Capítulo 1

La Morrigan

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Actualidad

Sinaloa, México.

Las balas rasgan el aire en ambas direcciones marcando la peligrosidad del momento en solo los sonidos de las detonaciones sin cesar entre los dos bandos; ninguno se detendrá hasta acabar con el contrario.

—Capitana Sánchez, ¿Nos retiramos? Lo más seguro es que el objetivo principal haya huido —grita el Teniente Lennox, mientras ella improvisa un torniquete en la pierna de su soldado herido por un proyectil de sub fusil empapando el pantalón camuflado verde. El tiro le ha dado a milímetros de la femoral, tan solo eso y la hemorragia sería aún más incontrolable. El hombre informa de la avanzada que se acerca rápidamente, busca recibir nuevas órdenes de la Capitana de Brigada asignada. Le consideran una mujer fría en su actuar al trabajar, ajedrecista, juega como nadie creando estrategias en segundos que luego replica en operativos, a pesar de su corta edad, las condecoraciones hablan por ella sin palabra alguna.

Su pasado es un misterio, nadie en los comandos sabe una pizca de su vida, solo son conocedores de su gran secreto oculto tras ojos hechiceros color miel claro. Krystel Sánchez, la mujer más enigmática en la base militar, cargando un peso de sensualidad por los cuatro costados.

—Los refuerzos están a dos minutos según control —responde ella con tono robótico asegurando el nudo del torniquete aún más, con lo que saca un alarido de dolor del soldado tendido en el suelo, mientras sujeta con fuerza su herida. Están ocultos entre el follaje de árboles, a la mitad de un enfrentamiento agresivo contra el cártel de Sinaloa, han llegado intempestivamente a su hacienda luego de un trabajo arduo de rastreo por meses, hasta dar con el primer hilo de investigación del que Krystel tiró y tiró hasta desvelar todas las pistas que le llevaron a este momento.

—Entendido mi Capitana —afirma enérgico el hombre, siempre fiel a ella, confía en sus decisiones ciegamente. Vuelve a disparar contra hombres del cartel de forma certera, alcanza a notar que uno de sus tiros le ha dado en la cabeza a uno, derribándole inmediatamente. Pronto han llegado los refuerzos como se había dicho de donde se baja un hombre corpulento de ojos azules ataviado con todo el uniforme ETAN negro, incluida la mascarilla especial que solo deja ver los ojos cubriendo boca y nariz.

—Informe soldado —su voz gruesa hace a Krystel darle total atención a la figura frente a ella, magnetizando sus ojos hacia él, pero sólo le cuesta dos segundos regresar su mirada a quien más le necesitaba, su soldado herido. Para la Capitana Sánchez, cada uno de los miembros de su escuadrón es como un familiar más.

—Rodeamos las salidas principales en los cuatro puntos cardinales, no han informado de un escape, pero asumo que Portillo ha escapado hace tiempo —replica el Teniente recargando su arma.

—Nunca asuma nada, soldado, lo que damos por hecho puede no ser así. Si no ha escapado debe estar en un escondite secreto dentro de la hacienda, así que entramos y levantamos hasta la puta madre —espeta el Comandante en jefe recién llegado—. ¡¿Quién está al mando de esta Brigada?!

—¡Yo, señor! ¡Ca...! —una explosión de la granada lanzada por un soldado no le permite escuchar muy bien—. ¡chez, a sus órdenes señor! —exclama Krystel incorporándose.

—¡Un equipo de avanzada ya! —dice él imponente, la capitana procede a cumplir su orden sin chistar, ha llegado a tomar el control. A ella le habían avisado de la llegada inminente del Comandante, este estaba en una reunión recién llegado del extranjero, pero al pedir refuerzos se le envió por su experiencia extensa en el campo de batalla, a pesar de haber visitado el país de forma protocolaria para el congreso de la organización sobre la búsqueda y captura de figuras del narcotráfico fuertes en el mundo, sobre todo, Portillo, quien tiene el dominio de la zona de Sinaloa, quien aprovecha el puerto para mover cantidades insanas de drogas, principalmente cocaína.

Sin embargo, en los últimos tiempos, una droga de nueva generación ha sido el boom entre los jóvenes por su forma de elevar los niveles de serotonina y dopamina hasta límites de excitación extrema, pero lo mejor era su ausencia de efectos secundarios después del bajón a excepción de la gran capacidad adictiva de esta, así, se movían toneladas además de la cocaína, heroína, el Teseo, la nueva droga nombrada por la fuerza de su impacto en el sistema nervioso, en honor al semidios griego del mismo nombre contra en minotauro en el laberinto. De igual manera el éxtasis y la marihuana pasaban a través de Mazatlán y sobre todo por Topolobampo.

El Comandante había llegado a plantear la viabilidad de la creación de un cuerpo élite con su agencia hermana, el Consorcio Praetor(1)*, para poder buscar y encontrar con mayor facilidad a los objetivos más fuertes, pero jamás se imaginó la situación en la que estaría de pronto, una lluvia de balas, explosiones, así como drones sobrevolando de parte del ejército, cargados con pequeñas armas tipo bélico; sin embargo, son vulnerables y pronto son derribados. Finalmente, la mujer a cargo de la Brigada India Fox, ha seleccionado a sus mejores hombres, quienes pronto emprenden la avanzada, mientras se deslizan por la maleza con eficacia.

Pronto han llegado a los bordes de la hacienda donde ella dispara si compasión a los hombre de Portillo regados por lado y lado, pudiendo acercarse aun más a la casona, el Comandante iba tras ella sumergido en la fascinación de ver la valentía, cómo es de intrépida sin miedo alguno, si bien todos los integrantes de las Unidades Tácticas Contra el Crimen Organizado, UTCCO, donde pertenece su división, Equipo Táctico Anti Narcóticos, ETAN, están perfectamente entrenados, la vivacidad de la muer sin nombre lo tiene hechizado.

Sus hombres se dispersan en busca de encontrar refugio y poder deshacerse de los guardaespaldas antes de avanzar, ella, por otro lado, hacía ambas al tiempo, siendo cubierta por sus hombres. Entonces el Comandante hizo lo mismo, mientras ella iba a la derecha, él a la izquierda casi alcanzándole y pronto llegan a la casa principal, ya hay menos guardias, pero quienes quedan se defienden con fiereza, tienen escopetas recortadas de doble cañón, escopetas calibre doce además de algunas ametralladoras M60. La Capitana llega primero a un gran recibidor lujoso, lleno de cuadros famosos como la Última Cena de Da Vinci, el Mappa dell Inferno de Boticelli, El Grito de Munch y otros más pareciendo una galería de arte con muy buenas imitaciones que seguro habían salido por los dos ojos de la cara.

Ella era una amante del arte clásico del renacimiento italiano como el cono infernal de Boticelli, además del barroco, así que por un segundo se quedó ensimismada en la belleza no tan sutil de semejantes obras de arte y ello le costó una distracción de dos segundo, en la cual, quien menos esperaba, le hala de un brazo para empotrarla contra la pared más cercana. Emiliano Portillo, el objetivo que pensaba había huido hacía tiempo le pone el cañón del arma en el abdomen.

—A ver, cariño, me sacarás de aquí o te voy a dejar como colade... —sus palabras se fueron apagando justo al mirarla de frente, sus ojos miel expresivos le habían hecho callar por un minuto—. Como coladera, ¿entiendes?

—Prefiero quedar como coladera a ayudarte a escapar, así que dispara cabrón, ¡Hazlo ahora mismo! —grita ella en busca de llamar la atención del Comandante o alguien de su equipo para capturarlo en caso de él cumplir su amenaza.

—Vaya que tienes un par de huevos como el Estadio Azteca de grandes —dice con burla, la Capitana solo puede verle con los ojos entrecerrados, mientras maquina cómo se lo quitará de encima—. ¿Quién eres?

—La que te va a meter en el Cocito (2)* —gritó ella refiriéndose a la prisión de alta seguridad de su agencia hermana el Consorcio Praetor, a más de dos kilómetros bajo tierra, mucho más segura que la mismas federales e inhumana sin comparación. En un movimiento maestro le aprieta la muñeca con fuerza al verlo distraído, giró la cabeza para comprobar si hay algo a su espalda, ella lo aprovechó sin dudar, torció la articulación haciéndole tirar el arma en medio de un grito de dolor perforante.

Le dio tres patadas en diferentes partes del cuerpo hasta derribarle sobre el suelo y retomar su fusil para apuntarle a la cabeza, pronto ha llegado el Comandante quien le da muerte a un lavaperros que aparece de pronto a intentar defender a su jefe. Portillo, en el suelo, apenas podía creer cómo le habían cambiado las tornas en pocos segundos, todo por cuenta de ella, de esos ojos brujos de la Morrigan (3)* diosa celta de la muerte y la destrucción. Piensa en sus posibilidades ante un fusil de asalto sin nada más que sus manos; no obstante, su salvación sería una detonación fuera, esta hace voltear a Krystel y al Comandante por reflejo, a quien uno de los hombre de Portillo asalta por la espalda.

El disparo le atina en el brazo, pero Krystel, diestra en el oficio de lanzamiento de cuchillos, le lanza uno de caza sin pensarlo dos veces, logrando perforar su frente por encima del ojo izquierdo, seguido de tres tiros en la cuenca ocular derecha dándole muerte sin más. El Comandante se ha quedado perplejo ante la forma brutal en que esa mujer menuda es capaz de atacar, por ello Portillo logra escabullirse en dirección hacia dentro de la casa y así buscar el escape secreto en su habitación, así corre dentro con los dos soldados siguiendo sus pasos como una demoledora mortal; sin embargo, logra deslizarse dentro para poner las cinco cerraduras instaladas en su puerta.

El bloqueo le otorga segundos de ventaja, no será tan fácil derribarla. Una vez ubicado saca de su armario una escopeta Remington calibre 12, una caja de balas y sale por la ventana interna que da a un caminillo, este es un túnel construido por dentro de la muralla protectora del terreno, al final da a la naturaleza propia de la zona por las carreteras. Ya estando unos pasos más allá, escucha como cae la puerta luego de una sucesión de disparos implacables los que destruyeron hasta hacer volar astillas de todos los tamaños y no se debe ser un genio para saber quién fue, pero él ha cerrado el acceso como si nada hubiera pasado.

Pronto se ha librado de los perros cazadores del ETAN, camina por la maleza de montaña, sin embargo, se ha propuesto descubrir quién es la Morrigan de ojos brujos, necesita alguien así de fuerte en su organización.

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(1)* Consorcio Praetor, milicia de la historia Donde hubo fuego, de mi autoría, está terminada.

(2)* Cárcel de alta seguridad en la base Praetor, está bajo tierra y es nombrada en honor a la divina comedia de Dante Alighieri, así como la composición de sus caminos subterráneos.

(3)*Morrigan, diosa celta de la muerte y la destrucción. Morrigan es la diosa de la guerra, y por lo tanto de la muerte. Pero también representa la renovación; la muerte que da a luz a una nueva vida, el amor y el deseo sexual. La vida y la muerte están muy unidas en el universo celta.