Capítulo 17-Empieza el juego
Capítulo 17
Empieza el juego
"Debes ver la muerte para renacer"
Saw
———————00————————
EMILIANO PORTILLO Y SU HIJA ADOPTIVA SICARIA AL FINAL
(Alejandro López y Alexandra Daddario)
Ubicación desconocida
Lugar de reunión de los Hassassin
—La Duquesa está a punto de ejecutar su jugada maestra contra de la S mayor —murmura Cora, la mano derecha de la mujer nombrada, misma quien le disparó a Alexei Sokolov de parte de Kattleya, su piel trigueña y sus ojos verdes atraían la atención sobre sí, por ello el ejército de Hassassin (1)* le observaban atentamente, no solo por su físico sino por el evidente control de la palabra en su poder intrínseco a su personalidad, adicionado a eso, su claro puesto por encima de los demás como quien se encargaba de todo en lugar de Kattleya pues no podía presentarse físicamente.
Están concentrados en una sala rectangular con una mesa de gran tamaño de forma cuadrada donde los más importantes de toda la operación estaban sentados, cada puesto tenía frente a este un papen membretado con el emblema de un ave de fuego, significaba su lucha abrasadora. Se habían juntado para combatir a los criminales que el gobierno no podía ajusticiar, querían erradicar una a una las lacras de una sociedad cada vez más corrupta y podrida, en donde un político era sinónimo de trampa, cada narco se hacía más poderoso con cada cargamento pues enviaban algunos de señuelos y mientras las autoridades celebran la incautación de quinientos kilos, narcotraficantes pasan dos toneladas por otra ruta libre de policías y controles pues mandaban información totalmente manipulada para concentrar esfuerzos en un lado, mientras pueden "coronar" mucho más sin ser descubiertos.
Pero mientras tanto se hacía pasar por personas de bien, algunos como los políticos pues es bien sabido que la política y el narcotráfico son cada una un ala del mismo pájaro agreste. No en todos los casos, pero en los territorios latinoamericanos las personas rehúyen del término como si fuera una peste que debe ser exterminada. De esa manera muchos de los mal nombrados en el poder, obtienen ganancias de negocios ilícitos, por ello los Hassassin luchan cada día por eliminar o por mínimo exponer a cada corrupto en su mira, lo han logrado con algunos a quienes ven perder todo lo conseguido de forma tramposa en un segundo.
En un sitio más allá de la frontera, Emiliano Portillo se encuentra en su mansión con su mascota preferida, un Águila Calva, con la sección de la cabeza totalmente blanca como un distintivo inconfundible, él lleva un guante especial para no ser herido por las garras del ave majestuosa entrenada para volar cerca desde ser una pequeña nada más. Le acaricia la cabeza y el ave suelta sonidos ante esto y la música clásica alcanza sus oídos, pues suena a través de los parlantes antes de la piscina Six pieces. 51: Valse Sentimentale llega con el violín como un tono romántico aunque a la vez triste, melancólico.
Es realmente gratificante escucharla, mientras camina con el águila hasta permitirle sobrevolar su cabeza en el cielo despejado emitiendo el sonido del animal en casa, justo cuando entra en el jardín Regina vestida en un traje de cuero negro con laterales rojos carmesí y un casco en las manos.
—Patrón —menciona apenas llega—. Trabajo hecho.
Su cabello negro y radiantes ojos azules le dan un aire extranjero aunque ha nacido en el corazón de México, el D.F, pues su madre sí lo era, pero solicitó asilo político en este país rico de cultura y costumbres distintas a su país, pero la mujer fue asesinada luego de esconder a la pequeña Regina en el closet por donde la rendija le permitía ver las sombras, vio a la mujer caer y la sangre invadió el lugar empapando sus ropas, pero no podía gritar o terminarían con ella también, entonces se tragó la impresión y aunque temblando, se quedó callada hasta la llegada de las autoridades.
Quien defendió su caso fue Emiliano quien solicitó su adopción, fue así como su ahora sicaria reina, llegó a su vida.
—Como siempre, reinita, bien hecho —silba para atraer de vuelta al ave, esta se vuelve a posar en el brazo con el guante—. Busca a pepe, él te dará el pago y deja de llamarme Patrón, soy tu padre.
Tenía diez años cuando ello ocurrió, por ende, han pasado quince con él, con su familia, su hermana Yésica, hija del matrimonio con su esposa Amanda, ambos la acogieron como si fuera su propia sangre; desde allí, han sido una familia de cuatro.
—En casa eres papá, en los negocios eres patrón —replica ella pues es fría como él, se muestra cariñosa con Amanda, a veces con ellos, pero la mayoría del tiempo es como una máquina de matar entrenada por la mismísima Hermandad de la Flor de Lis, bajo la tutela de Aleksandra Sokolov.
—Iré a LADIVCOM, José Manuel me espera mañana. Dice tener las personas listas para el expendio de los Dioses del Olimpo —su cabello de ébano ondea con el viento así como su fleco de cortina y sus ojos azules destellan bajo el sol como océano cristalino. El cartel de Portillo es aliado de La Hermandad, por eso ellos ponen la droga, Portillo las comercializa pues vienen del lejano país de Rusia; por ende, se mueven más en Europa, en tierra mexicana el poder tiene nombre y apellido: Emiliano Portillo.
—Perfecto, debemos tenerlo todo preparado... ¿has sabido algo de lo otro?
—No, tu diosa Morrigan (2)* parece no existir o al menos mis fuentes no dieron con ella —replica Regina cruzada de brazos, le sorprende en gran medida la obsesión de su padre con esa mujer, después de haberle acorralado y apuntado, pero según sus palabras, su mirada dijo todo por ella, es salvaje, aguerrida, decidida, él quedó fijado por la diosa de ojos dorados.
—Ya la encontraré, esa mujer estará a mi lado en este negocio.
—¿O como mujer?
—No sé, pero la quiero —Emiliano se deleita en la idea porque se ha enviciado de ella—. sabré quién es y la propuesta para pedir la baja de la UTCCO será algo que no podrá decir no.
En su mente, la Morrigan que ahora le roba hasta el sueño, aceptará todas las posibilidades de un nuevo mundo a sus pies. Sin embargo, ella jugará al tira y afloja a ver a quien se le revienta primero, si a la agente militar condecorada, o al abogado traficante reconocido.
———————00———————
Sinaloa, México
Base de la UTCCO
KRYSTEL
La voz de Ángel llega, mientras toca insistentemente y argumenta estar emparamado, pero yo estoy paralizada, si bien no regresamos, tampoco quiero hacerle saber nada de mi no relación con Klaus por conveniencia es mucho mejor así, no quiero reclamos, no quiero problemas porque estoy viviendo mi vida con normalidad, sí es descarado hacerlo con mi relación tan reciente, después de todo, Ángel y yo habíamos terminado tan solo dos meses antes de mi ida a España, porque me había dejado sola incluso antes del llamado, debía estar en Colombia cuatro semanas después de cuando se fue, pero decidió marcharse inmediatamente y yo atravesaba por los problemas de tensión de mi madre quien a veces por el estrés de su trabajo en la bolsa de valores y la red inmobiliaria simultáneamente, se descontrola su presión sanguínea; por ende, tiene complicaciones de salud y Ángel se fue un mes antes de lo necesario justo cuando más le necesitaba.
Entiendo su trabajo, pero sin tener que irse tan pronto lo hizo aun cuando yo estaba de los nervios, pero no solo fue eso, sino la forma en cómo se fue, estaba cegado por el poder, solo podía hablar de su nuevo cargo en la UTCCO de Colombia, ya nuestra relación no tenía relevancia, fue cuando empezó a dejarme plantada, una vez le preparé en este mismo apartamento con velas, rosas, una cama con rosas para tener el sexo que no habíamos podido por ocupaciones ¿Y qué pasó? Me dejó plantada sin explicaciones, sin llamarme, lo esperé cinco horas hasta la madrugada donde lloré de la impotencia por saberme como una tonta en busca de reparar una relación quebradiza. Por ello esa fue la gota que rebosó mi copa, sobre todo por el estado en el cual apareció, estaba crudísimo, se fue de antro con sus amigos a celebrar su puesto, aun a sabiendas de que por toda la semana le recordé nuestra cita. No pudo irse de juerga un día antes o un día después, fue el día en donde nos encontraríamos para componer nuestro ya, a esas alturas, compromiso matrimonial.
Cuando llegó era el sábado a las seis de la tarde veintidós horas después, traía un arreglo de flores rojas como la sangre más pura, chocolates ferrero Rocher en un estuche en forma de corazón, además de venir cantando una canción que amo "Ya No es Igual" de Two Flow "Cada vez que tú me hablas me sonrojas, quisiera vivir en tus labios hermosa, tu boca me provoca girl" lo dejé pasar como si nada, pero cuando trató de saludarme le quité la boca para darle un empujón.
—¿Qué te pasa? ¿estás loca? —exclamó como si no supiera qué pasó o porqué estaba así—. Ya sé, querías más chocolate —murmuró con una sonrisa.
—¿Chocolate? ¡chingas a tu madre! —espeté furiosa—. Me dejaste plantada como árbol, te esperé por horas para hablar de nosotros y no llegaste.
—¿No era hoy? Por eso estoy aquí y te traje flores —se excusó, pensé en que era una mentira, aunque lucía realmente sorprendido, como si de verdad se hubiese confundido.
—¿Esa es la atención que me das? ¿no puedes escuchar un día bien? —le reclamé con un nudo en la garganta, de verdad lo amaba como una loca, pero no era la única decepción en nuestra relación, llegaron una tras otra, los mensajes extraños de una mujer misteriosa, cuando me plantaba sin importarle que estuviera en un restaurante, cómo siempre ponía por encima a sus amigos, quienes no contentos con eso le metían ideas en la cabeza sobre mí, por ello llegaba envenenado peleándome como si yo hubiera hecho algo.
No me haré la santa, le respondía con ganas, nos gritábamos y ambos descargábamos la ira contra la pared o algún objeto cercano; en consecuencia, el desastre para levantar era notable.
—Fue un error...
—El quinto error del mes, Ángel, casi uno por semana... la verdad es que no tengo ni idea de porqué sigo contigo —espeté y por primera vez lo herí, en su mirada se notó cómo mis palabras le afectaron.
—¿Qué quieres decir con eso? —murmuró en tono entrecortado.
—Que hasta aquí llegamos, Ángel, termino este compromiso —me quité el anillo y se lo puse entre las manos...
La copa de mi paciencia se rebasó aquel día, no di más, pero al recibir la asignación al Cuerpo Élite, el se enteró, por ello habló conmigo antes de subir al avión y acordamos vernos allí en la base de Navacerrada. Una vez llegamos quedamos de vernos en el club donde conocí a Klaus y ya sabemos qué pasó. El caso es que no he querido volver con él a pesar de sus intentos intensificados de conquistarme de nuevo con un romanticismo perdido hace mucho tiempo, aunque a veces medio me convence porque a pesar de todo aun tengo sentimientos por él y por ello me siento como una traidora a pesar de estar técnicamente soltera.
Aún así, como la cínica que soy, no puedo soltar mi aventura con el Comandante Roux.
—¡Vamos Krystel! —acosa regresándome a la situación después de vagar como alma en pena por el pasado.
—Klaus, escóndete —le digo y él se echa a reír como si le hiciera mucha gracia—, ¿De qué chingados te ríes?
—Pasé hace mucho tiempo por la edad de esconderme, además me importan dos cojones si Ángel se entera... dile que estamos trabajando, no sería mentira, vemos expedientes —con la misma actitud altiva de siempre se encoge de hombros despreocupadamente, a veces me gusta eso, pero a veces me dan ganas de sacudirle el cerebro para acomodarle las ideas.
—Por favor, no lo hagas eviden... —no me deja terminar la frase cuando me ha tomado de la nuca con posesividad y me besa, yo me dejo pasando los brazos por su cuello sumergida en todo él—. ¿Y eso?
—Para aguantar hasta deshacernos de Ángel —me da otro beso antes de alejarse de mí para yo poder ir a la puerta, al abrirla me encuentro con él de frente, tiene la parte de debajo de la bota del pantalón empapado, entonces sin modular palabra entra como tromba marina enfurecido por esperar tanto con el frío afuera, pero todo reclamo se le olvida al posar la mirada en Klaus.
—¿Qué haces aquí, Klaus? —pregunta sin saludar, la ira entinta su voz como nunca antes—, ¿mi amor? ¿me vas a explicar?
—¿No lo ves, pendejo? Hay expedientes por todas partes y ordenadores —replica el Comandante—, trabajamos, no podemos hacerlo en la oficina porque es peligroso cruzar la base.
—¿Ah sí? ¿y cómo llegaste hasta aquí?
—Por las escaleras, ya sabes, la junta de escalones al final del pasillo —exclama de nuevo Klaus con burla—, ¿te hago dibujitos?
—¿Quieres café, Ángel? —medio porque el ambiente se pone tenso—. Lo hice como te gusta.
Acepta para sentarse sin contestar, Klaus se sienta en el sillón contrario para revisar papeles de inteligencia, mientras yo no puedo quitarles la mirada de encima; en cualquier momento se saltan a comportarse como animales de seguro, le llevo el café a Áng y me siento de su lado para poder revisar también.
—Mira, Roux, no hay razón para no ser amigos y hacer las pases —dice Ángel llevándose el pocillo a la boca.
—Yo tengo veinticinco razones y una más por el hermano de Tomás para no querer ser nada tuyo, ni siquiera conocido, además lo de mi hermana ¿te parece poco? —escupe Klaus sin levantar la mirada, el rencor le cuelga de las palabras como una entidad palpable—, pero ¿qué quieres lograr? ¿ser mi amigo para no bajarte la mujer? Déjame decirte que con amistad o sin esa, de quererla sería mía.
—Eres el mayor cabrón que haya parido la patria España.
—Nací en Francia, gaznápiro, pero no te equivocas, soy un hijoputa de la cabeza a los pies y hasta el DNI, no me provoques —finalmente se pone en pie para abrir la cortina, parece chequear si aun llueve y sí, pero ya es pasable, se ha convertido en un aguacero normal, por ello Klaus me pide un paraguas para "Largarse antes de caerle a piñas a Ángel"
Entonces se marcha aliviándome, la tensión estaba a punto de explotar el departamento, pero la que le espera a Montemayor ni se espera.
—¿Qué haces aquí sin avisar?
—Mi reina, quería verte —dice con calma para venir hacia mí con su cara de yo no fui cuando sí fue, pero a pesar de nuestra separación, no hay nada que me quite ese amor en mí por él, no hemos vuelto, pero lo haremos en algún momento, lo siento en el alma, aunque la culpa de mi aventura no debería ser eso, ahí está.
Oficialmente hemos terminado hace dos meses, pero al intentarlo me siento comprometida, aun así, mis instintos me dominan.
—Lo siento, fui grosera, pero sabes cómo odio las sorpresas —le recuerdo pues por no saber qué depara mi futuro por la persecución hacia mi familia, no tener el control de hasta el más mínimos detalle en mi vida me descontrola—, además no quería malinterpretaciones con el Comandante.
—Tranquila, dudaría de otras, menos de ti, amor —me dice para darme un besito en la mejilla, pero no sabe el efecto de sus palabras, el agujero bajo mis pies se abre listo para lazarme por este y morir como la hija de puta que soy. Me creí fiel, pero no lo soy, yo misma lo acepto sin problema.
—Ángel aún no hemos solucionado esto, no te ilusiones.
—Lo sé, pero no perderé oportunidad de dejarte claras mis intenciones, pero sobre todo la forma como te amo.
«No me amarías si supieras la sangre en mis venas»
Ese pensamiento, aunque fugaz, me deja un mal sabor de boca, por ello me quedo callada por un tiempo terminando la comida, solo puedo pensar en cada mentira y engaño a Ang, como un ciclo sin fin, cada beso con Klaus, cada manoseo, incluso toda mirada coqueta, entra en ese festín de arrepentimiento, pero me pregunto a mí misma que si tanto mal me hace esta culpa ¿Por qué lo sigo haciendo? ¿por qué caigo repetitivamente?
Por inmadura, por incoherente, por todas las cosas malas de mi ser.
———————00———————
Horas después estoy con la Brigadier Isabella Fox en la oficina, al contrario de lo aparente, es una mujer amable, cariñosa, no solo hermosa físicamente, su apodo de Vípera Carmesí es solo para el trabajo, estoy segura, porque Isabella Fox es otro cantar. Es algo seria al inicio, pero conforme interactuamos se suelta y es agradable trabajar con ella, incluso más que a quien llamo amiga Valeria. No es que sea mala, pero creció en privilegios y a veces sufre de falta de empatía soltando comentarios como "El pobre es pobre porque quiere" "No es cuestión de dinero sino de voluntad" y sí, las cosas se consiguen a base de voluntad, pero en un país donde el índice de pobreza supera el 40% para este año 2020, conseguir oportunidades no es tan fácil como ella quiere hacer ver, pero ni siquiera los privilegios son los causantes de su forma de pensar, pues yo también crecí en la opulencia; sin embargo, mi forma de pensar es distinta.
Estamos en mi oficina, un espacio cuadrado perfecto donde uno de sus lados es un ventanal de piso a techo, este se ubica al costado derecho de mi escritorio de mesa en cristal grueso, la ventana está abierta y la brisa corre haciendo circular el aroma de naranja del ambientador, así mismo mueve cabellitos sueltos de nuestros peinados recogidos como dicen las normas. Las paredes están pintadas de color crema, de allí cuelgan algunos cuadros réplica de obras de arte como "El ángel caído" de Alexandre Cabanel, una pieza extraordinaria donde el pintor logró con óleo, formar la mirada de tristeza entintada de violencia de un ángel expulsado del cielo, data de la era del romanticismo y es una obra icónica de 1947.
Fuera de eso Valeria es buena mujer, aunque ese aspecto me hace ser un poco distante con ella, más que con Samara o Nicolás. Ahora con la Brigadier me siento en mucha confianza a pesar de habernos conocido hace poco, tiene la edad de Klaus, y una carrera militar envidiable, como Brigadier de Escuadrón su grupo de nombre Alfa-Escorpio es catalogado en los registros como una de los más eficientes desde su llegada al mando, además es considerada como la mejor tiradora de los Praetor, aunque tiene un problema, como yo misma, no controla su violencia cuando el diablillo sangriento en nuestro interior clama por sangre, ambas tenemos investigaciones abiertas por brutalidad militar, una de las más famosas de ella, Abdul Sayyid, traficante parte de La Triada.
Ella lo infiltró en su bar restaurante, debía ponerle un sedante y sacarlo por detrás, entonces la llevo al cuartillo, fingió querer tener sexo con él, para luego desmayarlo, pero una vez indefenso, tuvo un ataque de violencia extremo (3)* en donde le fracturó las orbitas, costillas, una de ellas perforó el pulmón, además para poder acceder a túneles subterráneos donde aguardaban los escuadrones para hacer el allanamiento, debía conseguir la huella digita y lo hizo, le cortó el dedo índice, según el informe, el lector estaba demasiado arriba, por ello al estar él inconsciente no le quedó de otra, debió quitarle desde la falange media en un acto atroz, sí, pero nada que no se mereciera ese traficante de niñas.
Por supuesto, tuvo consecuencias, fue suspendida e investigada, aunque su General Absoluto canceló ello, la protege al parecer. Todo aparece en el expediente.
—Brigadier Fox ¿le parece si mezclamos estas habilidades de inteligencia con estos agentes de campo?
—Oh, por favor, llámame Isabella, me siento más en confianza —me dice con una sonrisa, su cabello de fuego hace resaltar el color avellana de sus ojos, son miel en el centro y verdes en la periferia, pero su mirada segura como si se supiera la puta ama del mundo es lo que más me agrada—, Y sí, en ese grupo está Teresa Ferreira, es sargento del Alfa-Escorpio, Renata Montgomery, Charles Colson, esos como primeros, son los mejores del escuadrón.
De pronto llega Nicolás con su gracia característica, siempre lleva el buen humor por delante porque dice literalmente "Estar triste no me solucionará los problemas, hay que meterle Flow a la vida", viene con órdenes de Klaus quien debe estar hecho un ogro de montaña por lo sucedido esta mañana, se le notó de lejos la ira, casi podía palparla con mis dedos porque era una entidad extrapolándose y se manifestó en cómo apretaba los puños, así como la mandíbula, sobre todo al hablar de "las veinticinco razones" para no ser su amigo jamás, es algo que debo averiguar cuanto antes mejor, tal vez mi hermana sepa algo.
Klaus nos convoca hacia la sala del último piso donde está, al parecer, con Isaac Falcon quien parece tener algo raro con Isabella, no una relación, pero sí algo más allá de lo profesional, a lo mejor de esos amores grandes, pero imposibles. Entonces subimos al sexto piso donde ya nos esperan el Comandante y el Brigadier Falcon con una pantalla tras ellos iluminada con puntos de ubicación, los acompaña Álvaro Salvador (4)*, ex Navy Seal, psiquiatra forense experto en zonas de conflicto y quien nos ayuda a perfilar al asesino serial de agentes militares, según entiendo, primo segundo de Falcon.
Estamos en la sala de reuniones con una mesa rectangular de color negro donde ahí acomodados en una esquina frente a la cabecera una pila de expedientes en carpetas color gris con una parte sobresaliente de color donde se pone el nombre de quien está dentro. El aire acondicionado está apagado y por ello el calor se concentra, sudo por las sienes hasta que el mismo Comandante lo enciende al ver cómo me abanico con las manos.
—Brigadier Fox, ¿qué opina? —pregunta Klaus pues en el cuerpo élite de los Praetor los brigadieres son los líderes, ambos, todo supervisado por el General de una estrella Raphael Larsson, pero él se entiende con Maddox, no con nosotros—. ¿Brigadier Falcon?
—Debemos designar una pequeña célula del cuerpo élite solo para búsqueda y captura del asesino, no podemos centrarnos en cuatro cosas, este desgraciado, Portillo, Sokolov y Petrova —murmura Isabella, mientras se pone en pie para tomar algunos expedientes—, nos reportará a nosotros, ayudaríamos en operativos de ser necesario, uno de nosotros puede liderarlo.
—Yo me ofrezco, puedo trabajar en ambos sin problema —enuncio e Isabella me ve con aprobación, incluso de Klaus.
—Sí, me parece bien, Sánchez se desenvuelve bien en los campos de investigación, búsqueda y captura —acota el Comandante quien mueve el mapa de Sinaloa en la pantalla multimedia tras un cabecero de la mesa, pone gotas rojas de ubicación sobre algunos puntos donde se han encontrado cuerpos, pues debemos trazar las líneas entre cada una a ver si hay un patrón, por ahora parece haber en el modus operandi, solo busca militares, sin importar la edad, aunque la mayoría oscilan entre los veinticinco y los treinta y cinco, todos reportados desaparecidos antes del hallazgo. Las necropsias se llevan a cabo conforme llegan y al parecer a primera vista parece el mismo método según los agentes del Comando Médico Praetor.
—Escoja a su equipo, Capitana Sánchez, tiene libertad de hacerlo —interviene el Brigadier Falcon, pero recibimos una alerta en los móviles, van a tener a los Dioses del olimpo en una esquina a las afueras de Mazatlán, por ello nos movilizamos, incluso Alvy quien ha sido acogido por los Praetor, por ello le dieron municiones y uniformes.
No nos tardamos en salir a operativo de allanamiento. Pronto estamos en la armería, un almacén de tamaño considerable, donde hay armas en soportes en la pared y más en sus estuches, además todo tipo de granadas, cuchillos e instrumentos militares como estrellas arrojadizas.
La UTCCO y los Praetor tenemos el uniforme de operativos igual, pero en la parte de la espalda ellos llevan su nombre y nosotros el nuestro, consta de pantalones militares negros con múltiples bolsillos, una camisa negra elástica de manga larga de camuflado gris, un chaleco reforzado con ETAN y CMOE tejidos al frente y el nombre de las milicias atrás, en la cabeza la mascarilla que solo deja ver los ojos, un casco y gafas protectoras, todo en color negro. Una vez listos con el uniforme vamos a armería, tomo un fusil de asalto Heckler & Koch G36, dos pistolas SIG Sauer P320 una en cada piernera a lado y lado, granadas de mano, así como un cuchillo en un estuche adherido a la pierna.
Una vez listos, todos salimos hacia los trasportes, algunas camionetas de platón donde nos trepamos Samara, Nicolás, la Brigadier Fox e Isaac Falcon, así como en otras parte del cuerpo élite de la Operación Jaque, primero atravesamos la base, mientras un atardecer empieza a rasgar el cielo, con tonos anaranjados, hasta ahora tenues como un entintado de acuarelas sobre el cielo azul con nubes grisáceas como si se cociera otro aguacero fuerte.
Pronto nos encontramos en la carretera a Mazatlán con el viento chocándonos el rostro como una interminable caricia sutil. De esa forma llegamos al lugar en donde desembarcamos una esquina antes para no llamar la atención, Klaus da las últimas indicaciones, como fuego a discreción si sus vidas se ven comprometidas, pero algo curioso es la actitud del Brigadier Falcon hacia La Brigadier Fox.
La toma del brazo con suavidad y la atrae hacia él de forma muy cercana para decirle "Cuídate, el niño te espera en casa" ella queda perpleja, así que solo susurra "tú igual, Nate te necesita" me deja la incógnita de si Nate es su hijo, eso explicaría su cercanía extraña, pero no me compete entrara debatir ni averiguar, es su vida privada, no hemos llegado a ese punto de confianza. Al final corremos hacia el edificio destartalado, tiene tablones de madera tapiando las ventanas excepto la del último piso, su pintura exterior raída descarapelada y además un olor fuerte se percibe desde la entrada desprovista de puerta, es una combinación entre humedad con fluidos corporales como orina y heces. Doy un paso atrás porque ha sido como una cachetada que me frenó en seco ante lo fuerte del aroma y al parecer no fui la única.
Se oye una exclamación al unísono que expresa el desagrado grupal, pero debemos seguir hacia los confines del lugar, hacia la oscuridad interna donde puede aguardar peligro. Son dieciocho horas en punto cuando irrumpimos en los cuchitriles a modo de habitaciones donde yacen personas drogadas hasta la médula ósea, apenas pueden levantar la cabeza y al apuntarles con la linterna sus pupilas parecen toronjas negras por su dilatación, nosotros seguimos hacia dentro donde las luces parpadean por los pasillos a tramos, el principal está repleto de cuartos como si fuera una residencia para alojar a muchas personas, pero en estas condiciones infrahumanas nadie podría vivir mucho tiempo, al parecer lo han tomado para drogarse pues en muchas de las habitaciones hay personas en medio de miseria viéndose drogados, pero no venimos por ellos.
Algunos se rezagan en cada nivel para hacer un barrido completo, el resto seguimos por las escalinatas de madera rechinante ante el peso de los pasos como si de repente pudieran desplomarse hasta una caída al piso de abajo pues hay un agujero bajo estás a partir del piso dos. Llenamos rápidamente los pasillos expandiéndonos como bacteria mortal armada hasta no poder más, entonces, luego de cuatro pisos nos queda el último tramo de escaleras, pero allí empieza el juego, porque sentimos los disparos desde arriba.
—¡Estáis rodeados! ¡salid con las manos en alto! —grita Klaus, su acento español es inconfundible, aunque lleve todo el uniforme mimetizándose con todos los demás pues su uniforme es igual sin importar su rango—, ¡Venga, hacednos la vida más fácil!
—¡A chingar a tu madre, un paso más y nos detono a todos! —grita en respuesta la voz del desconocido—. ¡Ven aquí, pinche españolete y te mando a tu país en un ataúd!
Klaus no lo piensa dos veces, no sé si por impulsivo o por ofendido, pero lanza dos granadas sin chaveta hacia el piso de arriba en un movimiento maestro, poco después escuchamos la detonación doble, este al parecer rompe los cristales pues el sonido característico llega a nuestros oídos poco antes de que Klaus dé la orden de avanzada con señas de las manos. Pasamos con rapidez para cruzar las escaleras con cautela, pronto nos encontramos en el último piso, todo es un desastre de papeles salpicados de sangre pues la explosión ha destazado a más de uno, de los cinco, tres están moribundos sin una parte de sus extremidades.
—No sé qué quisisteis decir con "Chingar a tu madre", pero con mi madre nadie se mete —espeta, mientras apunta la pistola Sig Sauer hacia uno de los heridos, quien trata de alcanzar una escopeta Remington para darle nada más y nada menos que diez tiros en todo el cuerpo, aumentando así la sangre regada por todos los sitios, incluso en salpicaduras de velocidad sobre las paredes.
—Klaus, ¿cómo le explicarás esto a Maddox? —reclama alguien, pero no sé quien es exactamente, si Tomás o su otro amigo Gustavo.
—Ese cabroncete me tiene hasta las narices, no tiene porqué meterse en mis asuntos —exclama con fastidio para acercarse a uno de los moribundos y lo toma del cuello restringiéndole el oxígeno como si no fuera suficiente tenerle casi muerto, este no ha perdido ninguna parte, pero uno, está bañado en carmesí y dos tiene dos cristales perforándole, uno en la parte baja del tórax posiblemente alcanzó el pulmón y otro cerca del corazón, puede que casi en este—. Oídme, jodido hijoputa, si me dices dónde están los dioses del olimpo, puedo considerar llamar a una ambulancia y luego traslado al Comando Médico Praetor donde pueden salvarle la vida.
El hombre solo alza la mano para señala un maletín, Klaus lo suelta y se vuelve sobre este para encontrarse el emblema de La Hermandad, la flor de Lis en metal repujado con maestría, incluso detalles en sus pétalos, pero tiene una cerradura de combinación, y al pedirla se me revuelve el estómago.
100525
Una pinche indirecta muy directa.
Maldita seas, Aleksandra Sokolov, una y mil veces perra. Esto ha sido su idea de seguro...
———————00———————
(1)* Hassassin es el origen de los asesinos, El término comenzó a popularizarse entre sus enemigos o detractores como sinónimo de quitar la vida a otra persona, pero específicamente a personas importantes e ilustres.
(2)* Morrigan, diosa Celta de la guerra.
(3)* Capítulo 8 parte 2 de mi otra novela militar Donde hubo fuego terminada y la primera de este universo Semper Ardere.
(4)* Personaje de Cenizas Quedan, segundo libro de la saga militar Relaciones peligrosas, que va de la mano con esta historia
EMILIANO PORTILLO
YÉSICA PORTILLO
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro