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Capítulo VII

Domingo, 23 de diciembre de 2018 01:26


Los dos se levantaron siendo seguidos con la mirada.

-¿A dónde van?

-Llevaré a Tae al baño.

-Ja, está bien -Jeongguk fulminó con la mirada a Jimin y siguió caminando.

Subieron las escaleras y caminaron en silencio hasta la puerta. La casa era muy grande y estaba llena de fotos que Taehyung se encargaba de ver para no aburrirse mucho en ese transcurso de tiempo. Llegaron a una puerta blanca que se situaba hasta el fondo del pasillo.

-Aquí es, ¿quieres que te espere?

-Si no es molestia...

-Está bien, entra con confianza -Taehyung asintió y cerró la puerta tras de sí.

Jeongguk recargó su espalda en la pared y recordó las expresiones tímidas de Taehyung.

El azabache tenía muy en cuenta lo lindo que era su mayor, portaba un don de verse tierno todo el tiempo. Era muy simpático y gracioso, un humor un poco menos ruidoso que el suyo y el de sus amigos. Simplemente era muy hermoso a su vista.

Miró la hora en su celular y se alarmó. Eran pasadas la una de la mañana, sus abuelos le dijeron en su casa que a las dos debería estar ya en casa.

Escuchó la puerta abrirse y un adolorido Taehyung se dejó ver.

-Tae, ¿qué tienes? -se acercó y se agachó con el fin de atrapar la mirada del rubio quien miraba el suelo para poder caminar bien.

-Pise mal, me duele mucho el tobillo...

-Vamos a tu casa, en menos de media hora tienes que estar haya, ¿estás de acuerdo?

-Sí, está bien...

-Déjame te ayudo -colocó una mano en su cintura y pasó un brazo de Taehyung en sus hombros, ayudándolo a bajar.

Sólo esperaba el azabache no se diese cuenta de los latidos acelerados de su pequeño corazoncito. Parecía que estaba a punto de tener un paro cardíaco por la cercanía que volvía a presentarse.

-¿Qué tiene Taehyung? -preguntó Namjoon justo al ver a el dúo bajar de las escaleras.

-Le duele el tobillo, le llevaré a casa ya que se está haciendo tarde.

Los cinco chicos se despidieron de Taehyung, Namjoon le volvió a dar las llaves a Jeongguk después de ayudarlo a dejar al rubio en el auto, abrió la puerta del auto, se subió a él y arrancó.

Taehyung pidió el permiso para poder poner la radio a lo que el pelinegro obviamente le dijo que sí. En seguida End Game de Taylor Swift empezó a sonar relajando el ambiente. En el recorrido fueron hablando de música, realmente un tema muy tranquilo hasta que estuvieron fuera de la casa de Kim.

-Creo que mis abuelos están dormidos, ¿sería molestia que me ayudarás a su-subir a mi cuarto? -Taehyung examinó lo que dijo y se sonrojó-. Sólo si quieres yo...

-Está perfecto, espera.

Y con toda delicadeza, Jeongguk le abrió la puerta, lo tomó nuevamente como en la casa de Yoongi y ayudó a Taehyung a caminar, el rubio pudo abrir la puerta con una llave que estaba en una maceta. En efecto, todo estaba muy silencioso.

El rubio guió a ambos hasta su cuarto, cuando llegó se sentó en la cama siendo ayudado por Jeongguk.

-Muchas gracias -sonrió, una sonrisa cuadrada que Jeongguk ya amaba ver.

Fue mucha la curiosidad de Jeongguk que dio una vista rápida al cuarto. Era uno pequeño y cuidado, tenía fotos y peluches en varias partes, todo bien hasta sus facciones fueron de sorpresa al posar la mirada en el mueble de noche.

Taehyung siguió su vista y al saber qué veía, su cara enrojeció poco a poco.

-Y-Yo... Ah...

Jeongguk tomó entre sus manos aquel cuadro de foto, donde se mostraba a ellos dos en la pose que él había elegido por el rubio. La idea de que se veían como una pareja hizo a su corazón brincar.

-Qué lindo...

-Ah...

Taehyung seguía sin saber que decir, jugaba nuevamente con sus dedos. El azabache, con toda la confianza del mundo, se sentó a su lado.

-¿Jugamos un piedra, papel o tijera?

-¿Uh?

-Si tú ganas, no lo hago, pero si yo gano, sí lo haré.

-¿Pero a qué te refieres? -Jeongguk colocó su puño en su palma y aún dudoso, Taehyung hizo lo mismo.

Dieron tres golpes a su palma y pusieron la seña.

Taehyung puso tijeras y Jeongguk piedra.

-Más que perfecto.

-¿Pero de qué...? -fue interrumpido.

Bien, él apenas empezaba a tener amigos. No pueden culparlo cuando no supo cómo seguir el beso de Jeongguk. Los labios del pelinegro se movían muy poquito, y él estaba estático, con los ojos abiertos.

Era su primer beso, obvio no sabría qué hacer.

-Venga, déjate llevar -le aconsejó en un susurro el pelinegro, éste tomando su cuello.

Taehyung cerró sus ojos poco a poco, dejando que sus labios tomaran vida propia.

Jeongguk sabía que el beso estaba siendo un poco torpe, pero eso no evitó que su corazón se agitara constantemente y en su estómago hubiese un zoológico entero.

Chasquidos era lo único que se escuchaba claramente en el cuarto, pero si quitamos aquello las respiraciones de ambos eran tan aceleradas que se podrían escuchar.

Jeongguk fue quien se apartó, admiró el rubor en el rostro de Taehyung, sentía que estaba igual. Con sus mejillas rojas y ojos brillosos.

-Y-Yo...

Nuevamente no dejó que siguiera hablando. Volvió a unir sus labios, esta vez en un tacto más desesperado. Taehyung se sentía en las nubes pero al mismo tiempo con los pies en tierra.

Sabía que estaba haciendo y se sentía tan correcto.

Su nerviosismo fue mayor cuando sintió como algo cálido golpeó a sus labios. Era la lengua de Jeongguk pidiendo el paso. Taehyung hizo lo primero que se le vino a la mente. Abrió la boca y dejó que ambas se encontrarán. Era una guerra entre lenguas, haciendo el beso uno húmedo y demasiado placentero.

¿Qué no se daba el primer beso de lengua? Ja, tomen eso.

Jeongguk inclinó su cabeza y mordió el labio inferior de Taehyung por última vez, alejándose.

Los labios de Taehyung estaban rojos y mojados, se notaban hinchados y muy exquisitos hacia la vista de Jeongguk. Él tenía en cuenta que su boca no era muy diferente a la de él. Ambos se encontraban cegados por el momento, no obstante decidieron mantenerse firmes.

-Ya debo irme...

-Ah... S-Sí, yo t-te llevaré a la puerta.

-No te preocupes por eso, descansa tu tobillo.

El pelinegro se iba a levantar e ir, pero el brazo del rubio se lo impidió. Antes de que pudiera decir algo, él ya había jalado y besado castamente a Jeongguk en los labios.

-Ya, adiós -el pelinegro sonrió y se acercó otra vez sólo para imitar el beso. Taehyung esperaba fuera en sus labios, sentía cosquillas en ellos solamente de pensarlo. Sin embargo, los labios de Jeongguk se dirigieron a su frente y dejó un ruidoso beso en ella.

-Buenas noches.

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