Después de haber visitado la morgue a petición de Jin,fueron a casa de Namjoon; habían pasado al rededor de dos horas en la morgue, pues Jin en total silenció hacia un tipo de examinacion a los órganos.

Bajaron del automóvil y Namjoon se apresuró a abrir la puerta, mientras que Jin se quedó maravillado por la hermosa casa de Namjoon, era de dos pisos y en el pórtico habían masetas con flores de distintos colores.

—Que hermosas flores...—Se apresuró a hablar y caminar hacia el.

—Oh, gracias, me gustan mucho las plantas...

—Es bueno saberlo...—Conectaron sus miradas como solían hacerlo, hasta que Namjoon volvió a la realidad.

—Oh, amh, ¿quieres pasar?

—Si, recuerda que te estoy ayudando y debo darte el resultado de mi investigación....

—Oh ¡si!.—Rápidamente abrió la puerta y se hizo a un lado para dejarlo pasar.

—Gracias...—Entró y quedo aún más sorprendido,no era una mansión pero si era hermosa y hogareña casa, estaba iluminada y el aroma era a madera, el se sentía como en una cálida y cómoda cabaña;alli entendió que nisiquiera su departamento de miles de dólares tenia ese lindo ambiente.—Me encanta tu casa...

—Gracias, aunque la mayoría de veces esta sola.

—¿Por tu trabajo?

—Si, y también por que vivo solo...

—Oh, yo pensé que vivías con tu...—Bajo la voz, pues a ninguno de los dos les gustaba tocar ese tema.—Pareja...

—Bueno yo...—Estaba dudoso en hablar, pues cada cosa que decía, Jin, parecía anotarla mentalmente y nunca olvidarla.—No vive aquí y solo nos vemos una vez al día.

—Vaya relación...—Susurro a un tono casi inaudible, y fue casi por que Namjoon logró escucharlo.

—Si, no es la mejor que digamos pero, ya me acostumbre...—Le contestó Namjoon y Jin se sorprendió y lo miro rápidamente, pues no pensó que Namjoon lo fuera a escuchar, pero lo que no sabía es que Namjoon siempre se encontraba pendiente de lo que el decía  justo lo que hacía el.

—Ah-h yo lo siento...

—No te preocupes, yo pienso lo mismo.

—Y amh… ¿Es tuya la casa?—Preguntó, intentando que el tema de la pareja quedara en el pasado.

—Sí, la compre con mi antiguo empleó.

—¿Tenias otros empleo?

—Era detective privado.

—Me imagino que la paga era mejor.

—Si, claro, pude comprar esta casa y un auto, pero ese no me lo quede yo...—Entonces Jin comprendió quien se había quedado ese carro.

—Entiendo y amh ¿por que te uniste a la comisaría?

—Por un amigo, él me dijo que necesitaban ayuda, también me prometió que me pagarían más.—Soltó una pequeña risa.—Y ahora muy apenas alcanzó para el financiamiento de mi automóvil.

—Tranquilo, con esta oportunidad que te dio tu jefe obtendrás más dinero y serás más importante.

—Gracias, eso espero...

—Ven, te enseñare lo que anotaba en la morgue.

—Oh, si, si.—Lo acompaño hasta la cocina, donde allí mismo se encuentraba el comedor, se sentaron uno frente a otro, Jin dejó sobre la mesa una carpeta y Namjoon las tomó.

—Leí en el expediente que el señor Moon habia muerto de un infarto en su casa, según las fotos el está sobre el sofá y alado de el hay un plato, ¿alguien investigó que contenía el plato?

—No, yo lo intente, pero solo había migajas, no pude conseguir suficiente evidencia con ellas.

—Mmh, y ¿que hay de la familia?

—El vivía solamente con su sobrino, la familia del chico fallecio en un accidente y como el señor nunca se caso se ofrecío a criarlo.

—¿Sabes que edad tenía el chico?

—Según la información, 17 años.

—¿Crees que haya tenido malas compañías?

—Los vecinos dijeron que lo habían visto con una pandilla, también que en varias ocasiones lo vieron drogandose.—Levantó su vista, encontrándose con la del doctor. —¿Crees que el sobrino tenga algo que ver con esto?

—No lo se, solo se que este Señor de 63 años murió de una sobredosis, no de un infarto; su cerebro tiene los mismos signos que cuando se ingiere alguna droga. Probablemente tuvo alguna pelea con el chico y el como venganza puso algo en su comida, pero puede que se le haya pasado la mano.

—¡Tienes razón! Cuando llegamos a la escena del crimen, el sobrino estaba allí y no dejaba de llorar y repetir “yo lo mate”

—Probablemente alguien de sus amigos le metió esa idea y está arrepentido.

—Sí, es justamente lo que dice en la entrevista, pero nadie ha querido asegurar nada, pues solamente dice esas palabras.

—¿Donde está ahora?

—Está detenido, esperando el juicio, el mismo que decidirá si es culpable o no.

—Y ¿hace cuanto murió el Señor Moon?

—Hace aproximadamente dos semanas.

—Pobre chico, por culpa de sus malas amistades ha desaparecido su juventud y se ha quedado sin familia...

—Si, me siento muy mal por chicos como el, pero la muerte del Señor Moon no puede quedarse sin ser castigada.

—Si, tienes razón...

—Te agradezco mucho tu ayuda Jin, no lo hubiera logrado yo solo.

—No tienes nada que agradecer, sabes que lo hago con mucho gusto, además es lo único divertido que puedo hacer, lo demás es trabajo y ser...—Hizo comillas con sus dedos—"Padre"...

—Ja, ja, lo mismo digo, aunque yo no soy...—Imitó la acción de Jin e hizo comillas con sus dedos. —"Padre"

—Ja, ja, de todos modos es bueno tenerte de amigo, Namjoon...

—Gracias...lo mismo digo Jinnie...—Su mirada se posó en la del contrario, y allí se quedó maravillado con la belleza de aquel hombre.—Amh...¿Te gustaría quedarte a cenar?

—¿Sabes cocinar?, luego de lo de los waffles creí que no, ja, ja.

—Ja, ja, soy muy torpe en la cocina, pero puedo pedir comida a domicilio o llevarte a algún lugar, el que quieras.

—Y ¿que tal si te enseño a cocinar?, aunque sean unas cuantas recetas...

—¡Me encantaría!

—De acuerdo, así no gastas y aprendes a ser menos torpe en la cocina.

—Jaja, bien...

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—Namjoon ¡no!

—Pero esta es la sal...

—Ja, ja, no, es azúcar...

—Estoy 100 % seguro de que es sal.

—Entonces pruebala...—Puso sus manos sobre su cadera, esperando a que Namjoon le dijera que tenía razón, en cuanto Namjoon llevó un poco a su boca comprobó que era azúcar.

—Si, es azúcar....—Hizo un pequeño puchero.

—Ja, ja, ¿ves?

—¿Como lo supiste?

—El azúcar es algo obscura comparada con la sal, además de que la etiqueta que tiene dice azúcar.

—Oh...

—Ja, ja, mejor saca el pollo del horno.

—Bien...—Abrió la puerta del horno y tocó con su mano desnuda la bandeja, haciendolo sobresaltar, pero por fortuna no la había sacado completamente o se encontraria en en suelo.—¡¡¡Auch!!!

—¡Namjoon!, ¿¡estas bien?!—Rápidamente se acercó hacia el y tomó sus manos para verificar la quemadura.—Ay...—Suspiro—No debiste hacer eso, las bandejas y sarténes calientes se toman con guantes de cocina, ¿dónde tienes tu botiquín?

—Jinnie, no es necesario...

—Por supuesto que sí, dime donde se encuentra.

—Esta doblando la esquina...

—Bien—Rápidamente salió de la cocina para ir en busca del botiquín, segundos después regresó con el en las manos; lo puso sobre la mesa y sacó de el una venda y una pomada.—¿Te duele?—Preguntó una vez que unto la pomada sobre la palma de la mano del detective.

—Un poco...—Hizo una pausa mueca al sentir la pomada sobre su quemadura.

—Eso te pasa por no usar guantes...—Siguió untado pomada sobre la mano afectada, mientras era admirado por Namjoon.

—Eres la única persona que se ha preocupado de mi después de hace mucho tiempo....

—¿Asi? ¿quién fue el último?

—Mi amigo de primer grado, el y yo eramos inseparables, hasta que se mudo de cuidad y no nos volvimos a ver, después de eso no volví a tener amigos.

—¿Por qué?

—Era el típico nerd, con quien nadie quería juntarse y sinceramente era mejor para mí, tampoco me gustaba, preferiría mil veces estar sumergido en mis libros y estudios, pero muy en el fondo siempre desee un amigo como el.

—Debió ser difícil para ti...

—Más de lo que crees...pero valió la pena, ahora tengo aquel mejor amigo que soñe. —Mantuvo su vista en la de Jin por unos segundos, hasta que el sonrojado la desvío.

—A-ah, bueno yo tuve muchos amigos, pero todos fueron falsos conmigo...

—Bueno, ahora puedes contar con alguien real, cualquier cosa que necesites puedes contar conmigo...

—Si, gracias...,igual tu..—Terminó de ponerle la pomada y continuó con la venda.—Ya esta, creo que es mejor que arregles las cosas para mañana entregar el caso, yo puedo terminar solo la comida.

—Creo que tienes razón...—Se levantó de la silla y salió de la cocina con una rardiente sonrisa, se sentía muy feliz de que alguien más estuviera en casa, se sentía hogareño y muy cálido. No quería admitirlo pero olía muchísimo mejor que la comida que preparaba Irene y la presencia era diez veces mejor.

Se dirigió a su habitación para organizar cosas de su trabajo y cambiarse de ropa; no podía explicar como se sentía en ese momento, había resuelto el primer caso y mañana se lo restregaria en la cara y su Jefe, pues el lo había hecho en una semana, con ayuda de su gran amigo; sin duda después de entregarlo le invitaría a Jin un helado.