Las cejas del cuervo 

En el Pasado, Durante todo el día nublado, en una mansión sobre las montañas más nevadas, dos niños jugaban a juegos que habian observado en ls televisión y en sus escapadas al pueblo más cercano. Les gustaba mucho ver a los niños humanos divertirs con juegos como encantados y escondidas. 

Así se lo pasaron, hasta que cayeron rendidos bajo un árbol de manzanas, disfrutando del frío que chocaba con sus suéteres morados. Además, la señora que los cuidaba salió, así que descansaban de su gruñona personalidad.

—Whowww, Meta, ¿eso es verdad?

—Ajam —La niña pelinegra, de ojos morados, abrazaba por detrás a un niño pelinegro de ojos castaños acostados muy cómodos.

La niña le contaba a su primito sobre su madre, quién fue una poderosa maga que enfrentó a miles de Desterrados.

Tenían poderes similares a magia, pero potenciados con miasma, energía contaminada de maldad.

》Si, madre Layla fue una fuerte maga. Padre dice que es la más lista y-y fuerte.

—Pero, ¿qué son los Desterrados? ¿se pueden comer? —exclamó con los ojos somnolientos y con el estómago rugiendo, ese pequeño es Jeff de cinco años recién cumplidos.

—Jiji, no tontito, son...ehm, son —Abrió sus ojos—. ¡Son los malos! —dijo seria.

—¡¿Los malos?! —Se puso las manos en la boca y frunció el ceño.

—Si Jeffcito, son los malos y nosotros los buenos —La niña de cinco años se puso de pie—. Debemos acabarlos.

En el Presente

Jeff y su abuelo seguían entrenando, Jeff había pasado de aprender magia espacial a magia neutral como Foce, hechizo de incremento de fuerza.

Speed, hechizo de velocidad, Mime Work, hechizo de plataformas invisibles y Drenaje, hechizo para absorber energía.

Tras acabar el entrenamiento en la habitación, Jeff pasó a tener una pelea con su abuelo, en dicha pelea, el abuelo se movía demasiado rápido.

Los ojos de Jeff apenas podían ver por donde podría aparecer su abuelo. De pronto, al sentir una respiración en su nuca, su respiración se agitó.

Se dio la vuelta dando un puñetazo que fue neutralizado por su abuelo, quien luego, lo empujó haciéndolo caer.

—Huhuhu, Jeff, en unos cuántos minutos has logrado mejorar, antes no sentías mi presencia.

—Hehe, bueno, con mis recuerdos desbloqueados es mucho más fácil —Se levantó con ayuda de su abuelo—. Recuerdo jugar en la mansión Shetza.

Al parecer, a Sabrina la conocía desde hace mucho al igual que Maya. Debió ser difícil para ellas hacer cómo si no me conocieran.

—Ni me lo digas, Sabrina siempre quiso decirte, pero era problemático. Maya por otro lado, es una chica muy comprometida con el mundo de la magia.

》Sigue las leyes y tradiciones al pie de la letra, no hay una jovencita más bruja que ella, sin duda es la viva imagen de tu tía Layla y Ruth juntas.

—Sin embargo, recuerdo a una niña de ojos morados y cabello negro.

—¿Una niña del clan muerte? —Frunció el ceño ante esa mención—. La única con la que jugabas era tu prima.

》Tu también eres mago muerte, pero mestizo, tus ojos no son morados como los de nosotros.

—¿Mi prima? ¿y qué le pasó? —Sus ojos se abrieron con interés ante la mención de más familia.

Sin embargo, su abuelo no se notaba muy cómodo, desvió la mirada dándole el presentimiento a Jeff de algo malo.

—Enloqueció y la enviamos al Infierno —Esas palabras dejaron a Jeff con una sensación inmediata de querer llorar.

Su corazón se agitó y su boca se abrió por el shock de saber que su compañera de juegos estaba "muerta".

—Oh, pero, ¿por qué? —Arqueó una ceja con impotencia por lo que le pasó a su prima, la recordaba como una niña alegre.

—Atacó a Ruth Shetza, un Talismán, algo así como un congresista y eso se considera malo.

》Por debajo de mí están los Talismanes de Merlín, magos representantes de los diez tipos de magia y variantes de estos.

》Cada uno custodia una parte del mundo, siendo estos sus sectores a proteger y se ven potenciados por la cantidad de seguidores.

—Bueno, pero, creo que fue un castigo muy fuerte para una persona.

》No creo que se lo haya merecido, pero...solo espero que esté bien. Tal vez sería bueno saber que pasó en realidad.

—Jeff, no te preocupes, Metatrón, tu prima,  es una mujer fuerte, nadie podría derrumbarla.

Con una molestia en su interior, ambos acabaron la sesión de entrenamiento para salir y volver al centro del patio con los Herederos a sus alrededores.

A la vez, una anciana de cabello rosado y vestido elegante, se posicionó a su lado, ella era la matriarca de las hadas.

—Gracias por asistir —murmuró el abuelo a la abuela, quien le guiñó un ojo.

—No me perdería este día, amigo —confesó con una mirada afilada y una sonrisa cálida que contrastaba con su suspiro de cansancio.

—Muy bien. ¡Herederos! ¡comenzaremos con las pruebas ahora mismo!

—¡Así es! —La abuela golpeó su bastón contra el suelo con una sonrisa de orgullo—. ¡Todos ustedes son de distintas partes del mundo! ¡fueron seleccionados por el mundo por sus cualidades! ¡la primera prueba es el laberinto del dragón!

—En dicha prueba deberán buscar el ojo de dragón, un objeto con el poder de potenciar la magia de su usuario.

—Todas las pruebas se llevarán a cabo bajo la supervisión de dos Reyes Magos de alto rango —dijo el abuelo muy emocionado.

De pronto, las puertas del monasterio se abrieron dejando entrar a un mago algo corpulento de tez morena.

Su cabello estaba rapado como un militar y traía una ropa militar de tonos grises, menos su chaqueta gruesa de color negro que estaba polvorienta.

Se paró al lado del abuelo, a quien abrazó junto a la abuela, luego, se paró en posición de descanso.

》Brujas y brujos, les presento al lobo loco, Percy Morton, el mago rango brujo.

》 Él y Maya Shetza estarán a cargo de la supervisión. —Escuchar, Maya Shetza, le puso la piel de gallina a Jeff al recordar lo que pasó con el libro.

Por un momento la vio como alguien mala, pero al ver a muchos emocionarse por ella, decidió calmarse.

Se notaba que ella tenía un grupo de fans, pero no aparecía por ningún lado.

》Además, esta mañana se nos  unió mi querido nieto Jeff. —El abuelo presentó a Jeff, quien se encogió de hombros e intentó esconderse con una sonrisa nerviosa, pero miles de ojos se posaron en él.

》Jeff ha vivido mucho tiempo en el mundo no mágico, así que espero que durante esta prueba, lo ayuden a practicar su magia.

》Ya sea que se vuelva el Capa Sombría o no, debe ser capaz de defenderse de los Desterrados. Es mi tesoro más preciado, es guapo como su abuelo y hábil como sus padres.

—Abuelo, me avergüenzas frente a los otros Herederos —murmuró con la cara roja, de pronto, Jeff vio a Amelie, quien intentaba disimular su sonrisa.

《Amelie me está mirando》 —Pensó avergonzado.

Con una sonrisa, la saludó con la mano y ella le devolvió el saludo intentando no mostrarse ruborizada.

De repente, un grito en la puerta del monasterio, los hizo ver al mago de cejas naranjas. Enojado, fue de frente contra los magos.

—¡¿Ustedes van a aceptar a un mago débil como él en nuestro evento?!

—¡Cállate, acosador! —gritó una chica de ojeras y cabello corto rojo que estaba molesta.

Ante esas palabras, el hombre chocó sus dientes y apretó sus puños.

—¡¿Que me has dicho ramera?!

—¡Lo que has escuchado, perro! —La chica, con ojos de serpiente, sacó de sus manos una energía oscura y le mostró sus colmillos.

Ambos estaban por pelear, pero sintiendo un sentimiento de responsabilidad, Jeff se interpuso, ocasionando que el hombre lo sujete del cuello.

La chica abrió sus ojos y le apuntó con sus llamas transformadas en una pistola. A la vez, Percy se transformó en un hombre lobo y le sujetó la cabeza al cejón.

Ambos estaban listos para acabarlo, después de todo, no tenía sus poderes.

Por otro lado, vieron a Jeff sacar un espejo. Su abuelo, al verlo, buscó desesperado el suyo, pero al no encontrarlo, solo vio a Jeff romperlo y así, liberando los poderes del mago.

Este lo soltó y sintiendo todo su poder volviendo, comenzó a reír.

—¡Idiota! ¡has marcado tu sentencia de muerte! ¡arreglemos esto como hombres!

—¿Y qué sugieres? —Frotaba su garganta.

—Un duelo sangriento, si ganas, me iré, pero sino, entonces tú te irás y podré hacer lo que quiera con todas las chicas.

La pelirroja lo vio con asco, quiso decir algo, pero Jeff la detuvo.

—Bien, vamos a pelear.

En ese mismo momento, Sabrina y los chicos llegaron. Cuando vieron lo que estaba pasando, no entendían nada, hasta que Jeff les contó lo que pasó, causando que todos quedaran boquiabiertos.

—A penas vuelves y ya te metes en problemas —Yuri lo vio con un tono temeroso.

—Jeff, ¿necesitas un arma? —Rehing le ofreció, tomó una piedra del suelo y sin esfuerzo, la transformó en una espada. Sin duda, Rehing estaba preocupado, no quería perderlo al igual que los demás.

—Gracias Rehing, pero no creo que la necesite, algo me dice que puedo ganarle —Le devolvió el arma. A pesar de su emoción por pelear, Jeff, por dentro estaba asustado, sabía que no era lo mismo pelear contra un extraño que contra su abuelo, así que debía tener cuidado. Sin darse cuenta, Sabrina lo abrazó con fuerza y disgusto en su mirada, sin duda, no le agradaba esta situación.

 —Jeff, no debes hacer esto, las chicas estamos en peligro —Sabrina se acercó a su cabeza y acabó oliéndolo de forma discreta.

Esta acción fue vista por Amelie desde lejos, tocó su pecho sintiendo que su corazón se rompía y su respiración se agitaba, ¿eran celos? ella, que era una hechicera de frio caracter, capaz de alcanzar un alto estado de meditación, ¿estaba celosa? pues, así era, es por esto que fue hacia los chicos con un plan en mente.

—Capa Sombría-sama —dijo con la expresión fría del inicio, ocultaba su ira bajo su máscara de neutrabilidad. 

—Oh, ¿qué pasa, Amelie-chan? —La vio con duda sobre lo que pasaba. Desde que ella fue traida por él, no le habia dirigido mucho la palabra, por lo que era extraño verla conversar con otros, en especial con él.

—Capa Sombría-sama, deseo pelear con ella —Señaló a Sabrina, quien al darse cuenta, vio a todos lados y luego se señaló así misma con la cabeza inclinada.

—¿Yo? —Sabrina arqueó hacia abajo sus cejas con insertidumbre y un toque de emoción al ser su primer combate. Por su parte, Amelie solo asintió con determinación en su rostro. 

—Si.

—Pero, ¿yo?

—Si.

—Osea, ¿yo?

—¡Que sí! —Amelie frunció el ceño, sacó su espada y tras clavarla en el suelo, hizo que Sabrina salte hacia atrás como el esto, quienes la vieron asustados, se notaba que esa chica tenia carácter.

—Ósea...y-

—¡Que sí! ¡a ti te hablo! —Por un momento, se descontroló para tomarla de los hombros y así sacudirla con un tono desesperado. 

—Bueno, chicas —El abuelo habló para calmarlas y separarlas—. Guarden esas energías para más tarde. Ahora, vamos a la arena.

◇◇◇

Las puertas del patio trasero del monasterio se abrieron  revelando un enorme campo de batalla. En el centro, un círculo mágico brillaba con una luz tenue de color celeste.

De pronto, mientras los Herederos y público tomaban sus asientos en las gradas, con un vuelo calmado, Mandarina se mantuvo elevada sobre la arena.

—¡Bienvenidos a la arena del purgatorio! ¡aquí tendrán inicio los combates respectivos de Jeff contra Rayn y Sabrina contra Amelie! —dijo emocionada—. ¡Oriente contra occidente!

》Esta es una arena que es capaz de simular cualquier escenario una vez dentro del circulo. La realidad se alterará y podrán pelear donde quieran. 

Una vez culminado su discurso, la abuela bajó dentro del círculo y tras aclararse la garganta, su voz retumbó por todos lados a pesar de no estar gritando, parecía estar murmurando.

—¡Muy bien! ¡En esta esquina! —Señaló a su derecha donde apareció el hombre de cejas naranjas, quien con una cara presumida, se adentró—. ¡Un mago nivel brujo, avatar del sol y la furia de los minotauros!

》¡Destrozó a todo un batallón de Reyes Magos nivel hechicero, proveniente de Ursa, Rayn Inty!

》De este otro lado. —Señaló a la izquierda donde Jeff, usando una chaqueta negra, con el logo de la luna en su espalda, caminaba sonriendo hacia el campo de batalla, aunque sudaba por estar nervioso.

La matriarca vio al abuelo en el nieto y eso la hizo sonreir. se sentía joven por ver una batalla Slaider en años. 

》El joven que nació prematuramente, un mago sin clarividencia y sin experiencia en el combate, aquel que es el otro lado de la luna.

》Este chico, a pesar de no ser un prodigio o tener conocimiento de pelea, combatir lo trae en la sangre.

》¡Slaider! ese apellido le da el privilegio de romper el mundo y reconstruirlo a su imagen y semejansa.  Nuestro mundo es su patio de juegos, ¡Jeff Slaider!

Ambos se encontraron en el centro donde habia una esfera transparente.

—Tengamos una buena pelea —Jeff le sonrió, pero Rayn solo desvió la mirada sin interés.

—Muy bien niños, ¿quien le dará la forma al campo de batalla?

—Hmph, solo para que no digas que no tengo "caballerosidad" te daré el lujo de ser quien de el campo de batalla —Le sedió el paso a Jeff, quien, sin esperar, tocó la esfera y de la nada, una intensa luz los cubrió. 

Cuando acabó, ambos aparecieron en una ciudad metropolitana muy conocida para los dos.

Estaban en una avenida, detrás de Jeff había un enorme centro comercial que el conocía bien.

Del otro lado, habían unas salas de video juegos. Abrió los ojos ante la emoción de estar en Galit, la capital de Ursa, su país natal y donde vivió con la familia de caza brujas.

—Al parecer elegí sabiamente.

—Mocoso, así que somos del mismo país —Le sonrió con rencor y burla.

—Ah, ¿si?  —Jeff entrecerró los ojos—. Eres una vergüenza para nuestra nación.

—¡Idiota! —Cargó de frente disparando de sus puños ráfagas de rayos de luz que Jeff bloqueaba usando el portal al mundo de las sombras como escudo.

De pronto, los ataques de luz pararon y  Rayn desapareció para aparecer detrás de Jeff y tras tomarlo de la cabeza, usó Speed para llevarlo arrastrando por la calle.

Desde las gradas, todos observaban preocupados a Jeff, quien era jalado por toda la ciudad. Rayn se detenía en las esquinas para azotar su cuerpo como un látigo contra los edificios.

El impacto era tan brutal, que Jeff sentía sus huesos partirse una y otra vez, se sentía adolorido y sin fuerzas, cuando pensó que seguirían así, acabó siendo lanzado contra una pared de piedra.

Su cuerpo se desplomó con mucha sangre saliendo de todas partes.

No podía respirar bien, pero decidió usar Drenaje consiguiendo más energía.

De esta forma, se incendió así mismo para cerrar su heridas. Con debilidad, dirigió su atención  a Rayn, quien no dejaba de jactarse de ser el mejor.

—¡Jeff! ¡¿reconoces este edificio?!

—¿Eh? —Vio hacia atrás encontrándose con una escuela de tres pisos hecha de piedra, esa era la escuela Merlín, escuela donde Jeff y el resto estudiaron—. Es la escuela Merlín, recuerdo que en el interior, en el patio de secundaria alguien hizo un grafiti extraño.

—Yo lo hice —Miró al cielo con orgullo, Rayn había pintado una extraña imagen suya como si fuera el Rey de la escuela.

—¿Tú? pues te quedó increíble, ¿pero por qué me lo dices?

—Por qué aquí será donde enterraré tu cadáver —Encendió sus cejas y puños en llamas mientras su piel se tornaba de una textura rocosa.

Sus ojos, que una vez fueron amarillos, se cubrieron de una luz dorada.

En seguida, de su espalda salieron dos serpientes de fuego con cuernos, eran dragones y de sus manos salieron dos espadas hechas de luz.

Los dragones se abalanzaron contra Jeff. Antes de siquiera poder contraatacar, Jeff fue sujetado de los brazos y llevado al cielo a una velocidad impresionante.

En las gradas, todos estaban en shock a excepción de los ancianos, no era la primera vez que un Slaider estaba en apuros, pero debían estar atentos por si necesitaban entrar.

—Subconcientemente, Jeff está jugando con él —opinó Mandarina bebiendo de su té.

—En la familia Slaider, todos somos magos impredecibles, pero solo hay algo definitivo —Recordó como todos los antepasados regresaban siempre más poderosos, eso lo hizo ponerse serio—. Un Slaider no pierde jamás.

Jeff, por su parte, acabó cayendo, pero con Geo Traslado, cambio de lugar con una camisa. Sobre un techo, vio una camisa en un tendedero.

Sujetado de este, se soltó para caer al suelo, desde donde vio a los dragones sobrevolando.

Con el ceño fruncido y valor, decidió prepararse, creó varias esferas de fuego pequeñas que hizo flotar a su alrededor.

En ese instante, sus ojos se abrieron cuando esos dragones se acercaban, por lo cual, los señaló y las esferas volaron contra ellos.

—¡Múltiple! —gritó y las esferas se multiplicaron en una lluvia, que al chocar con su objetivo, dejó salir un potente rugido con una explosión.

Por un momento, Jeff se sintió bien, pero un extraño sentimiento le advirtió de un peligro, por lo cual, se dio la vuelta, recibiendo un tajo de la espada de luz.

Rayn no paró y siguió dando tajos que no dejaban marcas en el hechicero, pero si un dolor horrible. De pronto, sacó unas alas doradas y se alzó al cielo con mucho rencor que cargaron sus golpes.

En el aire, creó una gran esfera de fuego que lanzó al cielo y con la mano libre, esta la cerró, causando que la esfera se vuelva un enorme domo dorado que incineró el cuerpo de Jeff.

El mago no podía ver ni oír con un cuerpo que le ardía demasiado, por otro lado, sus huesos estaban destruidos por la espada de luz, así que no podía moverse.

—¡Jeff! ¡para que veas que no soy malo, solo te romperé la columna¡ —De pronto, su espada de luz desapareció.

Juntó las manos como si sujetase una espada real y de un tajo, hizo que Jeff pegue un grito desgarrador antes de caer del techo, Jeff quiso activar algún hechizo, pero era como si su cuerpo se hubiera desconectado de su mente. 

El mago quedó en el suelo como un cadáver carbonizado.

La visión de su amigo masacrado hizo que los magos soltaran lágrimas y su cuerpos se estremecieran ante una gran impotencia, se sentían tristes por su muerte.

Sabrina, junto a Amelie, bajaron la mirada de locura que tenían y apretaron los puños.

Auras moradas y blancas las cubrieron a punto de liberar sus poderes.

Desde la arena, Rayn reía y tras ver hacia las chicas, no dejó de tener pensamientos lascivos con Amelie y Sabrina, a quienes señaló con una mirada pervertida.

—¡Ahora, ustedes dos son mías¡ —Invocó sus dragones—. !Traiganmelas!

Fin del capítulo 000.2-II...