Narra Sonic

Después de la carrera llegamos a la casa de Shadow y vaya sólo puedo describirla en una palabra y esa es ¡Increíble! No creí que le pagarán tan bien como para tener todos estos lujos en serio ya que díganme ¿Que es mejor? Que una pantalla plana mediana enfrente de un sofra para uno solo, con un mini refrigerador al lado izquierdo, una mesa que tiene tres plataformas llenas de bocadillos y dulces, el sillón apesar de estar cubierto de cuero era muy cómodo a decir verdad además de qué era reclinable, una alfombra algo mullida pero elegante sobre éso, además del echó de que las paderes estaban pintadas en tonos pasteles suaves y relajantes, ventanas a los estremos de esa pantalla que además tenía un buen equipo de sonido que estaba limpió y listo para ser usado esa era la sala, era glorioso verla, era todo lo qué alguien como yo a mi edad quiere tener o éso pienso.

-quédate justamente hay Sonic- escuche decir de Shadow y cómo no quería molestarle más de lo que le e echó, hice caso quedándome dónde me quedé parado pero sin dejar de ver la increíble sala, si así era sólo esa parte de la casa me daba mucha pero mucha curiosidad él de cómo se vería la demás, pero no me moví ni un centímetro de dónde estaba, hasta que vi a Shad llegar con una toalla- toma la -me la dio casi lanza domela en la cara-

-gracias Shad en serio- sonríe tranquilamente y me empecé a secar, se preguntarán porque estaba mojado pues, pase por un lago para ahorrarme tiempo de pasar al lado de éste, pero me terminé mojando un poco-

-no hay de que, además yo no quiero que mojes toda mi casa- se cruzó de brazos mirándome seriamente, pero daba cierta chispa de hospitalidad o éso yo creía- cuándo termines siéntate- puse mis orejas de lado puesto éso no tenía sentido-

-¿Y dónde me siento si solo hay un sillón para uno? -pregunté medió riendome de lo que digo o por lo menos éso fue hasta ver de qué traía otra silla, de seguro era del comedor ya que esta tenía toda la pinta de serlo, era de madera de roble tallada a mano y con muebles rojos dándole un toqué hogareño, clásico pero al mismo tiempo elegante, se preguntarán ¿Cómo sabes éso? Pues digamos que Amy me empezó a decir y mostrar cómo debía ser "nuestra casa" cuándo nos casaramos, lo cuál estaba más que claro que éso nunca iva a pasar- gracias Shad -agradecí y me senté en la silla, vi que el puso una cara rara cómo si se hubiera decepcionado de algo en particular pero yo no quería descubrirlo sólo quería relajarme, viendo una buena película-

-escuche qué prendió la tv así que levanté mi vista para ver que ponía de bueno hay, hasta que se detuvo para ver una serie de policías que resuelven crimenes, al parecer le gustaba ese tipo de tramas, yo no reclame puesto al poco tiempo también me enganché a ése programa no se cómo lo hacían, pero ponían un buen suspenso cuándo era necesario, me acomode y miraba a su lado, el ambiente lo sentía agradable y tranquilo, ninguno decía algo al otro, sólo se escuchaba el sonido de la televisión aun así de algún modo era cómodo cómo cuándo estábamos discutiendo hace rato con ese apodo.