le dio una mirada amistosa y unas malmaditas antes de seguir el camino. 

Durante la caminata, Friestown parecía estar alerta, algo estaba llamando su atención, sus ojos se posicionaron en la verde y abundante vegetación de aquel sitio.

Parecía que todo estaba tranquilo, pero en ese momento, se percató de  un extraño proyectil de agua que se acercaba hacia ellos, es por esto que conjuró un escudo para proteger a todos.

El explosivo se estrelló liberando una explosión que no logró destruir la defensa, pero si los empujó.

Nadie sabía lo que pasaba, solo que algo los estaba ametrallando desde varios lugares.

Es por esto que Jeff usó Mime Work para proteger a los demás dentro de un cubo, donde se escuchaban las balas de agua chocando contra el cristal invisible.

Friestown usó su clarividencia para poder ver de que se trataba.

Al parecer, una extraña criatura muy parecida a un hongo, con varias púas, un cañón sobre él y una gema extraña sobre su cabeza, los atacaba sin descanso.

Esto no detuvo a Sochi, que juntó sus manos para conjurar una gran serpiente que salió disparada hacia su rival, a quién tomó y lo lanzó por los aires.

Una vez que llegó a su límite de vuelo, la criatura hongo hizo que una gran cantidad de agua lo envolviera en una burbuja, de esa forma, empezó  a disparar más balas, pero esta vez, todas se concentraron en Sochi.

La joven las esquivaba con dificultad. No parecía que pudiera esconderse cuando presenció como una bala de agua destruyó un árbol.

La situación era sumamente peligrosa, Jeff intentó usar Mime Work en esa cosa para detenerla.

Sin embargo, solo se escondió dentro de su caparazón y empezó a girar haciendo que sus púas se alarguen hasta poder destruir el cubo.

De esa forma, cayó al suelo causando que el polvo y tierra se eleven haciendo una cortina que parecía impenetrable y volvía los ataques inpredecibles.

Varias balas salieron en una lluvia que Friestown y Amelie esquivaban sin dificultad, gracias a sus sentidos mejorados.

Por su parte, Jeff solo reforzaba su barrera esperando a que no lo logre matar. En cambio, Sochi no era tan agil, causando que recibiera disparon en las piernas y abdomen.

A último minuto, Sochi quiso intentar de nuevo con el látigo serpiente, pero sus manos fueron golpeadas por las balas dejándolas adolorida, luego recibió una lluvia mortal dejándola en el suelo cubierta de sangre.

Amelie se apresuró he hizo que Jericó saliera del suelo lanzando de nuevo esa cosa en el aire.

Ella corrió hacia su termita gigante, saltó sobre esta para impulsarse rápido y activó su Bajo Cero logrando hacer que un grupo de mariposas salieran de sus manos logrando destruir a ese monstruo completamente congelándolo.

Una vez que lo aniquiló, cayó sobre Jericó y se deslizó hacia el suelo. Todos se alegraron por haberlo acabado, pero su alegría no duró mucho. Vieron como Sochi estaba en el suelo casi inconsciente, así que fueron a auxiliarla, pero al levantarla, Amelie se percató de que ya no seguía con vida.

Se fijaron en que algunos disparos habían causado hemorragias internas que la habían acabado. Las lágrimas de Amelie empezaron a descender por sus mejillas. Sochi había fallecido por los disparos que le dieron en la frente y en su abdomen.

Jeff y Friestown solo se quedaron cabizbajos ante esta situación. Prefirieron dejar que sus sentimientos se desbordaran en silencio para no molestar al resto, aunque era claro que eso era en vano.

La tensión y un sentimiento de pena cubrió el bosque a medida que dejaban que su llanto se libere.

Fin del capítulo 000.4-I...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro