▸ Archivo Secreto #2
▸Paralelismo
Corrí, mirando solo hacia adelante,
Sin tener tiempo de mirar alrededor.
Never Mind.
Llevaba un par de días sin hacer nada más que trabajar.
Pero, incluso un workaholic como él, supo que algo extraño ocurría, cuando los cables de la bocina y el teclado en la esquina derecha, comenzaron a vibrar, destellando todos en un extraño... Verde.
Desde aquella vez en la que los demás miembros se mostraron emocionados ante la idea de una segunda parte para "First Love", no había podido parar de pensar y repensar la idea; y es que, desde que, incluso SeokJin y JungKook se vieron emocionados con la idea, una creciente ansiedad picaba bajo su pecho. Como si su corazón le dijera, sí, hazlos felices de una buena vez, no seas tacaño. Supusimos entonces, que esa era la razón por la que se lo veía disperso e irritable.
Por eso es que, imprudentemente, se había internado en la estrecha habitación desde hacía días.
Les había dicho a los demás chicos:
“Ay de quien me interrumpa en medio de mi trabajo. Porque volarán cabezas”, dispuesto a completar la más magnánima pieza que alguna vez habría creado, rumbo a enclaustrarse en su maravilloso estudio; no había tiempo para salir a socializar, tomar el sol, comer... Ir al baño incluso se volvió tedioso y cansino.
¡Y es que había aguantado tan bien!
Pero claro, Min YoonGi era un ser humano, con necesidades fisiológicas... Por eso, después de casi treinta y seis horas ininterrumpidas de hacer una secuencia de cinco acordes, una y otra vez, se decidió por ir a vaciar su vejiga en algún lugar prudente que no fuera esa bot…
Creo que eso es demasiado invasivo…incluso para nosotros, ¿no? Córtale, córtale.
Entonces pareció percatarse del problema en que se había metido.
La primera vez que tiró del picaporte, se vio... aturdido. Quizá pensó que se trataba de alguna descompensación por pasar tanto tiempo expuesto a la luz azul del ordenador...
La segunda, dedujo que, de alguna manera descargar sus emociones en letras sin probar bocado, le había robado las energías... Había proferido algo como “no vuelvo a saltarme el almuerzo”, antes de gruñir muy bajito e intentar de nuevo.
Para la tercera, una pequeñísima desesperación le traspasó la columna vertebral, como un rayo eléctrico, estremecedor y terrible.
Estaba encerrado.
La idea fugaz de estar siendo víctima de una broma de los miembros más jóvenes, le hicieron retorcer la boca en un mohín hastiado... Definitivamente se iba a vengar.
Entonces tomó su celular, enviando a JiMin un:
"Mocoso, sácame de aquí, sé que eres tú".
Había mandado una copia del mensaje a TaeHyung y a JiMin... Para no fallar.
Esa curiosa tradición que tenía la banda de hacer bromas graciosas a los miembros en los cumpleaños, era divertida, siempre y cuando el del cumpleaños no fuera él. Pero... Él no estaba de cumpleaños, era imposible, eso sería hasta la siguiente semana, ¿por qué molestarse en gastarle una broma con una semana de anticipación?
Fue hasta el calendario en la pared, y en efecto, era nueve.
Oh... Ahora todo tenía sentido; el sonido de un mensaje entrante, lo obligó a volver la mirada al teléfono celular en donde el chat de Park estaba abierto.
"¿De qué me está hablando, Yoon Hyung?”.
YoonGi soltó un bufido, eran tan malos a la hora de hacer bromas, que incluso causaban un poco, muy poco, de gracia. Una carcajada socarrona le siguió mientras escribía:
"Deja de jugar y ven a abrir mi estudio".
No tuvo tiempo de pensar, simplemente la idea de que la pequeña broma se acabara, eran una motivación bastante fuerte. Y de entre tantas emergencias, bueno... aún quería ir al baño.
"¿Cómo quiere que lo abra, si no tengo la contraseña?".
"Te la daré...".
"Bien", contestó JiMin... De los otros dos no había ni luces.
YoonGi tecleó con rapidez la combinación en números binarios, que lo protegían de intrusos a la hora del trabajo —y que, dadas las circunstancias en las que nos encontrábamos, hacía un par de días que no servía—. Nunca había pensado en darla a alguien, pero, de la misma manera, nunca había pensado quedar atrapado en su propia habitación.
Puede jurar que le han salido raíces en los pies, por el tiempo que ha estado de pie... Y espera pacientemente, hasta que se harta. Busca en el ordenador algo con lo que entretenerse, en lo que Super Chimmy va a su rescate... Pero, algo en el ordenador le obligan a mostrar una mueca irónica y desconcertada.
Fecha: Hoy 09/03/NIMY
"¿NIMY?, Qué significa eso?"
¿Qué ahí no debería decir dos mil veinte?
Bien, se había olvidado de la fecha exacta de su cumpleaños, pero estaba seguro, estaban en la segunda década del milenio, ¡cómo olvidar tal cosa! Hasta recuerda la alocada fiesta de año nuevo en la que incluso él, bailó un poco y bebió otro tanto, por aquí y por allá.
Busca en las configuraciones de la computadora, pero los resultados son los mismos... Ninguna parece mostrar el año correcto y Min solo puede pensar en lo que le va a costar enviar el aparato a arreglar. Porque, por más veces que se ha tomado la molestia de configurar el aparato, este no parece tener intención de actuar correctamente.
"Hyung, si quería que me levantara nada más para gastarme una broma, ya puede reírse, caí redondito".
El mensaje está en la vista previa de su celular, parpadeando, al igual que el mismo Min, quien no entiende del todo las palabras de Park. Toma el teléfono entre los dedos, con los ojos torcidos, en una mescolanza entre incertidumbre y enojo.
—Ya los descubrí, ¿por qué diablos siguen fingiendo? —dijo Min, mientras mordía su labio inferior reseco... Tenía sed.
"¿Cuál broma?, estoy en mi estudio desde hace varias horas, intenté abrir la puerta, pero está cerrada con llave".
Observar el mensaje que ha llegado a JiMin, mientras él escribe una respuesta. Después para. Después escribe otra vez... De pronto vuelve a parar...
"Descargar foto".
...
Una foto de JiMin haciendo el signo de paz muy cerca de sus ojos, aparece en su pantalla una vez el archivo está descargado.
No hay nada extraño en ella... Solo un muchacho tratando de ser lindo con su hyung... La imagen de Chimmy es rebosante de alegría, una foto normal... YoonGi quizá pensó que debía alegrarse, por el simple hecho de ver la foto... Pero, se veía en sus ojos... Sentía que algo no cuadraba.
"Su estudio está vacío. Yo estoy aquí, usted no está, hyung".
YoonGi está más que confundido.
Observa con mayor atención a la fotografía... Y sí, en efecto, ese es su estudio, pero... Está vacío.
Se levanta como un muerto, de un salto inanimado y al mismo tiempo inquietante. Sostiene su teléfono celular, y toma una foto a la cablería verde destellante que le rodea y al foco averiado que parece inundar el cuarto en una penumbra verdosa y nauseabunda. Sin pensarlo dos veces, envía la fotografía esperando respuesta... Pero por más que espera, la foto no carga y el mensaje no llega.
Pronto, el destello de un mensaje entrante, llaman su atención de nuevo.
“Hyung, lo de hoy fue muy divertido, deberíamos repetirlo”.
Está hastiado de los mensajes a medias que no entiende.
“De qué hablas, TaeHyung?”, escribe.
“La feria de arte, gracias por haber ido conmigo”.
Esta es una reverenda estupidez, él no recuerda haber ido a ninguna de esas cosas a las que siempre se niega porque no comprende del todo. Sin embargo, el muchachito de la voz grosísima está allí, afirmando que acaba de regresar del dichoso lugar.
“Le enviaré las fotos”.
“Descargar fotos”
...
En efecto, es él... O al menos, es su rostro el que aparece en la fotografía, sosteniendo un helado en la mano y una sonrisa en el rostro... Mira la fecha... 09/03/NIMY. ¿Es que también el teléfono del mocoso estaba averiado?
La incertidumbre y el desagrado por la situación, lo ponen de mal humor... Los cables destellantes, parecen retorcerse al compás de los humores extrañados de Min... Y se extienden como serpientes, reptando entre las lozas, tanteando incesantemente... Como si quisieran enredarse en sus pies... Y al mismo tiempo, como si aguadaran por algo en especial.
Min parece temblar un poco, eso de que los cables se movieran tan libremente, no podía tratarse simplemente de un virus o alguna creación muy generosamente ingeniosa de su imaginación, entonces... ¿Qué era todo esto?, ¿Por qué diablos no recordaba haber salido con el mocoso por un helado? ¡adoraba el helado! Imposible haber olvidado algo como eso...
Entonces cayó en cuenta, definitivamente, ese no era él. No podía ser él.
De pronto, tocaron a la puerta.
Casi se le sale el corazón por la boca cuando JiMin y TaeHyung aparecen, buscando algo entre las paredes de su habitación, pero, por más que grita y les mueve, estos parecen ignorarlo sin miramiento alguno.
—Mocosos malcriados, mira que ignorar descaradamente a un hyung —dijo, indignado.
El espanto que se dibujó en su rostro cuando, su propia mano traspasó el cuerpo de sus compañeros, como si se tratara de un fantasma en las películas de SeokJin, resultaba por lo mucho inenarrable.
Y nada qué decir cuando, después de un brevísimo momento, su propia figura aparece, a un lado de sus compañeros...
Es su cuerpo, su rostro, incluso su voz... Pero está seguro de que este Min YoonGi es un impostor, porque claro, él es el único y verdadero que existe en el mundo.
Un estremecimiento extraño, recorre sus pieles cuando, el Min YoonGi falso, le mira directo a los ojos... y le dedica una sonrisa ladina y siniestra, para después regresar a su expresión impasible del inicio; Habla igual que él, se mueve igual que él, existe incluso de la misma manera elocuente y magnífica.
Despavorido, toma su teléfono celular, para mandar un mensaje a todos sus compañeros;
“Ese no soy yo”.
—Le dejamos trabajar, Hyung —dice TaeHyung, ignorando por completo que le está hablando a un impostor. La criatura asiente con complacencia, de una forma tan inquietante, que abruma—. No se quede hasta muy tarde.
Pronto, se queda solo en la habitación, con el impostor. Quien, a raíz del enojo en el rostro de Min, le dedica una sonrisa socarrona y triunfante, tan semejante a la suya, que casi puede saborear ese deje altanero del impostor.
—¿Quién demonios eres? —confronta al impostor, con un tono altivo que pretende llenarle de valor.
—Soy Min YoonGi —exclama la criatura. Y, aunque su voz suena a la del verdadero Min YoonGi, hay algo acartonado que se filtra entre sus sílabas, intentando con demasiadas fuerzas sonar certera, real y elocuente... Y, aun así, fallando en el intento.
—No es cierto.
—¡Claro que es cierto, solo mírame! No puedo ser otra cosa que Min YoonGi. He salido con los miembros de Bangtan, compongo canciones extraordinarias, poseo un gran reconocimiento como rapero y como compositor... ¡Has visto este rostro hermoso!, ¡No puedo ser otro que Min YoonGi!
—Yo no soy un presumido.
—Detalles.
La criatura parece fastidiarse de esperar, por lo que toma la silla giratoria, mientras juega una simulación de basketball con las bolas de papel arrugadas del escritorio y un cesto de basura. Un tiro de tres puntos, parece regocijar al Min impostor al punto de las carcajadas.
—No puedes ir por ahí, haciendo creer a mis amigos que eres yo —condena el único y verdadero Min YoonGi —Ellos se darán cuenta del engaño.
—Oh, ¿es así? —exclama la criatura —Tan perspicaces han sido tus compañeros y tus fans, que no se han percatado del cambio en semanas... ¿Qué te hace creer que te reconocerían de un tiro?
No quiere admitirlo, se ve en su rostro furibundo... Pero han pasado días, sin que alguien se asome por esa puerta a “molestar”. Quizá fueron demasiadas las veces en que, irritado, sacó a patadas a sus compañeros, solo para que las conversaciones de los demás, no interfirieran con su proceso creativo.
Tal vez, solo tal vez, sus compañeros pasaron tanto tiempo alejados, que después de semanas sin interactuar, ninguno se percató del cambio en su persona... ¿Era esto algún tipo de castigo?
Los cables siguen reptando y brillando. El impostor Min estira la espalda en un deje cansado, mientras bosteza y se acurruca en una silla para dormir...
—¿De qué diablos estás cansado? —espetó YoonGi —no haces más que dormir y robarme a mis amigos.
—He estado trabajando hasta tarde en una canción.
—¡No es cierto!, ¡Yo estuve trabajando hasta tarde en una canción!
—En efecto—contestó la criatura —y como Min YoonGi no sale a divertirse, tuve que venir hasta aquí a salvarte el trasero, de nuevo.
Min YoonGi, el verdadero, no estaba entiendo ni pizca de la situación.
—Yo soy el verdadero...
—¡Por supuesto que lo eres, tontuelo. Solo puede haber uno como tú —exclamó el impostor, de pronto conmovido por su parte homóloga—. Por eso mismo, necesitas a alguien que se divierta por ti, que descanse por ti, que disfrute la compañía de tus amigos por ti. Y como te vi tan ocupado en esa segunda parte para First Love... Pensé que necesitarías a alguien que te echara una mano.
—No puedes quitarme mi vida, así como así.
La criatura se levantó de la silla, haciéndose cada vez más grande y más fea. Las formas que lo convertían en una réplica exacta de Min YoonGi, se retorcieron bajo las pieles estiradas de una gran bestia repleta de cables verdes, brillosos y estridentes.
Los cables que habían estado reptando en silencio, se enrollaron en su cuerpo, haciéndole ver más grande y horrible. Sus cabellos se alargaron, hasta volverlo una especie de criatura peluda y al mismo tiempo metálica, que con trabajo y cabía en la habitación... Se acercó tanto a Min YoonGi, que casi tira la computadora de un empujón que le dio con la espalda. Aproximó su bestial boca al rostro de Min, hasta quedar cara a cara con el rapero.
—Entonces vívela—dijo el impostor en un estruendo cacofónico que hizo vibrar hasta el último de los cables —que hay más de uno como yo queriendo robarla...
Después de decir aquello, la criatura volteó al ordenador y nos miró fijamente, antes de desconectar el enchufe de la corriente... y dejarnos fuera.
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©FlyKingSquad | SamanthaHirszenberg
09032020
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