Narrador

La noche pasaba lentamente y ambos conversaron entre ellos entre sonrisas de diversión junto a uno que otro beso hacía el otro con un sonrojo que cada vez se hacía mucho más evidente, pasearon por el parqué, hicieron una pequeña carrera que en vez se parecer una competitiva era una que ambos no estaban interesados en ningún momento en ganarla e incluso cenaron en un restaurante que daba una agradable sensación a hogar, la noche estaba por acabar y vieron las estrellas juntos hasta más tarde, hasta el momento en dónde se debieron despedir del otro e ir cada uno a su hogar, ambos al llegar tenían una sonrisa en su cara y suspiraron de forma tranquila.

-fue una buena noche- ambos dijeron desde donde estaban al mismo tiempo mientras iban a su cuarto a descansar, mientras en otro lado dos chicas y cierto zorro que estaba hay por la fuerza ya también se iban a descansar-

-que bien a resultado todo, su cita a salido excelente -comento la murciélago limandose las uñas-

-si lose creó que ya saben lo que sienten por el otro -sonrió alegré la más joven de los tres-

-creó que fue algo manipulador- confesó Lian quién solo soltó un pequeño suspiró al ver las miradas de desaprobación de ambas chicas- pero creo qué han echó bien -mantuvo la calma para dar una sonrisa tranquila mirando a ambas-

-que bueno querido, si necesitan ayuda ya saben dónde encontrarme -comento de forma tranquila y elegante la murciélago para empezar a volar- adios queridos -se va con una sonrisa pícara en su cara-

-somos como cupido pero creó que más efectivos- bromeo Salin aunque cierta parte de su tono lo decía en serio-

-su hermano mayor le despeinó un poco soltando una pequeña risa- creó que si, pero aun así no podemos quitarle su puesto a cupido -siguió la broma estirandose un poco y soltando un bostezo- pero tal vez algún día pueda darles un trabajó

-sonríe de lado algo cansada por el sueño pero demostrando estar agradecida- gracias por ayudarnos hermano

-no hay de que pero a la próxima solo tienen que pedirla no es necesario amenazarme -río algo nervioso por lo bajó una vez llegaron a su hogar cada uno se fue a dormir directamente sin duda fue una noche para recordar para los cinco, era muy curioso como el amor llegaba a influir en las personas, tanto que hasta quieres ser un cupido y ayudar a esa pareja, aunque eso no sea necesario, ya que con un pequeño empujón de alguien pueden suceder muchas cosas que ni uno pudo aver esperado.