Capítulo 31- Este retorcido juego del gato y el ratón
CAPÍTULO 31
Este retorcido juego del gato y el ratón.
"Debo confesar que me siento como un monstruo"
Skillet
Multimedia: Monster-Skillet
N/A: Holiiiisss, é que tardé en actualizar, pero no he estado con buenos ánimos por las bajas lecturas, aunque he regresado. No olvides dejarme tu comentario para motivarme.
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DESCONOCIDO
Sinaloa México
Ubicación Exacta desconocida.
Su primer ataque tuvo éxito, logro insertarse dentro de la UTCCO con mucha facilidad, ha podido burlar sus restricciones tan sólo con deslizar un polvo dentro de sobres sellados con la información de su infiltrado dentro de las filas. Este le proporcionó todo, por ello puso enviar la "correspondencia" de parte de familias y así dejarlos confiados; después de todo, nadie pudo anticipar el ataque ¿por qué tomarían precauciones? Eso le causa placer, saberlos infestados de su ABAC hasta llevarlos a la muerte en poco tiempo, uno de agonía completa donde se siente como si licuaran sus órganos internos hasta dejarlos hecho nada, orillándolos a la muerte prematura por tener la mala suerte de estar en el camino de La Gorgona, y en el ojo del huracán, su sobrenombre.
Están en una bodega donde almacena todo lo que usará en contra de la UTCCO y los Praetor, uno por uno, los hará caer de rodillas hasta que se arrepientan de la sangre en sus manos por crímenes de guerra, todas la vidas tomadas serán vengadas. Se acomoda su traje sin corbata porque podrá ser un asesino en serie, pero jamás pierde la formalidad, se ve bien a cualquier parte donde va, de esa manera es invisible en un mundo de apariencias, en este mundo de hoy donde la superficie es lo único que ven, no logran ver a los demonios que serpentean dentro de la mente de todos, porque cada uno tiene un secreto, un deseo de sangre, una ganas inusitadas de hacer daño en algún momento de la vida.
Peina su pelo rubio para pasar a la pequeña oficina donde le esperan, seis personas con la sombra de la muerte impresa en sus rostros le responden al saludo, algunos raquíticos, otros con mal aspecto físico aunque vayan bien vestidos. Su corpulencia les atemoriza un poco aunque no sea muy ancho ni grueso; sin embargo, su altura de metro noventa con brazos trabajados, les hace pensar dos veces para hacerle algo o si quiera llevarle la contraria, además es violento, ha sido programado para serlo, pero sólo deja salir esa ira virulenta cuando debe hacerlo, fue instruido en el control de las emociones, con ello de deja llevar del impulso sangriento al tener a su víctima frente a él, entonces se convierte en el ser lleno del peor grillete de la humanidad: la violencia.
No obstante, lejos de sentirse culpable, se cree tan superior como el mismísimo Dios de los cielos, aunque él les reza a otros seres a los cuales hace sacrificios humanos, por ello los cuerpos encontrados tienen cierta particularidad en su modo de morir y los signos en su cuerpo. Camina de un lado al otro, mientras revisa unos papeles de parte de los hombres donde todo sobre su vida está explicado punto por punto como parte del trato, una vez ha pasado todas las hojas, se sonríe tan sólo con imaginar la desgracia que vendrán para la ciudad por segunda ocasión, pues ya ha hecho un espectáculo de las bombas con collares, estos volaron todas las cabezas donde fueron puestos y él, sentado plácido en un lugar cercano, disfrutó la función, además los disparos desde el avión, de tan sólo recordarlo se le eriza la piel de placer excitación pura en sus venas.
—Lleven estas mochilas y les avisaré qué harán con ellas —ordena con autoridad a los presentes, han sido seleccionado de forma cuidadosa por su gente, serán como res en el matadero porque sus destinos ya están escritos incluso antes de ser seleccionados—. Recuerden, no harán nada hasta mi orden, todo está planeado. Ya ha empezado, ha hecho un festival de sangre hace pocos días (1)* pero fueron los Praetor quienes acudieron por su cercanía, esta vez, su objetivo principal, la mujer de ojos hechiceros color miel, la mujer de ojos hechiceros color miel estará allí pues ha infectado su base para obligarlos a moverse, lo calculó todo y se regodea en que los altos mandos son predecibles.
Todo es un gran tablero de ajedrez y ellos se han movido como planeó.
Termina sus últimos detalles cuando uno de sus hombre le informa la llegada de los oficiales de la UTCCO a la base Praetor por fin, los tiene dentro de su juego y por ello se emociona de nuevo con una sonrisa que raya lo macabro, se ve como un desequilibrado y lo es. Despide a los hombres para dejar pasar a u mano derecha quien le da ampliación de la información, el CMIQ ha tratado de investigar su agente biológico, pero hasta el momento no han podido llegar a la respuesta; despues de todo, "La Gorgona" no es un ABAC fácil de descifrar. Parecido a la Quimera 18 de Kaan Karaman con La Triada (2)*, es letal, directo y un castigo terrenal para el cuerpo que lo recibe, tal como su nombre lo indica, vuelve piedra una vida hacia las horas finales, lo poco restante dentro del cuerpo empieza a perder sangre y oxigenación para convertirse en roca luego de mucho dolor.
—Señor, ¿haremos lo del puente? —pregunta su hombre al ponerse frente a él con la mirada puesta en su jefe a quien, si es sincero, le tiene miedo, es el tipo de persona a quien no se quiere tener de enemigo.
—En los tres —acepta con malevolencia en sus palabras—. Este es el comienzo del fin.
Su segundo al mando lo acompaña en la sonrisa cómplice de la oleada de terror próxima en la ciudad que sólo tiene la desgracia de estar cerca de la milicia, todo por ir por el premio mayor, Krystel Sánchez Sierra, una insana tentación lo tiene loco de remate por la joven que apenas le saca pocos años, pero se ha vuelto una fijación mortal, una obsesión letal, todos sus objetivos mueren, pero tiene planes distintos para ella y pronto se enterará.
—¿Qué dijo el infiltrado de Angélica Sánchez? —pregunta el desconocido pues quiere llegarle por su familia—. ¿Se movió a la base Praetor?
—No, ha sido trasladada al hospital, pero al salir sí estará allí junto a Carolina, la chiquilla ha obtenido el beneficio de estudiar virtual, mientras se arregla la situación —informa con certeza, la información es verídica dada por su elemento dentro de las filas militares—. Kirem el médico también ha sido movido.
—Quiero a ese doctor —comenta el jefe—. Debemos hacerle ver a Kiara antes de que sea demasiado tarde.
—Como ordene, sólo de la orden e iré por él —acepta el chico, dado el miedo sentido, siempre está dispuesto a cumplir la voluntad del desconocido.
—Debemos establecer su rutina primero, Keller, las cosas se hacen bien o no se hacen —escupe con una regañiza—. Primero eso, luego daré la orden. Por ahora concéntrate en la hija del Comandante Roux.
Tiene planes para tirar abajo a todos, él será el primero en la fase dos de su plan.
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Sinaloa, México
Carretera a Mazatlán-Durango
Base de la UTCCO
KRYSTEL
Amanezco con una extraña sensación de bienestar, haberme cargado a Alyx es como un energizante en mis venas y por eso me pongo en pie sin demora para ir a entrenar un rato, he estado tan enredada que mis horas en la sala de entrenamiento se han reducido, pero me dirijo allí cuando dan las cinco de la madrugada, la base está tranquila, un silencio tranquilizador con tan sólo pocos en entrenamiento exterior y por supuesto los guardias armados en las rondas de seguridad. La zona en cuarentena se ve a lo lejos con el chorro de luz de las linternas grandes de piso y todo acordonado todavía.
Debería estar bajo tierra, pero no aguantaba un segundo más, menos con Klaus al otro lado del pasillo, al regresar de las cuevas no lo volví a ver hasta estar de nuevo en el subterráneo como parte del Plan A-B, es decir, ataque biológico, pero deberemos volver a hablar en la base Praetor sí o sí aunque yo también estoy enojada, me bateó feo cuando traté de saber qué le sucedía, además de enterarme por una tercera persona de todo lo ocurrido, sobre todo porque me duele saber que él aún usa el anillo de su compromiso con María, ¿es por eso que parece no ser estable con otra? ¿ella fue el amor de su vida y no hay espacio para mí? Me pregunto, mientras llego a la sala para encender las luces de la zona de sacos de box.
Pongo protecciones en los nudillo para empezar a descargarme contra el saco con Damien en mis pensamientos, no me devolvió la llamada y me preocupa, esa mujer además de loca es una hija de puta, cuando descubre infiltrados o alguien traicionándola les manda a cotar la cabeza y la envía a sus familiares para marcar un precedente, por ello Damien está en peligro por muchos aspectos, el único familiar por parte paterna a quien amo puede terminar decapitado por mi causa y eso jamás me lo perdonaría, por eso siempre ele pido venir si las cosas se ponen demasiado calientes allí, pero ambos sabemos que Aleksandra no dejaría ir tan fácil a uno de sus genios bioquímicos capaces de hacer lo que sea a nivel biológico como agentes letales.
Golpeo con mis piernas y con los puños al pensar en Ángel y en como se fue todo al carajo con Klaus por su beso; sin embargo, no puedo enojarme del todo, yo no le había dicho nada de mi intención de no regresar con él, sólo actúa como lo hace siempre, con amor porque he de admitir algo: Ángel jamás ha sido violento, machista, patán, ni nada de eso conmigo, por el contrario, ha sido un hombre maravilloso, su único defecto es que me deja plantada y eso me tiene harta, aunque saber lo de Kass me hace dudar; no obstante, eso fue hace muchos años, yo más que nadie sé cómo puede cambiar la gente.
Sigo con el entrenamiento hasta pasadas las seis con treinta donde debo ir a las duchas de las damas pues dentro de poco deberemos subir a los helicópteros para ir a la bese de nuestra milicia hermana. Me baño con Klaus en mis pensamientos, no quiero pensar en él porque no sé si me duele o me enoja y la verdad no puedo procesarlo todo al mismo tiempo y salgo con un uniforme limpio que cargo en el maletín del gimnasio para ir a buscar mi equipaje en la habitación del sub suelo donde me encuentro con el Comandante enfurecido, me reclama por haberme tardado más y demorar los procesos de evacuación.
Le respondo con formalidad, aunque quisiera cachetearlo con una sartén y quedar sin remordimiento interno, es más, la imagen me hace sonreír, pero él se ofende más porque cree que me río de su reclamo; sin embargo, no lo hace más grande y continúa dándonos órdenes a diestra y siniestra como un maldito Mussolini, no mames, jamás lo había visto tan Comandante Roux y me pregunto si es por nuestra discusión, en cualquier caso, debería decirme, pero el orgullo le puede más. Pronto hacemos filas para subir a la superficie cuando nos ha avisado pues el trasporte está listo por parte del Comando de Pararrescate y Operaciones Aéreas Praetor.
Arriba hay filas divididas entre soldados y civiles, a mí me llaman como oficial a tomar de los primero s en salir junto con Klaus, Teresa, Tomás y Gustavo, además de otros oficiales, e incluso se sube Ángel para sentarse a mi lado con una sonrisa, aunque eso sólo haga a Klaus mirarme como si quisiera arrancarle la cabeza para jugar futbol con ella, pero me gusta eso, quiero verlo celoso, verlo rabear porque yo también sufro con la información de María y de cómo no sé nada de él si no es de sexo, de hecho, no sé cómo me permití caer en ser la mujer para eso cuando no lo había aceptado antes con nadie.
«¿Cómo dejé que me pasara?» pienso en el trayecto, sólo se escucha el sonido de la hélice, mientras atravesamos el cielo. Ángel trata de hablar conmigo; sin embargo, me siento rara y me acomodo para dormir, él sólo acepta y me hace cariñitos en la cara pues siempre lo hace cuando me quiero quedar dormida, es una rutina casi, yo me dejo, pero porque quiero causarle celos a Klaus quien debe estar a punto de lanzarlo del helicóptero sin paracaídas, lo compruebo cuando abro un poco los ojos y lo encuentro mirándonos como serpiente encolerizada. En fin, me quedo dormido para recuperar fuerzas, sólo espero despertarme ya en la base Praetor
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Sinaloa, México.
Carretera de inmediaciones de Culiacán Rosales
Base Praetor
Mi predicción es correcta, despierto con el llamado del piloto anunciándonos el aterrizaje que pronto se da, por eso descendemos y según el color de su camuflado, gris plata, estamos en el Comando de Operaciones Aéreas y nos reciben agentes del mismo, entonces los Brigadieres Fox y Falcon toman la comandancia para guiarnos a través de la base, si debo ser honesta, esta es mucho mejor que la UTCCO, tiene sistemas subterráneos basados en la Divina Comedia de Dante, más especifico, el embuto del infierno, tiene nueve pisos hacia abajo, donde al final, está el Cocito, tanto en la base como en el libro es el peor lugar del averno, una prisión de máxima seguridad. Por debajo del Comando médico, sótanos de investigación química, aunque en casi todos los sitios hay construcciones bajo tierra, sea de lo nombrado o, igual a la UTCCO, refugio anti bombas atómicas.
Además, es más grande por tener tanto mayor flujo de Comandos y agentes, entonces pronto los colores del pantalón camuflado empiezan a verse más, hay rojos para el Comando Médico CMIQ, Policía Infiltrada CEPI, Operaciones Especiales, el de Fox y Falcon, azul rey para acabar con el Comando antiexplosivos CACT algo café dorado. Todos nos reciben con calidez para ponerse a nuestro servicio, hasta que llegamos a la zona residencial, justo igual a la UTCCO, edificaciones, campos verdes con juegos para niños, casas para los Generales, en eso sí estamos exactos.
—Bueno, las unidades residenciales están listas para ustedes, por problemas de acomodación algunos alojamientos serán compartidos, sobre todo los civiles, los Comandantes tendrán unidades privadas entre casas y departamentos, así como los Capitanes de Brigada quienes tendrán de estos últimos, por fortuna tenemos un amplio rango residencial que da abasto —explica un agente CMOE—. Por favor, soldados en una fila por rangos, civiles en la otra, así podremos apresurar el proceso, pues hay novedades del caso.
«Habla del asesino serial ¿habrán encontrado algo más?» me pregunto cuando nos separamos como indicó el agente.
—¿Todo bien, mamis? —pregunta Nik a mi espalda, pues va despues de mi en la fila por ser Teniente—. Traes una cara.
—Cuando nos asignen las unidades te llamo, y hablamos un rato —acepta cuando Kass también se acerca con una sonrisa, igual es Teniente y por eso va con él, poco a poco se han hablado, al parecer, se caen muy bien. Isabella se me acerca para guiarme ella misma mi nuevo departamento, junto a Samara, Nicolás y Kass pues estarán en uno pisos abajo del mío.
Todo se ha designado, por eso cada uno camina hacia donde se le indica pues debemos estar en un punto de encuentro dentro de una hora. Una vez llegamos a la edificación los primeros en ser acomodados con Nick y Kass pues van en el primer piso, luego vengo yo en el tercero y Samara va a los últimos en el quinto para Comandantes. Quería quedar más cerca de Klaus, pero a él lo han enviado a una casa privada al ser el Comandante en jefe del cuerpo élite y esas están en la parte izquierda al otro lado del camino de cemento por donde pasan sus trasportes internos. Entro a mi unidad donde hay una sala comedor a la izquierda de la entrada hasta terminar en un ventanal que ocupa la parte superior de la pared, la cocina abierta a la derecha con las habitaciones al final del pasillo principal.
Todo está decorado en tonos cálidos dándole una sensación de tranquilidad y paz, además huele a naranja por el ambientador, entonces entro hasta la habitación principal donde hay una cama doble de cabezal tallado en madera en medio de dos mesas auxiliares del mismo material, allí dejo caer el maletín para acostarme en la mitad del colchón, a veces me gustaría dejar la milicia, tener una vida tranquila, pero amo mi trabajo aunque sea absorbente, eso Nick me llama para subir y pronto está en la puerta donde lo hago pasar.
—Cuéntamelo todo, reina, aquí estoy.
—Cuéntamelo todo, reina, tu cara te delata —pide al sentarse en el sillón de color terracota bajo un cuadro abstracto fuera de mi gusto a decir verdad, pero sus colores vibrantes le dan un toque a la decoración.
—Ya lo sabes, lo único que por estos días me molesta —murmuro para sentarme a su lado para apoyar mi cabeza en su hombro. Nick es como un hermano, en lugar de Anthony y Antuan quienes han crecido protegidos por la Boss, son sus fieles lacayos o al menos eso parece, Damien no ha podido determinar si lo hacen por miedo o por gusto, el caso es que van por el mundo para cobrar cuentas pendientes a nombre de La Hermandad—. No sé nada de él, sólo el como coge, pero nada más y eso me hace sentir fatal, me dije a mí misma que no sería la mujer de sólo sexo; sin embargo, he caído por él, por el hombre que sigue con el anillo de su ex-prometida muerta a quien sí trataba como reina.
—Necesitan tiempo, Krystel, ambos, apenas han empezado, tal vez es cuestión de estabilizarse —comenta pasándome uno de los brazos por los hombros para abrazarme—. Me gusta el brillo de tus ojos cuando estás bien con él.
—Es extraño, Nick, todos mis límites, mis convicciones, se han doblegado por él y no estoy segura de que me guste del todo.
—Mamis, debes poner los ovarios sobre la mesa, búscalo, no importa si está molesto todavía, los puntos sobre las íes, exponle tus sentimientos y si no está dispuesto a mejorar, debes cortarlo por tu salud emocional, Krystel, —afirma y me incorporo para verlo a los ojos—. Tú vales mucho, no permitas que te traten como menos que una reina.
—Cualquiera diría que estás enamorado de mí —bromeo pues es el voz a voz, según todos él me ve como mujer y no como amiga.
—Guácala, es como pensar así de mi hermana pequeña —se sacude un poco—. No te amo así, lo tienes claro ¿no? eres como mi familia.
—Claro que lo sé, pero me gusta bromear con eso —le digo cuando me alza el puño para chocarlo con el mío—. ¿Y qué te digo de Klaus? He querido romper con él, pero siempre termina convenciéndome de una u otra manera, no me reconozco.
— —comenta con sabiduría, es mayor aunque sólo por un par de años; sin embargo, a pesar de su modo de ser relajado y extrovertido, es un gran consejero porque todo lo ve desde un punto de vista objetivo.
—¿Y si no somos un gran amor?
—Dime una cosa con toda sinceridad, Krys, ¿te has enamorado del Comandante?
—Creo que sí —admito aunque eso no me agrade, entrar en negación no es bueno para nadie—. Aunque no le veo futuro la verdad, al menos hasta ahora...
—No digas eso, si ambos lo quieren podrían sacarlo adelante, pero debe ser intención de los dos,
—Como me gustaría un vino ¿habrá en este departamento?
—A lo mejor, revisemos —acepta y nos ponemos en pie, pero no terminamos de llegar a la cocina cuando nos entra una alerta, hay una situación código violeta; es decir, rehenes en atentado, por ello debemos salir a operativo en menos de cinco minutos, así que corremos a buscar los uniformes para ir a armería, aunque nos perdemos un poco, después de todo, llevamos menos de una hora aquí; sin embargo, la gran cantidad de agentes Praetor en camino allí mismo nos guía.
Llegamos a una gran construcción con forma de pentágono, casi todas aquí son así pues hace referencia a sus cinco comandos, el lugar es enorme con mallas en tres cuatro de los lados que sostienen armas de todo tipo, fusiles, sub fusiles, ametralladoras, granadas, incluso para francotirador, en el centro mesas largas donde se aprovisiona antes de salir, así como el agente que lo controla en el fondo donde la ventanilla hacia la bodega donde hay más armas está. Entonces nos ponemos en la tarea, tomo un fusil de asalto SIG 552 Commando, dos pistolas con correas en cada una de las piernas, un cuchillo y granadas, con todo eso quedamos listos para afrontar la situación sin demora, por eso una vez acabado salimos para subirnos a las camionetas.
Al estar bajo los Praetor, Isabella lleva la parada, pero ella va en un helicóptero, abordará todo desde el cielo por su puntería bendecida por el diablo, es la mejor tiradora de los Praetor, y si le pones un fusil francotirador en las manos, acabará con cualquiera pues disparo récord alcanza más de tres mil quinientos metros, por su fusil MacMillan Tac-50. Una vez en los trasportes nos encaminamos por la carretera hacia Culiacán pues la situación se presenta en una plaza, centro comercial en realidad, el agente Praetor a bordo nos explica más la situación, han entrado sujetos con mochilas bomba y amenazan con estallarlas, al parecer, tendrían suficiente explosivo como para volar el lugar entero con facilidad, además han sellado las puertas de entrada, incluso el subterráneo, además hay hombres armados fuera.
Hay sospechas de que puede ser La Hermandad, pero no lo creo, no es su estilo para ser precisos, según me cuenta, han retenido a todos, pero no han dejado claras sus exigencias o si sólo son suizos(2)* dispuestos a volarse en pedazos con la plaza para causar terror en la población, si es así sí es factible que esté involucrada La Hermandad. Pronto hemos llegado a la ciudad y buscamos el Forum Culiacán, uno de los más grandes, para quedar sobre la avenida Teófilo Noris al otro lado de la vía, desde aquí avistamos con binoculares, las entradas reportándole a las otras unidades pues rodeamos por todos los costados del sitio.
Estamos a la expectativa bajo el código Eco-uno pues estos son iguales en ambas milicias al ser hermanas, ese nos marca que debemos estar a la defensiva, porque en cualquier momento llega el golpe del enemigo, el helicóptero sobre vuela con Isabella a bordo, pero aterriza en un helipuerto cercano, mientras se sabe lo que sucederá, de seguro han pedido la autorización desde antes de salir. La policía local también está con sus efectivos apostados alrededor marcándonos un perímetro.
—¿Han tenido exigencias? —pregunta Klaus a uno de estos—. ¿Alguna razón?
—Ninguna, señor, hasta ahora han mantenido mutismo absoluto.
—¿Pudieron saber si son reales las bombas o sólo son un farol?
—Sí, señor, llamadas rastreadas hasta dentro de la plaza informan que ven los explosivos y uno de ellos tiene un detonador. Son seis en total repartidos por el lugar, además los hombres armados se han apostado en los alrededores, todo intento por acercarse se ha reducido a un tiroteo, están vestidos de negro con mascarillas y cascos negros.
—Bien, quiero que todos tengan los ojos bien abiertos, cualquier novedad debe ser reportada inmediatamente —ladra Klaus y repiten la información por el comunicador cuando sale un vocero con un rehén amenazado con una pistola.
—Retiren a todas sus unidades —grita por un megáfono—. Cuando obtengamos lo que queremos nos iremos pacíficamente.
—¿Y qué buscan? —pregunta uno de los policías con el comunicador de su patrulla.
—Eso no es de su incumbencia —replica el hombre cuando Klaus ordena apuntar, por ello quedamos todos en posición defensiva, pero no tarda mucho el hombre cuando una bala le da en la cabeza, hay un francotirador y debe ser Isabella, quien le da el mismo destino a quien sale a verificar qué ha pasado mientras la chica corre por mi instrucción de venir hacia nosotros donde la recibe una policía para abrazarla cuando empieza una balacera a nuestra espalda, los hostiles armados se han acercado sin hacer mayor escándalo hasta empezar a disparar, por eso quien está a mi lado cae por un tiro en el cuello de donde empieza a salir sangre a borbotones.
Un tiro en la frente bien centrado le cae a uno muy cerca de mí proveniente desde arriba, un muerto más de la Brigadier Fox, así como otros muy pronto justo al sentir una detonación, el puente cercano que va desde ambos extremos de la vía explota en pedazos así como una parte de la plaza encendiéndose en una llamarada alta que sale de una parte, el humo empieza a salir como una fogata en dirección al cielo para causar gritos de quienes observan cuando una tercera explosión en el puente del río Tamazula a unos cien metros de distancia a nuestra derecha, la oda explosiva hace volar agua por lo cielos, así como el sonido de autos chocarse.
Con mi fusil disparo para mermar la fuerza de ellos, uno tras otro, pero cuando lanzan una granada debemos replegarnos aunque la onda los estrella contra el suelo por algunos momentos en donde el pitido en el oído es persistente; sin embargo, no tenemos chance de recuperarnos porque es agilidad o muerte, entre los Praetor y los UTCCO abrimos fuego a discreción según órdenes de Klaus a quien no he perdido de vista, así como él a mí, podemos pelear, pero para preocuparnos al parecer no importa, estamos unidos en esto. Corro hacia la izquierda cuando veo intensiones de uno para atravesar hacia la plaza.
Me lo bajo con un disparo que entra por su sien y atraviesa la cabeza para hacerlo caer, en eso avisto un lanzamisiles en manos de uno de ellos, así que doy la alerta, pero no alcanzamos a salir de la trayectoria del todo, se clava en una de las patrullas para hacerla volcarse hacia un lado y volar los vidrios de las demás, pues algunos habían quedado intactos ante la granada. Las balas me rozan los oídos y la adrenalina corre a raudales por mi cuerpo, es ahí donde lo siento, un canto de sirena para matar, como si la violencia de mi sangre embebida en desgracia toma posesión de Krystel para darle paso a Kattleya, quien lanza un cuchillo al cuello de uno a punto de dispararle a una policía, este se le clava en la frente, así como le doy un tiro al de mi lado para usarlo de escudo antes las balas de otros, en su cuerpo quedan los disparos, mientras yo les doy a ellos, entonces uno de ellos me toma por atrás en un intento de torcerme el cuello, pero lo acribillan en menos de nada, Kassandra es excelente tiradora.
Me pregunta si estoy bien y asiento para dispararle en el ojo a uno de ellos a su espalda, al mismo tiempo ella suelta estrellas arrojadizas que le dan en el cuello, para dispararle al menos cinco tiros en la frente, entonces un gran autobús intermunicipal se acerca, pero Klaus no lo deja llegar, en la distancia le dispara a las llantas y por la velocidad se vuelca sobre el asfalto con dos vueltas completas hasta quedar a unos ciento cincuenta metros, pero tan pronto como queda quieto explota, esta explosión es tan fuerte que cristales de autos cercanos, así como locales, y hasta el mismo piso vuela en su propio eje para dejar un gran cráter de proporciones bíblicas y por supuesto su onda expansiva nos tira a todos sin excepción, inclusive a los hostiles por algunos momentos, a los más cercanos los lanza hacia atrás con una fuerza descomunal.
Desde el suelo me arrastro para recuperar el fusil pues en el choque se me cayó de las manos cuando siento un disparo entrar en mi hombro y por ello suelto un grito, el quemón abrasador me acelera el corazón y entonces me pongo boca arriba para tomar una de las pistolas y apuntarle como él lo hace, pero no alcanzo a procesar lo que pasa en un segundo, Klaus le ha clavado su cuchillo en una cuenca ocular; sin embargo, no se detiene ahí, cuando el tipo cae sobre sus rodillas lo toma del cuello asestándole puñaladas como a un cerdo en festín de diciembre hasta le espeta en Francés "No la toques, hijo de puta" o al menos eso creo, no soy experta en ese idioma en realidad.
Me extiende la mano para ayudarme a incorporarme en tanto los demás lo hacen pues ellos han quedado reducidos a sólo dos más, a quienes apresan en lugar de matarlos porque deben responder muchas preguntas. Klaus y yo nos quedamos viéndonos por unos segundos antes del grito de alarma de un nuevo atacante con un rehén a quien le empuja con una mochila entre las manos, mientras llora, la chica no tendrá más de veinte años y se nota aterrada, camina temblorosa para ponerla en el estacionamiento y volver por indicación del tipo a quien no se le ve muy bien porque al parecer aprendió del anterior y sabe que hay un francotirador cerca.
No entiendo esa jugada, ¿dejar la bomba fuera donde no herirá nadie porque no hay personas a su alrededor y pronto lo entiendo en ese momento sueltan un niño a correr, no tendrá más de cuatro años y todos quedamos paralizados, aunque tomo un decisión peligrosa y por eso emprendo hacia allí.
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