Capítulo 30- Un aliado inesperado
Capítulo 28
Un aliado inesperado
"Los objetivos comunes forjan alianzas imposibles"
Geralt de Rivia (Henry Cavill)
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KRYSTEL
—¿Qué haces aquí, Ang? —pregunto sorprendida por completo, las personas caminan a nuestro alrededor con sus pertenencias para el traslado. El mediodía está cerca y el calor aumenta a pasos agigantados o tal vez soy yo por estar nerviosa, él trae chocolates ferrero entre las manos, mi favorito y trae una rosa en la otra mano. Estamos justo en la entrada de la edificación donde está mi departamento—. No te esperaba.
—Me han dicho que venga a apoyar con inteligencia pues muchos han quedado dentro de la zona roja, estaré al menos dos semanas, podremos estar junto y hablar de los dos, tal vez te convenza de volver conmigo.
Su sonrisa me duele porque su único error conmigo fue dejarme plantada, mi error con él fue acostarme con otro y aun hacerlo.
—Ya... ¡Me alegra! —digo desorientada, entonces me toma la mano y besa el dorso, aunque se ve dudoso, por eso pregunta qué pasa—. Nada, Ang, estoy preocupada por todo, además llevo más de ocho horas metida bajo tierra, estoy estresada.
—Te tengo un plan, vamos a Mazatlán en la noche, ves el mar bioluminiscente como te gusta y tenemos una cita.
—No sé, Ang, tal vez ni nos dejen salir de la base por peligro de un nuevo ataque —trato de excusarme aunque nada lo desanima.
—Mi amor, por lo menos intentemos ¿sí? o si no vamos a la terraza de este edificio, llevamos algo de comer y vemos las estrellas como antes —se me viene encima y sin poder hacer nada más me besa. Por un segundo me dejo llevar, es como algo de costumbre, pero no tardo mucho en separarme—. ¿Qué pasa ahora, Krystel? ¿y tú qué tanto miras, Roux? —me giro aterrada esperando ver a Kassandra o Tessa, pero no, es el mismísimo Klaus, quien tiene la expresión descompuesta.
«Mierda, mierda y más mierda»
—Nada, veo una demostración de amor cursi —espeta, esta furibundo, se le ve en la mirada
—¿Qué haces? —pregunto furiosa—. Sabes que no me gusta esto, no me puedes besar si no estamos juntos.
—¿Qué pasa? Cuando vine la vez anterior hasta dormimos juntos, me besaste —replica confundido, mientras me sigue al tratar de ir tras Klaus, se atraviesa en cada ocasión—. O me explicas o no vas a ninguna parte.
—Estoy confundida, no sé si quiero seguir contigo ¿vale? Es eso —escupo con frustración en un tono más cruel de lo necesario—. Perdón, no quería decirlo así.
—¿Tienes a otro? ¿qué pasa?
—No, no hay otro, pero ya no siento lo mismo por ti, necesito tiempo —me excuso aunque me siento de lo peor por su expresión desalentada, por eso no puedo mantenerle la mirada.
—Ten, por lo menos recíbelos —me dice con la mirada triste—. No te dejaré ir tan fácil, Krystel, eso te lo aseguro.
Al final se va y me aseguro de que se pierda de vista para encaminarme por donde vi a Klaus irse, camino por un edificio cuando unas manos me toman de la cintura desde atrás poniéndome una sobre la boca, pero no me resisto, ya conozco su cuerpo.
—Esto se ha jodido —espeta tan pronto como me suelta—. Hasta aquí llegamos.
—Déjame explica...
—No debes explicar nada, lo vi, has mandado todo a la puta mierda —replica sin dejarme terminar—. No quiero volver a verte si no es de trabajo.
Se marcha sin dejarme siquiera responder, pero no puedo replicarle porque cuando quiero hacerlo e ir tras él, aparece Salas, quien aparece a tirarme los tejos otra vez, claro, lo rechazo, aunque al final me dice algo extraño con tono malicioso "¿Si fuera el Comandante me harías caso?" eso me detiene en seco, pero retomo el paso para no ser tan sospechosa; sin embargo, quedo timbrada, eso no fue casualidad y si Salas lo sabe, poco tardará en regarlo hasta llegar a los altos mandos, pero de hacerlo ya me lo hubiera dicho a menos de que espere el momento para acusarnos, como sea, no me gusta la situación. Sopeso la idea cuando Caro me llama, mamá será dada de alta, pero deberemos evacuarla con nosotros, en la base Praetor Kirem la atenderá con el CMIQ según el plan de Richi.
Por eso camino hacia mi casa, Caro me confirma que él la ha mandado a recoger con su convoy de seguridad, pero no la traerán por riesgo de contagio, la llevarán a un hotel para evacuarla luego pues Richi no quiere dejarla sola y él también se moverá hasta la base Praetor. El panorama no mejora, las gente corre de un lado al otro en tanto van con sus cosas o soldados con sus pertenencias, la idea es evacuar a el 70% de la base porque el resto al parecer tuvo contacto antes de la cuarentena, el ABAC ha sido eficiente como nada más conocido por nosotros y por los demás de seguro, ha actuado muy rápido, ya hay media docena de muertos a pesar de los intentos de salvarlos. Voy directo a una sala de entrenamiento, no he podido hacerlo tan seguido en los últimos días, pero al llegar está sellada, así como las otras dos a los lados.
Una vez doy media vuelta viene Valeria quien aun parece afectada por la bateada de Klaus y eso me hace sentir aun peor, no sólo lastimo a mi novio arrancándole las alas, sino que también a mi gran amiga «¿Vale la pena todo esto?» la escucho desahogarse, el Comandante le gusta enserio, por eso me pregunto si está enamorada, aunque no lo pregunto, en el fondo no quiero saberlo, sólo me sentiría peor de mierda, me cuenta sobre cómo lo ve como un héroe, cómo le encanta todo de él, yo escucho sin decir nada porque la puedo joder si me noto celosa o interesada de más, a pesar de afectarme que mi amiga se fije tanto por quien en este momento considero mi vato, porque es cierto eso de que soy celosa y posesiva, todo saldrá muy mal si esto continua así.
Val no es mala, pero en este momento no me gusta su compañía, estoy molesta aunque ella no tiene la culpa, en eso aparece Samara, ella nos saluda con una sonrisa aunque pronto nota mi mal humor, pero pronto, con el parloteo de Valeria sobre Klaus, ella entiende porqué, trata de desviar el tema hacia la evacuación y lo logra para mi salud mental, mi gran amiga tirándole los tejos a mi hombre, estoy jodida por los cuatro costados.
—¿Ya prepararon sus maletas? —pregunta Sam, mientras caminamos hacia un edificio administrativo—. Es prioridad.
—No, aún no, iba para allá cuando me encontré con Vale y como la vi con los ojos enrojecidos, me quedé con ella —respondo encogiéndome de hombros, la verdad sí quería consolarla aunque fuera incómodo para mí, Vale es preciosa y no hablo sólo del físico.
—Ambas deben prepararlo todo pronto, el helicóptero sale mañana y el que no esté se queda —afirma ella aunque siento algo, trata de deshacerse de Vale para poder hablar conmigo, pero no debe insistir, el padre de ella la llama a su oficina, pues es un General de tres soles activo, por eso ella se despide de nosotras con un besito en la mejilla
En las puertas del edificio quedamos solas, pero Kassandra llega, ella ha estado en la base Praetor con contrainteligencia para el asesino serial, por eso no la había visto en días, llega con una sonrisa para preguntar qué sucede, aunque no sé si contarle lo de su hermano.
—Tengo una situación con tu hermano —confieso al entrar en la oficina de Sam—. No te alteres.
—¿Por qué me alteraría? ¿qué hiciste? No me digas que te acostaste con él otra vez —murmura con una broma, pero ante mi silencio ella se ríe más—. Claro que lo hiciste, si caes con Klaus una vez es como volverse drogadicto.
—¿No te molesta?
—¿A mí? Al contrario, me encantas como cuñada, aprovecha que mandaron a la mierda a Ivanna —se alegra al sentarse en el escritorio con la mirada traviesa—. Ahora, cuenta qué ha pasado.
—Pues aquí mi doña, hizo un trato con él, lo intentarán como pareja normal —acusa pasándole un brazo por los hombros.
—¿Cómo? ¿y quién propuso eso? ¿él aceptó? —pregunta sorprendida.
—Klaus lo propuso, me llevó a la playa bioluminiscente, había una mesa decorada preciosa y puso el servicio a mis pies, si quería algo, él me lo daba... sí, fue muy raro —respondo al ver su cara de enajenada mental—. Pero di algo.
—¿Seguro hablamos de mi hermano? —indaga con una sonrisa incrédula—. Eso no suena como él.
—Pues lo hizo, a mí tampoco me cuadra, pero dijo que sabía cómo encantar a una mujer —me siento en el sillón de allí, este es de los cerrados con apoyabrazos altos a los lados.
—Mi hermano me sorprende cada día más —Kass está feliz, se le nota por encima, aunque aún no le digo el problema—. Pero entonces la cara que traes ¿es por?
—Ángel me besó, no lo detuve a tiempo por costumbre y Klaus lo vio, ahora está furioso, no me dejó explicarle nada, dijo que yo lo había jodido todo, cuando fue sólo un segundo, luego lo bateé, pero fue tarde, ya había metido la pata.
—Nehh, si le gustas tanto como para llevarte a ese tipo de citas inusuales en él, no tardará mucho para bajar su ira —Kass se encoge de hombros con despreocupación—. Ya verás, dale un par de horas, debe estar cagándose en los muertos de Ángel todavía, ahora lo buscas y verás como yo tenía razón.
—Pues ojalá, estoy tan prendada de él, mierda, no sé qué haré cuando termine la misión —confieso con pesadez—. Será muy difícil de procesar.
—Como es Klaus, te llevará con él y si tiene que pagar los gatos de tu madre y hermana lo hará sin pensar, créeme —comenta Kass sentándose a mi lado—. Tirará la casa por la ventana si eso es lo necesario para estar contigo... así fue con María, él las trata así cuando de verdad quiere de corazón.
—¿Quién es María? —pregunta Sam tan confundida como yo, nunca había escuchado ese nombre en la vida de Klaus—. ¿Tú sabes, Krys?
—No, no hemos hablado de eso... ¿quién es? ¿por qué terminaron? —indago ansiosa por saber más aunque un poco celosa, «¿Qué tan maravillosa es como para hacer que un tipo como Klaus haga eso?»
—Lo siento... supuse que si estaban intentándolo habían hablado de su ex... —se disculpa, pero no me molesta, quiero saberlo y se lo digo—. No sé Krystel, puede prestarse a malinterpretaciones, no quiero que pienses que Klaus no te quiere o compares sus relaciones cuando cada una tiene su encanto.
—No haré nada de eso, sólo quiero saber —respondo con sinceridad.
—Promete no decirle nada hasta que él mismo te lo diga si lo hace —asiento con la cabeza—. María fue una ex de Klaus de hace cuatro años... era una chica dulce y eso lo enamoró de inmediato, era mesera en un club de Ibiza y cuando él la conoció le consiguió un mejor trabajo en Madrid en una de sus empresas.
—¿Klaus tiene empresas? —pregunto anonadada.
—Claro, reina, ¿de dónde crees que vienen tantos pavos? No son heredados, son trabajados, si bien es cierto que su primer capital fue de mi padre, de ahí en adelante fue sólo trabajo de él, de su ingenio fue sólo trabajo de él, de su ingenio, tiene dos empresas, una de manufactura y vidrio arquitectónico y la otra es una cadena hotelera con presencia en 36 países, claro, tiene socios, pero el inicio fue gracias al él. Ha sido trabajador desde joven porque se negaba a ser visto como el hijo del General, sino algo por sus propios logros, pudo arreglar todo con sus tiempos para trabajar en la ETAN y avanzar en ambos, empezó a los dieciocho, claro, al inicio no le tomaban enserio, pero fue tan persistente que lo logró
De pronto me siento bajoneada, no había notado que Klaus no me habla de su vida, sólo quiere follar, lo máximo es Paulina y aun así, lo he visto evitándome cuando habla con ella, aunque no me puedo quejar, yo tampoco le he dicho la verdad sobre mí, pero si pudiera hacerlo lo confesaría, pero él no tiene esa carga y aun así, no me ha dicho nada.
—¿Y cómo entra María en todo esto? —pregunta Sam para cortar el silencio incómodo, se ha sentado en la butaca junto al sillón, ella ha notado mi cambio, lo sé, Kass también.
—Él le dio un puesto mucho mejor, le regaló un apartamento y pagaba los gatos de su madre quien estaba en silla de ruedas, claro, María lo pagaba con cariño, cuidados, sencillez, un amor tan grande con Pau que parecía ser su madre biológica.
—¿Y qué pasó? Si era doña perfecta ¿por qué terminaron? —espeto y eso molesta a Kass, aunque no dice nada sobre eso—. ¿Klaus le pintó el cuerno?
—No, Krystel, a María le estalló una aneurisma cerebral y murió, estaban en un evento de Pau, ella cayó y al llegar a la clínica estaba muerta.
—¿De ella es el anillo que le cuelga de la cadenilla militar? —Kass no responde y eso me lo dice todo—. Era su anillo de compromiso... claro, si no hubiera muerto no habría espacio para mí —me pongo en pie con un nudo en la garganta, aunque ella me lo advirtió y fui yo quien quiso saberlo.
—Joder, te lo dije, iba a ser para problemas —trata de disculparse, sé que no lo dijo por eso, pero me siento fatal, no sólo por decirle doña perfecta a una mujer muerta de forma trágica sino por saberme una más, sólo me quiere para una cosa, Ángel no, él sí me dio todo de sí. ¿me dejó plantada? Sí, pero eso es mejor que no saber con quién te acuestas.
—No fuiste tú, Kass, es que caí en cuenta de que me acuesto con tu hermano sin saber nada porque no me deja ir más allá —replico con la verdad al ponerme de pie—. Si tú no me lo dices seguiría sin saber quién carajo es, Dios sabe por cuanto tiempo más...Voy a tomar aire, me siento ahogada —aviso, ellas tratan de detenerme, pero me escabullo para llorar en paz «¿Qué mierda me sucede? ¿por qué lloro así por este hombre»
Entonces me dirijo a mi edificio cuando llega Nicolás con su humor aun en esta situación y le agradezco porque ya es pesado, más para mí por la situación con Klaus.
—¿Qué le hiciste a ese hombre?, lo vi pasar como el diablo que se lleva las almas —comenta sacándome una sonrisa, mientras él me limpia las lágrimas—. Lo detuve para preguntarle algo, pero me mandó a la chingada sin razón y dijo "Dígale a su amiguita de los cojones"
—Ángel me besó justo cuando Klaus pasaba y nos vio, no me dejó explicar luego, esta que se sube por las paredes, Dios, no sé en qué momento pasó todo, me ha mandado a la mierda sin contemplaciones —comento con un suspiro cuando él saca una caja de cigarrillos dándome uno, mientras avanzamos hacia casa pues vivimos en el mismo edificio, yo en el primero, él en el tercero, Klaus en la siguiente torre, por eso llegamos antes ahí desde nuestra dirección.
—Ángel, hijo de la jmm... como sea, pero ¿por eso lloras? no entiendo, no es muy tú —dice al llegar a la puerta de entrada con puerta de cristal de acceso con llave magnética
—Necesito un favor Nick.
—¿Para que soy bueno, mamis?
—Quiero ver las cámaras de la zona T, donde estábamos y las de su oficina, pero espera que lo acabo de ver entrar en su edificio, esperame en las escaleras...
Caminamos hacia allí con rapidez, yo subo aun más hasta el quinto piso donde está su departamento para tocar aunque no me abre ni porque lo intente fuerte.
—Klaus, sé que estás ahí, te he visto pasar hacia la escalera —le digo sin dejar de tocar—. Ábreme o te aseguro que derribo la puerta a punta de tiros.
—¿Qué mierda quieres? —abre sulfurado, su rostro blanco se ve colorado y su mirada augura malas noticias, el olor a whiskey me golpea como una cachetada y me pregunto cuánto lleva así—. Vete antes de que Ángel lo note.
—No me iré hasta que me escuches, en el callejón no me dejaste hablar.
—Tiene tres minutos, Sánchez, ni uno más.
—No quería besar a Ángel, él me besó a mí y yo, me dejé por un segundo, por costumbre, por...
—Rompiste el trato —se empina un vaso de whiskey sobre su mesa de comedor—. Yo rompí el trato, nos vamos a la mierda.
—¡¿Qué hiciste?! —le grito, las tornas han cambiado.
—Me follé a otra sobre mi escritorio ¿y qué? —le doy una cachetada sonora y los ojos se me llenan de lágrimas—. ¡Tú preguntaste!
—Espero que no sea cierto, Klaus, porque esto tan bueno que tenemos se iría al carajo.
—¡Tú lo mandaste al carajo!
—¡No pude detenerlo en el momento! —le grito de vuelta—. Segundos después me detuve, hasta se molestó por eso.
—No me importa una mierda, lárgate, se acabaron tus tres minutos —escupe, está herido, puedo verlo y eso al menos me dice que siente algo más.
—Me voy porque no llegaremos a ninguna parte, pero esto no se queda así —advierto con firmeza aunque mi voz se quiere quebrar por pensarlo con otra, por eso salgo azotándole la puerta de entrada y desde dentro grita "La próxima vez déjala giratoria, joder" me voy con un nudo en la garganta hacia Nick quien me espera sentado en el primer tramo de escaleras del edificio.
—¿Qué pasó?
—Dijo que se folló a otra, ¡que él mandó el trato a la mierda! —exclamo más alto de lo conveniente, por eso me hace "shhh" para arrastrarme fuera e ir a su casa en el próximo edificio, una vez allí se sienta en su sillón, el lugar es parecido al mío, pasillo principal, la cocina tipo americana abierta de mesón negro al fondo la sala de estar con una gran ventana tras el sillón y las habitaciones por el pasillo a la izquierda—. Te juro que quiero matarlo en este momento, ¿y si es cierto?
—No lo creo —me siento en la butaca de un lado, todo es de color terracota, negro y café porque ama los colores cálidos—. Pero podemos salir de la duda.
Va por su ordenador para entrar desde ahí al sistema de cámaras de la base, no es del todo correcto, pero en este momento no me interesa, va de cámara en cámara hasta quedar en la del pasillo de la oficina de Klaus, veo la grabación, cuando salen sus amigos, entra una mujer rubia, el corazón se me acelera porque parece ser cierto lo que dijo, se folló a otra, pero justo cuando voy a retirar la mirada destruida por dentro, la veo salir, no duró más de tres minutos. Luego de eso sale y según las cámaras fue hasta la zona residencial, debió verme y meterse en el callejón para halarme, entonces las cámaras lo captan en las escaleras de donde está su departamento, de ahí no sale hasta que yo llego. No lo hizo, no se acostó con otra, le he dado una cachetada en vano.
—Te lo dije, está herido, pero no hizo nada —comenta Nick y se pone de pie para ir por agua—. Ese hombre se muere por ti, se le nota en la mirada.
—Se muere por mí, pero no sé nada de él, lo único que sé es porque a Kass se le salió, tiene aún un anillo de su ex prometida, yo sólo soy un suvenir para él —comento desalentada, la verdad no entiendo porqué está en ese plan cuando no creo que seamos más—. voy a caminar, regreso después.
Trata de pararme, pero no lo hago, camino por toda la base sin rumbo, mientras pienso en mis amigos me siento como si fueran mis hermanos a quienes no conozco más allá de unas simples fotos, Antuan y Antony , los más pequeños, mamá trató de sacarlos con nosotros al escapar de la fortaleza Sokolov, pero no alcanzó porque se dieron cuenta y ella debió salir sin ellos y se odia por ello, cada año bebe hasta la saciedad el día en el que lo hizo y cuando ha bebido también los nombra, a veces en frente de otros, por eso debemos disculparla para hacerla pasar como borrachita que dice cosas sin sentido o de una película.
Me encuentro cerca de la zona de Operaciones Marítimas cuando recibo una llamada de Malek, eso me cambia el ánimo un poco porque me llena saber que de seguro ha caído otro miembro Sokolov, pues eso esperaba desde hace dos días cuando lo cercaron. Me confirma mis sospechas, tienen a Alyx Sokolov, manera la tesorería con su padre, es de las más cercanas a la Boss, eso le dolerá más, mis Hassassin y yo arrasaremos hasta llegar a ella, el golpe se ha retrasado por dificultades técnicas, pero la jugada maestra estaba por iniciar. Iremos por ella a como diera lugar sin miramientos, sin ningún otro objetivo, sólo tener la cabeza de la Boss de forma literal.
Es hora de otra baja en las filas de La Hermandad.
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UNA HORA DESPUÉS
Camino por dentro de la gruta de pasadizos tallados en piedra caliza con mi gabardina roja con capota, mi sello, así he salido en cada fotografía pública que el mundo conoce de mí, la heredera de la sangre Sokolov al ser la primera mujer en la línea sanguínea, yo debería regir una vez el periodo de Aleksandra termine, pero no lo haré, al contrario, los destruiré desde dentro porque tengo mis Aces bajo la manga, tengo gente dentro del poder en La Hermandad y ellos ni siquiera lo han notado, los desmoronará desde su corazón. En tanto llego, Malek me informa sobre Alyx, ha sido electrocutada y mordida de serpientes, el mismo castigo hecho hacia mí, porque he conseguido los antídotos gracias a mi infiltrado dentro de la red Sokolov, esa persona guarda un odio secreto por Aleksandra y Aleixandre hasta ser visceral, por ello me lo da todo, aunque se arriesgue haciéndolo.
Malek me guía a la gruta interior donde está Alyx, reposa colgada de las manos por grilletes pegados al techo viéndose destruida, parece como si le hubieran pasado cuatrocientas volquetas por encima, además de los morados en su rostro. Cuando llego hasta ahí bajo mi capota roja para verla con malicia, Alyx era espectadora de mis torturas, recuerdo haberla visto con papás o palomitas como si mi dolor fuera su espectáculo para disfrutarlo sin más, ahora los papeles se han cambiado, ya no seré la víctima, seré la victimaría para ponernos a la misma altura.
Sí, suena algo hipócrita odiarlos, pero hacerles lo mismo a ellos, actuar con la misma sangre fría, pero . Llego hasta allí para ordenar despertarla con una cubeta de agua, eso la despabila y cuando se da cuenta de mi presencia empieza a suplicar.
—Katt, por favor... —no termina cuando le he dado un puñetazo en la boca haciéndola escupir sangre pues llevo manoplas bajo mis guantes—. ¿Por qué haces esto? Somo tu familia, soy sangre de tu sangre.
—La familia no hace lo que ustedes me hicieron y tú disfrutaste mucho, mientras veías a Oleg violarme una y otra vez —la tomo del cuello pues también está sujeta de grilletes en los tobillos y no puede mover las piernas para dame un golpe—. Te gustaba verme adolorida por el veneno, disfrutaste mucho ver como alucinaba a punto de morir por el veneno... pues te tengo noticias, ahora soy yo quien disfruta —le doy otro puño esta vez en la mejilla rajándosela, para caminar luego a un lado donde están mis armas favoritas de tortura y tomo una katana de la mesa, el arma más afilada de todas, la deslizo de su vaina para regresar ante ella.
—¡No, Kattleya, no lo hagas, te lo ruego! —grita desesperada, mientras intenta zafarse, pero no puede, nadie puede una vez está colgado ahí.
—Yo también te lo rogué muchas veces y en lugar de ayudarme, lo celebraste —sin más lanzo el movimiento hacia su mano izquierda que cae cercenada, eso la hace gritar del dolor o del horror de verse sin mano, no lo sé, pero es música para mis oídos. Repito el proceso con su otra mano y me meto de lleno en cortarla pedazo por pedazo aun viva, aunque en un punto se desmaya por tanto dolor, además de las múltiples hemorragias causadas por los cortes, en todo caso, pronto ya no se llama sino que se llamaba Alyx Sokolov.
Una vez ha quedado esparcida como rompecabezas de quinientas piezas pido mi atizador caliente, este viene pronto junto con un soplete para calentarlo lo suficiente para marcarle esta vez ambas palmas de las manos porque quiero dejarlo el doble de claro. La sello y ha terminado mi labor aquí, mis hombre son quienes se encargan tanto de llevar los cuerpo hacia un lugar donde sean encontrado, así como de llamar a los medios y la policia al mismo tiempo para garantizar que salga en los medios de comunicación masiva, pues muchas veces las autoridades no mencionan nada hasta resolver más las cosas, pero a mi no me sirve eso, quiero hacerlo público.
Cuando he marcado con mi logo circular, la espada clavada en el cráneo con el "Sic Semper Tyrannis" como letras. Este atizador fue obra de uno de mis hombres que fue soldador, pero tenía talentos para hacer muy bien los detalles, por ello se nota un poco más en comparación de uno elaborado de forma normal. Me siento poderosa, aunque ella estaba en indefensión, no podía chistar, aun así buscarla fue dificil, pero su adicción a los strippers masculinos la hizo caer, pues uno de esos es propiedad de un Hassassin y la pudieron identificar con facilidad un día que él estaba supervisando la operación pues casi no para por el negocio.
Ese día firmó su sentencia.
Entonces, mientras me saboreo en la miel de la victoria, entra una llamada de mi ficha en la hermandad.
—Krystel —saluda porque él respeta mi deseo de no tener nada que ver con los Sokolov ni el nombre dado por ellos—. Esto es un desastre desde que se enteraron de la captura de Alyx, la maldita de Aleksandra sólo sabe gritar y ordenar, la muy perra.
—Alyx ya no está en este mundo —admito con alegría—. Todo gracias a ti.
—Tienes que acabar con los tres de la corona —se refiere a los tres hermanos, Alesandra, Aleixandre y Alexei quienes son llamados así porque son los hijos de la primera línea sanguínea, quienes nacieron primero para gobernar con la corona.
—Así será, pronto serán un tabloide en las noticias con su muerte, mejor tú cuídate, no tardará en sospechar hasta de su sombra. Si te ves acorralado ven a México, aquí te protegeré, me has dado mucho.
—Cuídate, prima —comenta porque siempre está preocupado por mí, fue el único al que también torturaron por tratar de ayudarme y en la misma sala pedía más castigos para él en lugar de mí, pero los malditos terminaban haciéndolo a los dos.
—Tengo la espalda bien cubierta... ¿cómo van los Dioses del Inframundo? —pregunto por otra familia de sustancias de La Hermandad, estas actúan en el cerebro, pero están incompletas, su creadora, una bioquímica Praetor brillante como ella sola, Carmen Santo Domingo Peralta (1)* una Colombiana, de hecho, creó estos mismos y bajo sus investigaciones, crearon los Dioses del Olimpo también, pero fue asesinada por no querer entregar la terminación de su investigación con los compuestos perfeccionados, pero no fueron los Sokolov, sino alguien mucho más inesperado.
—He evitado avanzar, ella cree que todo es ineptitud mía y de Vasilisa —explica porque Aleksandra no sabe que es él quien sabotea las investigaciones tanto suyas como de su hermana gemela, hasta graba cintas de audio como si de verdad estuviese investigando pues la histérica de la Boss revisa todo, hasta las grabaciones del baño por si alguien trata de esconder algo, hace sus cintas metiéndose en el papel de investigador frustrado por no encontrar su fin. Damien Sokolov es el único a quien jamás tocaría porque de todos los miembros de la familia, él fue el único que me demostró amor y lealtad poniendo incluso su vida a cambio de la mía, su dolor en lugar del mío.
Malek dice que Damien me ama más como mujer que como prima, pero no es así, lo sé, formará una familia pronto, y aunque no podré conocerla jamás, me alegro de que pueda tener una vida feliz.
—Debo irme, la Boss me convoca.
—Cuídate por favor, Damien, si no puedes seguir ahí ven aquí, nadie podrá con nosotros, si estás en peligro no importa la misión, sólo abórtala —afirmo de nuevo, no quiero perderlo, pero no por ser mi ficha, sino porque de verdad lo considero un ser querido.
—Estaré bien, Krys, de verdad, esa mujer sospecha de todos, menos de sus gemelos bioquímicos—. Mañana me contacto de nuevo sin falta para darte información del siguiente.
Cuelga ahí, entonces guardo el celular para dirigirme a Malek, le pongo sobre aviso de la llamada de Damien porque si yo no le contesto, tiene indicaciones de llamar a Malek.
Esto es sólo el comienzo, todos caerán en especial la Boss porque quiere ir por mi hermanita y primero se muere.
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¡DAMIEN MÁS ABAJO! (Drew Van Acker)
¡Gracias por leer! Si me dejas tu comentario actualizo más rápido
(1)* Carmen Santo Domingo Peralta es un personaje de "Donde hubo fuego" Novela militar terminada, es la madre de la protagonista por quien toma venganza como trama principal.
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