Capítulo 2
—¿Cómo subo esto?
—Debe ser una broma. —bufó el rubio.
Ya habían pasado 2 semanas desde que había decidido descargar el juego por el cual tanto insistió su amigo de personalidad alegre, y estaba ahí, teniendo complicación por cosas que no entendía. Sí, había leído el manual pero en su defensa, era complicado porque era nuevo, y todo lo nuevo costaba. Eso podía decir él, pero el chico de los ojos amarillentos pensaba diferente al verlo con cara de susto. No entendía porqué lo miraba mal, él solo quería subir la montaña para volar y aterrizar encima de la casa de paja y así matar al monstruo que lo atacaba. No había nada que le pareciera malo en eso. Y su lógica parecía buena, entonces, ¿porqué el del mechón negrizo se cubría la cara y lloraba? ¿estaría conmocionado por su talento? Seguramente era eso.
Pronto descubrió el botón en la computadora de espacio y los comandos para ir arriba, abajo, a la izquierda y a la derecha. Se sintió aliviado y lo puso en práctica tanto escalaba. Le parecía extraño porque en Kyanpubatoru no hacían ese tipo de cosas, sino más bien era un campo completo con obstáculos, pero podían esconderse, agacharse y etc, para luego intentar acabar con el clan enemigo. Shōkan le parecía un juego con más variedad, aunque por supuesto, no iba a decirlo en voz alta.
Subió y brincó para poder volar, pero pronto cayó y murió. Rascó su cabeza y trató de averiguar qué sucedía, pero no pasaba nada por su mente, hasta escuchar la risa en carcajadas del rubio quien se había tirado a la cama sin poder parar de retorcerse.
Las miradas de los 3 se cruzaron y permanecieron callados esperando que en algún punto, la risa culminara pero parecía que solo se alargaba.
—¿Qué es tan gracioso? —Preguntó la pelinegra con los brazos cruzados.
—¡Perdón, jaja! Creí que cuando me llamaron y me dijeron que no entendían el juego, estaban bromeando. Sobre todo porque vienen de Kyanpubatoru, y si bien no es el mismo juego, tiene relación al menos en comandos, pero al ver al grupo de <<maestros>> —hizo comillas con sus dedos para luego continuar tanto abrazaba su estómago— hacer esto, de verdad me he dado cuenta que son unos idiotas.
—No te voy a permitir que... —contestó con molestia la de ojos grises, tanto lo apuntaba de mala gana. —No, espera. No lo dije de mala forma, pero sí son idiotas.
Hizo que el albino frente al monitor se levantara para poder explicarles lo que sucedía y claramente, exponer sus errores.
Denki era un viejo amigo de Kirishima, y la mayoría de su vida la había pasado frente a consolas y computadores, experimentando nuevos mundos virtuales. No era que tuviera más experiencia, es que él se detenía a leer e investigar sobre jugabilidad en diferentes juegos, mientras que los profesionales de otros juegos, creían que por ser buenos en su juego de origen, por ende lo serían en otros. Y le parecía aún más gracioso que el chico que había ganado el evento en Kyanpubatoru, no hubiese entendido la jugabilidad básica de Shōkan. Evidentemente, es algo que quería decirles, y lo haría.
—Ustedes los <<maestros>>, son muy injustos al juzgar este tipo de juegos y a su gente. No estan tratando con simples niños, las clasificaciones son solo desde qué edad pueden jugar, es una vaga recomendación que nadie sigue. Aquí hay gente de todo tipo, desde niños, hasta adolescentes y adultos. Personas de hasta 35 años jugando, ustedes y yo, somos nada en este juego. Más ustedes que yo, claro. Porque yo soy profesional en este momento. Ahora, me sorprende que Shoto siendo el ganador del evento este teniendo estas trabas, eres figura pública, tienes 18 años y un clan que te sigue, una comunidad. Deberías preocuparte más por la imágen que das, y ustedes también. —dijo tanto señalaba al para detrás del joven heterocromático.
—Lo siento, creí que era un juego para niños.
—¿Un juego para niños? Oh viejo, ven a ver esto. —llamó Denki a Shoto donde también se unieron Yaoyorozu y Eijiro.
—¿Qué es eso?
—Un evento reciente de Shōkan, miren: Él es Tom, jugador profesional. Se enfrentó contra Blasty, otro jugador profesional. En Shōkan, cuando inicias, te dan todas las armas existentes. Claro que son de nivel bajo, pero cuando creces puedes conseguir mejores armas que hacen mayor daño. Él es conocido como el jugador doble.
—¿Jugador doble? —Solo usa dos armas.
—Pero acabas de decir que te dan muchas. —habló la chica suavemente.
—Sí, de las cuales tú eliges cuáles usar. Él es caracterizado por usar mandoble puño de hierro y espada hoja fina. Es buenísimo jugando tanto en su mundo, como en otros y también en eventos cara a cara. Esta fue su tercera victoria consecutiva. Jugó contra un nuevo profesional, lástima que Blasty no tuvo tanta suerte. Él es un jugador que se especializa en solo un arma y soporte. Hace uso de un escudo y un catalizador, ese catalizador le permite soltar bombas cuándo y cómo guste. Trató de hacerle frente pero jugar con Tom es como si un ratón jugara con un gato; imposible ganar.
No he entrado a eventos desde que él entró a jugar hace dos años, tiene un aura muy extraña, y cuando estos eventos se llevan a cabo en las finales, siempre tenemos que viajar a encontrarnos en una sala privada donde personas nos ven jugar y evidentemente, te encuentras con tus oponentes de forma presencial. Ese tipo me da miedo, prefiero realizar eventos menores. Siento pena por Blasty, ya que llegó hasta la final para encontrarse con el más duro enemigo de todos los jugadores de Shōkan.
—¿Qué es eso que los acompaña? —señaló Shoto a la simulación que se movía.
—Son mascotas. Ellos funcionan como healers, en ese caso serían seres que curan. También debes equiparlos bien, para el momento donde baje la vida, ellos te pueden curar para seguir jugando. En estos eventos gana el que sobreviva. Por eso les dije que eran unos idiotas al juzgar el juego y a su gente. Shōkan tiene más ciencia de la que parece, y mientras que ustedes solo luchan frente a frente en Kyanpubatoru, nosotros debemos escalar para hacernos fuertes y algún día enfrentarnos. Además de que seguimos el hilo de una historia. Shōkan no es fácil, y su gente puede ser amable, pero muchas otras veces, pueden encontrarse con alguien como Tom, o con él mismo en sus mundos. Lo cual sería peor, por eso es importante cerrar sus mundos, así nadie puede entrar a menos que se lo permitan. Hay muchas cosas que deben aprender. Además, el jodido solo va a robar material y cuando te lo topas, te mata.
El de la cicatriz volvió a tomar su silla para sentarse y seguir intentando matar al monstruo, revisando en su inventario donde observó un viejo arco de madera y lo utilizó, apuntando al monstruo y dando una vez. En la pantalla apareció el número 99 y la barra de vida del monstruo bajó de 2500 a 2401.
—El daño puede ser mejor, pero es correcto. No podías volar porque aún no te dan tu cometa cargador, pero sí puedes usar tu arco para contraatacar.
—Sí pero, es algo difícil la coordinación. ¿Tú usas arco?
—Mmff, sinceramente casi no. Creo que solo lo usamos cuando es necesario, porque tienes razón, son difíciles de usar, sobre todo con un enemigo veloz. Yo uso el látigo castigador del trueno, y un catalizador con elemental helada, pero ahora que lo mencionas, creo que hay un profesional que usa arco.
—Seguramente le es muy difícil usarlo.
—Mm, no lo creo. Si le fuese difícil, no lo usaría, ¿no crees? Además, es cierto que no lo he visto en eventos, pero tuve la oportunidad de jugar con él en un equipo de 4 y lo diré con pena pero fue gracias a él que pasamos las 3 salas del calabozo. Igual tiene muchos apoyos, creo que él sabe bien lo que hace, aunque parezca que no. Bueno, debo irme, sigan practicando, deseo verlos pronto en mi mundo.
—Hasta luego, Kaminari.
Los tres volvieron a mirarse para sonreírse y volver a sus computadoras. Quizá Kaminari Denki parecía una persona de dudosa inteligencia, pero en ese precioso momento, había dado otra impresión; la de una persona que bien sabía de lo que hablaba y claro, les había dado la lección de sus vidas, más al de la piel pálida que a los otros dos. Por ello, decidió que si había decidido a hacerlo, lo haría bien. Por sus amigos y por la misma comunidad que le seguía.
—¿¡Por qué debo salir con él!?
—Porque han sido los dos finalistas, y si bien no ganaste, fuiste de los últimos en el evento.
Estaba cansado. Todoroki Shoto no había ido ahí para escuchar los gritos de un adolescente berrinchudo, y peor aún que eso, no entendía porqué lo trataban con tanta delicadeza y atención. Era desagradable por donde quiera que lo viese. Lo observó con disimulo tratando de analizarlo, no lo conocía de ningún lado, los fotógrafos y directivos hablaban de un evento el cual no conocía. Estaba seguro que de Kyanpubatoru no se trataba, pues él había sido el ganador de los tres últimos eventos del juego y como cuarto del de popularidad. Comenzó a pensar que se trataba de un juego menor o de lanzamiento.
—Por favor, no te muevas, casi termino. —pidió la maquillista con pena.
Era cierto, se había distraído observando la patética escena mientras le cubrían la cicatriz con maquillaje.
Terminó ganando el evento cuando ni siquiera se esforzó por ganarlo. Fue su clan dentro del juego y comunidad de fuera quienes lo ayudaron a ganarlo. Y aunque intentó darle el lugar a otro jugador, la empresa misma del videojuego se negó a aceptarlo. Así que eso lo llevaba a la situación actual, en donde lo llenaban con cientos de productos de belleza que en su vida había visto, y soportaba los gritos de un adolescente inmaduro.
Una hora antes había acordado con sus amigos que se verían dentro de la empresa pero tampoco habían llegado. Recibió un mensaje de la chica diciendo que estaba atorada en el tráfico y otro del chico diciendo que había pasado por comida para celebrar. Apostaba a qué estaba más dormido que de compras, pero no tenía tiempo de discutirlo, quería terminar e irse de ese ruidoso lugar.
—Terminé, el fotógrafo te llamará en seguida, por favor, no te vayas. —avisó la chica para guardar sus cosas y casi correr a maquillar a otra persona más.
Aburrido por ya quedarse sin nada que hacer, sacó su teléfono decidido a ver un vídeo para saber cómo pasar un calabozo del juego y conseguir los materiales que necesitaba, bajó el volúmen y agachó su cabeza intentando entender bien el procedimiento. Tuvo que tragarse 1 minuto de intro para poder verlo y otro minuto de comerciales, hasta llegar a lo interesante y ver un <<hack fácil y rápido>>. Pero cuando entró a su cuenta, se dio cuenta de que no tenía los soportes que habían usado y mucho menos las armas. Talló su rostro y suspiró. Se sentía tonto por no entender algo que era clasificado para mayores de 10 años, había estado subestimando el juego durante todo ese tiempo y se lo lamentaba. No tardó mucho en ponerse nervioso por no encontrar materiales, soportes o armas iguales a las del vídeo, y terminó empeorando cuando unas manos tomaron su teléfono y lo miraron como si lo estuviera analizando.
—¿Qué crees que haces? —preguntó con seriedad al presente.
—Esto no te ayudará, te estas quebrando la cabeza por nada.
—¿De qué hablas?
—Quieres pasar un calabozo fácil y rápido cuando ni siquiera cuentas con esos materiales. Esos vídeos son una estafa, para gente de rango de aventura alto que han pospuesto las misiones como idiotas y cuando no tienen más que hacer o se atoran en algún nivel, deciden hacer las misiones para avanzar. Pero son eso, personas de rango de aventura alto que ya cuentan con esos materiales, en cambio tú no. Eres ar 20 no puedes hacer mucho con ese nivel y esos materiales, tienes que farmear por ti mismo. —soló tanto abría su soda y se sentaba al lado del albino.
Era él, ese idiota quien hacía un escándalo apenas había llegado y ahora le hablaba con total serenidad. Se preguntó si tendría cambios de humor seguido, para luego girar su cabeza suavemente. No le podía importar menos si estaba desquiciado o no, solo no quería verse involucrado en problemas externos. Así que decidió tratarlo gentilmente hasta que se fuese.
—¿Cómo sabes eso?
—Por experiencia. No puedes pasar un calabozo al cual ni siquiera has entrado e intentado tú mismo. Y tampoco entrar sin soportes, healer y comida, con armas en lvl menor a 50 o algo parecido.
—¿Juegas Shōkan?
—Soy Bakugo Katsuki, pero llámame Blasty. Jugador profesional en Shōkan.
—Todoroki Shoto, Shoto esta bien. Maestro en Kyanpubatoru.
—También soy maestro ahí, deberíamos jugar en algún momento.
¿De verdad era tan fácil ser maestro en un juego como Kyanpubatoru? Era cierto que le pareció un poco difícil al principio, pero luego del nivel 30 todo le pareció un poco más accesible. ¿Cuál era el truco en esos juegos? ¿La compañía? Él los tenía a ellos, a Yaoyorozu y Kirishima, no estaba solo, al contrario de la persona a su lado quien parecía que quedaría dormido en cualquier segundo en espera de su respuesta. Además, Kyanpubatoru también tenía ciencia. No era solo pelear como todos decían, sino también crear estrategias contra el clan enemigo para las capturas. Y si morían, era peor, la estrategia se desechaba y no podía funcionar. Agregando a esto que muchas personas veían los directos de sus amigos en busca para resolver dudas y de mejoras. Si fuese un juego fácil, todos serían buenos en el.
Sí, eso lo había deprimido un poco. Pero no dejaría que algo como eso fuese una traba para él. Se convertiría en un buen jugador de Shōkan, y podría demostrar que ambos juegos son buenos. No importaba si tendría que darse un tiempo en Kyanpubatoru para lograrlo.
—Cuando gustes.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro