1O
Luego de quedarnos por unos minutos así, él solo abrazándome y dándome mimos, me pude calmar.
Luego todo el calor que estaba reteniendo en mi cuerpo explotó de una manera que Yibo me hizo sentir que flotaba en las nubes para luego quemarme en el infierno.
La forma en la que me Amo luego de lo que pasó, me hizo darme cuenta que este es el hombre que amó.
Con todos sus demonios, con sus malditos hábitos de juegos, con su arrogancia con todo y su estúpida riqueza, este es el hombre del cual me enamoré, al cual le entregue todo de mi.
Y aunque el miedo siga escondido en alguna parte de mi, no quiero que me domine porque temo un día explotar y lastimar a Yibo.
Esa noche el me hizo ver las estrellas hasta que ya nuestros cuerpos no pudieron más y sucumbieron al cansancio, pero debo admitir que fue una buena sesión de sexo.
Y el sexo desenfrenado también me gusta.
Pero hacer el amor con Yibo es otra cosa muy diferente.
Amo su maldita dualidad, me encanta.
A la mañana siguiente decidimos tener un pequeño viaje, asi que estuvimos en un avión por aproximadamente unas tres horas, no mucho pero si algo aburrido porque siento entumecidas mis piernas.
Aterrizamos suavemente en Sardy chong a las 12:25pm (MST ).
Wen detiene el avión a poca distancia de la terminal principal, y a través de las ventanas veo una larga minivan Volkswagen esperándonos.
—Buen aterrizaje. —Yibo sonríe y aprieta la mano de Wen mientras nos preparamos para salir en fila del jet.
—La densidad de la altitud es todo, señor. —Wen sonríe en respuesta—. Beighley aquí presente es buena con las matemáticas.
Yibo asiente al primer oficial de Wen.
—Diste en el clavo, Beighley. Suave aterrizaje.
—Gracias, señor. —Sonríe satisfecha.
—Disfruten su fin de semana, Señores. Wang. Nos veremos mañana. —Stephan da un paso a un lado para dejarnos desembarcar y tomando mi mano, Yibo me conduce por las escaleras de la aeronave hacia donde Taylor está esperando junto al vehículo.
—¿Minivan? —dice Yibo sorprendido mientras Taylor abre la puerta.
Taylor le dirige una sonrisa apretada y contrita y un leve encogimiento de hombros.
—Último minuto, lo sé —dice Yibo, inmediatamente aplacado. Taylor regresa al avión para retirar nuestro equipaje.
—¿Quieres que nos besemos en la parte de atrás de la van? —murmura Yibo, un brillo travieso en sus ojos.
Suelto un risita. ¿Quién es este hombre, y qué ha hecho con el Sr. Increíblemente Enfadado de los últimos días?
—Vamos ustedes dos. Entren —dice Jia detrás de nosotros, rebozando impaciencia junto a Eriol. Nos subimos, nos tambaleamos hacia el asiento doble en la parte trasera y nos sentamos. Me acurruco junto a Yibo, y él pone su brazo sobre la parte trasera de mi asiento.
—¿Cómodo? —murmura mientras Jia y Eriol ocupan el asiento frente a nosotros.
—Sí. —Sonrío y él besa mi frente. Y por alguna incomprensible razón hoy me siento tímido con él. ¿Por qué? ¿Por lo de anoche? ¿Por qué tenemos compañía? No puedo definirlo.
Yue y Xue se nos unen finalmente mientras Taylor abre la compuerta levadiza para guardar el equipaje. Cinco minutos después, estamos en camino.
Miro por la ventana mientras nos dirigimos hacia ShanWu. Los árboles están verdes, pero un susurro del otoño venidero es evidente aquí y allá en las puntas amarillentas de las hojas.
El cielo es de un azul cristalino, aunque hay nubes oscuras en el oeste. Alrededor de nosotros, en la distancia, se ciernen las Rocosas, el pico más alto directamente en frente.
Son verdes y exuberantes, y las más altas están coronadas con nieve y lucen como si fueran el dibujo de un niño.
—¿Has estado antes en ShanWu, Zhan-ge? —Eriol se gira y me pregunta, sacándome de mi ensueño.
—No, primera vez. ¿Tú?
—Xue y yo solíamos venir mucho cuando éramos adolescentes. Papá es un entusiasta esquiador. Mamá menos.
—Tengo la esperanza de que mi esposo me enseñe a esquiar. —Le doy una mirada a Yibo.
—No cuentes con eso —murmura Yibo.
—¡No seré tan malo!
—Podrías romperte el cuello. —Su sonrisa se ha ido.
Oh. No quiero discutir y amargar su buen humor, así que cambio de tema.
—¿Hace cuánto tienes este lugar?
—Casi dos años. Ahora también es suyo, Sr. Wang —dice suavemente.
—Lo sé —susurro. Pero de alguna manera no siento el coraje en mi convicción. Inclinándome, beso su mandíbula y me acurruco una vez más contra su costado oyéndolo reír y bromear con Eriol y Yue.
Jia interviene de vez en cuando, pero Xue Yao está en silencio, y me pregunto si está meditando sobre Jack Fang u otra cosa. Luego lo recuerdo. ShanWu… la casa de Yibo aquí fue rediseñada por Tang Rou y reconstruida por Yue.
Me pregunto si eso es lo que preocupa a Xue. No puedo preguntarle delante de Yue, dada su historia con Rou. ¿Yao siquiera está al tanto de la conexión de Rou con la casa? Frunzo el ceño preguntándome qué podría estar molestándole y resuelvo preguntárselo cuando estemos solos.
Conducimos por el centro de ShanWu y mi estado de animo mejora a la vez que estudio la ciudad. Hay construcciones bajas, la mayoría de ladrillos rojos, chalets de estilo tradicional, y numerosas casitas de fines de siglo pintadas de colores divertidos.
Muchos bancos y tiendas de diseñador también, traicionando la riqueza de la población local. Por supuesto que Yibo encaja aquí.
—¿Por qué escogiste ShanWu? —le pregunto.
—¿Qué? —Me mira con curiosidad.
—Para comprar una casa.
—Mamá y Papá solían traernos aquí cuando éramos niños. Aprendí a esquiar aquí, y me gusta el lugar. Espero que a ti también… de lo contrario, venderemos la casa y escogeremos otro lugar.
¡Tan simple como eso! Wow.
Taylor nos conduce fuera de la ciudad, y comenzamos a subir por el otro
lado del valle, serpenteando por una carretera de montaña. Entre más alto
vamos, más me entusiasmo, y Yibo se tensa junto a mí.
—¿Qué sucede? —pregunto mientras tomamos una curva.
—Espero que te guste —dice quedamente—. Llegamos.
Taylor baja la velocidad y gira por una entrada hecha de piedras grises, beige y rojas. Toma el camino y finalmente se detiene frente a una impresionante casa. Con puerta central y habitaciones frontales, techo a dos aguas y construida con madera oscura y la misma piedra mezclada de la entrada. Es deslumbrante; moderna, austera, muy del estilo de Yibo.
—Hogar —articula hacia mí mientras nuestros huéspedes comienzan a salir de la van.
—Parece bonita.
—Ven a ver —dice, con un emocionado, aunque ansioso brillo en sus ojos como si estuviese a punto de mostrarme su proyecto de ciencias o algo.
Jia sube las escaleras corriendo hacia donde una mujer está de pie en la entrada. Es pequeña y su cabello oscuro está manchado con gris. Jia lanza los brazos alrededor de su cuello y la abraza con fuerza.
—¿Quién es? —pregunto mientras Yibo me ayuda a salir de la van.
—La Sra. Fu. Vive aquí con su esposo. Cuidan el lugar.
Oh, Dios… ¿más personal?
Jia está haciendo presentaciones, Eriol; luego Xue. Yue también abraza a la Sra. Fu. Mientras Taylor descarga la van, Yibo toma mi mano y me lleva hasta la puerta del frente.
—Bienvenido de vuelta, Sr. Wang. —Sonríe la Sra. Fu.
—Xiao, éste es mi esposo, Zhan —dice Yibo orgullosamente.
Su lengua acaricia mi nombre, haciendo que mi corazón tartamudee.
—Sr. Wang. —La Sra. Fu asiente en un respetuoso saludo. Extiendo la mano y nos saludamos. No es sorpresa para mí que sea más formal con Yibo que con el resto de la familia.
—Espero que hayan tenido un vuelo placentero. Se supone que el clima estará bien todo el fin de semana, aunque no estoy segura. —Mira las oscuras nubes detrás de nosotros—. El almuerzo estará listo cuando lo deseen. —Sonríe de nuevo, sus oscuros ojos centellando, y me siento cómoda con ella inmediatamente.
—Xue, ¿cómo están Yue y tú? —pregunto.
Sus grandes ojos se fijan en los míos.
Oh, no.
Él sacude la cabeza.
—No quiero hablar de eso ahora. —Asiente en dirección a Jia—. Pero las cosas están… —No termina la frase.
Éste no es mi tenaz Yao. Mierda. Sabía que algo estaba sucediendo. ¿Le digo lo que vi? ¿Qué es lo que vi? Yue y la Sta. Predadora Sexual Bien Vestida hablando, abrazándose, y ese beso en la mejilla. ¿Seguramente no son más que viejos amigos? No, no se lo diré. No ahora. Le doy un asentimiento que dice “entiendo completamente y respetaré tu privacidad”.
Él toma mi mano y le da un apretón agradecido, y ahí está, un rápido vistazo de pena y dolor en sus ojos que él rápidamente reprime con un parpadeo. Siento una repentina oleada de protección por mi querido amigo. ¿A qué demonios está jugando Wang Mujeriego Yue?
Una vez de regreso en casa, Xue decide que nos merecemos unos cócteles después de nuestro gran espectáculo de compras y rápidamente nos prepara unos daiquiris de frutilla. Nos acurrucamos en los sofás de la sala de estar frente al fuerte fuego de la chimenea.
—Xue sólo ha estado un poco distante últimamente —murmura Yao, mirando las llamas. Xue y yo por fin tenemos un momento para nosotros mientras Jia guarda sus compras.
—¿Oh?
—Y creo que estoy en problemas por meterte en problemas.
—¿Te enteraste de eso?
—Sí. Yibo llamó a Yue; Yue me llamó.
Pongo los ojos en blanco. Oh, Cincuenta, Cincuenta, Cincuenta.
—Lo lamento. Yibo es... protector. ¿No has visto a Yue desde la noche de los cócteles?
—No.
—Oh.
—Realmente me gusta, Zhan Zhan —susurra. Y por un horrible minuto creo que va a llorar. Éste no es Xue Yao. ¿Esto significa el regreso de los pijamas arcoiris?
Se vuelve hacia mí.
—Me he enamorado de él. Al principio pensé que era sólo el sexo genial. Pero él es encantador y amable y cálido y divertido. Podía vernos envejeciendo juntos, sabes... hijos, nietos… todo.
—Tus felices para siempre —susurro.
Asiente tristemente.
—Quizás deberías hablar con él. Intenta encontrar algo de tiempo a solas aquí. Averigua qué lo está preocupando.
Quién lo está preocupando, gruñe mi subconsciente. La abofeteo, sorprendido ante la rebeldía de mis propios pensamientos.
—¿Quizás podrían dar un paseo mañana por la mañana?
—Veremos.
—Xue, odio verte así.
Él sonríe débilmente, y me inclino para abrazarlo. Resuelvo no mencionarle a Rou, aunque sí podría mencionárselo al mujeriego.
¿Cómo puede meterse con el cariño de mi amigo de esta manera?
Jia regresa, y pasamos a un territorio creo que mucho más seguro.
Me ha salido largo el capítulo x lo que posiblemente habrá doble actualizacion.
Ya estamos en la escena de la cabaña, quiere decir que ya me falta poco para la bomba xD.
No dejes de votar xfavor, se que no es la gran cosa pero aún así espero que de verdad os guste.
Nos leemos más tarde~
Skymin✨
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro