— Tú crees? —pregunta Yibo, sorprendido.

—Es la línea de su mandíbula —señalo en la pantalla—. Y los pendientes y la forma de sus hombros. Él tiene también la estructura correcta.

Debe estar usando una peluca, o se cortó y tiñó el pelo.

—Wei, ¿estás recibiendo esto? —Yibo pone el teléfono en su escritorio y cambia a modo manos libre—. Parece que ha estudiado a su ex jefe en detalle, Sr. Wang —murmura sonando no muy contento. Le frunzo el ceño, pero soy salvado por Wei.

—Sí, señor. He oído al Sr. Wang. Estoy ejecutando el software de reconocimiento facial en todas las imágenes de circuito cerrado de televisión digital en estos momentos. Veamos donde más estuvo este imbécil. Lo siento señor, este hombre ha estado dentro de la organización.

Miro ansiosamente a Yibo, quien ignora el improperio de Wei. Está estudiando de cerca la imagen del circuito cerrado de televisión.

—¿Por qué él haría esto? —le pregunto a Yibo. Estoy algo confundido.

Se encoge de hombros.

—Venganza, quizás. No lo sé. Uno no puede entender por qué algunas personas se comportan de la forma en que lo hacen. Sólo estoy enfadad de que tú alguna vez trabajaras tan estrechamente con él. —Los labios de Yibo se presionan en una dura y delgada línea, y rodea mi cintura con su brazo.

—Tenemos el contenido de su disco duro también señor —añade Wei.

—Sí, lo recuerdo. ¿Tienes una dirección del Sr. Fang? —dice Yibo bruscamente.

—Sí señor, la tengo.

—Avisa a Welch.

—Por supuesto. También voy a analizar los circuitos cerrados de televisión de la ciudad y ver si puedo rastrear sus movimientos.

—Compruebe qué vehículo tiene.

—Señor.

—¿Wei puede hacer todo eso? —Pregunto en un susurro.

Yibo asiente con la cabeza y me da una sonrisa de suficiencia.

—¿Qué había en el disco duro? —Vuelvo a preguntar en un susurro.

La cara de Yibo se endurece y agita la cabeza.

—No mucho —dice, con los labios apretados, olvidando su sonrisa.

—Dime.

—No.

—¿Era sobre ti o sobre mí?

—Sobre mí —suspira.

—¿Qué tipo de cosas? ¿Sobre tu estilo de vida?

Yibo sacude su cabeza y pone su dedo índice contra mis labios para hacerme callar. Le frunzo el ceño. Pero entrecierra los ojos, y eso es una clara advertencia de que debo mantener la boca cerrada.

— Es un Camaro 2006. Le enviaré también a Welch los detalles de la licencia —dice Wei con entusiasmo desde el teléfono.

—Bien. Déjame saber donde mas ha estado ese cabrón en mi edificio. Y verifica esta imagen contra la otra de su archivo personal en la empresa. —Yibo me mira fijamente con escepticismo—. Quiero estar seguro de que sabemos quien es.

—Ya está hecho señor, y el Sr. Wang está en lo correcto. Éste es Jack Fang.

Sonrío de oreja a oreja. ¿Ves? Puedo ser útil. Yibo frota su mano por mi espalda.

—Señor.

—Gracias Wei. —Yibo cuelga.

—Bueno, Sr. Wang, parece que no es sólo decorativo, sino útil, también. — Los ojos de Yibo se iluminan con perversa diversión. Sé que está burlándose.

—¿Decorativo? —me mofo, burlándome de vuelta.

—Mucho —dice tranquilamente, presionado un suave y dulce beso en mis labios.

—Eres mucho más decorativo que yo, Sr. Wang.

Él sonríe abiertamente y me besa más fuerte.

Cuando tomamos aire, mi corazón se acelera.

—¿Hambriento? —pregunta.

—No.

—Yo sí.

—¿De qué?

—Bueno, de comida en realidad, Sr. Wang.

—Te voy a hacer algo —suelto una risita tonta.

—Amo ese sonido.

—¿De mi ofreciéndote comida?

—Tú riendo. —Besa mi cabello y luego me levanto con una sonrisa en mi rostro.

La mañana siguiente, Yibo aprieta mi mano mientras salimos de la empresa. Él se parece mucho al ejecutivo poderoso en su traje oscuro y su corbata a juego, sonrío. No ha estado así de elegante desde el ballet en WuHan.

—¿Sabes que no tienes que hacer esto? —murmura él. Estoy tentado de rodar mis ojos hacia él.

—Lo sé —susurro, no queriendo que Yeo y Ren me oyeran por casualidad desde el frente del Audi. Él frunce el ceño y sonrío—. Pero quiero hacerlo —sigo—, lo sabes. —Me inclino y lo beso. Su ceño fruncido no desaparece—. ¿Qué está mal? —Él echa un vistazo inciertamente a Ren mientras Yeo sale del coche.

—Te extrañaré teniéndote conmigo.

Me levanto para acariciar su cara. —Yo también. —Lo beso—. Fue una maravillosa luna de miel. Gracias.

—Vaya al trabajo, Sr. Wang.

—Usted, también, Sr. Wang.

Yeo abre la puerta. Aprieto la mano de Yibo una vez más antes de salir a la acera. Mientras me dirijo al edificio, le doy un saludo con la mano, Yeo sostiene abierta la puerta y me sigue dentro.

—Hola, Zhan-Ge. —Lu sonríe detrás del mostrador de recepción.

—WenYi, hola. —Sonrío de vuelta.

—Te ves maravilloso. ¿Buena luna de miel?

—La mejor, gracias. ¿Cómo ha estado todo por aquí?

—El anciano Roach es el mismo, pero han aumentado la seguridad y nuestro cuarto de servidor está siendo revisado. Pero Hannah te dirá.

Seguro lo hará. Le doy a Lu una sonrisa amistosa y me dirijo a mi oficina.

— Hola, Hannah —digo cariñosamente.

—Zhan-Ge, ¿cómo estuvo tu luna de miel?

—Fantástico. Toma, para tí. —Hago caer la pequeña botella de perfume que compré para ella en su escritorio, y aplaude con regocijo.

—¡Ah, gracias! —dice entusiasmadamente—. Tu correspondencia urgente está en tu escritorio, y a Roach le gustaría verte a las diez. Eso es todo lo que tengo que relatar por el momento.

—Bueno. Gracias. Y gracias por el café. —Vago hacia mi oficina, descanso mi maletín en mi escritorio y miro fijamente las cartas amontonadas.

Joder, tengo mucho para hacer. Siento que ya me va a dar dolor de cabeza.

Hemos tenido una buena pelea a causa de que no tome su apellido en la empresa.

Por Dios!!

Cual es la maldita diferencia de si uso Xiao en vez de Wang?

Quiero que mi nombre sea impreso en el libro, como Xiao Zhan, no como Wang Zhan y que todos piensen que lo obtuve porque la editorial es de mi esposo.

Es tan frustrante escuchar que tengo mi puesto de editora aquí, porque el dueño es mi esposo, No. Obtuve este puesto porque Yibo sea mi esposo, lo obtuve bajo mi propio esfuerzo, con mi propio sudor y determinación.

Estamos en casa, el ambiente es tenso entre nosotros, pero no me puedo dejar tratar así, no soy un maldito activo como él me llamó horas atrás.

Wang Yibo puede ser muy infantil.

—¿Quieres una bebida? —pregunto muy dulcemente.

—No, gracias —responde sin quitarme los ojos de encima, y sé que está desorientado. No sabe qué hacer conmigo. Es cómico en un nivel y trágico en otro.

Bueno, ¡que se joda! Tengo problemas en encontrar mi lado compasivo después del encuentro de esta tarde.

Lentamente, se quita la corbata y desabotona el primer botón de su camisa. Me sirvo una gran copa de sauvignon blanco, y Yibo se pasa una mano por el cabello.

Cuando me doy la vuelta, la Sra. Lee ha desaparecido. ¡Mierda! Ella es mi escudo humano. Bebo un trago de vino. Hmm. Sabe bien.

—Para ya con esto —susurra Yibo. Hace los dos pasos que nos separan y queda frente a mí. Suavemente acaricia mi lóbulo con sus dedos, enviando escalofríos por mi cuerpo.

¿Es esto lo que extrañé todo el día? ¿Su toque? Sacudo la cabeza, haciendo que suelte mí oreja y lo miro.

—Háblame —murmura.

—¿Cuál es el punto? Tú no me escuchas.

—Sí que lo hago. Eres una de las pocas personas a las que escucho.

Bebo otro trago de vino.

—¿Esto es sobre tu nombre?

—Sí y no. Es la forma en que lidias con el hecho de que no esté de acuerdo contigo. —Lo miro, esperando que se enfade.

Frunce el ceño. —Zhan, tú sabes que tengo… problemas. Me es difícil dejarlo pasar cuando estás involucrado. Sabes eso.

—Pero no soy una niño y no soy un activo.

—Lo sé. —Suspira.

—Entonces deja de tratarme como si lo fuera —susurro, rogándole.

Pasa sus dedos por mi mejilla y delinea mi labio inferior con su pulgar.

—No te enfades. Eres tan valioso para mí. Como un activo invaluable, como un niño —susurra, con una expresión reverente en el rostro. Sus palabras me distraen.

Como un niño. Invaluable como un niño… ¡Un niño es invaluable para él!

—No soy ninguna de esas cosas, Wang Yibo. Soy tu esposo. Si te sentiste dolido porque no quise tomar tu apellido, deberías haberlo dicho.

—¿Dolido? —Frunce aún más el ceño, y sé que está explorando la posibilidad. De repente se tensa, aún con el ceño fruncido, y mira su reloj—. La arquitecta llegará en menos de una hora. Deberíamos comer.

Oh no. Gimo involuntariamente. No me ha respondido, y ahora tengo que lidiar con Tang Rou. Mi día de mierda sigue empeorando. Miro a Yibo.

—Esta discusión aún no se ha acabado —murmuro entre dientes, mientras él solo finge no haberme escuchado.

¡¡Ahg, Wang Yibo eres tan frustrante!!

Hi, no te olvides de votar y comentar jejeje

Publicando súper tarde y en el día no correcto, pero es que siempre olvidó está historia y me toca escribir a último minuto.

Buenooo, nos leemos la otra semana jajajaja intentare avanzar más rápido y hacer saltos de tiempo xD.

SkyMin🐣😼