Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 28- El plan A-B


Capítulo 28

El plan A-B


"En medio de las armas, las leyes enmudecen"

Cicerón

———————00———————

DESCONOCIDO

Cierra el sobre donde está su próximo plan a seguir, ya no le basta con la matanza física, su mente privilegiada solo puede pensar en como será su próximo ataque, algo grande se cocina dentro de su cabeza lista para explotar en contra de ellos. Arregla el cableado conectado al cronómetro, una gran carga explosiva detonará en un lugar de la ciudad y él les hará saber que fue culpa de ellos tal destrucción... necesitará meterlo en un vehículo pues no es liviano para nada, cada gramo de muerte inmediata está en sus manos. Está en una oficina blanca total, su laboratorio tiene de todo para crear terror por medio de ataques con explosivos, petardos, misiles y rifles de francotirador.

Ha llegado lejos en la escala del poder gracias a su manera sangrienta de ejecutar las cosas de forma inhumana; sin embargo, no era él mismo, tiene un aspecto creado, moldeado por manos aun más crueles que las suyas, pero al final, dentro de su propio mundo, se regodea en sus acciones sin remordimiento alguno, la "Humanidad" se le había escapado entre los dedos desde hacía años. Empezó su labor una vez esas manos creadoras de bestias lo dejaron en forma para matar, un entrenamiento de asesinos con fijación en militares; sin embargo, sólo él ha sabido hacerlo de manera fantasma, aparece y desaparece con la velocidad de un parpadeo, deja su firma, pero nada más, sin algún rastro físico o biológico,

Es un espectro en el plano de los vivos, no sólo por su capacidad evanescente, sino por cómo logra matar en masa sin ser rastreado, sin tener un solo sabueso tras su olor, aunque la consecuencia de ser tan malévolo le trae soledad porque no tiene personas realmente cercanas y preocupadas por él como una vez los tuvo, está en un resquicio de memoria aún, pero ha sido reemplazado con sus pensamientos asesinos, esa imagen se desvanece cada vez más con el paso del tiempo; no obstante, recordaba la sensación de calidez en su anterior hogar.

—Hey —le llaman a su espalda—. ¿Estás listo?

—Siempre estoy listo —responde con el ceño fruncido—. Eres tú el aprendiz.

—¿Y me contarás tu plan de ahora en adelante? ¿por qué tanto sobre en las mesas?

— —termina de hacer el circuito, con el cronómetro listo para ser programado, debe buscar su encargo, en donde se moverá la carga hacia su destino llevado por un suizo (1)* que no sabe lo que sucederá al final de su recorrido.

—¿Y luego? ¿los sobres?

—No luego, al mismo tiempo, tendrán dos tipos de ataques destructores —comenta emocionado en su propio plan macabro con el que hundirá a Mazatlán y Culiacán Rosales en un agujero de sangre, muerte y terrorismo.

—Me lo imagino, has pedido suficiente explosivo para volar el país entero, pero ¿qué hay en los sobres?

—Ya lo verás, saldrá en los telediarios del mundo, y yo me haré más famoso por ser el espectro tras los militares a quienes odiarán por ser los causantes de tantos ataques, soy el verdugo, ellos son mis víctimas a partir de ahora.

—¿Y la mexicana? Es difícil de atrapar, además sabes de su crueldad, no sé quien de los dos me da más miedo, si La Duquesa o tú.

—¿Alguna vez me has visto fallar un objetivo? —el joven negó con la cabeza—. Ella no será la excepción.

La Duquesa está en la mira un nada lo hará detenerse hasta alcanzarla aun cuando ella esté protegida por sus Hassassin; él solo es más letal que cien de sus sicarios.

———————00———————

KRYSTEL

La ira burbujea en mi sangre, las manos me tiemblan y trago en seco en un intento de contenerme para no ir directo a clavarle la pistola en la boca y disparar diecisiete veces para dejarlo como un pinche colador como lo hacen los cárteles de Sinaloa, su sangre maldita me corre por las venas y está a punto de llevarme a echarme encima para acabarlo, aunque no sería muy inteligente, su guardia de la Hermandad está estrenada para matar y hay cuatro de ellos. Samara trata de llamar mi atención, pero pronto nota como ha aparecido Katrina una vez más, aunque no sabe porqué, se nota en su extrañeza, por fortuna al doctor lo llaman y se excusa para atender avisándonos que tardará un poco. Samara me pregunta qué sucede, de seguro la sed de sangre aflora en mis mirada, por ello le pido ir con su abuela y que no salga de ahí bajo ningún concepto, claro, se asusta un poco, pero lo hace pronto pues presiente algo con mis acciones.

Me encamino como bólido para empujar a su guardia y enfrentar a quien osa llamarse mi padre.

—¡¿Qué mierda haces aquí, hijo de perra?! —grito sin poder contenerme al tomarlo por la solapa de la camisa empotrándolo contra el cristal, claro sus escoltas me encañonan, pero él, con una mirada extraña entre sorprendida y molesta—. Lárgate antes de que te mate con mis propias manos.

Quiero arrancarle la cabeza y ponerla en una lanza para enviársela a la maldita Boss como aperitivo y lo haría si no estuviéramos en un sitio público, sería mi próxima víctima para dejar en pedazos como la mierda que es. Su mirada se sorprende por un momento, pero vuelve a la arrogancia de creerse superior en un segundo

—Kattleya Sokolov, no eres una decepción después de todo —se sonríe con petulancia para zafarse de mi agarre—. El mismo odio de todos reina en tus ojos.

—No me llames así, es una vergüenza tener un vínculo con ustedes —espeto entre dientes y eso parece enfurecerlo, pero eso a ver quién está peor—. Vete ya, el corazón de mamá no aguantará verte.

—Es mi mujer y está delicada —espeta, pero sólo me saca un bufido «Ridículo»—. Yo debería estar con ella y no el imitador de mejor policía del año.

—Se llama milicia, inútil, no policía y ni se te ocurra meter a Richi en esto o soy capaz de ponerte como próximo en mi lista —gruño con ira, entonces me toma de la muñeca fuerte hasta hacerme daño.

—Cuidado, muchachita, aun soy tu padre y no uno convencional, lo sabes.

—¿Cómo olvidarlo? Permitiste que me torturaran, maltrataran, me dejaron cicatrices en el cuerpo para siempre, y lo peor, me violaran, Oleg me hizo aberraciones y tú lo sabías, pero te valió madres, la palabra "Padre" te quedan grande —bramo al soltarme del agarre, aunque no luce molesto a la defensiva como pensé, aparece algo inesperado: preocupación y algo de culpa.

—No debí permitirlo —es lo único que dice luego de tantos años, pero parece estar obligado a decirlo; tal vez piensa que así lo dejaré quedarse.

—Me dan igual tus pensamientos sobre eso, jamás seremos padre e hija sino verdugo y víctima —digo con un nudo en la garganta de la ira creciente, esto es peor que haberse callado la puta boca—. Vete o llamaré a la UTCCO y reportaré la presencia de un Sokolov de sangre pura aquí.

—Hazlo y yo les diré quién eres en realidad...

—Es la palabra de un traficante asesino contra la de la sobrina maravilla del Regente UTCCO, un modelo a seguir, ¿a quién le creerán? —me arriesgo con la amenaza aunque me toma por el cuello e invierte la posición para apretarme contra el cristal asfixiándome—. Largo de aquí antes de la vuelta de mamá o atente a las consecuencias —mi voz sale ahogada aunque no me rindo, de pronto aprieta más restringiéndome el aire.

—Eres toda una Sokolov, Kattleya, y tarde o temprano caerás en la red, como la oveja negra que regresa al rebaño —me habla de cerca amenazante—. Y una vez lo hagas serás la reina de la Hermandad, te lo aseguro, una reina sin precedentes, ni siquiera Aleksandra se compararía a ti, porque eres la hija de tu padre.

—Primero muerta, Aleixandre —bramo como puedo hasta que él me suelta, pero quedo débil y caigo al suelo por unos segundos

Escupe a mis pies y se aleja, ha funcionado, aunque dudé de mí misma en un principio y no logro entender cómo lo convencí, pero por amor de padre no fue, eso claro, a lo mejor temió de una búsqueda a lo maldita sea de toda la UTCCO, aunque un asunto me raya la cabeza, ¿por qué lo sabía? ¿cómo uno de los traficantes más buscados del mundo luego de la Boss sabe esto? La idea en mi mente parece ser la única, pero la más dolorosa: tengo un soplón en mi círculo o nos ha seguido de cerca y no sé cuál es peor.

El pequeño espectáculo ha llamado la atención en el pasillo ¿y cómo no? una mujer vestida de militar con un tipo de clara pinta de criminal rodeado por su séquito me gorilas con cara de sicario a sueldo. Pronto una enfermera se acerca a verificar si estoy bien, estaba paralizada como todos y ofrece llamar a la policía, pero lo impido, eso implica gente rastreándonos a todos, lo haré a mi manera, por eso en cuanto se va entro en la habitación de mamá y cierro la puerta para llamar a Malek y reportar la posición de Aleixandre pronto, los Hassassin siempre están cerca de mí, aunque ese hombre debe tener varios escoltas esperándole fuera como si fuera un político en peligro.

Malek atiende tan rápido como siempre, está a mi servicio aunque he empezado a verlo como familia, en realidad a todos los dentro de la organización, ellos dan la vida por mí, ya ha pasado y a cada uno lo atesoro en mi corazón como aquello de nunca olvidar, porque son parte de mí. Así, en menos de nada, un equipo de búsqueda sale de inmediato para tratar de interceptarlo, pero sé lo dificil que puede ser, por eso no le exijo hacerlo, en realidad nunca lo hago, es de trabajo en equipo. Mamá no tarda en regresar, para entonces me he tranquilizado y vuelto a ser yo misma, preocupada por quién me dio la vida.

Me quedo un rato, pero debo regresar a la base donde Klaus me espera y ese pensamiento me da un cosquilleo en el estómago, uno fuerte que llevaba tiempo sin sentir, pura emoción de saberlo allí, sin la pegatina de Ivanna como pareja, aunque me he preguntado algo ¿por qué la cambia por mí? Porque algo me dice que he sido uno de los motivos para dejarla, aunque no sé porqué si ella parece de belleza perfecta, ¿yo? Más latina, ojos claros, pelo castaño, algo normal; sin embargo, él parece haber visto algo más, porque si no esa cena tan especial no hubiera sido, es duro, todos lo saben, aunque tiene excepciones, su hija y Kass, por ello una muestra tan grane denota un avisto de sentimiento más allá de solo cuerpo.

Mamá me pregunta desde su cama la razón de una sonrisita en mi boca, pero no se lo digo, por ahora es mejor no darle impresiones, ya bastante tiene. Al final le doy un beso en la frente, me despido de Richi y me marcho; no obstante, en el ascensor le mando un texto a él para verme fuera del hospital, entonces pronto nos reunimos con su escolta muy cerca por eso le pido alejarla un poco. Enciende un cigarrillo y le pido uno también.

—¿Me vas a decir qué te pasó en el cuello? No sé cómo tu madre no lo ha visto —comenta rápido aunque en tono bajo, nunca se sabe quién escuche, incluso sus guardaespaldas.

—Traté de maquillarlo, pero tienes el ojo fino —respondo con calma—. Aleixandre Sokolov estaba fuera de la habitación, pretendía ver a mamá, el descarado dijo que su mujer estaba mal.

—¡¿Y por qué no me lo has reportado?! Carajo, hubiera mandado a una unidad táctica de reacción inmediata —se sorprende, aunque no puede gritar.

—He enviado a un grupo a cargo de Malek, lo ha cercado, pero los ha olido como el perro que es y huyó, la UTCCO también ahí lo hubiera empeorado todo, no ibas a poder explicar quién te dio la información, sería sospechoso —comento y él suspira sin decir nada—. Vamos, sabes que no podemos ser evidentes, Caro y yo somos el ojo del huracán, un error, un solo error y nos vamos a la chingada, tío.

—Lo sé, perdona, la impresión supongo —replica para aspirar del cigarro con premura—. Pero que bien que podemos hablar a solas... ¿qué mierda estás haciendo con los cuerpos?

—¿De qué hablas?

—Los miembros Sokolov encontrados, son tuyos, la marca del atizador es clara, el cráneo, la espada atravesándolo, la frase de sic semper tyrannis, has sido tú, no me mientas.

He mantenido a mi familia a raya de los Hassassin porque de saber nuestras operaciones estarían en peligro, eso incluye la insignia, justo como la describió él.

—¿Y qué? se lo merecían ¿los defenderás? —espeto molesta, mientras camino de ida y vuelta para descargar las emociones negativas de acordarme de todas las matanzas, la sangre, las vísceras, todos sufrieron hasta pedir piedad, como lo merece cada uno de ellos.

—Te defenderé a ti, la firma se hace famosa, la Boss lo sabe de seguro, el ejército raso estará duplicando su actividad —replica entre dientes, guarda su ira por no ser escuchado—. ¿tienes con qué enfrentar a la maldita Hermandad? ¡No! no puedes, así que déjate de hacer tonterías y sigue tu vida, ya bastante tienes encima... la Boss vendrá por Caro tarde o temprano, sabe que contigo ya no pude, pero ella es maleable.

—No la tocará —sentencio con firmeza, a mi hermana jamás la tendrán—. Debo irme, tío, el Comandante espera en el apartamento para hablar sobre la estrategia de mañana, pretendemos apagar toda zona para inspeccionar una parte inaccesible de LADIVCOM, pero llevará planeación con los Praetor.

—Júntate con Isabella Fox si quieres hacerte fuerte, no he conocido a nadie más duro que ella, ha pasado por mucho y es una de las mejores agentes militares, sus años de experiencia son invaluables —comenta sin dudar y si él la considera de las mejores con todos los agentes que él conoce, es increíble—. En los Praetor hay tres francotiradores especializados en la cima, ella es la primera en el TOP.

—Me he llevado bien con ella, me agrada porque parece delicada, pero es una fiera completa —me sonrío al terminar el cigarrillo y apagar la colilla—. Me voy, gracias por estar con mamá.

—Sabes porqué lo hago, ratona —me da una sonrisa con tristeza en la mirada—. ella es el amor de mi vida.

Ella le corresponde, me lo ha dicho, pero el miedo de meterlo en la lista de Aleixandre o Aleksandra, no la deja abrirse al amor que desea. Richi me abraza fuerte y me pide cuidarme mucho, me dice que me ve como una hija más de los suyos y para mí él es mi padre, pronto regresa al hospital y yo llamo a Samara por si quiere irse conmigo, pero sale un momento para despedirse, no menciona el altercado, eso lo agradezco, le pregunto cómo ha ido la revisión del doctor y al parecer todo bien, como a mamá le harán estudios, pero no se va conmigo, quiere estar más con su abue, entonces se despide con un abrazo para irme finalmente.

Entro en mi auto para salir del aparcamiento con muchos pensamientos en la cabeza, pero sobre todo uno: Caro, ella no sabe los planes que la involucran por culpa de la Boss, pero pronto deberá saberlo, debo entrenarla y hacerla tan fuerte como Isabella Fox o yo.

El reto está por empezar

———————00———————

Una hora después entro en su oficina luego de anunciarme, la luz entra por detrás de él quien trabaja con audífonos inalámbricos y su expresión facial no augura nada bueno, aunque al verme se suaviza como si se aliviara.

—Hey, pequeña —saluda al cerrar la tapa del computador pues ya he cerrado la puerta, nadie más escucha—. ¿Cómo sigue tu madre?

—Kirem apenas hace los exámenes —le respondo con una sonrisa, no sabe cuanto me gusta escucharlo llamarme "Pequeña"—. Debemos esperar, aunque ella se ve mejor, su semblante ha cambiado.

—¿Es cierto que el Regente ha pasado la mayoría del tiempo en el hospital? —pregunta poniéndose en pie con el café entra las manos—. La ha de querer mucho —dice aunque la sospecha pasea en sus ojos aunque no sé la razón.

—¿Si te digo algo prometes no decirlo? —asiente con la cabeza—. Ellos se aman, pero no pueden estar juntos, él tiene familia y mamá no quiere romperla.

«En realidad se divorció, pero es un secreto»

—Triste, si se aman deberían intentarlo —comenta al inspeccionarme.

—¿Qué pasa? ¿por qué me miras así?

—¿Qué te ha pasado en el cuello? —pregunta con los ojos entrecerrados y pone la taza en el escritorio—. ¿Quién se atrevió a ponerte la mano encima? ¿fue un soldado? Solo dime quien coño te ha dejado así y se las verá conmigo.

—Cálmate... te diré algo, pero no te molestes.

—Eso no suena bien, habla ya, joder —espeta cruzado de brazos, lleva una camiseta de manga corta y sus tatuajes resaltan.

—Tuve un encontrón con Aleixandre Sokolov y para librarse de mi ataque alcanzó a ahorcarme —confieso, decidí decir la verdad modificada pues no quiero acumular más mentiras, aunque no diga todo como es—. Estaba fuera del hospital y no sé porqué, me reconoció como soldado y me atacó.

—¿Cómo te ha reconocido? Esto es peligroso, no puedes volver a la infiltración, de seguro está aquí por sus distribuidores de los dioses del olimpo —comenta con preocupación y me siento de la mierda por eso—. Ya veremos cómo lograrlo.

—No es para tanto, si fue a LADIVCOM ya debe estar de regreso, no se queda mucho en ningún lugar, de igual manera podemos revisar las cámaras antes de mi llegada, algunas horas para estar seguros, luego estar al tanto. Tranquilo, si veo algo raro, aborto la misión ¿vale? Aunque no entiendo porqué te has puesto así...

—Nadie puede tocarte si es para hacerte daño, me importa una mierda si no caza con eso de intentarlo de a poco —me sienta en el escritorio para rozar su boca con la mía cuando una llamada me salva de la contestación a pesar de la interrupción y bueno, no es que no quiera decir "Yo también siento eso" pero no quiero parecer desesperada. El Ángel, quien ha estado insistente, se enteró de mamá y quiere darme apoyo, pero me siento mal por él, cree poder recuperar nuestra relación, está ilusionado con eso, no obstante, en este momento solo puedo ver a Klaus, nadie más, aunque sea injusto con quien me ayudado tanto. Él nota quien llama, tuerce los ojos y se separa, entonces me bajo para ir a un costado alejado de la puerta y cuando voy a tomar la llamada el Comandante Tomás Ibarra irrumpe.

—¿Es cierto que mandaste a llamar a Kirem? —exclama y con solo eso me olvido de Ángel por completo—. ¿Dónde está? Quiero verlo, a ese cabrón se le ve igual que a papá Noel.

—¿Cómo que papá Noel? —ladra Klaus con mal genio—. Imprudente.

—No se le ve nunca, ¿o lo has visto alguna vez? —replica él sin darse cuenta de mi presencia—. Además, ¿cómo que imprudente?

—¿Fue usted, Comandante? —pregunto anonadada, aun salgo del shock—. ¿Usted es quien pidió anonimato?

—Debía ser secreto, pero tengo ese tipo de amigo —acusa con mal genio y Tomás se indigna.

—¿Cómo iba yo a saber que era secreto y que la Capitana estaba aquí? Es más ¿qué hace la Capitana contigo a puerta cerrada?

—Una persona normal no entra como Pedro por su puta casa con alaridos de sirena de policía —replica Klaus y con ello me hace sonreír—. Y no seas cotilla, toca narices, ve a meter una navaja en un tomacorriente.

—Ush, que mala leche traes, mejor me voy, dile a Kirem que quiero verlo —-con cara de niño regañado, el Comandante se va y nos deja solos otra vez. Klaus por su parte se sienta en silencio a continuar con su trabajo como si nada

—¿Y? ¿no dirás nada? —pregunto ante su silencio absoluto.

—¿Qué quieres que diga? Ya sabes, Kirem es mi amigo y le pedí venir a revisar a tu madre, le pagué también, y antes de que preguntes, no sé porqué lo hice, sólo no quería verte triste ¿vale? Te conocí como una mujer arrolladora y la situación de tu madre te había quitado el brillo, sólo quise ayudar como podía.

Eso me llena el corazón de una manera inexplicable, en definitiva, empiezo a enamorarme, pero no sé si será conveniente, entonces me siento en sus piernas para acariciarle la cara lento y poner un beso en su mejilla.

—Gracias, Klaus, no sabes cómo te agradezco —admito encantada con su cercanía cuando se me ocurre otra cosa—. Fuiste tú quien hizo destituir a Rosales ¿No? quien mueve el proceso de mis soldados.

—Pues sí, también y lo admito a la primera sólo porque ese beso me encantó, quiero otro —me rio y lo hago al otro lado justo cuando Pau llama y debo ponerme en pie, ella no debe saber nada mientras lo resolvemos—. ¡Hola renacuaja!

—¡Papá! —exclama con alegría como siempre—. ¿cómo estás? Oh veo una mujer ¿es Krys?

—Sí, preciosa, soy yo —le saludo apareciendo en la toma—. ¿Cómo estás?

—Bien, lejos del hechizo de la bruja mayor, ya no debo soportarla... ahora sí puedes salir con papi ¿no quieres?

—Corazón, sólo podemos ser jefe-empleada son las reglas aquí —explica él aunque me ve de reojo, eso me hace decaer un poco porque tiene razón ¿y si no funciona por nuestros trabajos?—. ¿Qué me cuentas?

—Bien, las plantas de la tía han sobrevivido a la guerra, el abuelo Antoine viene casi a diario a verificar si estoy bien, Cata me acompaña todo el tiempo y vamos a comer helado, pero te extraño mucho, esta casa se siente sola sin ti, vago sola por los pasillos como alma en pena, me asusta el silencio, oigo cada uno de mis desgraciados pasos... por eso quiero un perro.

Eso nos hace reír porque me creí su actuación.

—Buen intento, pero aún no me convences, menos con eso de reemplazarme por un perro —Klaus sonríe de esa manera como sólo lo hace con ella y eso me encanta. En ese momento tocan a la puerta, es Isaac Falcon quien pide permiso para entrar aunque no trae buenas noticias, el asesino ha enviado otra carta, esta vez a la UTCCO.

Klaus pide informes cuando entramos, ha vuelto a ser el Comandante Roux y me encanta, su poder, su porte, la forma en como ordena, porque Ángel también es Comandante, pero no se compara a Klaus. Dentro de la sala no dicen que poco después de la carta llegó un paquete, es revisado por antiexplosivos antes de pasarlo dentro, pero por el peso no puede ser nada bueno, seis kilos y medio de pura maldad seguro. Nos sentamos en la mesa con la vista puesta en la pantalla en la gran pared blanca donde la carta está siendo analizada en vivo bajo una cámara y soldados tratándola con pinzas, puede contener ADN o huellas, deben pasar por el departamentos de lofoscopia para ser procesado por huellas dactilares.

En la nota se lee con una especie de tinta roja que, por experiencia más allá de solo la milicia, parece sangre, el asesino ha escrito la carga con sangre.

"A mis queridos Amigos armados con balas, pero desarmados de peNsamientos coherentes, ha empezado la guerra, pero no con fusiles o cuchillos, sino con enfermedades y muerTe. Vengan tras de mí y tan sólo la estela los mataRá como radiación, porque ustedes son peores que eso, más corrosivos en comparación del ácido, sin más eXplicación, ustedes veRán el apocalIpsis pronto de la mano del ángel de la muerte y Como no soy tan cruel, en mIs notas hay pistas para mis plaNes, porque me regodeO en el placer de saberlos pensando en mí . Con amor y odio, Jack"

—¿Enfermedades? ¿de qué habla? —pregunto e Isabell es quien me responde.

—Debe tener un agente biológico en su poder, algo con lo que pretende infectar a los soldados de forma masiva... algo como la Quimera 18 de La Triada, esa viene en tres presentaciones, líquida, en aerosol y polvo, es letal en un 98% —comenta con mucha seguridad, debe saber mucho del tema y eso me hace verla aun más poderosa—. Si es así, lo regará dentro de la base en cero coma un segundos si quiere hacerlo.

—¿Cómo sabe de eso, Brigadier? —pregunta Klaus curioso—. ¿acaso es parte también del Comando de Investigación Química?

—No, Comandante, el Brigadier Falcon estuvo contagiado de La Quimera hace dos años, además de varios agentes contagiados por accidente, su sintomatología es muy rápida y letal, si tiene alguno parecido debemos tener cuidado —comenta, mientras se ve con Isaac como si recordaran algo, pero pronto se rompe su conexión—. Sólo el antídoto puede salvarlo.

—¿Y cómo consiguió el antídoto?

—En el mercado negro, un trabajador de La Triada en los laboratorios la vendió, aunque no fue barata —dice aunque le veo algo raro, como si mintiera; sin embargo, no le pongo gran atención, tal vez sean impresiones mías o está alterada por el recuerdo con el Brigadier Falcon.

—Vale, una suerte ¿no? me alegra que haya sido así —replica Klaus con media sonrisa—. sigamos, ¿dónde está Álvaro?

—Con el departamento de inteligencia, trata de buscar un patrón en los asesinatos pues los últimos cuerpos están más conservados, pueden examinarlos mejor en comparación de los que estaban empalados por la descomposición —explica Isaac hacia el Comandante—. Más tarde deberemos tener razones.

—Perfecto, ahora, el próximo movimiento: el apagón en LADIVCOM —se centra Klaus—. Será pasado mañana, en medio del turno de la Capitana Sánchez, el Brigadier Falcon irá a inspeccionar de cerca la cerradura, pero deben tener refuerzos, una unidad táctica estará en las inmediaciones de la discoteca listos para extracción urgente, Sánchez, Cruz y Nicolás Duque estarán dentro, la Brigadier Fox con el Brigadier Falcon como apoyo, llevarán linternas LED potentes, pero minis para ver en la oscuridad y no ser detectadas por requisa.

—La puerta roja está al otro lado del pasillo de la entrada a Purgatorio —continuo yo—, hay un pequeño pasillo entre dos extremos de una pared, en general no hay gente ahí porque no se les permite salir de la zona delimitada. El problema es cuando las luces se apaguen, cualquier luz llamará la atención, además, tendrán máximo cinco minutos antes de que enciendan la planta de energía, tal vez menos, depende si hay personal dentro de la sala de máquinas.

—Sólo necesito dos —afirma Falcon con seguridad, él también da vibras de fuerza como el mismo Klaus, pues su apellido es uno de los tres fundadores de los Praetor y de la UTCCO, sus linajes son poderosos sin duda—. Para abrirla dependerá del tipo, no puedo dar un tiempo estimado aún.

—Tranquilo, lo entiendo —responde Klaus—. Primero se debe inspeccionar el terreno antes de la misión.

—Así es, Comandante —se sonríe y veo a más de una en la reunión encantada con él; sin embargo, está casado, por eso no puedo entender ese viene y va con Isabella.

—¡Señor! —grita alguien en la entrada de la sala de reunión, es un agente Praetor del CMIQ según su uniforme, viene agitado casi sin respiración—. evacuen a la zona D ahora, código azul A-B. Debemos dar el aviso por el sistema de comunicaciones.

Mierda, estamos jodidos.

———————00———————


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro