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'Capítulo Único 🤍

Jeon Jungkook era uno de los CEO reconocidos en la actualidad, llevaba algunos años dirigiendo la empresa que sus padres le habían heredado antes de morir.

Jeon Industries.

Desde los 22 años no había tenido tiempo para nada más, luego de terminar su carrera en Administración de empresas, Jungkook asumió su puesto cómo el presidente de la empresa, se enfocó en sacar adelante su imperio y dejó toda su vida social de lado.

Hoy en día, a sus 30 años era uno de los hombres más ricos de todo Corea, pero estaba sólo, no tenía esposa o esposo, ni hijos, no tenía a nadie, el trabajo lo estaba consumiendo y se sentía al tope.

No podía dormir por las noches, los dolores de cabeza eran sus únicos compañeros y estaba seguro de que en cualquier momento iba a perder la cabeza por todo el estrés que lo rodeaba.

Aquella tarde estaba en su oficina revisando montañas y montañas de documentos, tenía mucho trabajo pues quería expandirse y abrír algunas fábricas en el extranjero, cuándo el vicepresidente de la empresa quién también era su mejor amigo entró en su oficina sin siquiera tocar cómo era su costumbre.

- Buenos días viejo...- el pelinegro se sentó frente al escritorio de su mejor amigo.

- ¿No te enseñaron a tocar Mingyu?

- ¿Puertas? No, hermano... Yo sólo toco culos...

- Imbécil...

- Tan amargado cómo siempre mi querido Jk...

- ......

Jungkook lo ignoró por completo, tenía cosas más importantes que hacer.

- Oye viejo, en serio necesitas un culito que te quite esa actitud de mierda...

- Cállate... Me duele la cabeza y hoy no tengo paciencia para aguantar tus idioteces...

- También te quiero viejo...

- ......

- Escucha hermano, mi chica comenzó a trabajar en este lugar de masajes que ha llamado la atención de todos últimamente... Me ha dicho que podemos ir en cualquier momento...

- ¿Qué?

- Es un spa de masajes.... Se llama Oasis of love...

- No tengo tiempo para esas tonterías Min...

- Viejo te estás pudriendo en esa silla, necesitas un momento de relajación... Confía en mí... No te vas a arrepentir...

- No sé, tenemos trabajo pendiente y ...

- Olvida esas mierdas, por medio día que te tomes la empresa no se irá a la quiebra...

- No...

- Cállate, apresúrate... Nos vamos en cinco minutos...

Mingyu salió de la oficina y fue directamente a hacía las secretarias para pedirles que cancelaran cualquier reunión que tuvieran aquella tarde y las reprogramaran para después, no quería que los molestaran hasta el siguiente día, así que si la empresa no se estaba quemando, no tenían porque llamar.

Jungkook salió de su oficina a regañadientes, Mingyu prácticamente lo fue empujando hasta el estacionamiento pues su querido amigo estaba reacio a abandonar el trabajo para ir a un estúpido spa.

Durante todo el camino Jungkook fue escuchando las tonterías que decía su amigo, Mingyu era un hombre sexualmente activo, muy muy activo, cada día se metía entre las piernas de alguna chica o chico diferente, pero supuestamente ahora estaba decidido a sentar cabeza pues por fin había encontrado a su medía naranja en aquella linda chica de provincia.

Tzuyu era un mujer hermosa, inteligente y dedicada, la había conocido en la fiesta de cumpleaños de su mejor amigo el mes pasado y aunque pensó que solamente era alguien del momento tal parecía que estaba equivocado y estaba feliz de que Mingyu fuera feliz.

Ojalá él también pudiera serlo pronto, pero sabía que aquello no pasaría. Llevaba casi un año sin tener sexo, y no es que Jungkook fuera alguien feo, todo lo contrario. Era un Dios griego con un cuerpo perfectamente bien trabajado, alto, guapo, rico, el tipo ideal de cualquier hombre o mujer, pero claramente tenía un defecto.

Era adicto al trabajo.

Las dos relaciones formales que había tenido hace algunos años luego de salir de ka universidad habían fracasado por su falta de interés pues lo único que hacía era trabajar, o talvez aquellas personas no eran las indicadas para él.

Luego de 20 minutos por fin llegaron a aquel elegante edificio, se notaba desde fuera que aquel no era un lugar para cualquiera, parecía ser muy exclusivo, para personas que pertenecieran a alta sociedad, gente con dinero.

Al entrar fueron recibidos por una linda chica que se encontraba en la recepción, luego de esperar alrededor de 10 minutos, ambos fueron guiados a las respectivas habitaciones dónde serían atendidos por los especialistas.

Mientras caminaban por los pasillos, la chica de la recepción les iba dándo las indicaciones necesarias.

Jungkook entró a la habitación encontrándola completamente limpia y con un aroma exquisito a lavanda, acató las indicaciones al pie de la letra, entró en el pequeño vestidor y se quitó su costoso traje de diseñador hecho a la medida.

Se suponía que tenía que estar desnudo, eso lo incomodó un poco por lo que decidió quedarse con sus boxers puestos, se tapó con la toalla que les habían entregado, así que se la puso en la cintura y salió del vestidor.

En cuánto estuvo de vuelta en aquella habitación se encontró con lo que para él era un completo ángel, era el hombre más hermoso que haya visto en toda su vida.

El hombre de cabello negro, ojos verdes, labios pomposos, cuerpo delicado y pequeño, le sonrió e hizo una reverencia en forma de saludo.

- Buenas tardes señor Jeon... Soy Jimin, lo estaré atendiendo está tarde...

- Hola...

- Espero que su estadía en nuestro Spa sea de su agrado y disfrute de todos nuestros servicios...

- Gracias...

El pelinegro le sonrió tiernamente.

- Por favor quítese la toalla y acuéstese boca abajo en la camilla...

Jungkook asintió, se quitó la toalla dejándo a la vista su boxer, iba a recostarse en la camilla cuándo el pequeño pelinegro de ojos lindo lo detuvo.

- Por favor es necesario que se quite la ropa interior, sé que es incómodo pero es para que su cuerpo quede libre y pueda disfrutar de mejor forma su masaje...

Jungkook se sintió un poco nervioso, pero vamos, él sabía que tenía buenos atributos así que le sonrió al pequeño y dejó caer sus boxers al piso.

Jimin abrió los ojos al ver el cuerpo completo de aquel hombre, era perfecto.

Cuándo Jungkook estuvo acostado en la camilla colocó sobre su trasero una toalla especial y entonces el pelinegro dió comienzo a su trabajo. Encendió un par de velas aromáticas, le gustaba el aroma de estás y ayudaba a la relajación.

Jimin tomó el botecito de aceite de lavanda y dejó caer en sus manos lo suficiente para poder comenzar con el masaje, comenzó a esparcir todo el aceite en la gran espalda de aquel hombre tan sexy que había echo estragos en su cuerpo.

Disfrutó de la sensación de tocar aquella piel bronceada, masajeó los hombros de Jungkook con especial atención pues se notaba lo estresado que estaba ese hombre, luego se decidió a su cintura para terminar en sus muslos y piernas.

- ¿Podría darse la vuelta señor Jeon?

Jungkook estaba un poco adormilado, así que cómo pudo se volteó para quedar boca arriba, de esa forma podía admirar a Jimin. Eran tan hermoso, esos labios lo estaban llamando, sus manos lo hacían sentirse en la gloria, estaba poniéndose caliente, lo sabía.

Jimin estaba masajeando los muslos de aquel sexy hombre cuándo notó cómo su miembro comenzaba a erguirse, sonrió coqueto, no era la primera vez que pasaba algo así, muchos hombres ae excitaban con este tipo de masajes pero siempre le daba lo mismo, simplemente hacía su trabajo y hasta ahí.

Pero en está ocasión este hombre le llamaba mucho la atención, no iba a negar que le gustó demasiado desde que lo vió salir del vestidor. Estaba caliente, si, llevaba varios meses sin sexo después de haber terminado su relación con Taehyung. Así que ¿Por qué no?

Estaba mal, lo sabía, pero lo deseaba, no importaba nada más, nadie iba a despedirlo, él era el maldito dueño, así que podía hacer lo que quisiera. Y eso haría.

Poco a poco fue acercando sus pequeñas manos al miembro cada vez más erecto de aquel hombre, quitó la toalla llamando la atención de Jungkook quién de inmediato levantó la cabeza.

- Lo haré sentir bien señor Jeon... Lo prometo...

Jimin batió las pestañas comenzando a masturbarlo, Jungkook dejó caer su cabeza y se dejó hacer por aquel pequeño hombre sexy.

Luego de un rato el pequeño de ojos verdes se inclinó y sin dudarlo metió aquel gran miembro a su boquita.

- Joder!!

Jimin comenzó a subir y bajar a una velocidad regular, no podía meter todo el miembro a su boca pues era demasiado grande, así que hacía su mayor esfuerzo por meterlo hasta donde más podía, sintió cómo unas grandes manos lo tomaban del cabello para guiar el ritmo.

Después de varios minutos sintió cómo lo jalaban del cabello logrando que se detuviera, supuso que Jeon estaba a punto de correrse, así que incorporó y le sonrió de forma coqueta limpiando sus labios con su lengua.

Jungkook al ver aquel gesto rápidamente lo jaló del brazo para acercarlo a él y así poder besarlo con desesperación, estaban teniendo una guerra de lenguas para ver quién tenía el control. Jeon le quitó cómo puso la playera que estaba usando.

- Quítate el short y la ropa interior..- demandó Jungkook con voz gruesa que hizo a Jimin gemir.

De inmediato se desvistió frente a la mirada pervertida de aquel hombre, lo jaló del brazo con desesperación para acostarlo en la camilla poniéndose sobre él, con cuidado le abrió las piernas lo más que pudo para instalarse entre estás mientras volvía a besarlo de forma hambrienta.

No podían esperar más, ambos estaban demasiado ansiosos y se tocaban con desesperación, Jungkook entró en él de una sola estocada, Jimin gritó por la intromisión enterrando sus uñas en la espalda de este, el pelinegro dió inicio a las embestidas, eran rápidas y precisas, dando en su punto de placer de inmediato.

Jimin no hacia más que gemir, Jungkook llevó sus manos al cuello del pequeño para poder ahorcarlo, haciendo que este pusiera los ojos en blanco, quedarse sin aire unos segundos era una experiencia nueva y lo estaba excitando de sobre manera.

- Abre la boca...

Jimin lo hizo y entonces Jungkook escupió en está. El pequeño gimió satisfecho, necesitaba correrse, ya no aguantaba más, estaba llegando a su límite.

- ¡Dios! Me voy a correr...

- Espera un poco más precioso...

Jungkook estaba demasiado excitado, así que le dió un par de cachetadas que lejos de molestar a Jimin no hicieron más que calentarlo en demasía, nunca antes había tenido sexo así, pero jodida mierda si no le fascinaba todo lo que ese hombre le estaba provocando.

El pelinegro se detuvo y salió de su interior, lo volteó de nuevo colocandolo en cuatro con el pecho pegado a la camilla y el culo levantado, se posicionó tras él y volvió a entrar de una sola estocada . Jimin ya no podía más.

- ¡Mierda! ¡No puedo más! ¡Es demasiado!

Jungkook comenzó a embestirlo sin piedad, dándole un par de nalgadas sin medir su fuerza, estaba perdido en todo el placer que estaba sintiendo, llevaba mucho en abstinencia y necesitaba sacar todo aquel estrés que lo estaba consumiendo.

Jimin trataba de sostenerse de dónde podía con sus pequeñas manitas pues todo lo que estaba sintiendo era demasiado, Jungkook guió su mano al miembro desatendido del pequeño y lo masturbo al mismo ritmo de sus penetraciones, llevándolo al éxtasis.

Jimin se corrió de una forma devastadora, cómo nunca antes lo había echo, Jungkook siguió con las embestidas sin intenciones de detenerse si no todo lo contrario, aumentaba la velocidad en cada una de ellas buscando su liberación, la cuál llegó pocos minutos después, el pelinegro se corrió.

Jungkook se dejó caer sobre el cuerpo de Jimin, estaba cansado no había podido controlarse, el deseo lo había cegado por completo y había tomado a aquel pequeño como un completo animal.

- Perdón.... Creo que me excedí...- dijo Jungkook luego de varios minutos en los que intentó regular su respiración.

- Fue increíble...- le respondió Jimin sonriendo en grande- Dios, debemos repetirlo...

Jungkook comenzó a reir mientras dejaba pequeños besos en el cuello de Jimin.

▫️▫️▫️▫️▫️

Jungkook salió de aquella habitación completamente relajado, llevaba una sonrisa de oreja a oreja, luego de una sesión de masaje, una buena follada y una mamada de despedida, se sentía cómo un hombre nuevo.

Llegó al estacionamiento dónde Mingyu lo estaba esperando y le regaló una sonrisa pícara.

- ¿Qué tal viejo?

- Increíble...

- Wow! ¿Estás drogado?

- .....

Jungkook rodó los ojos y subió al auto, Mingyu subió también y emprendieron camino hacía el restaurante dónde comerían.

El celular de Jungkook sonó avisando la llegada de un nuevo mensaje.

Jimin🤍
Luego de nuestra cena de esta noche..
Te daré un masaje especial💋

Mingyu observó a su mejor amigo por un momento, su actitud era rara, parecía alguien completamente diferente.

- ¿Todo bien viejo?

- Excelente... Mejor que nunca...

Jungkook sonrió en grande. Ir a ese Spa por un masaje había sido lo mejor que le pudo haber pasado.

(✿^⁠‿⁠^✿)

La neta, no sé que hice... 🤭🤭

Disfrútenlo!!💕🤘

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