Las pruebas a Rey Mago

La playa de la isla de la mediatación es diferente a otras, la arena era dorada, no brillaba, pero con solo verla, uno pensaría que es oro derretido por toda la orilla, las aguas eran cristalinas, eran celestes y no se observaban piedras en lo evidente.

Las gaviotas volaban mientras gritaban ante el leve viento que les permitía volar con libertad.

El olor a océano llegó a las narices de de los magos que charlaban mientras degustaban de unas biandas que se les otorgó por medio de unos sujetos de cabello rosado.

Jeff y el resto estaban sobre unas rocas colocadas en un círculo para poder hablar con tranquilidad. Aun sentían los cuerpos cansados por la primera prueba.

En el lugar estaban Justin, Rehing, Simón, Yuri, Sabrina, Emperatriz, Amelie, Sochi y Jeff.

—Hmm, que rico estofado. Jeff —Yuri pasó la comida, bajó sus cubiertos y vio atento a su amigo, quien comía a gusto—. ¿recuerdas cuando una vez viste a uno de mis peluches moverse?

—Ah, si, si recuerdo, me diste un susto, ¿ese fue tu magia de herencia?

—Ajam, se llama Juguetero —Se levantó para sacar de su morral un peluche de gato morado que dejó en el suelo, luego, cerró los ojos para colocar su mano a la altura del muñeco—. Despierta y juega conmigo.

》 Juguetero. Ahora. —En ese instante, todos sintieron un escalosfrio cuando el muñeco se puso de pie, se mantuvo parado. Jeff siguió ocmiendo y atento a lo que Yuri haría acto siguiente—. Mira, mi maná viaja por mi centro hasta mis dedos creando hilos rojos de energía que no puedes ver, pero yo si y por medio de estos, puedo controlar al muñeco he incluso le puedo dejar una orden y dejar que actue en cuestión de eso.

》Juguetero abierto, jugaremos a que debes bailar cada vez que aplaudan.

De pronto, Yuri comenzó a aplaudir y el muñeco bailaba como una bailarina, sus movimientos eran rítmicos.

Era algo tierno para los presentes, quienes emocionados, comenzaron a aplaudir con ritmo haciendo que el muñeco baile mucho mejor a medida que iba avanzando el tiempo.

Cuando acabaron de aplaudir, el juguete hizo una reverencia antes de acabar tirado en el suelo.

Agitados, todos se emocionaron por mostrarle a Jeff más magia, pero en ese momento llegó Maya, ocasionando la huida de Yuri, quien, con mala cara, se alejó del grupo.

Jeff ya estaba cansado de ese accionar, lo mismo pasaba con el resto del grupo. En ese momento, Maya solo arqueó una ceja en dirección a Yuri y luego vio a Sabrina.

—Sabrina, así que quieres ser Rey Mago —Le lanzó una mirada de disgusto—. Quien diría que tenías sueños fuera de tu gusto por la actuación —exclamó con un tono burlón que hizo a la joven ilusionista, verla con los ojos abirtos con enojo.

—¡Hey! sigo en pie con mi decisión de ser actriz, pero sí, quiero ser Rey Mago, aun recuerdo como mi padre llegaba con su uniforme y disfrutaba ayudando —La mirada de molestía en su rostro cambió al recordar a su padre, un hechicero de cabello negro con ojos verdes que transmitía calma.

A diferencia de su madre, una mujer calculadora y egocéntrica, el era muy diferente, no comprendía como ambos estuvieron juntos. Por su parte, Maya le sonrió con resignación.

—Bueno, si es así, quiero entrenarte para ello.

—¿Eh? ¿enserio?

—Si, pero no solo a tí, sino también a tus amigos —Señaló a Justin, Rehing  y Simón, quienes se sorprendieron, pero no parecían querer negarse.

—Pues —Justin sonrió debilmente y se tocó la nuca con nerviosismo, pero con entusiasmo—. Creo que será emocionante ser el primer Rey Mago de la familia. Escuché que les pagan, así que usaré eso para abrir un restaurante.

—Por mi parte —Rehing saltó de su roca para estirarse y colocar sus manos a los costados—. Pienso que será interesante, después de todo, deseo conocer al Talismán de la forja

—No me agradan los Reyes Magos —comentó Simón sin interés. Desde la escuela secundaria, ninguno de los presentes vio al joven mago contento, siempre lo vieron amargado y esa actitud no cambiaba, aun así, suspiró cambiando de mirada y vio a Maya  con desdén.

》 Pero, si unirme ayuda a demostrar que hay magos decentes en este mundo, entonces lo haré. —Bajó de su piedra para ponerse cara a cara con Maya, quien sentía rencor por su parte.

》No lo olvide Maya, pienso robarle su puesto como mago rango brujo y tal vez llegar a Talismán.

—Esa es la actitud Simón, con perseverancia llegarás lejos. Ahora, vamos, dejemos a los herederos descansar y vamos al entrenamiento de Rey Mago. 

◇◇◇

Una vez que Maya habló con Percy para explicarle lo que  pasaría, él la vio dudoso, no parecía seguro de lo que planeaba, pero solo suspiró y aceptó cubrirla en la supervisión de las pruebas de herencia.

Con todo areglado, Maya los llevó a un enorme y amplio prado por donde caminaron siendo cubiertos por el viento salvaje que los enfriaba rápido.

El cielo estaba despejado permitiendo que el sol regule ese aire. 

 Maya los condujo a un callejó entre dos gigantescas paredes naturales por las montañas, a medida que entraban, observaron en los muros miles de agujeros, todos fueron hechos con garras, por lo que podían ver en los bordes de las salidas.

Todos se preguntaban, ¿dónde estaban? Lo único que veían eran unos huesos humanos y de otros animales esparcidos por todos lados, causando que sus corazones y respiraciones se agiten.

Sus cuerpos se tensaban y no dejaban que su atención baje la guardia ante algún peligro inminente. 

—¿Qué hacemos aquí, señorita Maya? —Preguntó Rehing contimidéz y  la atención en un agujero por dnde vio una extraña y enorme cola entrar. 

—Alumnos, biénvenidos al muro de los Dracoráptors, una especie de dragón que nos hacausado problemas en la isla.

》 Me pidieron eliminarlos, asíq eu necesitaré de su ayuda, esta es su primera prueba, por cierto, solo los rango brujo y Talismanes tienen derecho a fungir como maestros a Reyes Magos y cada uno tiene sus propias pruebas y esta es una de las mías.

》Ahora, ¿quien tiene un plan para vencerlos? —explicó  Maya muy motivada.

Est actitud le molestaba a Sabrina, quien solo la vio desafiante. No podía evitar recordar como Maya desde que la conocía, siempre fue premiada por su madre por sus actitudes para todo.

Aunque Maya no era tan buena para la magia, aun así la recompensaban con regalos mientras a ella la regañaban y golpeaban por cosas mínimas. En ese instante, pensó en algo.

—De hecho, si tengo un plan, en el bestiario de mi padre vi que estos monstruos se les puede vencer si se les emborracha con una extraña fruta llamada fruto del titán, luego de comer eso, podemos acabarlos —explicó con un plan fresco en su mente.

A la vez, Maya abrió sus ojos para sonreír y asentir, le parecía una idea perfecta, así que se pusieron en marcha. 

Justin, con sus manos en la tierra, hizo que emergiera un árbol con un fruto similar a una pera, pero roja y con una piel similar a la de la guanabana.

Sin embargo, dejaba salir un olor a sangre, era asqueroso, por lo cual, lo dejó en medio del pasillo y junto a los chicos, fueron a esconderse a un agujero en la parez izquierda.

Por mientras, Sabrina y Maya usaron Silver Swing para volar sobre el lugar.

Con sus arcos y flechas, apuntaron al interior. Al ver a Maya a su lado, eso hizo que Sabrina sonría al recordar como, a pesar de sus rivalidades por la atención de su madre, de verdad se llevaban bien, ella siempre la protegió y era momento para demostrarle su valía, así que le sonrió y ella le devolvió la sonrisa.

Pasaron unos minutos, hasta que vieron como una criatura de cuerpo alargado, que tenía dos patas delanteras y ninguna trasera, acercarse con cuidado a la fruta, movían sus narices inundadas por ileras de olor a hierro.

Se detuvieron para olerla antes de empezar a probar un bocado, lo qe fue aprovechado por  Maya para preparar su ataque.

Observó a miles de esas cosas salir hasta formar un círculo frente a la fruta y comenzaron a dar mordidas pequeñas.

Desde las cuevas, los chicos se preparaban para saltar sobre ellos con espadas que Rehing creó. Su poder le permitía crear objetos con cualquier material, pero solo con objetos que el quería.

Preparados, los tres estuvieron por salir, pero de repente, observaron a un enorme y un gordo dragón caminaba con pasos pesados y lentos hacia ellos.

No quitaba su nariz de la tierra resoplando por el olor que discriminaba del de las frutas.

En ese instante, cuando iba a entrar, una flecha le rozó la cabeza haciendo que grite de dolor por el calor del roce.

Tal acto hizo que se irritase y viera hacia arriba, cuando hizo contacto visual con Maya, sus ojos se afilaron para dar un rugido que alertó a los demás.

Ante esto, todos comenzaron a subir rápido por los muros. Trepaban estirando todo lo que podían sus brazos  y así poder impulsarse. Maya le lanzó una mirada a Sabrina, quien entendió.

—¡Dispara! —Gritó Maya a la par que disparaban con presición cada flecha dejando un silbido en el viento, seguido por crujidos de los cuerpos atravesados.

Los dragones eran derribados rápido, pero  un nuevo dragón de tierra tomaba el lugar de su compañero caído.

Ante esto, los chicos salieron para lanzarse contra unos dragones. No obstante, fueron derribados fácilmente.

Sus gritos hicieron que los pocos dragones que estaban ahí los vieran y empezaran a perseguirlos.

Justin levantó a Rehing y a Simón como dos barriles para salir de ahí con los dragones por detrás despavoridos.

En el cielo, Maya estaba disparando con mucha dificultad, debido a que le faltaba un ojo, su percepción era problemática.

—¡Maya! —Sabrina gritó mientras le apuntaba a su prima con una flecha en llamas que hicieron a Maya abrir su ojos con miedo.

—¡No! ¡Espera! —Le estuvo por apuntar también, pero la flecha de Sabrina pasó por su  derecha, dándole en la cabeza a un dragón de tierra con una velocidad que le arrancó la cabeza.

Maya se volteó hacia él y se sorprendió, no lo había visto por culpa del parche, estaba agradecida por su prima, pero con miedo por cómo se pudo mantener viva desde que Metatrón le quitó el ojo.

Cuabdo volvió a la realidad, vio como los dragones ya habían llegado a donde ellas estaban.

Así que salieron volando de ahí esperando a llegar a un lugar seguro, pero en ese instante, Maya y Sabrina fueron tomadas por su piernas.

Aterradas, observaron unas lenguas que las tomaron de los tobillos, quisieron zafarse, pero de inmediato, fueron estrelladas contra el suelo.

Una vez ahí, Maya, con la visión borrosa y el cuerpo adolorido, observó a Sabrina ser golpeada por uno de los dragones que tenía varias espinas.

Este dragón, le insertó a su prima las espinas en sí cuerpo, haciendo que grite de dolor.

Sus gritos hicieron que Maya choque lo dientes y de inmediato, intente ponerse de pie, pero solo acabó cayendo.

Con lágrimas en los ojos, observaba como Sabrina fue devorada de un solo bocado por su atacante, quien la pasó entera.

Al instante, Maya también acabó siendo devorada entera dejando un poderoso grito que pedía ayuda de una persona en específico.

No su tía, tampoco por su prima, ni menos por Jeff, sino por aquel que se robó su corazón hace muchos años.

("Cuando tenía diez años, Maya demostró una gran habilidad en actividades físicas y mentales, por lo cual, Ruth la inscribió a muchos clubes y clases.

No tenía el día libre, de hecho, nunca supo que era eso, hasta que conoció a un joven prodigio que era un Rey Mago, se volvió la luz de su oscuridad.

El la igualaba en sabiduría, fuerza, pero le ganaba en bondad, era tan servicial y perseverante, que una vez, se pasó un año cazando a un monstruo, solo para aranceles su cuerno y dárselo a ella.

Un día, el desapareció y gracias a ello, ella se volvió Rey Mago en su honor, ese chico fue Shayan, el hermano de Yuri, lo amaba tanto, que no soportó ir a su funeral, se negaba a que estuviera muerto")

《Lo siento, Shayan, creo que nunca les ganaré a Sabrina y a Metatrón, yo no soy...》

《"¡No!, ¡Nunca digas eso! ¡Tú eres mi única razón de vivir! Yo te necesito"》

En ese momento, Maya despertó en un espacio oscuro y viscoso, sin demora, concentró energía en su manos creando unas extrañas estrellas de múltiples puntas y con toca su prisión con ellas, esta explotó liberandola.

Cubierta por una extraña sustancia verde, se levantó, pero al mismo tiempo, su atención se posó en una Sabrina que disparaba flechas a diestra y siniestra. No comprendía como logró salir del dragón, pero solo atinó a correr  junto a ella.

Las dos llegaron a un precipicio y por detrás tenían a los dragones. Con los ojos abiertos y con el cuerpo nervioso, Sabrina vio al vacío y luego a Maya.

—¿Estás lista? —Preguntó emocionada.

—¿Lista para qué? —Preguntó preocupada.

—¡Salta! —Sin esperar, Sabrina saltó sujetando a Maya por el  precipicio.

Maya intentó detenerla, pero ya era tarde. A la vez, uno de los dragones tuvo por atraparlas con su lengua, pero al último minuto, Sabrina le lanzó una bola de fuego blanco.

Al ver esto, Maya quedó en shock, ya que Sabrina no poseía dones para la magia Pyro.

Fue en ese momento que se dio cuenta de algo, los ojos de Sabrina se oscurecieron como el frío espacio.

De pronto, toda la zona donde estaban los dragones se incineró con ellos y las jóvenes magas acabaron por caer en seco sobre el duro suelo.

Maya pudo sentir un extraño frío recorriendo su cuerpo junto a un crujido que se disiparon por una sensación de calor transmitida mediante una figura familiar parada en frente de ella.

Por otro lado, los chicos eran perseguidos por un grupo de esos dragones.

Si se detenían era posible que no salieran con vida, gritaban por ayuda y parecía que nadie los escuchaba, hasta que el cielo resplandeció por algo que estaba cayendo hasta ellos.

Rehing estaba aterrado, hasta que vio cómo Justin se cayó y estaba a punto de ser atrapado, por lo cual, lo quería ayudar, pero los tres aparecieron en un espacio diferente.

El césped era negro y el cielo estaba completamente blanco. No veían a los dragones por ninguna parte. De pronto, todo volvió a la normalidad.

Para sorpresa de todos, todo estaba prendido en llamas, en especial los dragones.

De entre los crujidos de la candela salían risas extrañas y frente a ellos observaron la imagen de  una joven de unos once años que daba vueltas con los brazos elevados a la altura de su pecho.

— ¡Ahahahahahaha! ¡Qué maravilla! ¡por fin estoy de vacaciones!

》El placer de leer mis historietas y jugar los videojuegos que no he terminado luego de hacer mis deberes —Se detuvo viéndolos con una sonrisa que mostraba unos colmillos y lágrimas de extasis en sus fríos ojos.

—Que bueno, esa niña nos salvó. ¡Oye, gra...!

—Shhh, espera —Justin le tapó la boca ha Rehing antes de que dijera algo más—. Esos ojos y cabello rojos, unos colmillos con un aura muy oscura.

—Es un vampiro —completó Simón, quien se había desmayado y recién despertaba.

El miedo se apoderó de los chicos. La niña vampiro sólo se les quedó viendo por unos segundos con una sonrisa escalofriante antes de partir con sus alas.

◇◇◇

¡¿Qué vieron qué?! —preguntaron muy sorprendidas las chicas ilusionistas.

—Lo que oyeron, nos encontramos a una niña vampiro —dijo Simón preocupado.

—¡Si! ¡fue horrible! —Exclamó Rehing.

El temor de los chicos hizo que las primas Shetza abrieran bien los ojos con clara incredulidad. Tras escuchar lo ocurrido, seguían sin creerles y sólo les decían que lo habían imaginado.

Después de todo, los vampiros se había extinto hace más de mil años y lo más lógico era que usaron magia para salvarse o algo así.

—Bueno, eso no importa ahora, lo importante es que lograron pasar su prueba haciéndole frente a los dragones —Maya les aplaudió con clara admiración por los esfuerzos.

Esto llenó de alegría al grupo, quienes no evitaron festejar por un momento, sin embargo, Maya los volvió a ver inquisitivamente.

》No se confundan, que hayan logrado pasar mi prueba, no significa que han terminado.

》Además del control de seres mágicos, nos especializamos en recuperación de artefactos mágicos, así que iremos a una misión de recolección.

—¿Y que debemos recuperar? —preguntó Sabrina con una ceja levantada.

—Hace un par de años, una grieta dimensional que conduce a otro mundo se abrió y una misteriosa planta creció hasta atravesarla.

》Según la abuela Mandarina, en ese lugar hay un objeto que debemos recuperar, pero debemos tener cuidado, ya que las criaturas de ese lugar son muy peligrosas.

—Okey, pero tengo la duda, ¿qué es ese mundo? —Justin levantó la mano muy extrañado.

—Es un planeta similar al nuestro, existen cinco planetas y el muestro es el quinto. Cada uno posee distintas tradiciones y esquema de poder.

Luego de esa explicación, todos quedaron maravillados y sin palabras. No entendían como algo tan ficticio podía existir en la vida real.

Sin darle tantas vueltas, usaron Silver Swing para ir en camino al tallo y a la siguiente misión.

Fin del capítulo 000.3-III...